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Capítulo 2

Leñador

Un leñador es la persona que se dedica a cortar árboles en un bosque, luego de su primer paso se encarga de recoger la leña derivándola al almacén, en tanto que los troncos se apilan en el aserradero.

El leñador puede trabajar solo o bien con un equipo de trabajadores, como es el caso de las grandes compañías que se dedican a esta tarea.

Por cuestiones de cuidado climático todo tiene un orden y una estación del año para cada tarea a realizar. Antes de comenzar a talar el leñador debe seleccionar bien su árbol, a la vez estar preparado para sembrar una nueva semilla, de esta manera el bosque siempre tiene vida, y se establece un equilibrio entre el oficio del leñador y nuevos nacimientos de árboles.

Sabemos que a lo largo de la historia de la humanidad existen ambiciones desmedidas de grandes empresas, involucradas con políticas de estado cuya única función es depredar para enriquecer, a costa de un daño irreparable que afecta a nuestro planeta tierra.

La mente se ciega de tal manera que las personas ambiciosas en gran medida no pueden ver que el dinero no es todo en la vida, ni la posesión material en general. Es necesario tener todo en su justa medida y a su debido tiempo.

A veces me pregunto qué haría si mi cuenta en el banco estuviera cargada de millones de dólares y no tuviera salud para disfrutarlo o espacios y momentos de recreación. La vida debe ser un todo en el ser de la persona. Si cada uno focaliza solo en acumular, a costa de dañar nuestro medio ambiente, lo único que logra es seguir dañando la historia de nuestra humanidad, demostración miserable y sin sentido ni propósito alguno desde el lugar de las personas y empresas involucradas.

En este libro descubrirás que dejar las huellas de un vendedor no solo es ganar dinero, es despertar para que tus ojos vean en qué lugar mereces estar. La reflexión te llevará a un lugar de crecimiento personal, sumando fuerzas para cuidar las cosas bellas que te rodean.

La vida cotidiana te brinda lecciones día a día con aciertos y equivocaciones. Solo debes estar dispuesto a recibir nuevas enseñanzas que te hagan crecer. De esta manera irás a tu más alto nivel profesional.

Si quieres ser un vendedor de oficio primero debes amar esta profesión, segundo debes morir a tu ego personal permitiéndote a ti mismo dejarte enseñar, para que aquellos que marcaron una huella en el camino hoy sean nuestros mentores. Ellos nos pueden trasladar la sabiduría, sus ricas experiencias a nuestras vidas.

Un vendedor puede sacar una gran observación del leñador.

El leñador primero examina el bosque: allí están los árboles a seleccionar. Dependiendo del producto que comercialices siempre tendrás un bosque a recorrer, un campo de acción donde trasladar tus productos o servicios, la misma es la zona de relevamiento de datos. Con agenda papel o digital podrás escribir tus ideas para luego convertirlas en hechos reales.

Un leñador usa hacha. Ésta es una herramienta con mucho filo que podría considerarse como un brazo más de su cuerpo. También utiliza sierra y motosierra. Generalmente ese tipo de herramientas el leñador no las presta. Él sabe que si se usan mal se pueden dañar.

Un vendedor debe tener una constante preparación y mucho filo en su conocimiento. Para desarrollar un excelente trabajo, debe tener una escucha activa de sus clientes, y así poder cumplir con sus necesidades. De este modo su negocio será rentable. El profesional en ventas que cree que ya sabe todo y que nada nuevo puede aprender, está marcando el comienzo de su decadencia profesional. Por lo tanto afectará negativamente en sus resultados.

El tener el hacha afilada representa saber cortar justo a tiempo en el lugar correcto. Sabiduría e inteligencia es lo que necesitas en tu equipaje de ventas. Tú puedes aprender todo lo que realmente deseas.

El vendedor debe saber que sus herramientas, estrategias, soporte empresarial, será vital para satisfacer al cliente en tiempo y forma.

La vida no fue diseñada para que tú te desarrolles como un individuo solitario. Fue diseñada para trabajar en equipo, aceptando diferencias, y compitiendo sanamente bajo los parámetros de la honestidad.

Existen vendedores que al comenzar sus primeros pasos en este gran oficio deben cubrir todos sus frentes laborales. Ésta será una tarea agotadora cargada de estrés. Al no haber los recursos suficientes para pagar mano de obra, al principio es importante tener control de las ganancias. Luego de transitar un proceso de crecimiento estarás preparado con tus finanzas para ampliar tu cartera de clientes y a la vez podrás sumar personas a tu emprendimiento.

Algunos vendedores deciden seguir su carrera solos. No confían en las personas contratadas, y tal vez tengan sus motivos que son respetables: pensar en extenderse a muchos les infunde temor, o el hecho de que la economía de un país sea frágil, muy cambiante e insegura, les genera una sensación de inestabilidad.

Nunca serás ni ganador ni perdedor si trabajas solo o bien en equipo. Lo más importante es que puedas desarrollar tus sueños más deseados. La medida del éxito en tu vida laboral lo determinas tú mismo y no un rótulo social.

Una gran venta debe celebrarse en equipo: desde el vendedor que la ejecuta, el departamento de Marketing, los empleados administrativos, el personal de logística y aquellas personas que se encargan de la limpieza, las cuales cumplen un importante rol que muchas veces no es suficientemente recompensado. Sin embargo cuando un cliente entra a un local de ventas lo primero que resalta es el brillo de los pisos, los muebles, la mercadería acomodada, el aroma envolvente a perfumes que hay en el ambiente, que es el que conquista a las personas que ingresan al lugar. Se dice que la primera impresión es la más importante. Todos contribuyen desde su lugar para alcanzar sus objetivos.

Cuando la venta fracasa, el pedido es rechazado, o bien no se cumplió el tiempo de pago como habían convenido con el cliente, todo el equipo debe ser responsable. Esto quiere decir que se celebran en conjunto los logros alcanzados y que cuando las circunstancias indican lo contrario, se deben apoyar los empleados mutuamente, buscando soluciones y no culpables. Al alcanzar este nivel de crecimiento la empresa se fortalecerá día a día y sabrá enfrentar cualquier tormenta económica. Las empresas que aplican estos principios de vida no tienen empleados a modo de números, tienen una gran familia.

El leñador disfruta del paseo del bosque, es su profesión, ama lo que hace, siente el aire fresco, el sol ilumina su camino, conoce los aromas que destilan los árboles, más que un trabajo es un estilo de vida que disfruta.

Muchas veces el leñador debe ser paciente, esperando el momento adecuado, ya que a lo largo del año las lluvias inundan la zona, transformando el lugar.

La palabra crisis a muchas personas las paraliza y a otras las potencia. Las crisis son oportunidades nuevas que te visitan, todos somos conscientes de que nos gusta vivir en nuestra zona de confort y jugamos con esa situación sabiendo que la prosperidad está de nuestro lado. Las crisis nos sacan de la zona de confort y nos conducen hacia lugares de creatividad. Es por eso que una dosis de crisis nos hace bien, nos da crecimiento, nos activa los dones llevándonos a otro nivel de vida.

Tu tarea de vendedor debe convertirse en un hobby, es tu espacio de aprendizaje y diversión. Si logras alcanzar este nivel de pensamiento nunca más te levantarás para trabajar con un peso en tus espaldas, lo harás para sonreír sabiendo que podrás alcanzar tus metas.

Un buen leñador afila el hacha antes de talar un árbol. Nunca vayas a talar con el hacha desafilada. - Anónimo.

Huellas de un vendedor

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