Читать книгу Una mujer en 1900 - Elba Rojas Camus - Страница 4
Оглавление«Y después de tener perdida
lo mismo que un pomar la vida,
−hecho ceniza, sin cuajar−
me han dado esta montaña mágica,
y un río y unas tardes trágicas
como Cristo, con qué sangrar.
Los niños cubren mis rodillas;
mirándoles a las mejillas
ahora no rompo a sollozar,
que en mi sueño más deleitoso
yo doy pecho a un hijo hermoso
sin dudar...
Vendrá la nieve cualquier día;
me entregaré a su joya fría,
(fuera otra cosa rebelión).
Y en un silencio de amor sumo,
oprimiendo su duro grumo
me irá vacilando el corazón».
De Gabriela Mistral,
SERENIDAD
Poesías completas, Aguilar