Читать книгу La domadora de mamuts - Dra. Maria Bernarda Vergara - Страница 9

Introducción

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En mi experiencia de más de dos décadas trabajando en el tema del sobrepeso y la nutrición consciente, primero con adolescentes y adultos jóvenes, durante siete años en la Universidad Nacional de Colombia y paralelamente en mi consulta particular durante los últimos veinte años, he pasado por todos los estados que un profesional puede enfrentar ante sus resultados: primero frustración y pocos logros, luego, mucha incertidumbre y resultados promedio, hasta llegar al presente, donde todos estos años de experiencia, me permiten disfrutar intensamente, en un alto porcentaje y con menor desgaste, las exitosas conclusiones de los cavernícolas que asisten a mi consulta, lo que realmente le da sentido a mi quehacer diario.

Te preguntarás, ¿CAVERNÍCOLA? sí, cavernícola, porque, aunque no lo creas, fue en nuestro cerebro cavernícola donde encontré la mayoría de respuestas ante la frustración que sentía al inicio de este camino emprendido hace más de veinte años.

Cuando decidí empezar mi consulta particular, contaba con una muy buena formación en bioquímica por mi preparación universitaria, pero especialmente, porque con un par de colegas, decidimos formar un grupo de estudio, con el objetivo de lograr entender con claridad, la bioquímica detrás de los procedimientos que empezaríamos a hacer en el consultorio, pues quería tener una explicación de cada uno de ellos, y acabando de terminar mis estudios en Argentina, traía mucha información que quería profundizar y precisar. Durante unos tres años, cada martes teníamos una cita, desde las 10 de la noche y hasta la madrugada y el plan era devorarnos la Bioquímica Ilustrada de Harper, libro nada popular entre nosotras en la etapa universitaria.

Contaba también con la experiencia de haber hecho parte del servicio médico de la Universidad Nacional en el programa de promoción y prevención, en el que se trabajaba juiciosamente en el tema de nutrición, y además, contaba con mucha intuición para encontrar la mejor manera de tratar a los pacientes en condición de sobrepeso, porque para ese entonces el acceso a la información era, realmente, muy limitado.

Cuando empecé, para poder obtener respaldo científico e informarnos sobre la producción académica acerca de algún tema médico, solíamos hacer visitas a la biblioteca de la Fundación Santa Fe, en Bogotá, durante largas horas, para revisar unos pocos archivos, en unas mesas gigantes, tratando de encontrar uno o dos estudios donde se mencionara el tema que uno buscaba.

En la actualidad, tenemos al alcance de un clic, la posibilidad de acceder a bases de datos que con solo una palabra clave nos entregan toda la bibliografía, la buena y la mala, que exista al respecto del tema que uno necesite.

Además, ese infinito acceso a la información, ha permitido que aparezcan diferentes corrientes, que abordan el tema del sobrepeso y la nutrición saludable. Muchas de ellas, cuentan con un respaldo científico serio y pueden ser muy efectivas. Sin embargo, como verás a lo largo de la lectura, es importante saber cuál es el tipo de paciente que se está tratando y cuáles son sus metas, expectativas y posibilidades, para determinar un plan de tratamiento, pues cada paciente es un universo único y para aproximarse al tema de la nutrición, se debe hacer un análisis integral de cada diagnóstico, pero sobretodo, se debe hacer un análisis integral de cada SER HUMANO.

Teniendo en cuenta esto, hoy puedo decir que a lo largo de estos años, he podido encontrar la evidencia empírica de haber atendido a más de 7.000 pacientes con diagnóstico de sobrepeso en consulta, y el respaldo científico, que en estos tiempos se actualiza a diario y nos da la posibilidad de conocer a profundidad cualquier tema, lo que me permite tener la certeza de que cada una de las frases que encontrarás en este libro, es el producto de un juicioso trabajo de recopilación e interpretación, de toda esa información surgida en mi consulta y corroborada con el respaldo científico que te menciono.

Por eso, agradezco mucho haber tenido la oportunidad de articular la experiencia construida durante todos estos años con ese soporte científico, para poder llegar a tener la información que te voy a entregar en este libro y que ha sido la clave para que muchos de mis pacientes, logren alcanzar las metas que se proponen en sus respectivos procesos de entrega de peso, y que otros, aunque no lo logren, al menos dejen de avanzar en el curso de su enfermedad, lo que ya es un logro importante.

Entonces, quiero agradecer y reconocer a todos los científicos, desde Harper y sus antecesores que nos mostraron, hace más de 75 años la bioquímica humana, y a todas las profesiones y especialidades que, directa o indirectamente, han dedicado su misión profesional a temas de nutrición y sobrepeso, pues son ellos quienes a través de procesos de ensayo y error, y grandes esfuerzos investigativos, han hecho posible que hoy tengamos a disposición la cantidad de información y profundidad de conocimiento que nos ha permitido dejar de actuar desde la intuición, y que podamos, cada vez más, brindarle a los pacientes soluciones efectivas y respaldadas científicamente para que pongan en equilibrio su salud.

En ese orden de ideas, me esfuerzo por ser lo más objetiva posible, y no descalifico ningún planteamiento científico, pues reconozco el trabajo de cada profesional de la salud que se esfuerza por encontrar la mejor manera de guiar al paciente.

En el método científico, nunca se tiene la última palabra y todo es susceptible de ser reevaluado, como ha sucedido en estos veinte años, muchas veces. Y teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza la tecnología hoy en día, es muy probable que lo que hoy damos por cierto, el día de mañana pase a estar obsoleto. Entonces, nadie tiene la verdad absoluta y cada interpretación hecha de la evidencia, es una contribución y enriquece las herramientas que tenemos a disposición. Por eso, a lo largo de este trasegar me he esforzado por estar abierta a todas las posibilidades que se plantean y evolucionar en el proceso, tratando siempre de encontrar lo mejor para mi paciente.

Así que este libro, es el aporte que brindo desde mi experiencia y mi formación, ya estando en una etapa avanzada de mi carrera profesional, y con el deseo de que las nuevas generaciones, que podrán obtener en cuestión de días, la información que a mí me tomó años hallar, persistan en la tarea de buscar solución a un problema que día a día se agrava y amenaza con acabar con la vida de la mitad de la población mundial si no se controla, como es la obesidad.

Al ver los resultados de mis pacientes, muchos me dicen que encontré una varita mágica o el tratamiento milagroso que todos andamos buscando, cuando tenemos sobrepeso. Y sí, yo también tuve sobrepeso y esa también era mi búsqueda personal. Pero en realidad siempre les respondo que se equivocan, pues no propiamente encontré un tratamiento mágico, porque ese no existe y por eso el sobrepeso sigue siendo el primer problema de salud pública en el mundo. Lo que realmente pasó, fue que me encontré a mí misma tomando acciones y decisiones respecto a la comida, como respuesta a mis necesidades emocionales, siendo estas las menos asertivas, y llevándome siempre a un punto que no me hacía feliz y en ocasiones, poniéndome en riesgo.

Fue ahí cuando me di cuenta de que la búsqueda empieza en mí, y que en realidad, no se trataba de hallar una varita mágica, sino que la llave mágica para abrir las posibilidades, era aquello en lo que mi padre, educador por más de 40 años, siempre me insistió: “la magia de la vida está en el conocimiento”. Ahí supe que debía integrar todo el conocimiento adquirido en mi preparación profesional: mi primera carrera, ciencias de la educación con especialidad en química; mi segunda carrera, medicina; mi especialización en terapéuticas alternativas y mis estudios de postgrado en nutrición y manejo de emociones, para desarrollar un método que he denominado Los 5 no negociables©, y que si lo aplicas, te devolverá el poder y pondrá en tus manos la llave mágica, que te enseñaré a usar a lo largo de este viaje para que dejes de hacer y comiences a ser, ese SER MARAVILLOSO que se ve y se siente tal como desea, estando en el punto en el que realmente es feliz, sin darle el poder a la cantidad de excusas que lo obligan a ocultarse detrás de unos kilos que no le pertenecen.

¿Fácil?...

Sí, mucho más de lo que te imaginas.

Pero para lograrlo, es muy importante tener claro qué es lo que sucede en tu cuerpo y que muchas de las decisiones que tomas con la comida van más allá de tu voluntad.

El primer requisito es que sepas QUIÉN ERES y DE QUÉ ERES CAPAZ, algo que, aunque suene parecido, se hace en dos campos diferentes, pues verás: el ¿quién eres? está en tu esencia, en tu ADN y en tu constitución emocional y espiritual, es decir, dentro de ti. Y el ¿de qué eres capaz? está en lo que haces afuera: en tus decisiones, en tus acciones, en un plano digamos, más terrenal.

Cuando entendí esta diferencia y que la creación la haces DENTRO con lo que eres y la manifiestas AFUERA con lo que haces, todo se volvió magia para mí. Aunque espera, es importante que tengas claro que a pesar de que todo esto se expresa en tu cuerpo en forma de emociones y podrías pensar que te voy a hablar de superación personal, no es así. Realmente te lo explicaré desde la bioquímica de tu cuerpo.

Lo que te quiero decir, es que todo lo que tú creas, es decir, lo que se vuelve una realidad para ti, empieza en tus pensamientos, porque cada una de tus células responde a los neurotransmisores que se producen cuando tienes un pensamiento. ¿Te has dado cuenta, por ejemplo, que con solo pensar en unas gotas de limón cayendo sobre un jugoso mango ácido, ya empiezas a salivar?

Lo mismo ocurre si desde que abres los ojos, estás pensando que estás condenada a seguir en sobrepeso por tu genética, por tu condición médica o por la razón que sea, tu cerebro empezará a filtrarte solamente las opciones que te lleven a confirmar tu creencia, pues existe un filtro en él, llamado Sistema de Activación Reticular, y al igual que con el mango estás enviando un mensaje a tu cerebro, y preparando a tu cuerpo para que esa sea tu realidad.

La consecuencia directa de que constantemente estés creando estímulos negativos por medio de tus pensamientos, se ve reflejada en una baja en los niveles de tus neurotransmisores de bienestar, que son las sustancias que te hacen sentir bien y se expresan por medio de emociones como la felicidad, la tranquilidad o la satisfacción. Y aquí viene un nuevo problema pues cuando tu cuerpo percibe el malestar, entra en modo supervivencia y empieza a orientar tus acciones a reestablecer la producción de estos neurotransmisores. Y adivina cuál es la forma más rápida y efectiva de obtenerlos. Sí, exactamente eso que estás pensando, comiendo. Y no comiendo cualquier alimento. Está comprobado científicamente, que los alimentos ricos en sabor, en grasa y en azúcar, son los que mayor cantidad de estímulos de bienestar y sensación de satisfacción producen al cerebro, por un corto tiempo. Como cualquier sustancia que produzca adicción. Y ten en cuenta, que los estudios han demostrado que el azúcar, puede llegar a ser hasta 6 veces más adictivo que la cocaína.

Ahora bien, si durante un largo tiempo has estado recurriendo a la comida como forma de mejorar tu estado de ánimo, tu cerebro habrá creado unas conexiones que harán que en cada ocasión que te sientas bajo de ánimo, pienses y sientas que debes comer. Esto hará que liberes estas sustancias de las que te hablo, los neurotransmisores de bienestar que, en principio, te generarán una sensación de satisfacción. Sin embargo, en la medida que esta práctica se vuelva más y más recurrente, los receptores de estos neurotransmisores se verán alterados y lo que antes te producía mucho placer, cada vez te producirá una satisfacción menor. Pero como tu cerebro ya estableció que la comida genera placer, y garantiza la supervivencia, te guiará a que comas aún más llevándote a un círculo vicioso en donde comer impulsivamente será tu primera reacción para gestionar cualquier emoción de malestar.

Entonces, no te imaginas lo tranquilizante que fue para mí, descubrir y entender que cuando gestionaba mis emociones por medio de la comida, no era por falta de voluntad o por debilidad, sino que estaba en una condición específica en donde mi cerebro buscaba garantizar mi supervivencia, pues así trabaja en función de una información genética que ha estado ahí desde los tiempos de la caverna.

Ahora, teniendo clara esta información, debes establecer dónde estás y hacia dónde quieres ir. Como dije antes, debes saber quién eres y de qué eres capaz. Mi invitación es a que formules un proyecto, que te lleve a ser consciente de que tu cerebro está llevando a cabo procesos que están más allá de tu voluntad y que vas a tener que trabajar para desarrollar nuevas conexiones que correspondan a unos hábitos saludables. Es decir, que tu proyecto debe incluir acciones coherentes, concretas, medibles y objetivas que te acerquen a tu propósito, y que en la medida que las lleves a cabo con constancia de forma repetitiva, irán moldeando tu cerebro para que te guíe por el camino que te llevará a donde realmente quieres estar.

Si tu proyecto logra reunir esas características, y lo ejecutas siguiendo el método Los 5 no negociables©, me comprometo a que la llave mágica que encontré estará en tus manos y podrás lograr unos resultados igualmente objetivos y medibles, que te llevarán a entregar esos kilos que tienes de más y no te pertenecen.

Seguramente estarás pensando que esto no aplica para ti, porque tú traes el sobrepeso en tus genes, pues en tu casa todos o algunos están y siempre han estado “gorditos”. O porque no cuentas con el tiempo para esto, o porque crees que un proceso de entregar peso es costoso y solo personas con muchos recursos pueden pagarlo.

Quizás por los viajes que debes hacer, o las largas jornadas laborales que debes cumplir, o cualquier otra de las 101 excusas que he escuchado de mis pacientes todos estos años, incluyendo, que es su condición médica (llámese diabetes, problemas de tiroides, hipertensión, etc.) la que no les va a permitir entregar los kilos de más, pues su caso es muy particular y están condenados a tener sobrepeso.

Pues fíjate que estás equivocada, porque si bien hay condiciones que te predisponen, como la genética, o algunas enfermedades, y te hacen propensa a ganar peso con mayor facilidad; lo único que te condena son tus acciones. Y si tienes una condición especial, como predisposición genética o enfermedad, debes tomar incluso con más responsabilidad y rigurosidad tus hábitos alimenticios, asociados a las recomendaciones que te haya ordenado tu especialista, pues esta combinación es la que garantizará tu bienestar.

Entonces, es importante que tengas en cuenta que si tienes alguna condición particular en tu salud, debes consultar a un especialista que te oriente y trate de la forma adecuada la situación. Las indicaciones que aquí te brindo, están enfocadas a que logres estar en equilibrio contigo misma y empieces a asumir unos hábitos que te conduzcan a tu meta, pero no sustituyen, ni remplazan una consulta médica o nutricional, que valore tu estado de salud, y genere el tratamiento adecuado para ti llevado a cabo por el profesional o los profesionales que requieras.

Debo contarte, además, que a pesar de que la mayoría de consultas que recibo tienen como objetivo alcanzar unas metas estéticas, decidí dedicarme al tema del sobrepeso, pues más allá de tener que ver con la apariencia de las personas, es un problema de salud pública. La obesidad es una enfermedad y hay que asumirla y enfrentarla como tal.

Así que entregar los kilos que no te pertenecen, no es el objetivo de tu proyecto. Lograr tu meta en cuanto al peso, debe ser una consecuencia de haber logrado reprogramar tu cerebro, para crear unas conexiones que activen las áreas adecuadas en él, para producir los neurotransmisores y hormonas en la cantidad y con la función precisa para que tu metabolismo esté de tu lado, y de esta manera estés en condición de generar la conciencia de que es tu responsabilidad, hacer las elecciones inteligentes y generar unos hábitos saludables que te hagan bien, y pongan en equilibrio tu salud mental y física.

Así que el cambio que tanto buscas está en ti, y la llave mágica tiene tu nombre y eso es lo que te va a devolver el poder. Si esperas encontrar aquí un tratamiento mágico, o que te entregue la receta de la dieta mágica que te llevará a verte como deseas, nuevamente, te estás equivocando.

Mi invitación es a que disfrutes de este proceso, a que te comprometas, es indispensable que te propongas modificar tus hábitos y llevar a tu cerebro a crear estas nuevas rutas. Si eres consciente de eso, y estás dispuesta a asumir la responsabilidad que te corresponde, para alcanzar esa meta que ha sido tan esquiva, estoy lista para acompañarte en este viaje mágico, hacia tu sueño.

Quiero aclarar que este libro está dedicado a las mujeres, pues fueron ellas quienes me inspiraron a compartir la información, el conocimiento y el mensaje que he recopilado y construido por más de dos décadas. Adicionalmente, con mi grupo de investigación pude determinar que el 95% de los pacientes que veo en consulta son mujeres. Por esa razón la redacción está dirigida a ellas.

No obstante, la información y las recomendaciones que se brindan en este libro, aplican para cualquier persona sin un diagnóstico adicional que esté interesada en adquirir unos hábitos saludables y una correcta relación con la comida y la alimentación.

¡Ahora sí! Empecemos.

La domadora de mamuts

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