Читать книгу Mapeando la comunicación comunitaria - Claudia Lucía Mora Motta - Страница 6

Оглавление

Capítulo I

Desiertos de información en Colombia y en el Valle del Cauca

María Camila Moreno Garzón1 y equipo del Centro de Estudios sobre Libertad de Expresión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP)

Con el objetivo de hacer un diagnóstico del ecosistema de los medios en el país, en julio de 2015, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) inició el proyecto de investigación Cartografías de la Información, donde se analizaron y compararon bases de datos de entidades nacionales y locales; se entrevistaron a más de 2100 representantes de medios informativos, miles de líderes y autoridades locales, y se visitaron 120 municipios. A partir de ello, este capítulo ofrece cifras generales a nivel nacional, para luego caracterizar la situación departamental del Valle del Cauca. Cabe mencionar que, dado que en esta investigación no se incluyeron las ciudades capitales de los distintos departamentos del país, el trabajo cartográfico de la comunicación comunitaria en Cali, adelantado por la carrera de Comunicación de la Pontifica Universidad Javeriana Cali, en alianza con la Universidad de Gonzaga y con organizaciones de base comunitaria, se constituye en un aporte significativo.

Frente a los resultados de la investigación, el panorama del periodismo local es crítico, el principal hallazgo: En los 666 municipios (representando el 60 % del país), donde habitan más de diez millones de personas, no tienen acceso a contenidos locales. Por otro lado, aunque en 313 municipios existen medios, no se produce información local; son lugares en silencio, que informan sobre la crisis de movilidad de la capital del país, pero no hablan del futuro de las vías terciarias en los municipios, por ejemplo. Y si la situación es preocupante en estos municipios, en los otros 353 es alarmante, pues son zonas en total silencio, donde no existen medios, o los únicos existentes pertenecen a la fuerza pública2.

Entonces, el panorama frente al acceso a información local es sin duda negativo: no existe una oferta de medios que garantice la difusión y discusión de contenidos sobre las realidades específicas de los territorios; las regiones no conversan consigo mismas. Múltiples factores incidieron para que esta situación se asentara en cada municipio y ciudad, entre ellos el conflicto armado interno y sus consecuencias sobre la prensa, pues la violencia no sólo ha asesinado periodistas, sino que ha debilitado a los medios de comunicación y ha restringido el acceso a la información de los ciudadanos en diferentes zonas del país. Al respecto, en las últimas cuatro décadas se han asesinado 160 periodistas, siendo el silenciamiento una herramienta sistemática que consolidó, en buena medida, el miedo a informar en Colombia.

Sin embargo, esta no es la única causa; existen otros problemas estructurales que profundizan el precario ecosistema mediático. En segundo lugar, el robustecimiento de la red de emisoras de la fuerza pública frente a la precarización de los medios comunitarios tiene consecuencias claras en materia de libertad de expresión y de prensa. Este sistema de medios se ha consolidado como el principal monopolio de información en el territorio nacional, en donde sus 106 emisoras, ubicadas en 87 ciudades y municipios a lo largo y ancho de los 32 departamentos, representan el 48 % del total de emisoras de interés público3 en el país. De hecho, en municipios como Miraflores en Guaviare; Cumaribo en Vichada; Vista Hermosa, Uribe, Puerto Rico y La Macarena en el Meta; Toledo en Antioquia; y Mahates en Bolívar; este es el único que medio que existe (FLIP, 2019).

Sumado a esto, las emisoras de la fuerza pública son el medio con mayor cobertura, lo cual implica necesariamente riesgos en materia de pluralidad y acceso a la información. Mientras estas emisoras tienen una potencia de hasta cinco kilovatios, llegando a cubrir hasta 400 km, las emisoras comunitarias tienen una potencia máxima de 250 vatios, lo cual les permite una cobertura, en promedio, de 10km. Sin embargo, esta no es la única dificultad que día a día atraviesan estas emisoras para sobrevivir y cumplir con su labor social en las comunidades, pues, a pesar de superar en número a los demás medios mapeados (585 radios), las emisoras comunitarias viven en una constante situación de fragilidad en cuanto a fuentes de financiamiento, infraestructura y apoyo institucional; afectando la producción de contenidos y la situación laboral de los periodistas vinculados a ellas.

Lo anterior, obliga al uso exclusivo de parrillas musicales que alejan a esta clase de radio de su propósito comunitario; el 25 % de las emisoras activas no incluyen programas con noticias locales (FLIP, 2019). Por otro lado, el 41% de las emisoras no tiene ningún tipo de vinculación laboral para sus periodistas, siendo una constante la modalidad informal de vinculación por medio de cupos publicitarios: 293 radios comunitarias vinculan a sus periodistas de esta manera, lo cual significa que, además de verse obligados a contratar la publicidad, tienen que producir sus contenidos. Esta doble relación deriva en mecanismos de censura indirecta; es decir, la pauta como forma de presión económica para incidir en los contenidos de los medios.

Otro de los problemas estructurales de este ecosistema mediático es la limitación en la conectividad a internet, lo que ha impedido que los periodistas puedan explorar los medios digitales como alternativa a las plataformas tradicionales: del total de 2186 medios investigados en Cartografías de la Información, únicamente 228 son digitales, lo que corresponde a un 10%. En efecto, generalmente existe una correlación entre la baja penetración de internet y la ausencia de medios digitales. En los departamentos con menor cobertura: Amazonas (0,6 %), Guainía (0,1 %), Guaviare (1,2 %), Vaupés (0,2 %) y Vichada (2,4 %); estos medios son pocos o inexistentes (Guainía y Guaviare). Es más, en la mayoría de los departamentos con medios digitales, estos se concentran en las capitales, al contar con un mejor acceso a internet que las zonas rurales, así, mientras las capitales reúnen el 62% de estos medios, hay 1030 municipios (el 92 %) donde no existen (FLIP, 2019).

Aunque el Valle del Cauca, departamento cuya capital es Santiago de Cali, no es ajeno a esta realidad, comparativamente es uno de los que cuenta con mejores condiciones para los medios de comunicación, pues sólo el 30% de la población vive en municipios en silencio (lugares donde no existen medios que produzcan noticias locales). De las regiones investigadas, el Valle es uno de los departamentos con más municipios con suficiente oferta de información; solamente cuatro de los 41 municipios estudiados, (exceptuando la capital), no tienen ningún medio de comunicación local: Ginebra, La Cumbre, Toro y Yotoco.

Este es el diagnóstico de los medios en el departamento:

Tabla 1

Diagnóstico de los medios en el departamento

Radios comuni-tariasRadios comer-cialesRadio públicaRadio Fuerza PúblicaTv comuni-tariaTv comer-cialTv públi-caMedios digi-talesTotal medios
29222271519102

Fuente: elaboración propia.

Según lo anterior, encontramos que el Valle es el sexto departamento del país con más medios de comunicación, después de Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Santander. Además, es uno de los departamentos con los mejores índices de penetración a internet, puesto que cuenta con el 14 % de la población suscrita a una conexión fija.

En cuanto a la vinculación laboral de los periodistas es necesario mencionar otras situaciones que reflejan, a su vez, el panorama nacional antes mencionado: primero, la desigualdad de género al interior de los medios en el Valle es una de las más profundas del país, pues sólo el 25 % de periodistas son mujeres; y segundo, aunque el Valle no tenga cifras tan alarmantes como Arauca o Putumayo4, sí es uno de los departamentos con más periodistas trabajando sin ningún tipo de vinculación laboral, pues el 43 % no tiene ningún tipo de contratación.

Para efectos de la investigación, se dividió el departamento en dos regiones: en la región del norte del Valle, el 30 % de la población vive en municipios en silencio; sólo en Cartago, La Victoria, Sevilla y Tuluá existen medios que ofrecen suficiente información. Además, la mayoría de los medios en esta región son emisoras comunitarias (18 de 51 medios locales), y la vinculación laboral de los periodistas es principalmente mediante la modalidad de cupos publicitarios; 43 de los 51 medios de la región. En cuanto a la región del sur del Valle del Cauca, también el 30 % de la población vive en municipios en silencio, pues sólo en los municipios de Buenaventura, Guadalajara de Buga y Palmira existen medios que ofrecen suficiente información local. En esta región, 33 de los 51 medios se concentran principalmente en los municipios con mayor actividad económica, y solo 10 cuentan con informativos locales.

En este recorrido por las cifras de Cartografías de la Información5, se observa el complejo panorama para el acceso a información local en gran parte del territorio nacional, siendo la violencia, la falta de formación, el abandono estatal y la desconexión asentada en los territorios, las principales causas de que el silencio se convirtiera en norma en la mayoría del país, sobre todo en las regiones más afectadas por el conflicto armado. Esta situación requiere del esfuerzo del Estado para garantizar condiciones de infraestructura y seguridad que permitan el libre ejercicio de expresión y de prensa, así como de cada uno de los actores sociales, academias, organizaciones de base, organizaciones estatales, del tercer sector y hasta empresariales, para crear conciencia y asumir un papel activo que aborde los desafíos que enfrentan las noticias y la democracia local.

Referencias

Fundación para la Libertad de Prensa FLIP. (2019). Periodismo Roto. Viaje por las grietas del periodismo colombiano. Taller Agosto.

1 Profesional en Relaciones Internacionales. Investigadora del Centro de Estudios sobre Libertad de Expresión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).

2 Ver libro Periodismo Roto. Viaje por las grietas de la información en Colombia en: https://flip.org.co/images/Documentos/Periodismo-Roto-Cartografias-FLIP-2019_baja.pdf

3 La categoría de interés público incluye emisoras indígenas, las de instituciones educativas y las de alcaldías y gobernaciones.

4 En Arauca, el 82 % de los periodistas trabajan bajo la modalidad de cupos publicitarios y en el Putumayo el 97 % (FLIP, 2019).

5 Ver el mapa de “Cartografías de la Información” aquí: https://flip.org.co/cartografias-informacion/

Mapeando la comunicación comunitaria

Подняться наверх