Читать книгу Ana, ¿verdad? - Francisco Hinojosa - Страница 14

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–A ver, a ver, a ver: ¿no sabes lo que es un resbalagua?

–Sí, señora, un impermeable, acabo de enterarme.

–¡Un impermeable! ¿Dónde te enseñaron esa palabra?

–Sólo sé que todo el mundo les dice impermeables a los impermeables.

–¿Cómo te llamas?

–Ana –contestó con timidez.

–¡Ana! –gritaron los niños, que seguían muy extrañados con la presencia de la niña.

–¡Ana! –repitió la señora–. ¿Quién puede llamarse Ana?

–Así me llamo, se lo juro.

–No me gustan las mentiras. Para nada. Me caen mal las niñas que andan diciendo mentiras. En este momento llamamos por teléfono a tus papás para que vengan por ti. Y les diré que te traigan tu resbalagua y tu paragotas. Mira que salir a la calle así...

–Sí, señora, por favor, llámelos por teléfono. Yo sólo salí a la panadería a comprar...

Ana, ¿verdad?

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