Читать книгу Los Inuit - Francesc Bailón - Страница 17

Оглавление

V

Prehistoria Ártica y origen de los inuit

Si bien entre la comunidad científica no hay muchas divergencias para definir el camino que siguieron los primeros seres humanos procedentes de Asia, que cruzaron el puente helado de Beringia hasta llegar a América, sí que existen algunas discrepancias para delimitar la época en la que el continente americano fue poblado por primera vez. Aunque es cierto que las últimas investigaciones arqueológicas llevadas a cabo por la Universidad Estatal de San Petersburgo (Sankt-Peterburgskiy Gosudarstvenny Universitet) ponen de manifiesto que el Homo sapiens sapiens pudo haber sido capaz de subsistir durante un período glacial en el Ártico hace más de treinta mil años, todavía no estamos en condiciones de poder establecer con exactitud la datación de uno de los momentos más importantes de la prehistoria como fue la llegada de los primeros habitantes al continente americano. La arqueología ártica es lenta y dificultosa debido a que prácticamente solo se pueden realizar excavaciones durante los meses de verano, y ello ralentiza la obtención de resultados e interfiere en la investigación científica. Es probable que en un futuro, y gracias a los nuevos hallazgos arqueológicos y estudios genéticos realizados, debamos revisar no solo la información concerniente a la llegada de los primeros seres humanos a América1 sino también el proceso migratorio a lo largo de las regiones árticas, que además implicaría un nuevo debate acerca del origen de los inuit.

Según los datos que disponemos en la actualidad, podemos afirmar que los inuit son un pueblo relativamente reciente (1000 d. C.), sin embargo, son fruto de una serie de fases y variantes culturales que se remontan miles de años atrás, y cuyos procesos intrínsecos, en cierta manera, dieron lugar al desarrollo de los inuit actuales. Para conocer mejor sus orígenes, sin duda es necesario analizar, aunque sea brevemente, estos precedentes culturales que motivaron la aparición de este pueblo en las regiones árticas.

Prescindiendo de algunos períodos pertenecientes a la prehistoria americana (Tradición Paleoártica, Tradición Arcaica Nórdica, Tradición Aleutiana, Tradición Kodiak, etcétera), las culturas de Tradición Microlítica Ártica (ASTt) están consideradas, por la mayoría de expertos, como los antepasados de los inuit históricos.2 Por otra parte, se deberá tener en cuenta que las fechas que se indicarán a continuación son aproximadas; si bien es cierto que existen numerosas divergencias en el seno de la propia comunidad científica, aunque ciertamente dichas disconformidades no implican grandes variaciones significativas.3

La hipótesis más extendida, aunque como ya hemos visto no la única, es que los primeros pobladores de América llegaron a este continente, procedentes de Asia, a través de una vasta llanura seca llamada Beringia, en el estrecho de Bering. Aunque algunos científicos afirman que los primeros seres humanos pudieron llegar 20.000 años e incluso 35.000 años atrás,4 las únicas pruebas fidedignas indican que el continente americano fue habitado desde hace, al menos, trece mil años. Todavía hoy se desconoce exactamente cómo llegó a poblarse el Ártico. Se cree que hace unos 4.500 años fueron las culturas de los microlitos las primeras en establecerse en el Ártico americano. Según los investigadores, hubo dos períodos de calentamiento climático que permitieron la migración humana a través del Archipiélago canadiense y hasta lugares remotos y lejanos del Ártico. La primera fase migratoria se produjo entre el 2500-1500 a. C. y la segunda, entre el 900-1100 d. C.

Algunos arqueólogos opinan que los pueblos paleoesquimales, que eran los pobladores que permanecieron en el Ártico y de los cuales no se sabe con seguridad si fueron los antecesores de los inuit modernos, eran originarios de la región del mar de Bering y de la Siberia oriental. Ya habitaban Alaska desde hacía unos 4.500 años y se cree que llegaron al continente americano por mar en embarcaciones de pieles.5 Estos pueblos y sus variaciones culturales se conocen como culturas de Tradición Microlítica Ártica (2500-900 a. C.), y se caracterizan por la utilización de herramientas cortantes fabricadas con microlitos de cuarzo y sílex lascados de pequeño tamaño. Se han encontrado restos de esta cultura a lo largo del Ártico americano hasta Peary Land, en el norte de Groenlandia, donde se la conoce con el nombre de Independencia I (2050-1700 a. C.) Esta última estaba formada por no más de cien individuos que habitaron la región con el clima más extremo al que jamás el hombre haya conseguido sobrevivir. Las condiciones existentes eran de una precariedad absoluta y la vida de estas gentes estaba llena de privaciones. Acabaron desapareciendo a causa de un enfriamiento climático que aconteció hacia el 1700 a. C.

Los pueblos de la Tradición Microlítica Ártica cazaban bueyes almizcleros, caribúes, focas, morsas, osos polares, zorros árticos, liebres árticas y patos marinos. Debido a un enfriamiento climático que provocó el descenso del frente glacial del océano Ártico hacia el Sur, las poblaciones que estaban en el Ártico americano acabaron por replegarse.

Hace unos cuatro mil años apareció la cultura Pre-Dorset, perteneciente a las culturas de Tradición Microlítica Ártica. Se cree que se estableció en dos zonas principales: en las proximidades de la cuenca de Foxe en Canadá (entre la península de Melville e isla de Baffin), y en la costa sudoeste y este de Groenlandia (conocida allí como cultura Sarqaq o Saqqaq).

El pueblo Pre-Dorset era ya más comunitario y con una tecnología más avanzada. Cazaban caribúes, bueyes almizcleros, osos polares, morsas, narvales y ballenas beluga. Tallaban una piedra jabonosa, llamada esteatita, para fabricar las lámparas de aceite que les proporcionaban luz y calor a sus casas, y también les servían para cocinar y secar sus ropas. El combustible utilizado era el aceite obtenido de la grasa de los mamíferos marinos. Aunque no se han encontrado restos, se cree que el medio de transporte usado por mar era un tipo de embarcación de piel, y por tierra, pequeños trineos de madera (se han localizado restos de perros en los campamentos). Los materiales que empleaban para la construcción y fabricación de sus enseres eran la piedra, el hueso, el marfil, las pieles, las astas y, de forma ocasional, la madera. Cazaban a los animales con lanzas, arcos y flechas,6 y también con arpones. Se cree que en los alrededores de la cuenca de Foxe vivían entre mil y tres mil personas.

La cultura Sarqaq o Saqqaq (2250-950 a. C.)7 suponía pequeñas diferencias con la cultura Pre-Dorset que se desarrolló en el área canadiense. Fueron los primeros en poblar la zona sudoeste y este de Groenlandia. Cazaban básicamente caribúes y focas. Al igual que el resto de culturas de Tradición Microlítica Ártica, usaban el arco y la flecha, y probablemente, se extinguió debido a unas condiciones climáticas más adversas que empezaron hacia el 1700 a. C. y que dificultaron y endurecieron los medios de vida de este grupo.

La cultura Pre-Dorset dio paso a la cultura Dorset (800 a. C.-1400 d. C.). Esta se desarrolló básicamente en el Ártico central canadiense (cuenca de Foxe, península de Melville, estrecho de Hudson e isla de Baffin). Muchos arqueólogos han afirmado que se trata de la continuación de la cultura Pre-Dorset. De cualquier manera, parece ser que entre el 800 y el 500 a. C. se produce de nuevo un enfriamiento climático. A consecuencia de ello, la banquisa o capa de hielo que cubría el mar durante varios meses al año se volvió más gruesa y duradera. Esto implicó una adaptación nueva a un medio diferente y, consecuentemente, provocó una serie de cambios e innovaciones tecnológicas que tenían como único fin permitir el desarrollo y la continuidad de los Dorset.

Paralelamente, en la misma zona donde se estableció la cultura Independencia I, se desarrolló la cultura Independencia II (Peary Land, norte y noroeste de Groenlandia). Aunque cronológicamente es anterior a los Dorset, parece ser que presenta características comunes tanto de la cultura Pre-Dorset como de la cultura Dorset, así como también de su predecesora Independencia I. Apareció hacia el 1250 a. C. y se extinguió alrededor del 450 a. C.

En la cultura Dorset8 encontramos poblaciones pequeñas que estaban formadas por pocas familias. Usaban el kayak (o qajaq), embarcación de piel, como medio de transporte durante los meses de verano, y el trineo de 2 o 3 metros hecho de madera flotante a la deriva, que se encontraba en los ríos y en el mar, para el invierno. Curiosamente, a diferencia de sus predecesores, no tenían perros; por este motivo, los trineos eran arrastrados por las propias personas. Los Dorset poseían un equipo más adecuado para la caza y la pesca marina que los Pre-Dorset, por lo que existía un mayor aprovechamiento de los recursos marítimos. Las armas básicas eran el arpón y la lanza.

Resumen de las principales culturas de la prehistoria ártica


El igluvigak o iglugiap,9 conocidos también como iglúes10 de nieve, fueron ideados por los Dorset. Durante el invierno dormían en este tipo de construcciones sobre la banquisa de hielo, y probablemente, les habrían ayudado a pasar largos inviernos cazando focas a través de los agujeros de respiración que hacían los propios animales en el mar helado, o bien desplazándose hasta las polynyas para capturar los mamíferos marinos. Estas áreas de aguas abiertas o con poco hielo, que se encuentran cerca de la banquisa y donde hay abundante caza, proporcionaban muchas veces a los Dorset el alimento necesario para subsistir durante los meses más fríos y duros del año. Cuando llegaba el verano, se desplazaban a lugares siempre cerca del mar y allí instalaban sus tiendas de pieles.

Hacia el año 500 a. C. apareció una nueva construcción de un tamaño superior a las viviendas anteriores. Se trataba de edificaciones rectangulares de piedra con techos seguramente hechos de pieles, y que tenían hasta 40 m de largo por 7 m de ancho. Las viviendas se calentaban con madera procedente de la deriva y con lámparas de esteatita avivadas por el aceite de grasa de foca. Por los pocos esqueletos Dorset encontrados, se ha podido averiguar que pertenecían a la raza mongoloide ártica, y por lo tanto, estaban relacionados no solo con las gentes de la Tradición Microlítica Ártica sino también con los inuit actuales.

Las tallas Dorset constituyen la manifestación artística más desarrollada de la prehistoria ártica, junto con las obras de arte de las culturas Okvik (100 a. C.-700 d. C.) e Ipiutak en la zona del mar de Bering, contemporáneas ambas de la cultura Dorset. La mayoría de los arqueólogos coinciden en la siniestralidad decorativa de las tallas Dorset, además de su más que probable función mágico-chamanística. Muchos expertos piensan que el «Arte Dorset» es, ante todo, inquietante y enigmático.11 En 1979, un joven arqueólogo descubrió un omoplato de caribú, perteneciente a la cultura Dorset, que lo hizo estremecerse. En ambos lados de este hueso, habían sido grabados una serie de rostros humanos que expresaban, con la boca abierta, la agonía de un pueblo a consecuencia del frío.

La cultura Dorset consiguió expandirse hacia otras zonas desde el Ártico Central. En el 700 a. C. hubo una primera migración que llegó hasta la península del Labrador y, posteriormente, a Terranova, la cual estuvo poblada por los Dorset hasta el 500 d. C. En la zona del Alto Ártico se han encontrado restos arqueológicos que demuestran que hubo dos migraciones más y que fueron pobladas estas regiones a lo largo de los períodos comprendidos entre el 500 a. C. y el 100 d. C., y posteriormente del 500 al 1000 d. C. También hubo dos fases migratorias hacia Groenlandia (550 a. C. y 700 d. C., respectivamente). Se han encontrado restos de la cultura Dorset en la costa nordeste de Groenlandia y en Thule, Upernavik y bahía de Disko en el litoral oeste de la isla.

La cultura Dorset floreció coincidiendo con una fase de enfriamiento climático. Tuvieron una adaptación más acertada a las condiciones existentes que sus predecesores, a partir de las cuales se desarrollaron. Esto se refleja en el amplio territorio ocupado por los grupos Dorset y por las claras evidencias de un perfeccionamiento de la caza en invierno sobre la banquisa de hielo. Sin embargo, la expansión de una cultura procedente del Ártico occidental, denominada Thule, y el inicio de un período de calentamiento climático (900-1100 d. C.), acabaron por extinguir a unos Dorset condenados a su desaparición en poco más de trescientos años. No se sabe con certeza si fueron asimilados por los Thule o si bien estos los expulsaron de los territorios situados en el área de la cuenca de Foxe, en dirección este y sur. Se cree que las últimas poblaciones Dorset sobrevivieron en las zonas montañosas de Quebec y de Labrador hasta el 1400 d. C. Con la llegada de un clima más benigno se acortó el tiempo en que los Dorset podían cazar mamíferos marinos sobre la banquisa de hielo, y con ello desapareció la seguridad que habían tenido hasta entonces durante la mayor parte del año. Este fue uno de los factores determinantes que acabaron con sus más de dos mil años de existencia, y todavía hoy son recordados por diversos motivos.

En muchas de las leyendas inuit aparecen unos seres gigantes llamados Tuniit, que vivían en el Ártico y que han sido identificados como los Dorset, aunque otras hipótesis afirman que hacen referencia a los nórdicos. Los gigantes Tuniit cazaban el caribú y pescaban tanto en lagos como en ríos. Según cuentan esas mismas leyendas, eran muy buenos cazadores. Además de ser numerosos, eran tímidos y tranquilos. Aunque en líneas generales tuvieron una convivencia pacífica con los Thule, cuentan algunas historias que hubo confrontaciones entre ambos pueblos, a consecuencia de las cuales los Tuniit huyeron hacia nuevos territorios. A los Tuniit también se les conoce con el nombre de Sivullirmiut, que significa los «primeros habitantes». Algunos grupos inuit como los Ammassalimiut de la costa este de Groenlandia o los Sallirmiut de la isla de Southampton situada al norte de la bahía de Hudson, son descendientes directos de los Dorset aunque también recibieron influencias de la cultura Thule. Los Dorset fueron los primeros americanos que conocieron los europeos cuando los vikingos llegaron a América del Norte en el siglo X. Estos viajeros nórdicos les pusieron el nombre de Skræling (singular de Skrælingjar o Skrælingar).12

La cultura Thule tuvo sus orígenes en la región del estrecho de Bering y fue producto de la evolución de varias culturas aparecidas en Alaska y Siberia. Estas tenían características comunes, entre las que destacaban su gran dependencia de los recursos marítimos y, en consecuencia, la perfección de técnicas y útiles destinados a la caza de mamíferos marinos, especialmente de la ballena. Esto implicó que la población fuera más sedentaria y se concentrara en asentamientos con una densidad de población superior a anteriores grupos humanos.

Una de estas variantes culturales fue la Antigua Cultura Ballenera (1400-1300 a. C.), localizada en el cabo Krusentern (Kotzebue Sound). Posteriormente, en la zona costera de Alaska hasta la desembocadura del río Mackenzie en Canadá, se desarrolló la denominada Tradición Norton, que abarcaba tres fases culturales: Choris, Norton e Ipiutak, y que está considerada como el antepasado directo más antiguo de los inuit actuales. La cultura Choris (1200-500 a. C.), de la que se conoce bien poco, se desarrolló básicamente en el noroeste de Alaska. Se caracterizó por construir grandes casas ovaladas, además de cazar caribúes y mamíferos marinos y de usar la cerámica de estilo siberiano, herramientas de piedra tallada estilo Denbigh13 y útiles de piedra pulida. Por su parte, los Norton (500 a. C.-800 d. C.) reunían elementos de las culturas de Tradición Microlítica Ártica de las zonas de Siberia y sur de Alaska, y en algunos lugares subsistieron hasta hace unos mil años. Su base económica consistía en la captura de mamíferos marinos y la pesca de salmones en los ríos, aunque en los yacimientos del Sur (bahía de Bristol) se cree que también practicaban la caza del caribú. En esta zona se han encontrado restos de karigi o casas comunales y cerca de Nome incluso se han localizado restos arqueológicos de grandes poblados.

Mientras en la zona meridional de Alaska los Norton estuvieron hasta el 800 d. C., al norte del estrecho de Bering se dio paso a otra variante cultural conocida como Ipiutak (1-1200 d. C.). Esta es la cultura más asombrosa de la Tradición Norton, pues recibió ese nombre de un lugar cerca de Point Hope (Alaska) que contenía más de sesenta casas semisubterráneas y un cementerio. A diferencia de sus predecesores, los Ipiutak carecían, por poner dos ejemplos, de la cerámica y de las lámparas de aceite. Durante la primavera y el verano cazaban en mar abierto en sus embarcaciones de piel, y en otoño e invierno capturaban en el interior básicamente caribúes. Los Ipiutak destacaron por la sofisticación de sus enterramientos funerarios y también por su creación artística en la decoración y los grabados de objetos tales como estatuillas, máscaras, cabezas de arpón o empuñaduras. Algunas de las tallas elaboradas en marfil encontradas en las tumbas sugieren una vinculación con los estilos artísticos asiáticos.

Paralelamente, en la isla Saint Lawrence y en la península de Chukotka se desarrolló la Antigua Cultura del Mar de Bering (1-700 d. C.). Como afirma Robert McGhee (1941- ), un experto en el campo de los estudios Tuniit/Dorset y de la transición a la cultura Thule, la Antigua Cultura del Mar de Bering poseía una tecnología para cazar que le permitió desarrollar un modo de vida ejemplar entre las economías no agrícolas y no industriales del mundo. Sin duda, es la primera cultura donde se observan las técnicas que han permitido la subsistencia de los inuit en el Ártico. Por este motivo, muchos arqueólogos consideran que se trata de una manifestación temprana de la cultura Thule. Sus miembros tenían una economía abundante y segura, basada en la captura de morsas, focas, ballenas, caribúes y osos polares. Como medio de transporte usaban el kayak, los trineos con patines de madera y marfil (no se ha podido demostrar si usaban a los perros para tirar de ellos), y una especie de crampones para desplazarse por el mar helado. También utilizaban los umiaat (plural de umiak o umiaq), embarcaciones de piel de morsa o foca barbuda con una estructura de madera flotante o huesos de ballena que podían llegar a tener unos 9 m de largo. Estos botes eran conocidos igualmente como «el barco de las mujeres», ya que cuando realizaban viajes largos eran estas las que solían remar, mientras los hombres las seguían con sus kayaks. Además, son los inventores de los flotadores hechos con vejiga (sobre todo de foca) que se ataban en los arpones. Esto permitía no solo cansar a la presa cuando esta estaba herida sino también saber en todo momento dónde se encontraba, además de evitar que se perdiera en el fondo del mar. Usaban la pizarra pulida para hacer las puntas de proyectiles, los ulut o uluit (plural de ulu, cuchillo tradicional de la mujer) y otras herramientas cortantes. Asimismo, empleaban dardos para capturar pájaros y utilizaban gafas para protegerse de la nieve, agujas para coser, y anzuelos y arpones articulados para pescar y cazar. Vivían en casas semisubterráneas de madera procedente de la deriva con un techo construido con pieles. Según los restos encontrados en algunos yacimientos arqueológicos, todo hace pensar que se agrupaban en campamentos permanentes y que disponían de un cierto nivel de estratificación social, sobre todo gracias al aumento de la población como consecuencia de una economía estable.

La Antigua Cultura del Mar de Bering dio paso a una cultura todavía más rica llamada Punuk (600-1200 d. C.) que se desarrolló en ambas costas e islas del mar y del estrecho de Bering, incluyendo la isla Saint Lawrence. Su gran innovación tecnológica fue sin duda la cabeza de arpón que permitía la captura de grandes ballenas. El tamaño de los poblados era similar al de sus predecesores y las casas estaban hechas de madera flotante y huesos de ballena. Es posible que los Punuk se trasladasen al norte para cazar ballenas y otros mamíferos marinos en la costa noroccidental de Alaska durante un período de calentamiento climático (900-1100 d. C.).

Paralelamente en las costas del mar de Chukchi (Siberia y norte de Alaska), apareció una nueva variante de la Antigua Cultura del Mar de Bering, denominada Birnik o Birnirk (300-900 d. C.). Esta es considerada como una manifestación muy temprana de la tradición Thule, y por lo tanto forma parte de la continuidad cultural que derivó en los inuit contemporáneos. Los Birnik dependían, en mayor medida, de los mamíferos marinos que cazaban en mar abierto y en las polynyas e igualmente capturaban ballenas, una actividad que había desaparecido en la región durante cinco siglos. Vivían en casas semisubterráneas hechas de turba y madera flotante. No se sabe muy bien si en la costa norte de Alaska los Birnik se mezclaron o fueron sometidos por los Punuk. Lo que sí es seguro es que un grupo cuyos orígenes se encontraban en las fases Punuk y Birnik, especialmente la primera, emigró hacia el Este, cruzando el mar de Beaufort en grandes embarcaciones de pieles (umiaat) y en kayaks para establecerse en el Ártico canadiense, donde darían lugar a la denominada cultura Thule (1000-1800 d. C.). Más tarde se produciría una rápida expansión por todo el Ártico que fue desde la costa pacífica de Alaska hasta la costa este de Groenlandia. Se cree incluso que estas 2.600 millas que separan Point Barrow (Alaska) de Peary Land (Groenlandia) se cubrieron en poco menos de cien años.

A consecuencia del calentamiento climático (900-1100 d. C.) todo el ecosistema se desplazó hacia el Norte. Tanto el hielo marino como la escasez de alimentos, en determinadas épocas del año, que antes había frenado los desplazamientos de la población de este a oeste, y viceversa, ya no representaban ahora ningún impedimento serio. Se cree que durante este óptimo climático, la temperatura media anual aumentó casi 2º C. Pero el impacto ambiental fue tan brutal que el cinturón vegetal de Norteamérica se desplazó más de 80 km hacia el Norte. Este cambio meteorológico implicaba, además, la adaptación a unas nuevas condiciones de subsistencia y unas distintas reglas de supervivencia. Sin duda, durante este período se produjo la segunda gran migración humana del Gran Norte; la primera había sucedido años atrás, cuando las culturas de Tradición Microlítica Ártica poblaron el Ártico Central y Oriental (2500-1500 a. C.). Las causas de esta migración probablemente sean el aumento de la población en la zona de Alaska, un mar más libre de hielos (consecuencia directa de este calentamiento climático que permitiría seguir la migración de las ballenas) y un perfeccionamiento en las técnicas de caza de los mamíferos marinos. Se cree también que de forma simultánea hubo una segunda migración a menor escala y que pobló otras partes del Ártico.

Los Thule son los antecesores directos de los inuit modernos. Su expansión, acaecida hacia el año 1000 d. C., se produce no solo hacia el Este, sino también hacia el Sur, instalándose en las costas del mar de Bering y las Islas Aleutianas.14 Así, mientras grupos nómadas, formados por unas veinte personas, emigraban hacia el Ártico canadiense y Groenlandia, otras bandas tribales instalaban sus campamentos en aquellos lugares donde habían cazado ballenas, en las zonas de Point Hope y Point Barrow en Alaska. Gracias a la abundancia de caza, se produciría un aumento de población y una tendencia mayor a la sedentarización en estas áreas.

La cultura Thule poseía una sofisticada tecnología para la caza de mamíferos marinos. A consecuencia del cambio climático los Thule inventaron una técnica nueva para cazar en mar abierto, que consistió en arponear desde el umiak con el apoyo de un grupo de kayakistas. Gracias a esta técnica, los espléndidos cazadores Thule pudieron cazar las ballenas en tres estaciones del año: verano, otoño y primavera. Siguiendo la migración de estos cetáceos consiguieron llegar hasta el noroeste de Groenlandia. Además, el excedente alimenticio almacenado, obtenido seguramente como resultado de la caza de las ballenas boreales o groenlandesas (Balaena mysticetus), permitieron a los Thule pasar los terribles inviernos agrupados en grandes comunidades.

Aparte de la utilización del umiak y del kayak, también desarrollaron el trineo tirado por perros y perfeccionaron la tecnología en la fabricación de arpones de la cultura Dorset. Durante el invierno vivían en cálidas casas semi­subterráneas, dotadas con un largo túnel de entrada. La parte inferior de las paredes y el suelo eran de piedra, mientras que la parte superior de los muros y el techo eran de turba. Sobre este, colocaban un tejado cubierto de pieles y sostenido mediante huesos de mandíbulas y costillas de ballenas. El interior de estas viviendas se calentaba con lámparas de aceite. Acumulaban los excedentes alimenticios obtenidos en verano y los consumían durante el invierno, estación en la que no solían salir de caza. En primavera, y con la llegada de la época de deshielo, estas casas eran sustituidas por las tiendas de pieles.

Por otra parte, no solo cazaban ballenas sino también focas, caribúes, pájaros y pescaban salmones; siempre teniendo en cuenta la época del año en la que estaban. Si bien los primeros asentamientos fueron en las islas del estrecho de Bering, exhibiendo una confianza casi completa por los recursos marinos, en los últimos asentamientos Thule se demuestra una total confianza tanto en los recursos marinos como los terrestres. Sus útiles y herramientas incluían arpones equipados con flotadores hechos de vejiga de foca, ulut y cuchillos para la nieve, gafas para protegerse del sol, arcos y flechas, lámparas de esteatita (qullit, plural de qulleq o qulliq), etcétera.

Dentro de la historia de los Thule existen dos momentos importantes y trascendentales que, al menos en cierta forma, determinaron el desarrollo de algunos elementos culturales de este pueblo. En primer lugar, los Thule se encontraron en el Ártico Central y Oriental con los Dorset, a quienes probablemente aculturizaron y asimilaron hasta ser finalmente reemplazados. Sin embargo, aprendieron dos elementos básicos de la cultura de los Dorset; las técnicas de construcción de los iglúes de nieve y las lámparas de esteatita, que sustituyeron a las de cerámica que habían utilizado hasta entonces. En segundo lugar, hacia el 1200 d. C., se produjo una fase de enfriamiento que culminó con la denominada Pequeña Era Glacial o Pequeña Edad de Hielo (1650-1850 d. C.). Esto provocó que la banquisa helada se volviera más sólida y duradera, y alteró tanto el tipo como el número de animales que había en el Ártico (desaparecieron las grandes ballenas y se redujo considerablemente el número de morsas y ballenas beluga). Todo ello obligó a los Thule a modificar o abandonar los útiles y las técnicas heredadas para adaptarse a las exigencias que ofrecían los nuevos recursos locales. Solo los primeros Thule que llegaron al Labrador hacia el 1500 d. C. continuaron conservando los medios de subsistencia originarios de esta cultura, aunque fueron los últimos en hacerlo.

Tras la llegada de los Thule a Groenlandia (1100-1200 d. C.),15 se produjo, probablemente, sobre el año 1300 d. C., un contacto entre estos y los nórdicos, que habían llegado a la gran isla hacía poco más de tres siglos.16 Esta relación dio como resultado una variante cultural denominada Inugsuk, donde a los medios de subsistencia habituales de los Thule se añadían algunos elementos procedentes de los vikingos, tal como fueron el uso de instrumentos de hierro, un nuevo tipo de construcciones de casas y la momificación de los muertos en cuevas naturales. Los Inugsuk se establecieron en el sudoeste de Groenlandia y luego se expandieron por la costa este hasta llegar al norte de la isla.

La cultura Thule dio paso a la cultura Inuit histórica a partir del siglo XVIII, con una nueva adaptación a un clima todavía más frío. Sin embargo, este período de transición no fue ni mucho menos uniforme, y en algunos lugares se produjo un tiempo después.17

Los contactos iniciales con los europeos tuvieron lugar durante la fase de transición de la cultura Thule a los Inuit históricos, y lo que encontraron los primeros exploradores desde Alaska hasta Groenlandia fue sorprendente: en el Ártico norteamericano existía un pueblo que presentaba rasgos físicos comunes y una tradición oral y un idioma, en cierto modo, similares. En cambio, su cultura material y su base económica de subsistencia eran completamente diferentes a lo largo de los distintos ámbitos geográficos donde estaban ubicados. Las causas las encontramos en el enfriamiento climático que se produjo después del siglo XIII, lo que provocó que la gente Thule modificara su modo de existencia en una forma de vida dividida y representada por varios grupos inuit que tuvieron que adaptarse, individualmente, a la idiosincrasia que ofrecía el propio medio en el que vivieron.

1. En el mes de abril de 2013, se supo, gracias al trabajo de investigación liderado por Lutz Roewer, de La Charité – Universitätsmedizin de Berlín, y que ha contado con la participación del catedrático del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, Daniel Turbón, que en el primer poblamiento de América no hubo una sola migración sino entradas rápidas y largos períodos de aislamiento. De esta manera, los primeros pobladores del continente americano pudieron haber llegado en distintas migraciones, casi simultáneas, y desde diversas procedencias. Esta hipótesis, basada en los estudios genéticos realizados en las poblaciones nativas de América, vendría a rebatir la idea tradicional de que los primeros pobladores de este continente fueron los Clovis, un pueblo de cazadores que llegó procedente del nordeste de Asia hace unos 13.000 años y que tras cruzar el estrecho de Bering, se expandió por todo el territorio americano: http://paleorama.wordpress.com/2013/04/22/el-primer-poblamiento-de-america-fue-con-entradas-multiples-rapidas-y-con-largos-aislamientos/

2. También se cree que existía un grupo denominado eskaleutiano que reforzaría las teorías sobre el origen común entre los inuit y los Aleutianos (N. del A.).

3. Respecto a la prehistoria ártica, las fechas han sido tomadas del libro de David Damas (Editor) Handbook of North American Indians. Arctic. En esta obra se establece unos márgenes de error en la datación de las distintas fases culturales. Las culturas de Tradición Microlítica Ártica, Independencia I, Pre-Dorset y Saqqaq, oscilan ± 300 años en sus fechas. Las culturas Dorset, Independencia II, Antigua Cultura Ballenera, Choris, Norton, Ipiutak y Antigua Cultura del Mar de Bering, se establece un margen de error de ± 400 años. Finalmente, las culturas Birnik, Okvik, Punuk y Thule presentan ± 100 años en sus dataciones (N. del A.).

4. Algunos expertos también opinan que estos primeros seres humanos lograron llegar a América del Norte en dos oleadas migratorias. La primera pudo producirse entre 25.000 y 23.000 años atrás y la segunda, unos trece mil años después (N. del A.).

5. Se cree que hacia el 8.000 a. C, tras la última glaciación (o de Wisconsin), el hielo empezó a retirarse, el nivel de los mares subió y consecuentemente, desapareció el puente terrestre de Beringia (N. del A.).

6. Se cree que los pueblos paleosquimales empezaron a usar el arco y la flecha hacia el 1500 a. C. (N. del A.).

7. Investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad de Copenhague (Københavns Universitet) consiguieron, en el año 2010, secuenciar por primera vez en detalle el genoma de un ser humano que vivió hace cuatro mil años y que, seguramente, fue uno de los primeros habitantes de Groenlandia. Este hecho se consiguió mediante el análisis de unos mechones de pelo humano encontrados en Qeqertasussuk (costa oeste de la isla). Recuperando el 80% del genoma nuclear a partir de apenas dos gramos del cabello de un varón, los investigadores lograron reconstruir la imagen de un individuo perteneciente a la cultura Saqqaq y que los científicos han bautizado con el nombre de Inuk: www.nature.com/nature/journal/v463/n7282/full/nature08835.html.

8. La cultura Dorset se puede dividir en tres períodos: Dorset Temprano (800-300 a. C.), Dorset Medio (300 a. C.-500/600 d. C.) y Dorset Tardío (400/500-1400 d. C.). (N. del A.).

9. En esta obra, se ha utilizado el término igluvigak por ser el más común en el Inuktitut de Nunavut (Canadá). Sin embargo, también se conocen otras palabras según qué zonas que sirven para designar este mismo tipo de construcción, como por ejemplo: igluviak, igluvijaq o igluviguk (N. del A.).

10. El término iglu en el Inuktitut de Nunavut o illu en Kalaallisut (groenlandés), simplemente significa «casa» y no necesariamente hace referencia a un hábitat construido con hielo o nieve (N. del A.).

11. En este sentido, destacar los 170 petroglifos Dorset encontrados hasta la fecha en Qajartalik (isla de Qikertaaluk), cerca de la población de Kangirsujuaq (Nunavik). Se trata de uno de los yacimientos más importantes de la prehistoria ártica. Esas caras, grabadas en las rocas, siguen constituyendo una de las representaciones más enigmáticas que nos ha dejado este pueblo (N. del A.).

12. Cuando con posterioridad los vikingos llegaron hasta Vinland (zona del golfo de Saint Lawrence, Canadá), hacia el año 1000 d. C., utilizaron el nombre de Skræling para referirse a los Dorset y, en general, a los nativos de la zona. Más tarde, usaron este término para designar a los Thule (N. del A.).

13. El Denbigh Flint Complex (3000-1000 a. C.), es conocido en términos arqueológicos como complejo cultural de los Chukchi y de las regiones litorales del mar de Bering (Alaska). Pertenece taxonómicamente y temporalmente a las culturas de Tradición Microlítica Ártica. Muchos de los asentamientos se encuentran a lo largo de la costa, cerca de las áreas fluviales y en las zonas de tundra. Asimismo, se han hallado algunos establecimientos ubicados entre 50 y 250 km hacia el interior que presumiblemente se utilizaron durante el invierno, y se sabe que tenían casas semisubterráneas muy similares a las casas inuit históricamente conocidas (N. del A.).

14. La cultura actual de los Koniag procede precisamente de las interrelaciones existentes en aquella época entre los Thule de la península de Alaska y los habitantes de la costa del Pacífico (N. del A.).

15. El 9 octubre de 1972, dos cazadores inuit, los hermanos Hans y Jokum Grønvold, hicieron un gran descubrimiento arqueológico, ya que encontraron los cuerpos de ocho momias (seis mujeres y dos niños) en dos tumbas cerca del antiguo establecimiento costero de Qilakitsoq, en el área de Uummannaq (Groenlandia). Se trataba de los restos humanos mejor conservados descubiertos en el Ártico norteamericano hasta la fecha. Estas momias, pertenecientes a la cultura Thule, datan aproximadamente del 1475 d. C. ± 50 años (N. del A.).

16. Más información en el apartado correspondiente a los inuit del oeste de Groenlandia.

17. Es difícil establecer las líneas que separan ambas fases culturales. Normalmente, la mayoría de expertos no diferencian a ambos pueblos, considerándolos uno solo, pero más evolucionado en el caso de los Inuit históricos (N. del A.).

Los Inuit

Подняться наверх