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I. Encuentros

“Philip Dick se encontró con Jacques Lacan en dos oportunidades. En Chicago, Estados Unidos, en 1966 y en Lille, Francia, en 1977. El primero fue un cruce absolutamente fortuito, el segundo deliberadamente buscado por el escritor. En Chicago, el azar y una pizca de curiosidad condujeron a Dick hasta Lacan; fue su desvarío, en cambio, el que lo llevó a Lille presuroso para reencontrarse con el psicoanalista francés.

Luego del trágico deceso –en febrero de 1966– del hijo de su amigo, el obispo anglicano James Pike, a comienzos de marzo de ese año Philip Dick se había escapado por unas semanas de San Rafael –California–, donde residía por entonces con su cuarta esposa –Nancy Hackett–, para visitar su Chicago natal. En un paseo ocasional por el campus universitario, ingresó en un auditorio intrigado por el llamativo acento extranjero del inglés del orador: Jacques Lacan se encontraba dictando allí una conferencia.

Era la primera visita del psicoanalista francés a los Estados Unidos. Entre febrero y marzo de ese año, invitado por el lingüista Roman Jakobson, ya había disertado en Columbia, Harvard, el MIT, en Detroit y en Ann Arbor. La gira lacaniana de inicios del ’66, luego de veinte días, culminaba precisamente allí, en la Universidad de Chicago, seguida de unos ocho días de turismo en México. Lacan concurriría, unos meses más tarde, al simposio que los estructuralistas celebrarían en el Centro de Humanidades John Hopkins en Baltimore –su segundo viaje a Norteamérica, en octubre de 1966– y, nueve años después, retornaría a los Estados Unidos –entre noviembre y diciembre de 1975, su tercer viaje– para disertar en Yale, Columbia y el MIT. De estas últimas conferencias y de aquella de Baltimore existen registros, no así de las de su primer viaje.

De todos modos, una breve alusión a su estancia en Chicago –y en general a su primera visita a Norteamérica– puede encontrarse en la sesión del 23 de marzo de 1966 de su seminario sobre ‘El objeto del psicoanálisis’ en la que, el lector frecuente de Philip K. Dick, no podrá dejar de reconocer los vestigios, en el discurso de Lacan en esa clase, de su encuentro con el escritor –los efectos del mismo sobre Dick deben sospecharse, segura y retroactivamente, más importantes–. Luego de una pequeña referencia a su expulsión de la International Psychoanalytical Association (IPA) (1) –la trama de su exclusión tuvo su epicentro en Chicago y Lacan se relamió haciéndose escuchar en inglés, justamente allí donde habían ‘cercenado’ su palabra–, destaca en esa clase de su seminario que en la universidad de aquella ciudad halló un estilo gótico perfecto. Afirma no haber visto jamás un gótico más bello, un gótico más puro… ¡un falso gótico! Y remata: ‘el falso gótico vale mucho más que el verdadero’. (2)

Inconfundible, ahí se distingue la marca que en el psicoanalista dejó la breve conversación que, inmediatamente luego de su disertación, mantuvo con Dick. (3) Más arriba he destacado que ése es el tópico central y recurrente en la obra del escritor norteamericano: la absoluta dificultad de discernir entre lo verdadero y la falsificación, la vigilia y el sueño, la realidad y la alucinación. Se lo reencuentra en todos sus relatos y novelas. No debe sorprender, por otra parte, que el psicoanalista francés no mencione, en aquella sesión de su seminario, su encuentro y diálogo con Dick: los estudiosos y comentaristas de Lacan aseveran que sus referencias no siempre son explícitas y que, las más de las veces, resulta extremadamente laborioso rescatarlas entre sus zigzagueantes argumentaciones.

En septiembre de 1977 se llevó a cabo, en Metz, el Segundo Festival Internacional de Ciencia Ficción, en el cual Philip Dick participó como invitado especial –fue su único viaje a Francia–, dictando una conferencia bajo el título: “Si creen que este mundo es malo, deberían ver alguno de los otros”. Entre el público se hallaba presente R.W., un joven miembro de la École Freudienne de Paris (EFP) (4) quien, preocupado –como la audiencia toda– por el estado mental de Dick –que en su alocución no tuvo reparos en exponer desembozadamente parte de su delirio mesiánico a sus acólitos franceses–, al terminar la ‘disertación’ accedió a llevarlo a ver a su psicoanalista… No otro que Jacques Lacan, quien se encontraba, precisamente en esos días, a menos de cuatrocientos kilómetros de Metz en unas Jornadas que, entre el 23 y el 25 de septiembre, su Escuela realizaba en Lille.

R.W. asegura (5) que ni bien lo oyó nombrar a Lacan, Dick le comentó sobre su breve cruce con él en Chicago once años antes, y que ‘le suplicó’ que lo llevara a su encuentro –prueba acabada de la importancia que había tenido para el escritor haberse tropezado con el psicoanalista en marzo de 1966–. ¿Y cómo podría el joven miembro de la EFP no satisfacer el imperioso pedido de su admirado Phil, habiendo presenciado el estado en el que desplegó su conferencia en Metz y su preocupante semblante al finalizarla? Lo subió pues a su automóvil y se puso de inmediato camino a Lille. La breve conversación que mantuvieron Philip Dick y Jacques Lacan dos horas después de concluidas las Jornadas de la EFP habría sido decisiva para el primero, más difícil es saber el alcance que tuvo para el segundo”.

Samuel Fergusson, Philip K. Dick: Simulacra of biography. (6)

1- Asociación Psicoanalítica Internacional, fundada por Sigmund Freud en 1910.

2- Cf. Lacan, J. (1965-66): El seminario. Libro 13: El objeto del psicoanálisis, inédito, 23-3-66.

3- De la que nos enteramos por el testimonio de Isolde (Isa) Dick Hackett, hija del escritor, quien transmite lo que le relató su madre, que acompañaba a su marido en su viaje a Chicago en 1966: cf. Dick Hackett, I. (2006): “Interview with Isa Dick Hackett”, Los Angeles Times, february 12, 2006.

4- Escuela Freudiana de París, fundada por Jacques Lacan en 1964 luego de su expulsión de la International Psychoanalytical Association (IPA).

5- Comunicación personal de R.W., el por entonces joven miembro de la École Freudienne de Paris que hizo de nexo entre Dick y Lacan en 1977.

6- Fergusson, S. (2006): Philip K. Dick: Simulacra of biography, Columbia University Press, New York, 2006, p. 178-179.

Philip Dick con Jacques Lacan

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