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2.2 Vías centrales

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Las vías venosas centrales se reservan para aquellos casos en los que no resulta posible la canalización de una vía venosa periférica. Como principal ventaja presentan la rapidez con la que los fármacos administrados a través de ellas alcanzan la circulación central y se distribuyen hasta los órganos vitales, pero tienen el inconveniente de que requieren de una gran destreza, por lo que solo deben ser canalizadas por personal muy entrenado.

En ocasiones, para la canalización de las vías centrales es necesario interrumpir las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). De ahí, la necesidad de que dicha canalización se realice rápidamente, para que la interrupción tenga la menor duración posible. Además, esta necesidad de una rápida actuación, unida a las circunstancias en las que se lleva a cabo, motiva un mayor número de complicaciones.

Las vías venosas centrales recomendadas son los accesos de la yugular interna y la subclavia. La elección de una u otra vía dependerá de la destreza y experiencia de la persona que va a realizar la canalización.

Una alternativa a estas vías la constituye el acceso a la vena femoral. Tiene la ventaja frente a las opciones anteriormente citadas de que no precisa interrumpir las maniobras de RCP durante su canalización, si bien tiene la desventaja de que su localización resulta más difícil al no poder localizarse el pulso de la arteria femoral. Además, requiere de catéteres largos para poder alcanzar una posición supradiafragmática. Todo esto hace que sea un acceso poco utilizado en RCP.

Material necesario para accesos venosos centrales

El material necesario para los accesos a las venas centrales es común para las tres técnicas, y es el que a continuación se detalla:

 Solución antiséptica (povidona yodada).

 Guantes y bata estériles.

 Gasas y paños estériles.

 Anestésico local, jeringa y aguja para infiltrarlos.

 Catéter para canalización de la vía central.

 Jeringa de 10 ml.

 Sistema de infusión conectado a suero.

 Seda para sutura con aguja.


Material para acceso venoso central

Técnica de punción de la vena subclavia

Para la correcta realización de la punción de la vena subclavia deben seguirse los siguientes pasos:

1 Colocar al paciente en decúbito supino, en posición de Trendelenburg, con el brazo del lado de la punción extendido y pegado al cuerpo y con la cabeza rotada lateralmente en dirección contralateral.

2 Limpieza y desinfección de la zona de punción con la solución antiséptica (extendiéndola desde el centro hacia la periferia).

3 Colocación de un paño estéril sobre la zona de punción y utilización de guantes y bata estéril por parte del reanimador.

4 Infiltración con anestésico local de la zona y trayecto de punción.

5 Punción de 1 cm por debajo de la clavícula en la unión del tercio interno con el medio.

6 Una vez debajo de la clavícula, proceder a orientar la aguja en paralelo al plano frontal y avanzar en dirección al hueco supraesternal, aspirando continuamente con la jeringa.

7 Al observar la entrada de sangre venosa en la jeringa (hay que descartar que se trate de sangre de la arteria subclavia, que se diferencia por la presión de salida y por la coloración más roja), se procederá según el tipo de catéter.

8 Fijar el catéter.


Técnica de punción de la vena yugular interna

Esta técnica se desarrolla siguiendo los siguientes pasos:

1 Situar al paciente en decúbito supino a 15º en posición de Trendelenburg.

2 Proceder a la limpieza y desinfección de la zona de punción con la solución antiséptica.

3 Colocación de un paño estéril sobre la zona de punción y utilización de guantes y bata estéril por parte del reanimador.

4 Infiltración con anestésico local de la zona de punción.

5 Localizar mediante palpación el ángulo de vértice superior formado por los dos haces del músculo esternocleidomastoideo e introducir el trócar con el bisel hacia arriba por debajo de dicho vértice.

6 Una vez introducido el trócar, dirigirlo con un ángulo de 45º respecto al plano frontal hacia el punto medioclavicular e ir aspirando continuamente.

7 Cuando observemos la presencia de sangre en la jeringa, debemos proceder a retirarla, de manera que quede el trócar introducido en la vena. A continuación, se procederá a introducir el catéter y fijarlo.


Técnica de punción de la vena femoral

Para la correcta realización de esta técnica deben seguirse los siguientes pasos:

1 Colocar al paciente en decúbito supino, con el muslo en abducción y rotación externa.

2 Limpieza y desinfección de la zona de punción con la solución antiséptica (extendiéndola de forma rotatoria desde el centro hacia la periferia). Si es necesario, se deberá rasurar al paciente.

3 Colocación de un paño estéril sobre la zona de punción y utilización de guantes y bata estéril por parte del reanimador. Si es posible, también se debe utilizar gorro y mascarilla.

4 Localizaremos la arteria femoral a través del pulso de la misma. Si no late, procederemos a localizar el punto medio de la línea que se dirige desde la espina iliaca anterosuperior a la sínfisis del pubis.

5 Introducir la aguja, 1 cm por dentro y 3-4 cm por debajo del ligamento inguinal, con una inclinación de 45º respecto al plano cutáneo, siempre aspirando de forma continuada.

6 Proceder a introducir y fijar el catéter.


Complicaciones en las punciones de las vías centrales

Como principales complicaciones en las punciones de las vías centrales pueden destacarse las siguientes, por lo que se deberá estar atento a los factores de riesgo que puedan desencadenarlas:

 Punción arterial.

 Hematoma en el lugar de punción.

 Neumotórax.

 Hemotórax secundario a la punción de la arteria subclavia.

 Arritmias cardiacas por estimulación directa del endocardio con la guía o el catéter.

 Embolismo aéreo.

 Sepsis.


Recuerde

 Las vías venosas centrales solo deben ser canalizadas por personal muy entrenado. Deben canalizarse con rapidez, para interrumpir las maniobras de RCP el menor tiempo posible.

 Las vías centrales recomendadas son la yugular interna y la subclavia. La elección de una u otra dependerá de la experiencia de la persona que vaya a realizar la punción.

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