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CAPÍTULO 2

Antes y después del masaje


El ambiente terapéutico

Aunque en las grandes ciudades, algunos balnearios relacionados con los hoteles han adquirido gran fama por la belleza y armonía de sus entornos, en numerosas clínicas de masaje en Tailandia la estética no es objeto de mucha atención. En este país, suelen practicarse masajes mientras el volumen de una televisión atruena en la sala, con el ruido de fondo de una radio y en medio de un incesante entrar y salir de gente de la habitación. La mayoría de clínicas carecen de espacios privados para los clientes. Los terapeutas cotillean y se inclinan sobre los pacientes para contarles sus vidas personales en voz alta, riendo y hablando tanto como ejerciendo el masaje. Para los tailandeses, parece que el masaje constituye una faceta social y corriente en la vida de una persona, de una forma parecida a lo que nosotros entenderíamos por ir a la peluquería.

POR EL CONTRARIO, el entorno ambiental resulta un factor crucial para la comodidad del cliente occidental y, por lo tanto, de la mayor importancia para el profesional del masaje tailandés. En Occidente, un masaje suele considerarse una experiencia única, cara y personal, y los practicantes deben asegurarse de que sus clientes se sienten cómodos y relajados durante el proceso. Por esta razón, el espacio donde se desarrolla esta práctica debe ser muy tenido en cuenta. La seguridad, la limpieza, una atmósfera pacífica y sin interrupciones, luz relajante y una apariencia cuidada deben ser elementos fundamentales en una clínica occidental de masajes. Otras consideraciones importantes para el masaje tailandés incluyen:

El colchón

Utilice un colchón en el suelo, como una esterilla de shiatsu o de masaje tailandés, en lugar de una camilla. Una buena esterilla de masaje tailandés suele ser un bloque de espuma prensada cubierto con una funda de quita y pon. Este material es ideal porque es fino, sirve para apoyarse, es duradero y no pesa. Los mejores colchones para masaje son los que permiten que tanto el cliente como el profesional permanezcan sobre su superficie durante toda la rutina. Recuerde que el tipo de colchón escogido determinará, en parte, cómo recibe el masaje su paciente. Si se trata de una superficie demasiado delgada o demasiado rígida, cuando presione sobre el cuerpo encima del colchón, el cliente se sentirá incómodo. Disponer de una buena esterilla es esencial y una sabia inversión.


Colchoneta para masaje tailandés.

Accesorios

Disponga de abundantes almohadillas de distintos tamaños para apoyar diferentes partes del cuerpo durante el masaje. Los bloques de espuma empleados para el yoga son muy útiles, aunque en ocasiones pueden resultar un poco duros sin un relleno adicional. En invierno, tenga a mano una manta o una sábana para cubrir las partes del cuerpo con las que no está trabajando, en especial mientras use compresas con hierbas. Quizá le vaya bien tener una silla, una cuerda colgada del techo o un andador en su espacio de trabajo para los movimientos en que se camina de espaldas.

Ropa

El masaje tailandés suele practicarse completamente vestido, y bajo ninguna circunstancia el cliente debe desnudarse por completo. Un atuendo adecuado para cliente y profesional debe contar con ropas flexibles y ligeras, como las que se utilizan en las clases de yoga. El profesional debe tener a mano ropas adecuadas y limpias, por si el cliente se presenta vestido de forma inadecuada. Los típicos pantalones anchos tailandeses (o khang gang lay) son los más empleados en las clínicas de masaje de Tailandia, tanto por el profesional como por el cliente, por la comodidad que ofrecen a todo tipo de formas corporales y porque no restringen los movimientos.

A continuación presentamos una lista con otras consideraciones especiales que pueden mejorar la experiencia del cliente.

Aromaterapia

Tal vez desee utilizar perfumes evocadores de Tailandia —como el eucalipto, el alcanfor o el jazmín— para mejorar el espacio de trabajo. Los terapeutas tailandeses suelen recurrir al TigerBalm (TM) u otros linimentos de calentamiento, que administran al final del masaje, para relajar los músculos. Si utiliza estos productos de aromaterapia, o cualquier otro, hable antes con el paciente y vigile con los perfumes más fuertes, porque algunas personas pueden considerarlos invasivos o tal vez sean muy sensibles y no puedan utilizarlos.

Música

Los ritmos musicales interfieren con el ritmo de la respiración y el movimiento que se desarrolla durante un masaje tailandés y no deben usarse. Puede recurrir a sonidos relajantes, carentes de ritmo, como una grabación de agua de lluvia o de una fuente, si eso ayuda a que su cliente se relaje y disfrute del masaje. Este ruido ambiental también puede ayudar a mitigar los ruidos que causan distracciones, como el tráfico, que pueden entrar en la sala de masajes.

Lavado

En Tailandia es una práctica habitual, tanto para el cliente como para el profesional, lavarse las manos y los pies antes y después de cada masaje. Por ello, debe tenerse a mano cuencos y jabón. En Occidente, el lavado de manos y un cuidado adecuado de la cama se consideran elementos cruciales para evitar la propagación de enfermedades infecciosas y constituyen una parte fundamental del régimen de seguridad de la clínica. Para darle un toque de realismo, quizá desee ofrecer a su cliente un atractivo cuenco con agua y jabón y una toalla.

Entrevista con el cliente

Es vital entrevistar al cliente antes de cada masaje. Es importante tener conciencia de cuáles son los síntomas y las limitaciones de cada persona, para evitar posibles contraindicaciones. Un cliente habitual también puede presentar síntomas o preocupaciones distintas dependiendo del momento. Es importante realizar una evaluación completa de su estado de salud, así como hablar de las zonas especialmente problemáticas antes de empezar. Un apunte práctico: la mayoría de compañías de seguros también piden formularios detallados de matrícula y baja de los clientes.

Consulte alguna fuente sobre terapia de masajes (online o impresa) para conseguir un formulario de exención de responsabilidad vigente en su lugar de trabajo. También podrá conseguir con facilidad formularios de matrícula para masajes terapéuticos. En el Apéndice 3 encontrará un formulario de diagnosis sen para usos específicos en la terapia de masaje tailandés. Puede hacer fotocopias de la página y utilizarla como modelo para preparar un formulario a su medida que complemente los suyos.

A continuación presentamos unas consideraciones generales a tener en cuenta durante las entrevistas con los clientes. Las respuestas le ayudarán a determinar el tipo de masaje que ofrecerá a cada uno de ellos.

Edad del cliente

Debe tener una consideración especial con las personas ancianas y las muy jóvenes. Cuanto más pequeño es el sujeto, más flexible será por naturaleza. Los clientes muy jóvenes, como bebés o niños de alrededor de dos años, no requieren acupresión ni estiramientos del yoga. Estas personas no deben recibir más que ligeros movimientos en las articulaciones, tirando suavemente de las extremidades, y una fricción superficial del sen. Hacia los 8-10 años, los niños pueden empezar a disfrutar con las posturas del cuerpo. Los clientes ancianos, por lo general, tendrán una movilidad restringida, en especial en los estiramientos más avanzados. Habitualmente, las personas de mayor edad no pueden soportar una fuerte presión ni la acupresión. Sin embargo, los masajes con compresas de hierbas calientes les reportarán un gran alivio. Hablaremos de ello en el capítulo 9.

Flexibilidad de las articulaciones y los músculos

En todos los clientes de cualquier edad se tendrá muy presente el distinto grado de flexibilidad de cada uno. Buena parte de las fotografías de los capítulos 4 y 5 representan la postura ideal para el cliente. Sin embargo, en el libro también presentamos algunas posturas alternativas para personas menos flexibles, o para aquellas que lo son en un alto grado y necesitan más. Tenga siempre presente el alineamiento de la postura ideal y ayude a sus clientes a acercarse a este objetivo. A su debido tiempo, verá cómo aumentan su flexibilidad.

Heridas crónicas, dolencias o problemas en cualquier parte del cuerpo

El masaje que pueda agravar dolencias existentes debe ser evitado a toda costa.

Dolor de espalda o falta de flexibilidad

Quizá prefiera evitar muchos de los estiramientos propuestos en el capítulo 4. Cuando trabaja sobre la espalda de su cliente, éste podría sentirse más confortable en la posición de costado indicada en el capítulo 5.

Corazón, circulación o problemas de presión sanguínea

Debe evitar los pasos que colocan los pies por encima de la cabeza, así como los relacionados con «abrir la puerta del viento».

Estrés y ansiedad

Quizá desee realizar el masaje a un ritmo más lento, con una intención más relajante.

Fatiga y baja energía

Puede preferir practicar el masaje a un ritmo ligeramente más rápido, con una voluntad más vigorizante.

Ingesta de alimentos

Averigüe si el cliente ha comido en las últimas horas. El receptor del masaje no debería haber ingerido alimentos durante las tres horas previas al tratamiento; de no ser así, evite las zonas abdominales. Tal vez pueda omitir también parte (o todos) los estiramientos de cuerpo entero.

Menstruación

Debido a la distensión y sensibilidad abdominal, las mujeres en período de menstruación no deben recibir presión directa sobre esta región a menos que el terapeuta se haya especializado en este tipo de masajes y la cliente lo solicite.

Embarazo

Bajo ninguna circunstancia, una mujer embarazada debe recibir un masaje tailandés o tratamientos de acupresión de un terapeuta que no se haya especializado en este campo concreto.

Durante la entrevista, el profesional también debe evaluar la talla y la constitución corporales, para decantarse por cualquier accesorio o equipamiento que pueda necesitar. Un profesional de talla pequeña que trabaja con una persona de cuerpo grande, o a la inversa, podrían suponer retos únicos. La pericia en el uso del peso corporal permite al terapeuta realizar tratamientos sobre los pacientes más heterogéneos. Sin embargo, alcanzar este nivel de conocimiento requiere mucho tiempo y práctica para perfeccionarlo. En caso de duda con respecto a las propias capacidades para realizar determinados pasos en el masaje, debe evitarlos sin más consideraciones.

El profesional siembre debe resultar juicioso cuando practica un masaje tailandés. Un tratamiento enérgico, la rutina clásica que presentamos en este libro, es más adecuado para personas saludables con dolencias menores, como músculos castigados o estrés. Aunque el masaje tailandés puede usarse como terapia de rehabilitación, es necesario alterar la rutina clásica y debería esperar a tener experiencia en la especialidad. En la tercera parte de este libro presentaremos algunas consideraciones sobre la rehabilitación, pero es indispensable una formación práctica.

Trabajar en condiciones especiales

Mientras realiza una rutina terapéutica tailandesa, puede encontrarse con ciertas condiciones que afectarán su visión del masaje. Cada cliente cuenta con unas capacidades distintas y supondrá un reto diferente para usted, como terapeuta. Cuando trabaja con cualquier clase de limitación física, el objetivo es recordar en todo momento la postura ideal y tratar de llegar a ella con el cliente, respetando en todo momento su limitación. Deberá restringir sus movimientos al rango de sus posibilidades, al tiempo que lo anima a superar sus límites. Los clientes que reciben masajes con regularidad suelen terminar incrementando el alcance de sus movimientos, y síntomas como el dolor y la rigidez empiezan a disminuir; a largo plazo, pueden mejorar incluso trastornos crónicos o agudos.

A continuación ofrecemos algunas consideraciones para practicar un masaje tailandés en condiciones especiales. En todos los casos, sin embargo, el sentido común, la respuesta del paciente y el metta deben figurar entre sus principales guías. En la tercera parte del libro podrá consultar información terapéutica más detallada.

Para cuestiones de dolor en general y de movilidad

Las compresas calientes utilizadas durante el masaje suelen incrementar la flexibilidad del paciente y alivian el dolor y otros síntomas adversos. En la mayoría de casos, las compresas permiten que estos clientes disfruten de una sesión terapéutica. (Véase el capítulo 9 para más detalles sobre las compresas de herbología.)

Artritis (u otras afecciones articulares)

Sin duda, el cliente necesita un cuidado especial en todos los pasos de una rutina clásica. Es esencial llevar al paciente hasta sus límites en una progresión gradual, lenta, incrementando la intensidad paulatinamente. No sobrecargue las articulaciones. Si el cliente experimenta dolor, cese el tratamiento de inmediato. Puede utilizar las compresas calientes como sustituto.

Dolor crónico o fibromialgia

En este caso están contraindicados la mayoría de pasos de estiramientos avanzados que proponemos en este libro. Estire al paciente respetando siempre sus limitaciones. Sustituya la presión de los pulgares por compresas de hierbas.

Dolor en las caderas, la espalda o el sacro

Concéntrese en los pasos que afectan la relajación de los isquiotibiales y el músculo psoas. Impida que el cliente realice un esfuerzo excesivo y asegúrese de evitar los estiramientos avanzados.

Dolores gastrointestinales inferiores

Estos clientes pueden beneficiarse de los forwards bends y twists dorsales, que podrían ayudar a expulsar el gas y mejorarían la digestión y la excreción. Sea cuidadoso con la presión abdominal, aunque en ciertos casos el paso 56 podría ayudar a aliviar los síntomas.

Dolores gastrointestinales superiores

Por lo general, estos clientes no mejorarán con los forwards bends ni con los twists dorsales, que podrían agravar la acidez o las úlceras. No aplique presión abdominal directa.

Enfermedades respiratorias

El cliente con problemas respiratorios puede sentirse ahogado o congestionado si permanece tendido. Podría mantenerlo ligeramente incorporado con una almohada. Realice una versión sentada del capítulo 5, y céntrese en purgar/trabajar la zona pectoral y abdominal.

Menstruación, posparto y obesidad

Practique el masaje en posición de costado para no aplicar una presión excesiva sobre el abdomen.

Enfermedad de riñón

Vigile no sobrecargar la parte inferior de la espalda con estiramientos fuertes. No aplique presión directa sobre los riñones (situados en la línea 3 de la espalda).

Un enfoque más complejo y rico para los tratamientos de condiciones especiales implica descubrir los sen asociados con los síntomas y tratar la línea en consecuencia. Consulte los capítulos 6-8 para más información sobre el uso terapéutico del sen.

Observancia de los protocolos culturales tailandeses

Un terapeuta de masaje tailandés siempre deseará estar familiarizado con los protocolos de esta cultura antes de iniciar el estudio del masaje tailandés. Se trata de unas pocas consideraciones de carácter prácticamente universal en las clínicas de masaje tailandés que constituyen una marca de «autenticidad» tanto como el propio masaje. Buena parte de estos protocolos guardan relación con la idea de que la cabeza es sagrada y de que los pies son irreverentes. Observará que se trata de formulismos de gran importancia para garantizar la comodidad durante el trabajo con los clientes de Tailandia u otros países asiáticos. Por lo tanto, siguiendo las costumbres culturales tailandesas, cualquier profesional desarrollará una comprensión y una sensibilización más profunda con respecto a la riqueza de este arte curativo. Aunque muchos occidentales no compartan este bagaje cultural, también perciben cierta carencia si obviamos los protocolos (como en caso de utilizar los pies para masajear la cabeza o no lavarse las manos antes de empezar a trabajar). Si al organizar su espacio de trabajo tiene en consideración estos principios, podrá adherirse a los protocolos culturales del país, lo cual se traducirá en muestra de respeto hacia su cliente.

Disposición del altar en su espacio de trabajo

Si opta por colocar un altar en su espacio de trabajo, deberá adherirse a las importantes tradiciones sobre cómo tratar una estatua de Buda. La imagen de Buda deberá encararse hacia el este o hacia el norte. Puesto que en las clínicas de masaje es habitual que los clientes se cambien de ropa con frecuencia, deberá disponer de una cortina para mantener apartado el espacio del altar y abrirla de nuevo cuando todos los individuos estén completamente vestidos.

Respete la cabeza de su cliente

Prepare el espacio para que durante el masaje no se vea obligado a pasar por detrás de la cabeza o por encima de ella para coger los instrumentos. Si dispone de un altar, oriente la alfombrilla para que la cabeza del cliente apunte hacia él.

No pase por encima del cuerpo del cliente

Si tiene que desplazarse de un lado al otro del cuerpo del cliente, no pase por encima. Prepare el espacio de forma que haya suficiente espacio para rodearlo por los pies.

No utilice los pies cerca de la cabeza o del rostro

Piense en los pasos que seguirá durante el masaje y en las posiciones corporales para no tener que poner los pies cerca de la cabeza o del rostro de su cliente.

No utilice los pies para mover a su cliente

Tómese siempre el tiempo necesario para parar y utilizar las manos en cualquier cambio de posición que deba realizar sobre el cuerpo del cliente.

No cubra al cliente con su cuerpo ni se siente sobre él

Salvo contadísimas excepciones en pasos muy especiales que aparecen en este libro, debe evitar ponerse sobre el cuerpo del cliente.

Lávese las manos y los pies antes del masaje

Se trata de una costumbre de higiene y de un gesto de respeto hacia su cliente

Muy resumidos, estos protocolos se relacionan con la toma de conciencia para el bienestar y la comodidad de su cliente. Se trata, igualmente, de consideraciones para la integridad del sistema de energía de su cliente. Ser siempre consciente de su entorno y de las interacciones con el receptor del masaje le permitirá ocuparse del equilibrio físico, mental y enérgico de su cliente como principal prioridad.

Después del masaje

En ocasiones, pese a las mejores intenciones por parte del profesional, una vez terminado el masaje, cliente o practicante pueden experimentar un desequilibrio en las energías. Por lo general, esto se manifiesta a través de una sensación de estar «enchufado» o de hiperactividad, con insomnio, o, por el contrario, sentirse abatido, aletargado y exhausto. Las causas de este desequilibrio de las energías pueden ser diversas.

Si es el cliente quien experimenta estas sensaciones, ese estado puede deberse a un masaje irregular. Tal vez ambas partes del cuerpo no han recibido el mismo tratamiento, o no se ha masajeado el cuerpo completo. Desobedecer los cuatro principios del masaje tailandés que indicamos en el capítulo 3 también podría generar desequilibrio.

Asimismo, esta sensación puede ser provocada por una experiencia de liberación emocional durante el masaje, y en este caso supondría un avance positivo. Muchas personas responden de un modo un tanto radical a la práctica del masaje, sobre todo si no están acostumbrados a que los toquen de esta forma.

Es probable que se den reacciones como las cosquillas, las lágrimas, excitación sexual (incluida la erección en los hombres), estallidos emocionales, etc., y el profesional debe estar preparado para hacer frente a ellas en cuanto surjan. La paciencia y el humor pueden servir de gran ayuda para disipar muchas circunstancias incómodas. En la mayoría de casos, el cliente puede sentir vergüenza a consecuencia de sus reacciones involuntarias, pero con unas palabras amables del profesional continuará disfrutando del masaje.

En caso de que sea el profesional quien experimente el desequilibrio, puede deberse a un sobresfuerzo o al agotamiento por haber adoptado mecánicas corporales inadecuadas. Si se practican adecuadamente, las técnicas del masaje tailandés recurren a los principios de la física para garantizar en todo momento un masaje sencillo y suave. El practicante no se debe sentir tenso ni agotado. Al contrario, ambos, profesional y cliente, deben experimentar una sensación vigorizante y relajada durante la secuencia de pasos. Tal vez se requiera más práctica en algunos pasos concretos para alcanzar una realización calmada. (Si tiene alguna duda con respecto a un paso en especial, es mejor que prescinda de él con los clientes y lo practique en privado, hasta que se sienta más cómodo.)

Los desequilibrios experimentados por el profesional también pueden deberse a procesos enérgicos inconscientes. A menudo, los practicantes internalizarán el peso emocional de sus clientes, haciéndose suyas las energías del paciente. Es algo que debe evitarse, puesto que provoca todo tipo de problemas a largo plazo. El terapeuta debe aprender a ayudar a los clientes a disipar sus energías negativas sin implicarse en ellas ni asumirlas como propias. La solución a este problema radica en la intención consciente por parte del profesional de cultivar el metta. Éste siempre debe imaginarse repartiendo energía positiva y disolviendo la negatividad durante el masaje. Reconocer una fuente de energía superior a uno mismo (como en el caso de Jikava) también resulta de ayuda. A su debido tiempo, el profesional sentirá que participa de una fuente inagotable de bondad y evitará la tentación de dejarse apresar por la negatividad del cliente.

En ocasiones, quien más necesita un masaje es la persona que siempre los está impartiendo. El profesional no debe descuidarse jamás. Un profesional no debe ofrecer un masaje, bajo ninguna circunstancia, si experimenta algún desequilibrio o negatividad; a veces, sólo con recibir un masaje, el terapeuta tiene suficiente para recuperar su estado habitual.

Consejos para el cliente

Un masaje tailandés devolverá el equilibrio al flujo de energía a través del sistema sen del cliente. Para proteger la integridad del trabajo energético, se recomienda que el cliente no se duche ni coma durante las dos horas posteriores al tratamiento. Estas dos actividades interfieren con los beneficios del trabajo energético una vez concluido. Aparte de esto, el cliente puede hacer cuanto desee de forma natural, como tumbarse, dormir, etc. Al ofrecer al cliente un espacio para permanecer tranquilo y cómodo después del masaje, le garantiza que no deberá levantarse y moverse antes de encontrarse en las condiciones para ello.

Consejos para el profesional

Las cuestiones energéticas que experimenta el terapeuta difieren de las vividas por el paciente. Como decíamos antes, no son pocos los casos en que el profesional asume la energía negativa de sus clientes, permitiendo el desequilibrio de su propio sistema. Para contrarrestar este efecto, se recomienda al terapeuta prácticamente lo contrario que al paciente: debe ducharse, tomar una sauna, comer, beber agua, realizar estiramientos o un automasaje o yoga y otros cuidados personales, o, al menos, tomarse un descanso entre masaje y masaje de treinta minutos, para recargar las pilas antes de comenzar otra sesión.

Se trata de un ámbito en el que también pueden resultar de gran ayuda los ejercicios espirituales, sólidos y positivos. Estos ejercicios nos enseñan a adoptar una visión saludable para curar, así como a manejar algunas herramientas muy valiosas en nuestro cuidado personal. Una rutina diaria de taichi, qi gong, yoga o luesii dat ton (ejercicios de estiramiento tailandeses) puede ayudar a mantener el nivel de energía del profesional así como su equilibrio, a prepararse para los masajes del día y ayudar a corregir cualquier desequilibrio que pueda surgir en el transcurso de una jornada laboral como terapeuta. Practicar la meditación y recibir un masaje pueden ser grandes formas para que los terapeutas trabajen de forma regular sobre sí mismos. Recuerde que quienes trabajan con energías a largo plazo suelen necesitar ciertos períodos de descanso breves que los alejen de su intenso trabajo para poder descansar y resituarse.

Enciclopedia del masaje tailandés

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