Читать книгу Sé una mujer cuyo Dios es suficiente - Cynthia Heald - Страница 6
Padre e hija
ОглавлениеEl padre habló:
Mi hija, ¿sabes que soy suficiente para ti?
¿Qué quieres decir, Padre?
¿Soy la primera persona a quien recurres cuando tienes una necesidad?
¿Te sientes incompleta sin mí?
¿Me amas más que a la vida?
¿Eres feliz?
¿Soy tu Pastor, a quien sigues y en quien confías en todas tus necesidades?
Por qué, Padre, quiero decir «sí», pero sé bien con cuánta facilidad confío en mí mismo, en otros, o en el mundo para que satisfaga mis deseos.
Quiero que entiendas el gran amor que siento por ti, amor expresado en la cruz. No escatimé a mi propio Hijo para que tuvieras una relación profunda y permanente conmigo: una relación preciosa para mí y la única que puede satisfacer plenamente tu alma. Si te di a mi Hijo, ¿no te daré con Él también todas las cosas gratuitamente? Todo mi trato contigo es para enseñarte que yo soy suficiente.
Sí, Señor. Sé que deseas mostrar tu misericordia para conmigo en cada cosa, y sé que solo en ti puedo encontrar plenitud.
¿Por qué es necesario para ti que me permitas ser todo lo que quiero ser en tu vida?
No estoy seguro Padre, pero quiero saber; quiero aprender. Tienes mi atención. Obstaculizo tu obra en mi vida cuando vivo de forma independiente. Quiero que seas suficiente. Estoy cansada de buscar continuamente la plenitud y el contentamiento a mi forma. Mi oración estará encaminada a entender que tu trato conmigo tiene el propósito de enseñarme tu suficiencia.
Bien. Tu deseo de ser enseñada y de crecer en dependencia es importante. Ahora toma mi mano y déjame guiarte a mi plenitud, para que descubras que ciertamente, yo soy suficiente.