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Prólogo

Estos son tiempos de cambio en todas las visiones e imaginarios que hemos tenido en los años inmediatamente anteriores sobre nuestra vida y las relaciones con las máquinas. A mediados del siglo XX diversos autores desde la ciencia ficción plantearon múltiples perspectivas y sembraron las semillas de duda sobre la realidad cotidiana y las relaciones existentes entre individuos, sociedades, colectivos, enmarcados en los más variados contextos sociales, culturales, políticos y económicos.

Todo este cuestionamiento estaba atravesado por el desarrollo tecnológico de las más variadas maneras, alcances y posibilidades que podían proponer las relaciones políticas, el uso de las máquinas de guerra, las relaciones familiares, las construcciones de subjetividad y el agenciamiento que la inteligencia artificial podría ejercer sobre ellas.

Entre estos podemos nombrar a George Orwell, con su obra visionaria 1984; Ray Bradbury que en sus novelas Crónicas marcianas y en Fahrenheit 451 describieron desde la literatura fantástica y de ciencia ficción perspectivas algorítmicas de la relación entre el hombre y la tecnología; los hombres abolirían la cultura en favor del puro entretenimiento de video para asegurar su felicidad, mientras que la escuela tendría como único fin la producción de conocimiento para la apropiación de la tecnología.

Isaac Asimov indagó por el quehacer humano en un futuro tecnologizado en La Serie de la Fundación; William Gibson describió con terror en Neuromante un mundo controlado por multinacionales y tecnologías totalizadoras allanando el camino al cine de ciencia ficción, del estilo de Matrix.

Un mundo feliz de Aldous Huxley anticipó el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia, manejo de las emociones por medio de drogas que contribuirían al cambio total de las relaciones sociales y con el Estado y el poder.

En el siglo XXI, el año 2020 marcó un punto de inflexión radical en la relación de la especie humana con la tecnología, con sus usos y aplicaciones. Se pasó de la novela de anticipación, futurista, a la realidad contundente e impactante en la vida colectiva.

El mundo vivido con las TICs y el mundo social, financiero, comercial, educativo, de estudiantes y familias en el periodo de la pandemia provocada por el Covid–19, colocó en primera escena el uso, creación y aplicación de múltiples formatos y variedades de narrativas digitales, que bien vale la pena analizar e intentar comprender, con la perspectiva e intencionalidad de aprehender sentidos de la vida, que nos proporcionen puntos de inserción para analizar nuestras intuiciones, manifestaciones y desempeños actuales en el mundo de la socialización, el aprendizaje y la vida.

Este volcarse de los ciudadanos al uso masivo de las TICs para relacionarse en todos los ámbitos de la vida colectiva de la especie, dio lugar a la emergencia de manera contundente de las narrativas digitales en variados formatos, con múltiples intencionalidades, y como reflejo de diversas realidades individuales y colectivas. Estas se pueden definir, describir e interpretar como películas multimedia, que combinan racionalidades hipertextuales, fotografías, video, animación, sonidos, bandas musicales, textos, voces, narradores. Estas narrativas en general son breves, personales, o con intencionalidades claramente establecidas. Proporcionan alternativas y medios de expresión propios, autónomos relativamente y de interés particular.

Desde esta perspectiva abordar el uso durante la pandemia del lenguaje digital, nos permite asomarnos a los desarrollos desde múltiples experiencias vitales de niñas y niños, adolescentes, adultos, mujeres y hombres, en todos los escenarios de la vida social, y a través de las cuales eventualmente propiciaron y fomentaron transformaciones en los escenarios de la vida social afectada y atravesada por la tecnología.

Acercarse a las subjetividades de los individuos y colectivos sociales a través de las narrativas digitales se convierte en una forma válida e interesante de indagar por el conocimiento transmitido, asimilado por las conductas y comportamientos de los actores y por las mediaciones utilizadas.

Estas son algunas de las vías de reflexión y las herramientas de corte histórico que en este libro nos proponen Cristian Barría Huidobro y Sergio Rosales Guerrero para observar con detenimiento el momento real que atravesamos; nos advierten de los cambios que se podrían prever en las relaciones entre ciencia y tecnología, entre esta y la sociedad humana, entre esta y los individuos que la componen, en múltiples y, por qué no decirlo, en todos los aspectos de la vida humana.

El libro que hoy se encuentra a punto de leer, es como los autores lo nombran en la introducción “Una cita a ciegas” que presenta al lector en situaciones reales o imaginadas, traídas de la historia conocida, que lo convierte en autor, espectador y lector de sí mismo desde una mirada posible, real, constatable, ya no solo desde la ficción, sino desde los hechos cotidianos de los que está construida la realidad global del ciudadano y de las sociedades contemporáneas.

A lo largo de los capítulos los autores nos ubican en momentos históricos diversos, que dan lugar a la irrupción en nuestras vidas de la tecnología, en todos nuestros recovecos íntimos, secretos, que antes eran inaccesibles para el otro, el externo, máximo para el sicólogo o el sicoanalista, el sacerdote, o el adivino. Cada uno está ilustrado con multitud de anécdotas, datos históricos, relaciones y conjeturas de cómo se han imbricado la ciencia, la tecnología y obviamente el quehacer humano y su destino colectivo. Hoy en día, las redes, la Web, los portales, el mundo de la web 2.0 constituyen el escenario nuevo, creado y recreado continuamente para visibilizar la vida humana.

En el Capítulo I, Despertar sin miedo, recorren consecutivamente el lenguaje como vínculo, como creación de realidades, de relaciones posibles, reales o ficticias que crean realidades e impactan las vidas colectivas en cada momento, en cada época. El rol preponderante de la tecnología ha evidenciado el desempeño humano en su desarrollo actual, y en los que es necesario pensar que “El futuro de lo humano tal vez se esté moviendo en la dirección de las herramientas, hasta el extremo de que probablemente sean ellas el medio y el modo que tengamos de trascender”. (p. 42)

El Capítulo II, Los sueños de la razón, es un vuelo de pájaro por la historia humana en el cual se reseñan los cambios que la tecnología, o más bien, los desarrollos tecnológicos introducidos por la especie que han afectado, transformado radicalmente, nuestras vidas desde el pasado lejano, hasta el presente de los últimos 70 años y vislumbra, enuncia el posible desarrollo de acontecimientos apocalípticos, siempre presentes en la historia humana, y que al parecer solo en este reducido espacio de tiempo, pueden tomar forma, hasta transformarnos.

El Capítulo III, El hacedor de señales, es la descripción del trasegar la vida diaria del peligro de muerte del cazador del paleolítico, al mendicante indio o latinoamericano o africano del siglo XX, pone de presente la importancia de la tecnología y la creación que gracias a internet toma forma en el ciberespacio creando nuevas relaciones económicas, de interacción personal, grupal, antes solo soñadas y enunciadas por los autores de la ciencia ficción.

Al final del texto, el Capítulo IV, El pájaro que da cuerda al mundo pone de presente la inteligencia artificial, que es el verdadero centro temático de este libro, emerge con fuerza, planteando posibilidades diversas de su desarrollo y afectaciones de la vida humana, y de las inter-

relaciones establecidas entre estas. Abre el camino a la comprensión de las relaciones humanas a través, entre otros medios, de las narrativas digitales, de las expresiones cotidianas creadas y construidas a lo largo de estos tiempos por las herramientas proporcionadas por la inteligencia artificial y sus variadas plataformas y herramientas.

El epílogo de este texto es bastante categórico: “Si acabamos con nosotros mismos, solo nos queda esperar que en algún otro sitio emerja un tipo de vida capaz de construir máquinas inteligentes. A la larga, toda clase de vida sucumbirá frente a la largueza de la vida del cosmos. No solo el tiempo sino la distancia hará inviable la preservación de las especies orgánicas, de modo que la única opción será la trascendencia. Y quién lo diría: a través de las máquinas”.

Claudia Velez De La Calle Ph.D

Universidad de San Buenaventura, Cali/Colombia

Mayo 2021

Nada que temer

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