Читать книгу Del amor y sus rostros - Emmanuel Buch - Страница 6
ОглавлениеComo Aristóteles decía del ser, también el amor se nombra de muchas maneras, se da a conocer con muchos rostros que lo hacen visible, tangible, evidente. El amor se declina como respeto o como responsabilidad, por ejemplo. Amor que tiene su raíz en el Dios de Jesucristo, el Hijo del Hombre, por quien el amor se nos ha hecho próximo para ser vivido y para ser compartido.
Lejos de un supuesto amor metafísico, tan elevado que resulta inalcanzable, e igualmente distante de un amor de celuloide, genital pero no entrañable, el universo del amor iluminado por Dios abre a hombres y mujeres un amplio abanico de posibilidades reales, cotidianas, no por ello menos sublimes.
De ese amor y de algunos de sus rostros escribimos. Más por anhelo que por experiencia, más como esperanza futura que como realidad cumplida; siempre en deuda de afecto con las personas, no pocas, que nos han mostrado la fecundidad del amor que les habita, que lo han derramado generosa y gratuitamente sobre nuestra alma para hacerla menos árida.