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Preparación para el masaje reflexológico

En este capítulo aprenderemos:

• A confiar en la intuición.

Para empezar

La reflexología es muy fácil de aprender y aplicar porque se trata de una destreza innata que sólo espera que la despertemos y utilicemos, al igual que muchos actos instintivos que practicamos con frecuencia para aliviar irritaciones y molestias, como:

• Frotarnos la piel para aliviar chichones o dolores articulares y musculares.

• Aplicar saliva para calmar picaduras y frenar hemorragias pequeñas.

• Rascarnos para aliviar el prurito y la irritabilidad.

• Abrazar, dar palmaditas o frotar la piel cuando estamos alterados o afectados.

• Masajear áreas entumecidas o dormidas para estimular la circulación.

Esta forma natural de curación constituye un conocimiento instintivo que se adquiere cuando nos guiamos por la intuición. El único requisito es apreciar la vida y todo lo que la hace valiosa, de modo que descubramos el potencial de nuestra existencia.

Los intentos influyen profundamente en los resultados.

La reflexología es particularmente beneficiosa cuando estamos:

• En un bache anímico.

• Faltos de dirección.

• Nos sentimos solos o incomprendidos.

• Nos preguntamos por el sentido de la vida.

• Creemos que la vida es algo más que un acto mecánico.

• Nos preguntamos hacia dónde se encamina el mundo.

Con esta forma natural de curación todo se pone en perspectiva y el cambio de mentalidad que se produce supone la diferencia entre «llevar una vida» y «vivir la vida plenamente».

¿Listo para empezar?

Sólo cuando te aventures en lo desconocido apreciarás la plenitud y belleza de la vida.

Preparación general

El equipamiento necesario para la reflexología consiste sobre todo en materiales caseros normales. Tenlos preparados con antelación para crear un ambiente apacible que mejore el proceso.

• Una cama, sofá, silla reclinable o diván de masaje.

• Varias almohadas.

• Sábanas limpias y frescas en verano, además de mantas, colchas o edredones en invierno.

• Cojines, un taburete o silla para el reflexólogo.

• Un recipiente de plástico para lavar los pies.

• Polvos de talco y/o aceites o cremas aromáticos.

• Agua purificada y dos vasos.

Son extras opcionales:

• Una lámpara de aromas, y aceites de aromaterapia (página 259).

• Un aparato reproductor de música, especialmente con un botón para repetir la lectura de pistas.

• Algunos compactos o discos de música relajante (página 261).

• Un contestador automático en el teléfono o dicho servicio telefónico para evitar interrupciones.

• Un cartel en la puerta para evitar intromisiones.

• Un regulador de voltaje para la luz.

• Velas de colores suaves.

• El murmullo de una fuente o una corriente de agua.

• Un elixir floral (página 20).

• Pastillas de calcio para casos de calambres.

Elige el mobiliario cuidadosamente.

• Los colores pastel relajan los sentidos subconscientemente.

• Los colores brillantes estimulan y potencian las sensaciones volátiles.

Si es posible, crearemos un espacio lo más apacible que sea posible en un ambiente de colores suaves para que el receptor se evada de las presiones y ritmo frenéticos del mundo exterior, y pase a un estado de felicidad y relajación. Recuerda, sin embargo, que una vez los ojos están cerrados, todas las impresiones externas desaparecen y la reflexología induce la armonía interior.

La curación se produce cuando pasamos de un estado de malestar y sufrimiento a otro de armonía y salud.

Preparación del receptor

Antes de comenzar un masaje reflexológico, debemos explicar con brevedad lo siguiente, haya recibido o no el receptor esta forma de curación con anterioridad.

Paso 1: explicación sobre la reflexología

• Qué es la reflexología (página 13).

• Cómo actúa (páginas 35-37).

• Posibles experiencias antes, durante y después del masaje (páginas 63-70).

• Las razones de cualquiera de las reacciones (páginas 65-69).

• Por qué es recomendable beber mucha agua purificada después del masaje (página 69).

Las personas que toman algún medicamento deben comentar primero al especialista su intención de recibir masajes reflexológicos para hacer los ajustes adecuados en la dosis, ya que puede haber mejoras inmediatas al acelerarse el proceso curativo.

El masaje reflexológico es incluso más eficaz cuando se administra una hora antes de la siguiente dosis de medicación, porque es el momento en que la influencia de los fármacos es mínima y el cuerpo está en un estado más vulnerable y receptivo.

Una vez cumplidas las formalidades, invita al receptor a lavarse los pies en un pediluvio durante unos minutos.

Paso 2: el pediluvio

• Emplea agua caliente en invierno y fría en verano.

• Echa una ramita o una gota de aceite de espliego para aumentar la relajación.

• En verano, una gota de aceite de menta refresca.

• Ten a mano una toalla limpia para secar los pies.

Este es el momento ideal para charlar, explicar qué es la reflexología y saber algo más sobre el cliente. Luego invita al cliente a tumbarse en la cama o diván en una postura cómoda.

Paso 3: que el cliente se sienta cómodo

• Coloca una almohada bajo la cabeza, si fuera necesario.

• Apoya las rodillas y piernas sobre almohadas para enderezar y relajar la columna.

• Cubre el cuerpo del cliente con una sábana tenue en verano y una manta cálida o un edredón en invierno para preservar el pudor y mantener el calor perdido con la relajación.

• Siéntate cómodamente a los pies del receptor con estos a una altura adecuada para el masaje.

• Invita al receptor a cerrar los ojos.

• Prepárate (páginas 52-54) tú y el receptor respirando hondo tres veces, tras haber explicado antes al cliente el proceso respiratorio.

• Echa talco en una mano, frota las manos y extiende el polvo por los pies y entre los dedos. Esto no sólo facilita el masaje sino que también vuelve al receptor más consciente de sí mismo, sobre todo cuando hay un olor desagradable debido a la ansiedad extrema.

• Evita la conversación durante el masaje para que el receptor pase al nivel alfa y se reconecte con su ser interior.

• Ahora es el momento de aplicar la técnica de calentamiento (páginas 81-89).

Trata a todos como si fueran las personas más importantes del mundo.

Preparación personal

Aunque resulte muy gratificante ver resultados sorprendentes con rapidez, es importante recordar que el reflexólogo sólo actúa como conductor o facilitador y dirige energías universales por el receptor para favorecer la curación desde dentro. Para que el masaje resulte más beneficioso:

Paso 1: generar confianza

• Apoya suavemente los pies del receptor en las palmas de las manos, en una posición cómoda (figura 7).


Figura 7. Apoyo de los pies en ambas manos.

Paso 2: respirar y relajarse

• Invita al receptor a hacer como tú, cerrar los ojos y respirar hondo tres veces, aguantando la respiración todo lo posible.

• Mientras respiras, relájate de modo consciente, sobre todo las áreas tensas y en especial:

– El cuello.

– Los hombros.

– La espalda.

– Los brazos.

• Concéntrate en las partes tensas de tu cuerpo y que la respiración les llegue.

• Luego respira con naturalidad.

• Con los ojos todavía cerrados, céntrate en tu interior, encauzando las energías hacia el corazón.

• Libera tu mente y despéjala.

• Emplea las manos para sintonizar las energías del receptor y accede a lo que realmente siente a través de lo que «dicen» los pies.

• Olvídate de intentar agradar al receptor, sé tú mismo.

• Hazte a la idea de disfrutar de todos los segundos de la sesión.

• Prepárate para variar la presión de los movimientos del masaje y pasar de manipulaciones suaves pero firmes para obtener alivio físico a meras caricias sobre la superficie cutánea para la iluminación personal, con el fin de satisfacer las necesidades de la mente, el cuerpo y el alma.

• Para espíritus especialmente sensibles, visualiza dos burbujas de color rosa a tu alrededor y el del receptor para que cada uno disfrute de su propio espacio y energía.

• Déjate guiar por la intuición.

Durante y después del masaje reflexológico, el receptor y tú deberíais experimentar una serenidad completa y paz interior, así como la irrupción irrefrenable de energía vital.

Todos aportamos algo especial al mundo… nosotros mismos y nuestra individualidad única.

Reflexología podal

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