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FEBRERO

Febrero

1

Un almirante hecho pedazos

Blas de Lezo nació en Guipúzcoa, en 1689.

Este almirante de la flota española derrotó a los piratas ingleses en las costas peruanas, sometió a la poderosa ciudad de Génova, rindió la ciudad argelina de Orán y en Cartagena de Indias humilló a la armada británica, peleando con mucha astucia y pocas naves.

En sus veintidós batallas, un cañonazo le voló una pierna, una esquirla le arrancó un ojo y un tiro de mosquete lo dejó con un solo brazo.

Lo llamaban Mediohombre.

Febrero

2

La diosa está de fiesta

Hoy las costas de las Américas rinden homenaje a Iemanyá.

Esta noche, la diosa madre de los peces, que hace siglos vino del África en los barcos de esclavos, se alza en la espuma y abre los brazos. La mar le lleva peines, cepillos, perfumes, tortas, golosinas y otras ofrendas de los marineros que por ella mueren de amor y de miedo.

Parientes y amigos de Iemanyá suelen acudir a la fiesta desde el Olimpo africano:

Xangô, su hijo, que desata las lluvias del cielo;

Oxumaré, el arcoíris, guardián del fuego;

Ogún, herrero y guerrero, peleón y mujeriego;

Oshún, la amante que duerme en los ríos y jamás borra lo que escribe,

y Exû, que es Satanás de los infiernos y también es Jesús de Nazaret.

Febrero

3

El carnaval abre alas

En 1899, las calles de Río de Janeiro enloquecieron bailando la música que inauguró la historia del carnaval carioca.

Esa gozadera se llamaba O abre alas: un maxixe, invención musical brasileña que se reía de las rígidas danzas de salón.

La autora era Chiquinha Gonzaga, compositora desde la infancia.

A los dieciséis años, los padres la casaron, y el marqués de Caxias fue padrino de la boda.

A los veinte, el marido la obligó a elegir entre el hogar y la música:

—No entiendo la vida sin música —dijo ella, y se fue de la casa.

Entonces su padre proclamó que la honra familiar había sido mancillada, y denunció que Chiquinha había heredado de alguna abuela negra esa tendencia a la perdición. Y la declaró muerta, y prohibió que en su hogar se mencionara el nombre de la descarriada.

Febrero

4

La amenaza

Se llamaba Juana Aguilar, pero la llamaban Juana la Larga, por el escandaloso tamaño de su clítoris.

La Santa Inquisición recibió varias denuncias de tal exceso criminoso; y en el año 1803, la Real Audiencia de Guatemala mandó que el cirujano Narciso Esparragosa examinara a la acusada.

Este sabio en anatomía dictaminó que Juana contradecía el orden natural, y advirtió que el clítoris podía resultar peligroso, como bien se sabía en Egipto y otros reinos de Oriente.

Febrero

5

A dos voces

Habían crecido juntas, la guitarra y Violeta Parra.

Cuando una llamaba, la otra venía.

La guitarra y ella se reían, se lloraban, se preguntaban, se creían.

La guitarra tenía un agujero en el pecho.

Ella, también.

En el día de hoy de 1967, la guitarra llamó y Violeta no vino.

Nunca más vino.

Febrero

6

El grito

Bob Marley nació en el pobrerío, y grabó sus primeras músicas durmiendo en el suelo del estudio.

Y en pocos años se hizo rico y famoso y durmió en lecho de plumas, abrazado a Miss Mundo, y fue adorado por las multitudes.

Pero nunca olvidó que él no era solamente él.

Por su voz cantaba el sonoro silencio de los tiempos pasados, la fiesta y la furia de los esclavos guerreros que durante dos siglos habían vuelto locos a sus amos en las montañas de Jamaica.

Febrero

7

El octavo rayo

Roy Sullivan, guardabosques de Virginia, nació en 1912, en este día siete, y sobrevivió a siete rayos durante sus setenta años de vida:

en 1959, un rayo le arrancó la uña de un dedo del pie;

en 1969, otro rayo le voló las cejas y las pestañas;

en 1970, otro rayo le achicharró el hombro izquierdo;

en 1972, otro rayo lo dejó sin pelo;

en 1973, otro rayo le quemó las piernas;

en 1976, otro rayo le abrió un tobillo;

en 1977, otro rayo le calcinó el pecho y el vientre.

Pero no vino del cielo el rayo que en 1983 le partió la cabeza.

Dicen que fue una palabra, o un silencio, de mujer.

Dicen.

Febrero

8

La besación general

En 1980, estalló en la ciudad brasileña de Sorocaba una insólita manifestación popular.

En plena dictadura militar, una orden judicial había prohibido los besos que atentaban contra la moral pública. La sentencia del juez Manuel Moralles, que castigaba esos besos con cárcel, los describía así:

Besos hay que son libidinosos y, por lo tanto, obscenos, como el beso en el cuello, en las partes pudendas, etc., y como el beso cinematográfico, en el que las mucosas labiales se unen en una insofismable expansión de sensualidad.

La ciudad respondió convirtiéndose en un gran besódromo. Nunca nadie se besó tanto. La prohibición multiplicó las ganas, y muchos hubo que por pura curiosidad quisieron conocer el gustito del beso insofismable.

Febrero

9

Mármol que respira

Afrodita fue la primera mujer desnuda en la historia de la escultura griega.

Praxíteles la talló con la túnica caída a sus pies, y la ciudad de Cos le exigió que la vistiera. Pero otra ciudad, Cnido, le dio la bienvenida y le ofreció un templo; y en Cnido vivió la más mujer de las diosas, la más diosa de las mujeres.

Aunque estaba encerrada y muy custodiada, los guardias no podían evitar la invasión de los locos por ella.

Un día como hoy, harta de tanto acoso, Afrodita huyó.

Febrero

10

Una victoria de la Civilización

Ocurrió al norte del río Uruguay. Siete misiones de los sacerdotes jesuitas fueron regaladas por el rey de España a su suegro, el rey de Portugal. La ofrenda incluía a los treinta mil indios guaraníes que allí vivían.

Los guaraníes se negaron a obedecer, y los jesuitas, acusados de complicidad con los indios, fueron devueltos a Europa.

En el día de hoy de 1756, en las colinas de Caiboaté, fue derrotada la resistencia indígena.

Triunfó el ejército de España y Portugal, más de cuatro mil soldados acompañados por caballos, cañones y numerosos ladrones de tierras y cazadores de esclavos.

Saldo final, según los datos oficiales:

Muertos indígenas, 1723.

Muertos españoles, 3.

Muertos portugueses, 1.

Febrero

11

No

Mientras nacía el año 1962, una desconocida banda musical, dos guitarras, un bajo, una batería, grabó en Londres su primer disco.

Los muchachos regresaron a Liverpool y se sentaron a esperar.

Contaban las horas, contaban los días.

Cuando ya no les quedaban uñas por comer, un día como hoy recibieron la respuesta. La Decca Recording Company les decía, francamente:

No nos gusta su sonido.

Y sentenciaba:

Las bandas de guitarras están desapareciendo.

Los Beatles no se suicidaron.

Febrero

12

Día de la lactancia materna

Bajo el techo ondulado de la estación de Chengdu, en Sichuan, centenares de jóvenes chinas sonríen para la foto.

Todas lucen idénticos delantales nuevos.

Están todas recién peinadas, lavadas, planchadas.

Están todas recién paridas.

Esperan el tren que las llevará a Pekín.

En Pekín, todas darán de mamar a bebés ajenos.

Estas vacas lecheras serán bien pagadas y bien alimentadas.

Mientras tanto, muy lejos de Pekín, en las aldeas de Sichuan, sus bebés serán amamantados con leche en polvo.

Todas dicen que lo hacen por ellos, para pagarles una buena educación.

Febrero

13

El peligro de jugar

En el año 2008, Miguel López Rocha, que estaba brincando en las afueras de la ciudad mexicana de Guadalajara, resbaló y cayó al río Santiago.

Miguel tenía ocho años de edad.

No murió ahogado.

Murió envenenado.

El río contiene arsénico, ácido sulfhídrico, mercurio, cromo, plomo y furanos, arrojados a sus aguas por Aventis, Bayer, Nestlé, IBM, DuPont, Xerox, United Plastics, Celanese y otras empresas, que en sus países tienen prohibidas esas donaciones.

Febrero

14

Niños robados

Los hijos de los enemigos fueron botín de guerra de la dictadura militar argentina, que robó más de quinientos niños en años recientes.

Pero muchos más niños robó, durante mucho más tiempo, la democracia australiana, con permiso de la ley y aplausos del público.

En el año 2008, el primer ministro de Australia, Kevin Rudd, pidió perdón a los indígenas, que habían sido despojados de sus hijos durante más de un siglo.

Las agencias estatales y las iglesias cristianas habían secuestrado a los niños y los habían distribuido entre las familias blancas, para salvarlos de la pobreza y de la delincuencia y para civilizarlos y alejarlos de las costumbres salvajes.

Para blanquear a los negros, decían.

Febrero

15

Otros niños robados

—El marxismo es la máxima forma de la patología mental —había sentenciado el coronel Antonio Vallejo Nájera, psiquiatra supremo en la España del generalísimo Francisco Franco.

Él había estudiado, en las cárceles, a las madres republicanas, y había comprobado que tenían instintos criminales.

Para defender la pureza de la raza ibérica, amenazada por la degeneración marxista y la criminalidad materna, miles de niños recién nacidos o de muy corta edad, hijos de padres republicanos, fueron secuestrados y arrojados a los brazos de las familias devotas de la cruz y de la espada.

¿Quiénes fueron esos niños? ¿Quiénes son, tantos años después?

No se sabe.

La dictadura franquista inventó documentos falsos, que les borraron las huellas, y dictó orden de olvidar: robó los niños y robó la memoria.

Febrero

16

El Plan Cóndor

Macarena Gelman fue una de las muchas víctimas del Plan Cóndor, que así se llamó el mercado común del terror articulado por las dictaduras militares sudamericanas.

La madre de Macarena estaba embarazada de ella cuando los militares argentinos la enviaron al Uruguay. La dictadura uruguaya se hizo cargo del parto, mató a la madre y regaló la hija recién nacida a un jefe policial.

Durante toda su infancia, Macarena durmió atormentada por una pesadilla inexplicable, que noche tras noche se repetía: la perseguían unos hombres armados hasta los dientes, y ella despertaba llorando.

La pesadilla dejó de ser inexplicable cuando Macarena descubrió la verdadera historia de su vida. Y entonces supo que ella había soñado, allá en la infancia, los pánicos de su madre: su madre, que en el vientre la estaba modelando mientras huía de la cacería militar que por fin la atrapó y la envió a la muerte.

Febrero

17

El festejo que no fue

Los peones de los campos de la Patagonia argentina se habían alzado en huelga, contra los salarios cortísimos y las jornadas larguísimas, y el ejército se ocupó de restablecer el orden.

Fusilar cansa. En esta noche de 1922, los soldados, exhaustos de tanto matar, fueron al prostíbulo del puerto San Julián, a recibir su merecida recompensa.

Pero las cinco mujeres que allí trabajaban les cerraron la puerta en las narices y los corrieron al grito de asesinos, asesinos, fuera de aquí…

Osvaldo Bayer ha guardado sus nombres. Ellas se llamaban Consuelo García, Ángela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster.

Las putas. Las dignas.

Febrero

18

Solo de él

Cuando Miguel Ángel se enteró de la muerte de Francesco, que era su ayudante y mucho más, rompió a martillazos el mármol que estaba esculpiendo.

Poco después, escribió que esa muerte ha sido gracia de Dios, pero para mí ha sido grave daño e infinito dolor. La gracia está en el hecho de que Francesco, quien en vida me mantenía vivo, muriendo me ha enseñado a morir sin pena. Pero yo lo he tenido durante veintiséis años... Ahora no me queda otra cosa que una infinita miseria. La mayor parte de mí se ha ido con él.

Miguel Ángel yace en Florencia, en la iglesia de la Santa Croce.

Él y su inseparable Francesco solían sentarse en la escalinata de esa iglesia, para disfrutar los duelos que en la vasta plaza libraban, a patadas y pelotazos, los jugadores de lo que ahora llamamos fútbol.

Febrero

19

Quizás Horacio Quiroga

hubiera contado así su propia muerte:

Hoy me morí.

En el año 1937, supe que tenía un cáncer incurable.

Y supe que la muerte, que me perseguía desde siempre, me había encontrado.

Y enfrenté a la muerte, cara a cara, y le dije:

—Esta guerra acabó.

Y le dije:

—La victoria es tuya.

Y le dije:

—Pero el cuándo es mío.

Y antes de que la muerte me matara, me maté.

Febrero

20

Día de la justicia social

A fines del siglo diecinueve, Juan Pío Acosta vivía en la frontera uruguaya con Brasil.

Su trabajo lo obligaba a ir y venir, de pueblo en pueblo, a través de aquellas soledades.

Viajaba en un carro de caballos, junto a ocho pasajeros de primera, segunda y tercera clase.

Juan Pío compraba siempre el pasaje de tercera, que era el más barato.

Nunca entendió por qué había precios diferentes. Todos viajaban igual, los que pagaban más y los que pagaban menos: apretados unos contra otros, mordiendo polvo, sacudidos por el incesante traqueteo.

Nunca entendió por qué, hasta que un mal día de invierno el carro se atascó en el barro. Y entonces el mayoral mandó:

—¡Los de primera se quedan arriba!

—¡Los de segunda se bajan!

—Y los de tercera… ¡a empujar!

Febrero

21

El mundo encoge

Hoy es el Día de las lenguas maternas.

Cada dos semanas, muere una lengua.

El mundo disminuye cuando pierde sus humanos decires, como pierde la diversidad de sus plantas y sus bichos.

En 1974 murió Ángela Loij, una de las últimas indígenas onas de la Tierra del Fuego, allá en el fin del mundo; y la última que hablaba su lengua.

Solita cantaba Ángela, para nadie cantaba, en esa lengua que ya nadie recordaba:

Voy andando por las pisadas

de aquellos que se fueron.

Perdida estoy.

En tiempos idos, los onas adoraban varios dioses. El dios supremo se llamaba Pemaulk.

Pemaulk significaba Palabra.

Febrero

22

El silencio

En Estambul, que por entonces se llamaba Constantinopla, Pablo el Silenciario concluyó sus quince poemas de amor en el año 563.

Este poeta griego debía su nombre al trabajo que cumplía. Él cuidaba el silencio en el palacio del emperador Justiniano.

En su propio lecho, también.

Uno de los poemas dice:

Tus pechos contra mi pecho,

tus labios en mis labios.

Lo demás es silencio:

Yo odio la boca que nunca se cierra.

Febrero

23

El libro de los prodigios

En un día de éstos de 1455 salió a luz la Biblia, primer libro impreso en Europa con tipografía móvil.

Los chinos venían imprimiendo libros desde hacía dos siglos, pero fue Johannes Gutenberg quien inició la difusión masiva de la más apasionante novela de la literatura universal.

Las novelas cuentan pero no explican, ni tienen por qué explicar. La Biblia no dice qué dieta siguió Noé para llegar al Diluvio con seiscientos años de edad, ni cuál fue el método que usó la mujer de Abraham para quedar embarazada a los noventa, ni aclara si sabía hablar en hebreo la burra de Balaam, que discutía con su amo.

Febrero

24

Una lección de realismo

En 1815, Napoleón Bonaparte se fugó de su prisión en la isla de Elba y emprendió viaje a la reconquista del trono de Francia.

Marchaba paso a paso, acompañado por una tropa creciente, mientras el diario Le Moniteur Universel, que había sido su órgano oficial, aseguraba que los franceses estaban locos de ganas de morir defendiendo al rey Luis XVIII, y llamaba a Napoleón violador a mano armada del suelo de la patria, extranjero fuera de la ley, usurpador, traidor, plaga, jefe de bandoleros, enemigo de Francia que osa ensuciar el suelo del que ha sido expulsado, y anunciaba: Éste será su último acto de locura.

Pero por fin el rey huyó, nadie murió por él, y Napoleón se sentó en el trono sin disparar ni un tiro.

Entonces el mismo diario pasó a informar que la feliz noticia de la entrada de Napoleón en la capital ha provocado una explosión súbita y unánime, todo el mundo se abraza, las vivas al Emperador llenan el aire, en todos los ojos hay lágrimas de alegría, todos celebran el regreso del héroe de Francia y prometen a Su Majestad el Emperador la más profunda sumisión.

Febrero

25

La noche kuna

El gobierno de Panamá había ordenado, por ley, la reducción a la vida civilizada de las tribus bárbaras, semibárbaras y salvajes que existen en el país.

Y su portavoz había anunciado:

—Las indias kunas nunca más se pintarán la nariz, sino las mejillas, y ya no llevarán aros en la nariz, sino en las orejas. Y ya no vestirán molas, sino vestidos civilizados.

Y a ellas y a ellos les fue prohibida su religión y sus ceremonias, que ofendían a Dios, y su tradicional manía de gobernarse a su modo y manera.

En 1925, en la noche del día veinticinco del mes de las iguanas, los kunas pasaron a cuchillo a todos los policías que les prohibían vivir su vida.

Desde entonces, las mujeres kunas siguen llevando aros en sus narices pintadas, y siguen vistiendo sus molas, espléndido arte de una pintura que usa hilo y aguja en lugar de pincel. Y ellas y ellos siguen celebrando sus ceremonias y sus asambleas, en las dos mil islas donde defienden, por las buenas o por las malas, su reino compartido.

Febrero

26

África mía

A fines del siglo diecinueve, las potencias coloniales europeas se reunieron, en Berlín, para repartirse el África.

Fue larga y dura la pelea por el botín colonial, las selvas, los ríos, las montañas, los suelos, los subsuelos, hasta que las nuevas fronteras fueron dibujadas y en el día de hoy de 1885 se firmó, en nombre de Dios Todopoderoso, el Acta General.

Los amos europeos tuvieron el buen gusto de no mencionar el oro, los diamantes, el marfil, el petróleo, el caucho, el estaño, el cacao, el café ni el aceite de palma;

prohibieron que la esclavitud fuera llamada por su nombre;

llamaron sociedades filantrópicas a las empresas que proporcionaban carne humana al mercado mundial;

advirtieron que actuaban movidos por el deseo de favorecer el desarrollo del comercio y de la Civilización

y, por si hubiera alguna duda, aclararon que actuaban preocupados por aumentar el bienestar moral y material de las poblaciones indígenas.

Así Europa inventó el nuevo mapa del África.

Ningún africano estuvo, ni de adorno, en esa reunión cumbre.

Febrero

27

También los bancos son mortales

Todo verdor perecerá, había anunciado la Biblia.

En 1995, el Banco Barings, el más antiguo de Inglaterra, cayó en bancarrota. Una semana después, fue vendido por un precio total de una (1) libra esterlina.

Este banco había sido el brazo financiero del imperio británico.

La independencia y la deuda externa nacieron juntas en América Latina. Todos nacimos debiendo. En nuestras tierras, el Banco Barings compró países, alquiló próceres, financió guerras.

Y se creyó inmortal.

Febrero

28

Cuando

Cuando estaba bajando la escalera de caracol de un barco, se le ocurrió que quizá las moléculas de las proteínas viajaran así, en espiral y sobre suelo ondulado; y eso resultó ser un hallazgo científico.

Cuando descubrió que los automóviles tenían la culpa de lo mucho que él tosía en la ciudad de Los Ángeles, inventó el auto eléctrico, que fue un fracaso comercial.

Cuando se enfermó de los riñones, y los medicamentos no lo mejoraban, se recetó comida sana y bombardeos de vitamina C. Y se curó.

Cuando estallaron las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, fue invitado a dictar una conferencia científica en Hollywood, y cuando descubrió que no había dicho lo que quería decir pasó a encabezar la campaña mundial contra las armas nucleares.

Cuando recibió el Premio Nobel por segunda vez, la revista Life denunció que eso era un insulto. Ya en dos ocasiones el gobierno de los Estados Unidos lo había dejado sin pasaporte, porque era sospechoso de simpatías comunistas, o porque había dicho que Dios era una idea no necesaria.

Se llamaba Linus Pauling. Había nacido mientras nacía el siglo veinte.

Febrero

29

Lo que el viento no se llevó

El día de hoy tiene la costumbre de fugarse del almanaque, pero regresa cada cuatro años.

Es el día más raro del año.

Pero este día nada tuvo de raro en Hollywood, en 1940.

Con toda normalidad, el 29 de febrero Hollywood otorgó casi todos sus premios, ocho Oscars, a Lo que el viento se llevó, que era un largo suspiro de nostalgia por los buenos tiempos de la esclavitud perdida.

Y así Hollywood confirmó sus costumbres. Veinticinco años antes, su primer superéxito, El nacimiento de una nación, había sido un himno de alabanza al Ku Klux Klan.

Los hijos de los días

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