Читать книгу Homeopatía en casa - Colin Griffith - Страница 56
CORTES Y DESGARROS
ОглавлениеEn el caso de un corte ordinario, primero permita que sangre un poco (esto induce la activación de los linfocitos en la zona), y luego, si la herida sangra mucho, colóquela un rato bajo un chorro de agua fría (esto reduce la hemorragia, a menos que sea especialmente intensa). Entonces, con las manos limpias, lave la zona con agua templada y séquela con una toalla limpia. Aplique unas hilas en las que previamente haya vertido unas gotas de Hypercal Ø (al principio escocerá), y manténgalas en su lugar con un apósito adhesivo de tela. Evite usar apósitos impermeables, porque impiden que llegue aire a la herida. Para una granulación correcta, hay que mantener limpia la herida, además de caliente y seca. Cuanto peor sea el corte, más debe mantenerse tapado hasta que se produzca la curación. Cambie el apósito al menos una vez al día.
El primer remedio interno al que recurrir en el caso de cortes y raspaduras es Calendula, a menos que se dé una imagen evidente de Aconitum (o Arnica). En el caso de una herida limpia, si el corte es profundo, use Calendula 6 o 30; administre una dosis de 30 cada 4–6 horas. Cuando el corte sea grave y doloroso, se puede alternar Calendula con Hypericum. Si la herida y el tejido que la rodea están doloridos y contusionados, use Hamamelis 30 en lugar de Calendula. Hamamelis sigue muy bien la aplicación de Aconitum y de Hypericum. Para una herida (sobre todo si es leve) que sangra persistentemente en un paciente que está pálido y se siente débil, administre Phosphorus 30 alterado con Calendula e Hypericum en las dosis pertinentes.
Si la herida la ha producido un arma blanca o una intervención quirúrgica, debería administrarse Staphysagria 200 (una sola dosis).
Si la herida adquiere un tono rojo oscuro o incluso azulado, se inflama y duele al tacto, y parece que sangra más de lo que debería, administre Lachesis 6 o 30; una dosis cada cuatro horas con un máximo de tres dosis.