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La alineación horizontal
ОглавлениеLa alineación horizontal se evalúa mejor desde la vista lateral, donde es fácil observar la profundidad y la inclinación del cuerpo. Se ilustra una buena alineación horizontal en la figura 4.21.
El nadador representado en la figura 4.21 es casi horizontal desde la cabeza hasta la punta de los pies de manera que su cuerpo ocupa un mínimo de espacio en el agua. Alinear el cuerpo horizontalmente de esta forma causa que menos corrientes de moléculas de agua se vuelvan turbulentas al pasar el cuerpo a través de ellas. También permite al agua rellenar la zona detrás del nadador más rápidamente de manera que se formen menos remolinos. Por lo tanto, el diferencial entre la presión alta delante del nadador y la presión baja detrás se minimiza para que se reduzca el efecto retardador sobre la velocidad de avance.
Las claves de una buena alineación horizontal son:
una posición natural de la cabeza alineada con el tronco;
la espalda bastante recta, y
un batido estrecho.
Desafortunadamente, existen todavía muchas personas que creen que los nadadores necesitan subir por encima del agua para nadar rápidamente. Sin embargo, hoy en día sabemos que los nadadores deben tratar de permanecer en una posición horizontal. Cualquier tentativa de nadar por encima del agua requiere unos batidos más profundos con más fuerza para mantener la cabeza y los hombros por encima del agua. Al mismo tiempo, los nadadores deben empujar hacia abajo vigorosamente con los brazos durante el movimiento hacia abajo para dar soporte a esta posición alta del cuerpo. Mientras que es verdad que los nadadores sí se desplazan en una posición alta en el agua en las carreras de velocidad, no es necesario utilizar ninguno de estos esfuerzos que derrochan energía para mantener esta posición alta.
Los cuerpos de los nadadores tienden a desplazarse más altos sobre el agua simplemente porque están nadando rápido. Cuando los deportistas nadan rápido, el agua que se desvía por debajo del cuerpo tiende a empujarles hacia una posición natural en la que hidroplanean, que no requiere un esfuerzo adicional para mantenerla. De la misma forma, no hidroplanearán cuando nadan más lento simplemente porque la presión hacia arriba del agua que pasa por debajo del cuerpo se reducirá. Los nadadores no deben intentar mantener la cabeza más alta de forma poco natural, ni deben arquear la espalda excesivamente para alcanzar una posición alta del cuerpo. Deben permitir que la presión del agua haga el trabajo para ellos. Los nadadores que llevan la cabeza alta y la espalda arqueada aumentarán el arrastre total entre el 20% y el 35% (Clarys, 1979).
La cara debe estar en el agua con la línea de la superficie en algún punto entre la línea del pelo y la parte media de la cabeza. La línea de la superficie tenderá a estar en medio de la cabeza o más atrás en las carreras más largas y cuando los nadadores tienen menos flotabilidad. Tenderá a estar más cerca de la línea del pelo en las carreras más cortas y cuando los nadadores tienen más flotabilidad.
Los nadadores deben rotar, no levantar, la cabeza hacia el lado cuando respiran porque levantar la cabeza hará que las caderas y las piernas se hundan más en el agua. Cuando inspiran, un lado de la cara debe permanecer en el agua. El nadador representado en la figura 4.12 (véase la página 126) tiene una buena posición de la cabeza cuando respira y cuando su cara está en el agua.
La amplitud de los batidos debe ser de forma que los pies alcancen justo por debajo de la superficie en el movimiento ascendente y sólo ligeramente por debajo del cuerpo en el movimiento descendente. De esta manera, los nadadores no aumentarán el arrastre innecesariamente incrementando la distancia vertical entre la superficie y la parte más baja del cuerpo.
Boomer (1996) recientemente ha propuesto una teoría acerca de la alineación horizontal que se ha hecho popular y que se llama empujar la T. El principio básico de esta teoría es que empujar el centro de flotabilidad, localizado en el tronco superior, hacia abajo en el agua hará que las piernas tengan una posición más alta en el agua. Ciertamente existen investigaciones y apoyo anecdótico para esta creencia (Pendergast et al., 1977; Watkins y Gordon, 1983). Sin embargo, no estoy convencido de que empujar el tronco hacia abajo proporcione alguna ventaja en cuanto a mantener las piernas cerca de la superficie del agua. De hecho, puede interferir con el efecto natural de hidroplanear causado por la presión del agua por debajo del cuerpo. La presión del agua debe proporcionar a los nadadores con menos flotabilidad todo el apoyo que necesitan las piernas cuando nadan rápidamente. De momento, mi consejo sería que los nadadores no deben ni tratar de hidroplanear levantando la cabeza y arqueando la espalda, ni elevar las piernas empujando el pecho y los hombros hacia abajo en el agua. Deben simplemente alinear el cuerpo lo más horizontal posible desde la cabeza hasta la punta de los pies y dejar que la presión del agua por debajo de ellos determine su altura en el agua.