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TRES CATEGORÍAS DE DONES

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Si usted tiene una canasta de manzanas, naranjas y bananos, ¿qué tiene en realidad? ¿Una canasta de manzanas? No. ¡Tiene una canasta de frutas! Lo mismo sucede con las tres categorías de dones que se mencionan en el Nuevo Testamento. Los tres grupos están compuestos de dones; sin embargo, al igual que las frutas en la canasta, cada grupo es único y distinto de los demás.

Uno de estos grupos de dones dados por Dios contiene la clave para entender muchas cosas sobre nosotros mismos: por qué pensamos y obramos de cierta forma, qué nos lleva a relacionarnos con otras personas y con las circunstancias que nos rodean de la manera en que lo hacemos, y qué hace que seamos los individuos especiales que somos. Este grupo de dones será el enfoque de este libro. La Biblia habla de estos dones en 1 Pedro:

Cada uno, según el don que ha recibido (un talento espiritual en particular, un legado divino), minístrelo a los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, [mayordomos fieles de las muy diversas capacidades y dones que Dios ha dado a los creyentes mediante su favor desmerecido.]

I Pedro 4:10, TAB

En este pasaje indudablemente encontramos una clara declaración de que Dios ha dado un don a cada cristiano. Aquí también encontramos un mandato para que utilicemos estos dones para el beneficio de otras personas. Podemos tener la plena seguridad de que Dios no nos mandará a utilizar algo que no poseemos. Sin embargo, ¿cómo obtenemos estos dones?

La palabra griega para “don” en este versículo es carisma, la cual mi diccionario griego define como “algo que Dios da gratuitamente... un presente espiritual... un regalo gratuito.” De modo que esto no es algo que podamos ganarnos; de hecho, la Biblia no dice que tratemos de merecer nuestro don, sino de utilizarlo. Este tipo de don es algo que ya poseemos, algo que Dios nos dio a cada uno de nosotros cuando Él nos creó.

Como ya mencioné, esto no se aplica sino a uno de los tres grupos de dones que se encuentran en el Nuevo Testamento. Examinemos brevemente cada lista de dones para observar cuál de ellas entra en esta categoría de dones especiales que revelan tanto acerca de la manera en que Dios nos creó.

LOS DONES DE MANIFESTACION

El primer grupo de dones lo encontramos en 1 Corintios 12

Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu (Santo), es decir, la evidencia, la iluminación espiritual del Espíritu, para provecho. Porque a éste es dado por el Espíritu (Santo) [el poder para hablar] palabra de sabiduría; a otro, [el poder para expresar] palabra de conocimiento (“ciencia”, RV) según el mismo Espíritu (Santo); a otro, fe (que hace maravillas) por el mismo Espíritu (Santo); y a otro, dones (extraordinarios) de sanidades por el Espíritu; a otro, el hacer milagros; a otro profecía, es decir, el don de interpretar la voluntad y el propósito divinos; a otro, la habilidad de discernir y distinguir entre [la palabra de] los espíritus de verdad [y los falsos]; a otro, diversas lenguas [desconocidas]; y a otro, la interpretación de [tales] lenguas.

Versículos 7-10, TAB

Hay nueve dones registrados en el versículo anterior:

1 – Palabra de sabiduría, una revelación de sabiduría que va más allá de la sabiduría natural humana, que le permite a la persona saber qué hacer o decir.

2 – Palabra de conocimiento, (“ciencia”, RV), una revelación de información para una persona, grupo o situación que no puede conocerse por ningún medio natural.

3 – Fe, el tipo de fe en acción que mueve montañas y espera confiadamente los resultados.

4 – Dones de sanidad, las muchas maneras y la variedad de grados en los cuales Dios manifiesta la sanidad.

5 – Hacer’ milagros, la demostración del poder de Dios en acción que va más allá de las leyes naturales.

6 – Profecía, una proclamación ungida de Dios a través de un individuo para animar, exhortar y confrontar.

7 – Discernimiento de espíritus, la habilidad de una persona para percibir qué tipo de espíritu está operando en cierta situación.

8 – Diversas lenguas, las lenguas dadas a los cristianos por el Espíritu Santo que no son lenguas aprendidas o entendidas por los hablantes.

9 – Interpretación de lenguas, la habilidad sobrenatural de expresar el contenido de lo que se ha hablado en lenguas.

Algunos llaman estos dones los dones de manifestación, puesto que Pablo utilizó la palabra griega phanerosis, la cual significa “una exhibición, expresión o manifestación”. En otras palabras, Pablo define estos dones como manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo que obran a través de los cristianos.

Esta lista de dones no es el objetivo principal de nuestro estudio. La primera razón es porque la Biblia nos muestra que es la persona a quien se le ministra quien realmente recibe los dones (como cuando Jesús sanó al ciego o al paralítico). La segunda razón es porque nadie puede dictar cuándo será utilizado el don; el Espíritu Santo es el encargado de que los dones trabajen a través de vasos disponibles y dispuestos.

LOS DONES MINISTERIALES

La segunda lista de dones la encontramos en Efesios 4. En este texto, la palabra para don que se utiliza en el versículo 8 cuando dice: “... Subiendo a lo alto... y dio dones [doma] a los hombres” significa literalmente “un presente”. Si examinamos este versículo en su contexto, vemos que después que Jesús ascendió al Padre, Él dio dones a las personas a quienes había llamado y dotado para dirigir y capacitar al resto del Cuerpo de Cristo.

Aunque muchas versiones no repiten la palabra “don”, en el versículo 11, the Amplified Bible (versión amplificada de la Biblia en inglés, también conocida como la TAB) sí lo hace:

Y sus dones fueron [variedad; Él mismo constituyó y nos dio hombres,] algunos para ser apóstoles (mensajeros especiales), otros profetas (predicadores y expositores inspirados), otros evangelistas (predicadores del evangelio, misioneros itinerantes), otros pastores (los que pastorean su rebaño) y maestros.

Efesios 4:11, TAB

Es importante notar que en este versículo las palabras “hombres” y “algunos” se utilizan en el sentido de la “humanidad”, es decir, hombres y mujeres. Por lo tanto, ambos sexos pueden ser domas para ministrar al Cuerpo de Cristo.

En este pasaje vemos que se registran cinco dones:

1 – El apóstol, aquel que establece y fortalece las iglesias.

2 – El profeta, aquel que pronuncia el mensaje de Dios.

3 – El evangelista, aquel que es llamado a predicar el evangelio.

4 – El pastor, aquel que alimenta y pastorea a los cristianos.

5 – El maestro, aquel que instruye a los cristianos en la Palabra de Dios.

Hemos escrito los cinco dones en letra minúscula a propósito, para hacer hincapié en el hecho de que estos no son títulos, sino funciones. Una persona no llega a ser profeta porque alguien le dé el nombre de profeta; más bien, se hace profeta cuando desarrolla la habilidad que Dios le ha dado de obrar como profeta y responde al llamado específico de Dios con un corazón dispuesto.

El propósito de estos dones ministeriales es muy claro. The New American Standard Bible lo dice de esta forma:

Y Él puso a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, y a otros como pastores y maestros, para equipar a los santos para la obra de servicio, para el fortalecimiento del Cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y al conocimiento del Hijo de Dios...

Efesios 4:11-13

Estos cinco dones ministeriales también se pueden llamar los dones de “equipamiento”, los cuales permiten a los santos (los creyentes) hacer la obra del ministerio, para que el Cuerpo de Cristo en la tierra (la Iglesia) pueda funcionar como el verdadero representante de Dios.

Por lo tanto, estos dones tampoco son los dones que nos pertenecen, de los cuales se habla en 1 Pedro 4:10. Más bien, aquí el texto se refiere a son personas que han sido dotadas para equipar al resto del Cuerpo de Cristo.

LOS DONES MOTIVACIONALES

Ahora veamos la tercera lista de dones en el Nuevo Testamento. Esta la encontramos en el libro de Romanos.

De manera que, teniendo diferentes dones (facultades, talentos, cualidades), según la gracia que nos es dada, usémoslos: [El que tiene el don de] profecía, [que profetice], conforme a la medida de su fe; [El que tiene el don de] servicio, que se dedique a servir, el que enseña, que se dedique a la enseñanza; el que exhorta (anima) que se dedique a la exhortación; el que reparte, que lo haga con sencillez de corazón y liberalidad; el que preside, que presida con solicitud, de todo corazón; el que hace misericordia, que lo haga con verdadera alegría y entusiasmo.

Romanos 12:6-8, TAB

La palabra griega que se usa aquí es carisma, la misma palabra que encontramos en 1 Pedro 4:10. Creemos que esta es la categoría de dones a la cual se refería Pedro cuando dijo que debíamos emplear los dones para beneficio de otras personas. Nótese que este pasaje en Romanos nos anima a utilizarlos. Este versículo es como una repetición, un eco de lo que Pedro declara.

Esta sí es la lista de dones en la que nos enfocaremos en este libro. Estos son los dones que nosotros poseemos, los que Dios ha creado en nosotros y hecho parte de nosotros, para ser utilizados para el beneficio de los demás y para su gloria. Al igual que todos los demás dones, Dios nos los da por gracia. Nosotros no los merecemos. Sin embargo, Dios nos los da porque nos ama tanto. Estos son dones que moldean nuestra personalidad.

Debido a que Dios nos ha creado con libre albedrío, podemos escoger usar los dones motivacionales apropiadamente, o bien ser negligentes con ellos y abusar de ellos. Para poder “escoger” utilizar estos dones de acuerdo a la voluntad de Dios, es importante tener un entendimiento claro de lo que son y de cómo funcionan. Esa será nuestra meta en las siguientes páginas. A continuación hablaremos resumidamente de los siete dones, presentando las siete expresiones clave que hemos escogido para identificar a las personas que tienen los diferentes dones.

1 – Don de percepción (“profecía”, RV60; “profecía”, NVI). Lo tiene el que percibe claramente la voluntad de Dios. Hemos utilizado la palabra “percepción” en lugar de la palabra “profecía” para evitar confusión, debido a que la raíz de esta última palabra también se utiliza en las otras dos categorías de dones.

2 – Don de servicio. Lo tiene el servidor, aquel que disfruta de servir a los demás. A esta persona le gusta hacer cosas prácticas por los demás.

3 – Don de enseñanza. Lo tiene el maestro, aquel que disfruta de investigar y comunicar la verdad. Estuvimos a punto de seleccionar la palabra “investigador” debido a que esa motivación es tan fuerte en las personas que tienen este don.

4 – Don de exhortación (“animar”, NVI). Lo tiene el exhortador, aquel que disfruta de animar y motivar a las personas para que vivan una vida cristiana victoriosa. Estas son personas extremadamente positivas que igualmente pueden ser llamadas “motivadores”.

5 – Don de dar (“repartir”, RV60). Lo tiene el dador, aquel que disfruta de dar tiempo, talento, energía y recursos para beneficiar a otras personas y para el avance del evangelio. Otra palabra para identificar a estas personas podría ser “contribuidor”.

6 – Don de administración (“presidir”, RV60; “dirigir”, NVI). Lo tiene eladministrador, aquel que disfruta de organizar, dirigir o liderar. A la persona con este don también se le puede llamar “facilitador” o “líder”.

7Don de compasión (“misericordia”, RV60). Lo tiene el que tiene compasión, quien se preocupa por los necesitados y les muestra compasión y amor. Hemos utilizado la palabra “compasión” en lugar de “misericordia” puesto que esta palabra es más comprensible en el vocabulario usado hoy día.

LOS DONES EN SU CONTEXTO

Es muy importante que siempre que estudiemos cualquier versículo lo miremos en el contexto del pasaje completo. En este caso, debemos enfocarnos brevemente en los primeros cinco versículos del capítulo doce de Romanos, los versículos que preceden la lista de los dones.

Así que, hermanos, os ruego por [todas] las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos – presentando todos sus miembros y facultades – en sacrificio vivo, santo (devoto, consagrado), agradable a Dios, que es vuestro culto racional (inteligente).

No os conforméis a este siglo – es decir, a esta era, no siendo moldeados ni adaptándoos a sus costumbres externas y superficiales – sino transformaos (seáis cambiados) por medio de la [completa] renovación de vuestro entendimiento – por sus nuevos ideales y sus nuevas actitudes – para que experimentéis [por vosotros mismos] cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta [para vosotros, a los ojos de Dios].

Digo, pues, por la gracia (el favor inmerecido de Dios) que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener – no teniendo una opinión exagerada de su propia importancia – sino que piense de sí con condura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función; así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

Romanos 12:1-5, TAB

En el primer versículo, escribiendo a los cristianos en Roma, Pablo declara que todos los cristianos deben presentarse ante Dios como sacrificio vivo. Es sólo mediante esta dedicación incondicional y sin reservas que nuestros dones motivacionales pueden ser utilizados de la forma en que Dios los diseñó.

El versículo siguiente nos dice que tenemos que renovar nuestra mente. ¿Cómo hacemos esto? Por la Palabra de Dios. Conforme oramos, leemos y estudiamos la Biblia, esta se convierte en una revelación viva y personalizada de Dios para cada creyente, y nuestra mente es limpiada y renovada.

En el tercer versículo, aprendemos primeramente que debemos tener una actitud correcta acerca de nosotros mismos. Debemos ser agradecidos y humildes y no engreídos, pero al mismo tiempo, saber que somos valiosos a los ojos de Dios en vez de rebajarnos indebidamente. Luego aprendemos que a cada uno de nosotros se nos ha dado un grado de fe que nos permitirá usar efectivamente nuestros dones motivacionales. El que percibe tiene fe que Dios responderá a sus peticiones; el servidor tiene una fe que le permite terminar cualquier tarea que ha iniciado; el maestro tiene la fe necesaria para investigar y descubrir la verdad sobre cualquier tema; el dador tiene fe que Dios suplirá todas sus necesidades; el administrador tiene fe que cualquier proyecto puede llevarse a cabo si las personas adecuadas se unen para hacerlo; y la persona compasiva tiene fe que podrá ayudar a las personas a trabajar juntos en amor.

En los versículos cuatro y cinco aprendemos que debemos discernir los diferentes dones que hay en el Cuerpo de Cristo y trabajar juntos, dependiendo los unos de los otros.

En este contexto podemos ver la importancia de utilizar nuestros dones motivacionales para la gloria de Dios, puesto que esta es la única forma en que encontraremos satisfacción. Estos dones – cuya existencia hemos ignorado en gran parte – son lo que motivan nuestra vida, y si no son canalizados debidamente, indudablemente nos sentiremos frustrados. Pero al descubrirlos, descubrimos un gran potencial para ser felices.

Este libro le mostrará no solamente cómo identificar sus dones, sino también cómo usar estos dones de manera eficaz. Notará cómo sus dones particulares han sido evidentes en sus acciones, inclusive desde la niñez. Entenderá que sus dones son lo que motivan todas sus acciones, y que también afectan la manera en que las lleva a cabo. También descubrirá que cuando utiliza sus dones especiales únicamente para sus propios fines egoístas, estos tenderán a contaminarse. Pero cuando utiliza sus dones para beneficiar a otras personas, cooperando con el plan de Dios para su vida, estos producirán el gozo más grande de su vida.

Existe también otra lista de dones en la Biblia. No es una lista nueva, sino una compuesta de las tres listas que ya hemos mencionado. La encontramos en 1 Corintios 12:28-30 (NVI):

En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?

Aquí Pablo utiliza como ejemplo dones de cada una de las tres categorías:

MOTIVACIONALESMINISTERIALESDE MANIFESTACIÓN
Ayuda (servicio)ApóstolesMilagros
AdministraciónProfetasSanidades
LenguasInterpretación

El famoso “capítulo del amor”, 1 Corintios 13, le sigue directamente a este pasaje. Aquí Pablo señala un punto importante: ya sea que estemos usando los dones motivacionales, ministeriales o los de manifestación, si no lo hacemos en amor – el amor ágape de Dios – no estamos haciendo nada. Es una advertencia apropiada que siempre debemos recordar.

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