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MORDEDURAS
ОглавлениеLas mordeduras de perros y gatos, roedores o caballos exigen remedios particulares. Los gatos y los roedores producen heridas profundas. Los perros (a menos que el paciente haya sido atacado salvajemente) y los caballos producen heridas menos profundas pero con una tremenda contusión. Si el paciente está conmocionado, empiece administrando Aconitum o Arnica, dependiendo de las indicaciones. Si la herida no sangra mucho pero los dientes han practicado una herida por punción, use Ledum; si la laceración es intensa, use Ledum para las punciones e Hypericum para las heridas sangrantes, así como Hypercal Ø de forma tópica. A menudo los gatos producen heridas que exigen ambos remedios, dado que aferran y rasgan la piel con sus garras, mientras clavan los dientes. Los perros y los caballos tienden a causar heridas «de pellizco», y no suelen causar hemorragias. Este caso requiere la administración de Arnica para la magulladura. Si la mordedura del perro o del caballo ha lesionado una zona de carne blanda, como una mama, use Bellis perennis. Use 30 o 200, dependiendo de la gravedad de la herida.
Las heridas que son consecuencia de mordiscos de animales no siempre se curan con la rapidez que sería de esperar. Si la herida comienza a supurar, será porque la toxicidad bacteriana ha detectado susceptibilidad en el paciente, lo cual exige una atención profesional rápida. Los siguientes remedios se describen para saber cuándo debe llamar al homeópata:
Aceticum acidum (vinagre): indicado muy de vez en cuando, en los casos en que el paciente presenta una herida lacerada con inflamación en todo el miembro y dolor persistente.
Belladona: indicado si existe enrojecimiento, hinchazón y dolor pulsante en torno a la herida, y sobre todo si la herida irradia unas franjas rojizas que ascienden por la extremidad. Use la potencia 200.
Echinacea angustifolia: debe usarse si la piel que circunda la herida está irritada y pica, y si se forma pus.
Lachesis: un remedio habitual para las mordeduras de gato. La herida se vuelve azulada o purpúrea, y la zona está rígida y duele, provoca una sensación de tensión e incluso de dehiscencia; podría tender a sangrar fácilmente.
Lyssinum: elaborada a partir de la saliva de un perro rabioso, es un remedio que a veces es necesario después de que la administración de remedios indicados, como Lachesis y Echinacea, no solvente el problema, sobre todo en las mordeduras de animales. La herida duele sin cesar, adquiere un tono azulado y parece estar a punto de ulcerarse, o simplemente no responde a los otros remedios. El paciente también puede quejarse de dolor de cabeza.
Pyrogenium: indicado en heridas inflamadas y supurantes, que hacen que el paciente desarrolle síntomas más generales. Tiene una sensación de malestar, dolorimiento y dolor profundo en los miembros, aletargamiento y apatía. Es posible que el pus huela mal. Quizá el paciente diga que le parece que ha cogido una gripe. (En ocasiones el Pyrogenium se indica cuando la herida ya se ha curado, pero se perpetúa el estado general de letargo, malestar y dolorimiento, junto con tendencia a la depresión. Es un remedio para abordar los efectos persistentes de la toxicidad, incluso en los casos en que la infección ya ha desaparecido.)
Otro aspecto de los mordiscos de animales es el emocional; a menudo son las mascotas familiares las que los infligen. La naturaleza inesperada de la herida puede provocar angustia emocional. Si el paciente siente que el animal se ha portado mal con él o ella, y la confianza se ha visto afectada, es posible que para resolver el trauma sea necesario tomar Staphysagria 200.
Picaduras de pulga y de mosquito: se trata de punciones, y como tales requieren el uso de Ledum 30. La punción se inflama, está pálida y pica mucho. Si las picaduras son múltiples, de modo que primero pica una y luego otra, y el paciente se rasca constantemente diversas zonas, el remedio es la Staphysagria 30.
Picaduras de tábano: administre Cantharis, dado que la picadura puede quemar y ampollarse. Si este remedio no produce efecto alguno, pregunte a su homeópata si sería correcto el uso de Caladium, que no es uno de los primeros auxilios más frecuentes, pero que en este caso resulta útil. (La potencia más indicada en este caso es 30.)
Picaduras de araña: algunas personas son tan sensibles que estas picaduras pueden generar inflamación y dolor. Todas las arañas son venenosas hasta cierto punto, aunque hay pocas que puedan causar verdaderos problemas a nadie, y es infrecuente que haya que trasladar al hospital al afectado. Sin embargo, en ocasiones, si la picadura está en una zona vulnerable o rica en nervios, como un párpado o un labio, use Ledum y/o Hypericum. Si la picadura está inflamada y enrojecida, use Belladona 30. De vez en cuando, si se detecta una hinchazón azulada que empieza a picar y a doler, es mejor contactar con su terapeuta, quien probablemente le recetará Latrodectus mactans, el veneno de la viuda negra, en la potencia 30.
Picaduras de serpiente: no son frecuentes, pero pueden producirse en primavera, cuando el veneno tiene su máxima potencia, y en verano, sobre todo entre niños y mascotas. Hay que tratar rápidamente la herida para evitar la aparición de unos síntomas muy desagradables. La mordedura de una víbora provoca inflamación y un dolor como si la herida fuese a reventar; la piel se vuelve azulada como si mediara una contusión. Los dolores ascienden por el miembro, y sugieren Ledum, que sería lo indicado de todos modos para la punción dérmica. Ledum no siempre es suficiente. Lachesis es más indicado para el resto de la imagen, y se aplica bien después de Ledum. Es posible que deba administrarse cada dos horas en potencia 30. La alternancia de Ledum y Lachesis también es un procedimiento razonable. Las mordeduras de serpiente siempre deben comunicarse al homeópata, y debe examinarlas el personal de Urgencias del hospital. Esto se debe a que pueden provocar trastornos respiratorios a los niños pequeños y a los ancianos. También pueden aparecer efectos crónicos de la mordedura que persisten incluso después de pasada la urgencia.