Читать книгу Resistencias noviolentas en América Latina - Esperanza Hernández Delgado - Страница 9
ОглавлениеEn cuanto a las experiencias de México, Esperanza Hernández Delgado agradece a la Universidad de La Salle por su compromiso con la paz y por financiar su investigación, también a la Vicerrectoría de Investigación y Transferencia (VRIT), a la Facultad de Ciencias de la Educación y al Doctorado en Educación y Sociedad, todas instituciones que le apoyaron. En Sonora, agradece al académico Jesús Armando Haro y a Ramón Martínez-Coria por su acompañamiento durante el trabajo de campo; su ayuda representó el puente para contactar a los pueblos indígenas yaqui y warijío. Jesús Haro ha desarrollado, durante casi toda su vida, una valiosa labor académica y de acompañamiento al pueblo warijío. Igualmente lo ha hecho Ramón Martínez-Coria con indígenas en Chiapas, Sonora, y otros estados de México. Valientemente, ellos dos han persistido en su labor a pesar de ser amenazados y haber tenido que salir del país para protegerse. Un agradecimiento especial a los yaquis y warijíos, a sus autoridades, líderes, lideresas y a todas las personas que viven en sus comunidades por recibirla, autorizar la investigación y compartir aspectos de sus culturas y su resistencia indígena. También está agradecida con académicos y académicas en Hermosillo por compartir sus aprendizajes, reflexiones e investigaciones sobre estos pueblos indígenas. Muy especiales gracias a la profesora Bettina Mijares, por su acogida cálida y generosa.
Respecto de las experiencias de Brasil, Mario Ramírez-Orozco valora el apoyo que recibió del Centro Brasileiro de Análise e Planejamento (CEBRAP). En especial agradece al doctor Geraldo Augusto Pinto del Programa de Pós-Graduação em Tecnologia e Sociedade de la Universidad Tecnológica Federal do Paraná, por facilitarle los contactos que le permitieron acercarse a quienes practican formas de resistencia noviolenta en Brasil –incluso sin tener plena conciencia de ello–, como una manera de dar dignidad y sentido histórico a sus vidas.
Con relación a la experiencia colombiana con campesinos del Carare, Esperanza Hernández Delgado y Claudia Patricia Roa Mendoza agradecen a la Universidad de La Salle por apostarle a una academia que piense, sienta y actúe en pro de la construcción y educación para la paz. De igual manera a la VRIT, a la Facultad de Ciencias de la Educación, a la Facultad de Ciencias Económicas, al Doctorado en Educación y Sociedad y al Programa de Trabajo Social, por apoyar esta investigación. Agradecen especialmente a la junta directiva, líderes, lideresas e integrantes de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC) por acogerlas en su territorio y compartir sus conocimientos y vivencias sobre su resistencia noviolenta. Ellas y ellos, con su visión y prácticas, han demostrado que la resistencia civil es una apuesta para construir paz desde las comunidades. Para ambas investigadoras fue un orgullo visitar una experiencia ganadora del Nobel Alternativo de la Paz, como la ATCC.
Por la experiencia de Samaniego, igualmente en Colombia, Cécile Mouly, María Belén Garrido y Annette Idler agradecen el financiamiento de FLACSO Ecuador, el apoyo de la Pastoral Social para la realización del trabajo de campo y los valiosos aportes de todas las personas que aceptaron contribuir en esta investigación. De manera especial, reconocen los esfuerzos de quienes luchan día a día por construir la paz en Samaniego.
Por la experiencia de Las Mercedes, también en Colombia, Cécile Mouly y María Belén Garrido agradecen el apoyo financiero de FLACSO Ecuador, así como la ayuda de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA) y de Naciones Unidas para la realización del trabajo de campo. También reconocen a las personas que han compartido su lucha por construir un territorio de paz a pesar de los considerables riesgos.