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IV


El idioma de los inuit

El idioma esquimal-aleutiano está reconocido como tronco lingüístico (Joseph Greenberg, 1987) y consta de varias lenguas habladas por al menos unas 100.000 personas (aunque diversas fuentes indican un número cercano a los 150.000). Según Ethnologue, Languages of the World existen once idiomas de la familia esquimal-aleutiana que se pueden clasificar en tres ramas: Aleutiano, Inuit-Iñupiaq y Yup’ik. Los Aleutianos están incluidos aquí por guardar no solo ciertas similitudes culturales y, probablemente, un origen común con los inuit sino también, por pertenecer su idioma al mismo tronco lingüístico de una de las lenguas más extensas geográficamente hablando del mundo. Posiblemente las lenguas aleutiana e inuit se separaron hace unos cuatro mil años. En el caso de las lenguas Inuit-Iñupiaq y Yup’ik, se cree que las divergencias lingüísticas y culturales actuales se produjeron hacia el año 1000 d. C., cuando la cultura Thule emigró desde Alaska hacia el Ártico Oriental. Respecto a las lenguas Yup’ik de Siberia y Alaska, se separaron hacia el 1800 d. C., por el estrecho de Bering y por el territorio Iñupiaq, entre la punta de la península de Seward y la bahía de Golovnin, en su costa sur.

Familia de lenguas Esquimal – Aleutiana


El Inuit-Iñupiaq se divide en cinco grupos de lenguas que tiene sus respectivas variantes regionales: Inupiatun del norte de Alaska, Inupiatun del noroeste de Alaska, Inuinnaqtun de Canadá, Inuktitut del este de Canadá e Inuktitut de Groenlandia; aunque en este último caso la variante dialectal se conoce como Kalaallisut. La lengua Yup’ik se divide, a su vez, en cinco lenguas distintas: Yup’ik del golfo del Pacífico, Yup’ik de Alaska Central, Naukan, Sirenik y Chaplinski (Yup’ik Siberiano o Yup’ik Central Siberiano). Algunas de estas lenguas y sus variantes dialectales regionales pueden llegar a ser ininteligibles entre ellas. Pongamos el ejemplo de la palabra «perro», que tiene algunas similitudes dialectales, pero también ciertas diferencias, sobre todo en cuanto al sistema de escritura se refiere:1

Aleutiano: Sabaakax (del ruso sobaka).

Kalaallisut: Qimmeq y qimmiq (Inuktun o Inughuaqtun y Tunumiutut).

Inuktitut oriental de Canadá: Qimmiq y qimmik. También escrito en el sistema de escritura silábico.

Inuinnaqtun de Canadá: Qinmiq.

Inupiatun del norte de Alaska: Qipmiq (Malimiutun) y qimmiq (North Slope).

Inupiatun del noroeste de Alaska: Qimmiq.

Sirenik: Qepene y qepener. En el sistema de escritura cirílico es қыпыныҳ.

Naukan: Qiqmiɣaq. En el sistema de escritura cirílico es қикмиӷaқ.

Chaplinski, Yup’ik Siberiano o Yupigestun: Qiqmiq, qikmigh y qikmiq. En el sistema de escritura cirílico es қикмиҭ, қикмиҳ, қикмиқ (solo en Siberia).

Yup’ik de Alaska Central: Qimugta.

Yup’ik del golfo del Pacífico o Alutiiq: Qiqmiq, qikmiq (Nanwalek y Port Graham) y piugta (Chenega).

Actualmente, Groenlandia y Dinamarca tienen el mayor número de hablantes (unos 54.000) seguido por Canadá (cerca de 35.000). El Inuktitut es lengua oficial en: Groenlandia (desde 2009, el danés ha dejado de ser lengua oficial en este país); Canadá: Nunavut (junto con el inglés y francés), Territorios del Noroeste (junto con el inglés, francés, y otras lenguas nativas), Nunavik (junto con el francés) y Nunatsiavut (junto con el inglés). En Estados Unidos raramente se enseña Yup’ik en las escuelas (a diferencia de los casos de Canadá y Groenlandia), por lo que los niveles de alfabetización son más bajos y se corre el peligro de perder la lengua nativa. Respecto al Inupiatun, aunque sigue hablándose, se considera una lengua amenazada. En Rusia, la lengua Yup’ik es hablada por muy poca gente y el Chaplinski todavía se enseña en las escuelas.

Gramática y ortografía

El esquimal-aleutiano es una lengua aglutinante, lo que significa que las palabras se forman por el proceso de unidad de combinación significativo (sílabas). Se trata de una lengua polisintética, ya que sintetiza una raíz y varios morfemas gramaticales para crear largas palabras con el significado de oraciones. De esta manera, por ejemplo, un solo sufijo puede representar simultáneamente persona, número, modo y tiempo. Así pues, una palabra puede tener verbo, sujeto y complemento, pero nunca artículos, ya que estos no existen. Asimismo, todas las lenguas inuit son ergativas-absolutivas y no tienen género gramatical.

Por otra parte, esta familia lingüística tiene tres o cuatro vocales que pueden ser cortas o largas. Por ejemplo: la lengua Yup’ik de Alaska Central tiene cuatro vocales: a, i, u, ǝ. La longitud de cada vocal establece la diferencia en el significado de las palabras. Si las vocales son largas, normalmente se escribe con letras dobles. Otro caso es el Kalaallisut, que tiene tres formas vocales con dos variantes: a, i (e), u (o). El acento en estas lenguas distingue el significado de las palabras idénticas, pero nunca lo encontraremos escrito (exceptuando, por ejemplo, la antigua ortografía de Samuel Kleinschmidt que sí los llevaba). Además las lenguas inuit tienen entre quince y veinte consonantes en función del idioma.


1- Alfabeto silábico confeccionado por James Evans para los Cree (1841).

Una característica única es que el lenguaje obliga al hablante a indicar su grado de certeza. Por ejemplo, un orador no puede limitarse a declarar algo que ha ocurrido también sin indicar si fue testigo o simplemente se basa en rumores. Esta característica de la lengua está en concordancia con los valores tradicionales inuit que rechazan las especulaciones o cuestionan las intenciones de los demás.

Los misioneros que llegaron en los siglos XVIII y XIX al territorio de los inuit comprendieron de inmediato que era esencial aprender primero la lengua indígena. Posteriormente, realizaron traducciones bíblicas para cristianizar a la población autóctona, y finalmente, confeccionaron diccionarios bilingües y gramaticales, con el fin de alfabetizar a los nativos. Los misioneros, además, crearon su propia ortografía para los dialectos inuit y en la actualidad existen unas seis que todavía siguen utilizándose para el Inuktitut. Por lo tanto, debido a las rivalidades existentes entre las diferentes ramas religiosas, y al no adoptar ninguna de ellas un sistema único y estandarizado de escritura, se limitó la comunicación escrita entre los inuit de las diferentes regiones árticas.

Los primeros esfuerzos por escribir en Inuktitut vinieron por parte de los misioneros moravos en Groenlandia y Labrador en el siglo XVIII. El primer libro escrito en una lengua inuit fue publicado en 1742 por el misionero dano-noruego Hans Poulsen Egede (1686-1758), usando el alfabeto romano para el groenlandés. Más tarde, en 1750, su hijo Poul Hansen Egede (1708-1789) fue el primero en publicar un diccionario de traducción del groenlandés al danés y latín (1750), y una gramática (1760) y un catecismo (1756), también en Inuktitut. Además, completó la traducción iniciada por su padre en lengua nativa del Nuevo Testamento (1766). Entre 1851 y 1871, un misionero germano-danés, nacido en Groenlandia, Samuel Petrus Kleinschmidt (1814-1886), de los Hermanos Moravos, publicó un libro de gramática groenlandesa, dos diccionarios (groenlandés-alemán y groenlandes-danés) y sistematizó la ortografía del groenlandés occidental. Lo hizo introduciendo una letra especial y tres acentos para representar los sonidos distintivos de la lengua. Esta ortografía, que llevaba vigente desde 1851, fue sustituida, en 1973, por otra basada en el actual alfabeto romano.

En 1856, los misioneros anglicanos John Horden (1828-1893) y Edwin Arthur Watkins (1827-1907) adaptaron el sistema silábico del reverendo canadiense James Evans (1801-1846) al Inuktitut. Evans había desarrollado la taquigrafía de Pitman para transcribir la lengua Ojibwa y posteriormente, en 1840, la adoptó al sistema de los Cree. Sin embargo, la escritura silábica del Inuktitut no se desarrolló por completo hasta la década de 1870, gracias al trabajo realizado por el misionero anglicano Edmund James Peck (1850-1924). Como parte de su ministerio, Peck enseñó la escritura silábica a los inuit de la región de Ungava (Nunavik) y del área de Cumberland Sound (isla de Baffin, Nunavut). No obstante, algunos misioneros y lingüistas posteriores, trabajando para los Gobiernos canadiense y estadounidense, adaptaron el alfabeto romano para los dialectos del delta del río Mackenzie, el archipiélago del Ártico Occidental y Alaska.

Al igual que los Cree, los inuit se interesaron por comunicarse entre ellos, lo que permitió que este tipo de escritura silábica se extendiera muy rápidamente. Los padres enseñaron a los niños inuit ese sistema silábico mucho antes que la mayoría de estos fueran escolarizados. La alfabetización mediante esta escritura permitió a los padres comunicarse con sus hijos cuando estaban en los internados y, asimismo, también contribuyó al desarrollo de una literatura secular en Inuktitut. Actualmente esta escritura silábica, que utiliza los símbolos para los fonemas, es oficial, siendo ya el método preferido para escribir Inuktitut en Nunavik y en la mayor parte de Nunavut.

Por otra parte, Uyaqoq, Uyaquq o Uyakok (¿1870?-1925), un Yup’ik de Akiachak (Alaska), desarrolló el primer sistema de escritura de imágenes, probablemente en la última década del siglo XIX. Se trataba de un sistema silábico en el que los símbolos representaban palabras o sílabas específicas de la lengua Yup’ik. Hacia el 1900, Qutliuraq Ruth Ekaak (1876-1945), una mujer Iñupiaq de la zona de Buckland que se convirtió muy rápidamente al Cristianismo, creó junto a su hija, Lily Savok (1893-1980), otro sistema de escritura ideográfica para la lengua Iñupiaq. A diferencia del sistema creado por Uyaqoq, el de Qutliuraq usaba un solo símbolo para expresar una idea completa. En la década de 1940, se creó un tercer sistema gracias a Edna Kenick de la isla Nunivak. Esta mujer tradujo 49 pasajes de la Biblia usando una escritura ideográfica. A diferencia del sistema silábico de escritura de los inuit canadienses, introducido por los misioneros, ningún sistema de escritura ideográfica se ha desarrollado como una forma de comunicación entre los inuit.

La única excepción donde no intervinieron los misioneros en la creación de una ortografía para la lengua inuit, ni tampoco los propios nativos, la encontramos en Siberia. El desarrollo de la escritura Yup’ik corrió a cargo de etnógrafos y lingüistas soviéticos que usaron el alfabeto romano con éxito, lo que permitió que en 1930 se extendiera la alfabetización entre los Yupigyt. Sin embargo, cuando unos años después, en 1937, las autoridades soviéticas obligaron el uso del alfabeto cirílico en las lenguas minoritarias existentes en su territorio, se produjo un proceso de aceleración en la pérdida de la lengua Yup’ik en Siberia. Uno de los estudiosos más importantes del idioma de los Yupigyt sería Georgiy Alekseevich Menovschikov o Георгий Алексеевич Меновщиков (1911-1991), lingüista, folklorista y filólogo ruso. Fue profesor y director de una escuela en Chukotka. En 1947, hizo los primeros libros de texto en idioma Chaplinski para la enseñanza primaria. Posteriormente, en 1962, escribió un libro para los profesores de los colegios siberianos «Эскимосский язык» (Lengua esquimal), que además contenía una gran cantidad de cuentos e historias esquimales. Poco después, ya en 1964, escribió «Язык сиреникских эскимосов» (El lenguaje de los esquimales Sireniki). En 1975, publicó «Язык науканских эскимосов» (El lenguaje de los esquimales Naukan) y también, «Грамматика языка азиатских эскимосов» (Gramática de la lengua de los esquimales asiáticos). Asimismo, colaboró con la líder política Natalya P. Rodionova (o Наталья П. Родионова), la cual escribió «Практика по эскимосскому языку» (Práctica del idioma esquimal), y con Nikolay Borisovich Vakhtin (o Николай Борисович Вахтин), filólogo, lingüista, y rector de la ЕУСПб (St. Petersburg European University). Por otra parte, Ekaterina Semyonovna Rubtsova o Екатерина Семёновна Рубцова (1888-1970) escribió el primer diccionario Chaplinski-ruso. Rubtsova también trabajó con Menovschikov y Rodionova.2


2- Alfabeto silábico del Inuktitut. Versión de 1976.

Por otra parte, en 1974, la Inuit Tapirisat de Canadá (ITC), creó una comisión de lengua inuit a través del Inuit Cultural Institute (ICI) para que se encargara de estudiar y recomendar una reforma ortográfica. Dos años después, ratificó una revisión estandarizada de las ortografías silábica y romana. Estas ortografías estandarizadas son usadas en la actualidad por los Gobiernos de Nunavut y Nunavik, y por las organizaciones no gubernamentales de ambas regiones.

En la década de 1980, el Committee for Original People’s Entitlement (COPE) también creó una comisión para el desarrollo estandarizado del sistema de escritura para el Inuvialuktun, pero la nueva ortografía creada no fue aceptada por los nativos que preferían la que habían introducido los misioneros anglicanos.

En 1989, la Inuit Circumpolar Conference (ICC) aprobó una resolución que establecía un solo sistema de escritura para el Inuktitut. Pero no todo el mundo estuvo de acuerdo con esta decisión. Precisamente, Edna Ahgeak MacLean (1944- ), lingüista y educadora Iñupiaq, extremadamente activa en la educación de su lengua nativa y en su mantenimiento, abogaba por la creación de un sistema auxiliar de escritura para el Inuktitut como puente para otras ortografías.

En 1990, el Gobierno de los Territorios del Noroeste (Canadá) modificó la Ley de Idiomas Oficiales para hacer que las lenguas aborígenes fueran iguales al francés e inglés. Con posterioridad, en 1998, la ICC planteó de nuevo la cuestión del desarrollo de un único sistema de escritura común para el Inuktitut, pero finalmente se desechó la idea debido a las rivalidades chovinistas existentes entre los inuit que residen en diferentes naciones. En la actualidad, se calcula que hay unos dieciséis dialectos regionales del Inuktitut, aunque en la época pre-colonial existían muchos más.

Enseñanza de la lengua nativa

Como ya hemos comentado, los primeros misioneros aprendieron el Inuktitut para poder traducir la Biblia, sin embargo, las administraciones coloniales se esforzaron en insistir que la lengua nativa era muy difícil de asimilar. Por este motivo, muchos inuit quisieron aprender la lengua nacional. Hay muchas historias que hablan de niños que eran castigados en sus escuelas por hablar en su lengua nativa y, consecuentemente, en algunas comunidades inuit, el Inuktitut está en peligro de extinción. También es importante señalar que en el pasado reciente muchos adultos inuit opinaban que las perspectivas de sus hijos se fortalecían si hablaban la lengua nacional o colonial, y no insistían en reforzar su Inuktitut. Debido a ello, en algunas comunidades inuit, los niños han reemplazado la lengua materna indígena por la nacional, especialmente en el caso del inglés. Solo en Groenlandia y en el Ártico oriental canadiense el Inuktitut todavía es la primera lengua para los niños. Asimismo, cabe destacar que la actual enseñanza, en la mayoría de las poblaciones de Canadá y Alaska, se realiza en inglés y poco o nada se imparte en Inuktitut: el reconocimiento de que la lengua nativa se está perdiendo ha reinvertido el proceso. De todas maneras, el Inuktitut también está amenazado por la proliferación de los medios de difusión en inglés y otros idiomas nacionales. La excepción fue la comunidad de Igloolik (Nunavut), que se negó a recibir señales de televisión y radio hasta que no hubo una programación adecuada en Inuktitut.

En Alaska, un pequeño número de padres ha establecido la inmersión lingüística del Iñupiaq en las guarderías: el resultado ha sido un bilingüismo. En Nunavut, el Inuktitut se utiliza actualmente en los primeros grados de primaria. Solo en Groenlandia, el Kalaallisut, que literalmente significa «en el camino del groenlandés», ha servido siempre como idioma principal de enseñanza para la escuela primaria. Sin embargo, incluso allí, la educación superior requiere fluidez en danés, y a menudo, en inglés. Estas dos últimas lenguas se hablan sobre todo en las grandes poblaciones de Groenlandia, aunque solo un 10% de los niños escolarizados son monolingües y hablan en danés. Igualmente en este territorio existe un grupo de nacionalistas groenlandeses que son monolingües y que rechazan el uso del danés. El Kalaallisut no está en peligro de desaparición, sobre todo gracias a los esfuerzos del Gobierno, que lo ha convertido en la actualidad en la única lengua oficial del país, y a su numerosa literatura nativa. Asimismo es interesante destacar un nuevo dialecto emergente groenlandés, procedente del danés, que es hablado por la población joven danesa que vive en la isla. Estos «nuevos daneses» que hablan con tonos y fonemas del Kalaallisut, dicen hacerlo para identificarse con Groenlandia y con la cultura groenlandesa.

Literatura

A mediados del siglo XIX, la literatura inuit era producto de la influencia de los misioneros cristianos que habían creado sistemas de escritura para el Inuktitut y el Yup’ik, y por lo tanto, se trataban básicamente de poemas e himnos de carácter religioso, aunque también existía literatura secular escrita en los dialectos regionales. El problema era que las diferencias dialectales eran tan grandes que difícilmente esta literatura podía ser compartida entre los distintos grupos inuit. Igualmente, se podría afirmar que el periodismo es, con toda probabilidad, la forma más importante de expresión literaria del pueblo inuit. En 1861, se empezó a publicar en Groenlandia el periódico Atuagagdlutit, el primero en lengua nativa escrito por un pueblo colonizado. Igualmente, en el siglo XIX y hasta 1903, los misioneros moravos de Nain (Labrador) publicaron el periódico Aglait Illunairnortut, probablemente el primero en idioma Inuktitut.

También cabe destacar que mucha de la tradición oral heredada del pasado ha sido recopilada por antropólogos, misioneros y otros «no nativos». Sin embargo, existen casos excepcionales de algunos escritores inuit que han hecho lo propio con las historias de sus antepasados, como los casos de Taamusi Qumaq (1914-1993), Peter Pitseolak (1902-1973) y Paul John (1928- ). Igualmente comentar que existe una pequeña producción de literatura novelada, sobre todo de escritores groenlandeses, como Mathias Storch (1883-1957), que fue el primero en escribir una novela en Kalaallisut (Sinnattugaq, 1914); Augo Lynge (1899-1959), quien escribió la segunda novela en lengua groenlandesa (Ukiut 300-ngornerat, 1931) o Maliârâq Vebæk (1917- ), que fue la primera mujer groenlandesa en escribir una novela (Búsime Nâpíneq, 1981). Dentro de este género literario, también destacan el escritor Iñupiaq Fred Bigjim (Plants, 1999) y el inuk canadiense Markoosie Patsauq (1942- ),3 por su novela Harpoon of the Hunter (1970).

Asimismo, cabe destacar a: Hans Lynge (1906-1988), dramaturgo, poeta y artista groenlandés; Mitiarjuk Attasie Nappaaluk (1931-2007), escritora e historiadora inuit de Nunavik, que escribió la primera novela en Inuttitut, Sanaaq, y una enciclopedia sobre la cultura tradicional inuit. Además colaboró con los misioneros católicos en un diccionario Inuttitut; y a Frederik Nielsen (1905-1991), profesor y escritor groenlandés, que destacó por sus novelas históricas como Tuumarsi (1934), con un alto contenido reivindicativo de los valores tradicionales inuit.

1. He omitido voluntariamente la cursiva en el alfabeto cirílico por una cuestión de visualización. Información proporcionada por el lingüista ruso y uno de mis dos profesores de Kalaallisut, Egor Antonov. Yupigestun, Inuktun, Inuktitut, Inughuaqtun significa «La lengua de las personas» (N. del A.).

2. Información facilitada por Egor Antonov.

3. Pamela R. Stern, Historical Dictionary of the Inuit, Historical Dictionaries of Peoples and Cultures n.º 2, The Scarecrow Press, Inc., Lanham, Maryland, 2004, págs. 97-98.

Los Inuit

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