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2.1. Interpretación de planos
ОглавлениеUn plano es la representación gráfica, sobre una superficie plana –por lo general, de papel– de algo que deseamos dejar perfectamente determinado y documentado por medio de dibujo lineal.
Este “algo” representado en un plano puede referirse a infinidad de cosas, ya que realmente, todo lo que existe puede ser objeto de su representación por medio del dibujo lineal. Sin embargo, y a los efectos de la temática del presente módulo, consideraremos que el concepto de plano por antonomasia lo aplicamos a los relativos a la construcción.
Básicamente, el plano debe contener todos los datos necesarios para que queden fijados, con exactitud:
1 La forma del edificio –o construcción– que se reproduce.
2 Las medidas del mismo.
3 La situación de todos los elementos constructivos que intervienen en su realización y acabado, como cimentaciones, estructuras, pilares, huecos al exterior, plantas, vertientes del tejado, instalaciones complementarias, etc.
Importante
Una construcción no es otra cosa que un cuerpo en el espacio, asentado sólidamente en el terreno y determinado por las tres dimensiones tradicionales: longitud o largo, anchura o fondo y altura.
Una construcción no es otra cosa que un cuerpo en el espacio, asentado sólidamente en el terreno y determinado por las tres dimensiones tradicionales: longitud o largo, anchura o fondo y altura.
El volumen de un edificio debe reproducirse, en el papel, por medio de la combinación de magnitudes planas, lo que obliga a que la representación gráfica tenga que resolverse por lo menos con el concurso de dos planos complementarios. Uno de ellos, facilitará la visión aérea de la superficie ocupada, en lo que estarán incluidas todas las medidas de longitud y de anchura. Los de este tipo se llaman planos de plantas. El otro, que se denomina plano de alzada o de alzado, servirá para representar una dimensión constante, la altura, que es la básica, acompañada de una dimensión alternativa. Esta puede ser la longitud, o bien la anchura, según sean las caras del edificio representado.
Resumiendo, la planta es la representación plana de una superficie horizontal paralela al terreno, que conforma el área en donde asienta el edificio local, lo que en términos vulgares podría considerarse como el suelo, y que no es otra cosa que la base de la construcción.
Un plano de planta señala los límites perimetrales, e indica con precisión el contorno y el grosor, no solo de los muros exteriores, sino el de los tabiques divisorios internos, señala la situación de pilares, puertas y ventanas, así como la presencia de cualquier otro elemento constructivo.
Por su parte, los planos de alzado representan las superficies verticales, perpendiculares al suelo, que hay en una construcción. Entre otras cosas, tienen la utilidad de indicar las medidas en altura de todos los elementos que intervienen en la obra, tales como rodapiés, zócalos, paredes, escalones, cambios de nivel, alféizares de ventanas, dinteles de puertas y ventanas, cielos rasos, etc.
Nota
Por lo general, cada proyecto requiere el diseño como mínimo de un plano de planta y de un cierto número de planos de alzado.
Se comprende fácilmente esta diferencia, si pensamos que una construcción es un poliedro, compuesto por una base horizontal (la planta), y varias caras verticales, correspondientes a las fachadas. En la mayoría de los casos, geométricamente considerada, la casa es un cubo y, por lo tanto, las fachadas son cuatro.
Entre las cuatro fachadas, cada una de las cuales da origen a un alzado particular, hay siempre una que representa la cara principal del edificio que se llama entonces fachada principal o simplemente fachada, que incluye la puerta de acceso que comunica la construcción con el exterior.
Corrientemente incluyen las cuatro fachadas en un solo plano, con el título genérico de alzados. Las denominaciones particularizadas de cada fachada acostumbran a ser:
1 Alzado frontal, el que reproduce el frente del edificio, o sea, la fachada principal. Cualquier plano de alzado que lleve una de estas tres indicaciones, se refiere a la cara anterior de la construcción reproducida, cuya característica fundamental es la de contener la puerta de entrada.
2 Alzado fondo o fachada posterior, cuando representa la cara opuesta al frente.
3 Las dos fachadas situadas a ambos costados, que unen la fachada principal con la posterior y completan el cuerpo del edificio se denominan respectivamente alzado lateral derecho y alzado lateral izquierdo, teniendo en cuenta que los términos derecha e izquierda corresponden a los de la propia construcción contemplada desde la fachada frontal.
Nota
Los planos llevan siempre un texto explicativo, en la portada, que se refiere al contenido, de manera que cuando se tiene uno de ellos por primera vez entre las manos, no quepa la menor duda de lo que desarrolla el dibujo.
En la actualidad, se advierte la tendencia de sustituir los términos que acabamos de citar por las denominaciones basadas en la orientación de dichas fachadas con respecto al polo magnético, dándoles el nombre de los cuatro puntos cardinales. En estos planos se descubre enseguida la presencia de un signo que representa una flecha más o menos estilizada, con la letra N en la punta, que indica la situación del edificio con referencia al norte geográfico.
El dato permite conocer la orientación del edificio, lo que resulta interesante para saber cuál será la parte de la construcción que recibirá con mayor fuerza la insolación y proceder al reparto de las zonas o sectores interiores, para aprovechar o rehuir las consecuencias del soleamiento. También sirve este dato para saber cuáles serán las partes del edificio que estarán más protegidas de los vientos fríos del lugar.
Existe una gran libertad de diseño en la interpretación del símbolo que se utiliza para fijar la orientación de un plano.
Es interesante saber que, en los planos con indicador de orientación geográfica, los nombres de las cuatro fachadas del edificio suelen acomodarse a los de los cuatro puntos cardinales, de acuerdo con sus situaciones respectivas y, por lo tanto, se prescinde de las denominaciones convencionales, que son las mencionadas anteriormente.
Para el lector de planos, es suficiente atenerse a la denominación original. No obstante, si se desea efectuar una trasposición para mantener los términos tradicionales, el cambio será muy fácil a partir de la determinación de cuál es la fachada principal. Normalmente, se considera como frente o fachada de una construcción a aquella en donde está la entrada de acceso principal.
Al hablar de los planos de alzado, suele asociarse tal imagen a la de los planos de fachadas de la casa, esto es, a la representación gráfica de las cuatro caras –o más– que tiene la construcción objeto de la reproducción delineada. Y así es, efectivamente, en la mayoría de los casos. Los alzados corresponden, corrientemente, a las fachadas de un edificio, y sirven para presentar el diseño, conformación y medidas proporcionalmente exactas de las caras externas. En resumen: los alzados se corresponden con la cara arquitectónica de la construcción.
Sin embargo, existe otro tipo de planos de alzado, los de paredes interiores. Estos se corresponden con los paramentos de locales y habitaciones.
Por lo general, se utilizan para proyectos decorativos, ya que estos planos de alzados son los que utilizan los decoradores e interioristas para presentar sus proyectos y llevarlos a la práctica, así como para planificar la instalación de servicios, tales como empotrados de líneas eléctricas, tendido de redes musicales y telefónicas, situación de las tuberías para calefacción central, o de colectores para la conducción de aire climatizado, etc.
Los planos de planta son utilizados por arquitectos, ingenieros, aparejadores, constructores, instaladores, etc., y en la mayoría de los casos se incluirán en los planos de planta detalles constructivos, de estructuración de espacios, de distribución de elementos complementarios, del mobiliario o de las instalaciones.
Merecen especial atención los planos que se conocen con el nombre de corte de sección, complementarios de los planos de planta y de alzado. Estos últimos son los que fundamentalmente determinan las formas y las medidas de un proyecto, mientras que las secciones completan el conjunto del mismo al proporcionar una serie de datos particulares relativos a elementos que, por una u otra causa, no aparecen o están confusamente delimitados en los planos generales de planta y alzado.
Los llamados cortes en sección o secciones se delinean a partir de unos supuestos cortes realizados longitudinal o transversalmente en la habitación o edificio, para dividirlos en dos planos geométricos perpendiculares a la planta y paralelos a las paredes.
En realidad, al tratar de explicar lo que son los cortes en sección, no debemos perder de vista el hecho de que, en cierta forma, los planos de planta corresponden a un corte en sección paralelo al suelo y por encima del mismo. Debemos insistir en este tema, porque es un concepto básico que ha de quedar bien claro para poder entender lo necesario para la lectura de planos e inter-pretación de los mismos.
Un ejemplo claro para el entendimiento de este punto se encuentra en la representación en los planos de planta de las ventanas, que obviamente nunca nacen a ras de suelo y, sin embargo, en todos los planos de planta aparecen representados los huecos al exterior de las ventanas. Además, es norma general que en estos planos de planta aparezcan representados los elementos que componen las instalaciones sanitarias (baño, bidé, ducha, inodoro, etc.), los que integran la cocina (armarios bajeros, fregaderos, fuegos, encimeras, etc.) y el mobiliario de dormitorios, comedor, sala de estar, etc. para ver los espacios de circulación y libres en las distintas dependencias.
Recuerde
Los cortes de sección proporcionan una serie de datos particulares relativos a elementos que, por una u otra causa, no aparecen o están confusamente delimitados en los planos generales de planta y alzado.
Por todo lo expuesto, hemos de decir que un plano de planta no se representa a ras de suelo sino por encima de los alféizares de las ventanas, actuando de forma imaginaria, como si se hubiera seccionado la casa por medio de un corte, capaz de dividir el edificio en dos partes desiguales, separadas entre sí por un plano geométrico horizontal que alcance y englobe todas las aberturas o huecos al exterior.
En la documentación gráfica mínima de un proyecto han de incluirse, además de los planos de planta y alzado, las secciones. Estos planos no son más que cortes imaginarios longitudinales y/o transversales de la edificación representados mediante los alzados de estos cortes realizados en sentido vertical. Así, como hemos dicho, las secciones sirven de complemento al conjunto formado por los planos de planta y de alzado, al aportar detalles que estos últimos no llevan reflejados.
Para la denominación de las secciones en principio se denomina sección transversal a la que surge por un corte imaginario a lo ancho del edificio, o sea, paralelo a la fachada principal del mismo, mientras que la sección longitudinal será aquella en la que el corte se produzca de forma perpendicular a la propia fachada. En la práctica, suelen omitirse ambos nombres y tanto las secciones longitudinales como las transversales se acostumbran a llamar por medio de dos letras mayúsculas repetidas o dos dígitos consecutivos (Sección A-A o Sección 1-1).
Sabemos que un corte en sección se adjudica, de forma imaginaria, a un supuesto tajo dado al edificio que lo divide en dos partes, limitadas por un plano geométrico vertical, y que este corte puede ser transversal o longitudinal.
Como es lógico, un edificio no es siempre simétrico, y aunque lo fuese, la distribución interior que quedará al descubierto en la sección será cambiante, es decir, no será igual si el corte ha sido realizado en un punto o en otro.
Entonces, hay que indicar en el plano de planta el lugar exacto al que corresponde el alzado en sección mediante el marcado de la nomenclatura dada a la sección y unas flechas que indiquen la posición del observador en la sección sobre una línea de trazos y puntos.
Recuerde
Las secciones pueden ser longitudinales o transversales, aunque en la práctica suelen omitirse ambos nombres.
En cada proyecto se incluirán las secciones que se consideren necesarias para la correcta comprensión por parte de quien tenga que trabajar con la documentación gráfica. El número de secciones, por lo tanto, dependerá enteramente del proyectista. Aun no existiendo expresamente regla o norma alguna para la posición de los cortes, se da por supuesto que estos han de realizarse por aquellas partes de la edificación que precisan una mayor aclaración, de acuerdo con los elementos que comprende y que interesa detallar, dejando una representación clara y completa. Es habitual el empleo de líneas quebradas en la representación de las secciones, de forma que en estas se recojan el mayor número de puntos singulares a detallar como huecos, escaleras, cambios de altura, etc.
Un proyecto, para poder considerarlo completo, deberá contener una serie de planos referidos a detalles de importancia para la correcta ejecución de la obra pero que su inclusión en un plano general harían confusa la lectura de este, aparte de que muchas veces requieren ser tratados a mayor tamaño, para ampliar de esta forma la efectividad del gráfico.
En términos generales, un proyecto completo debe disponer de un conjunto de planos que comprenda, como mínimo:
1 Planos de planta, tantos como diferentes existan.
2 Planos de alzado, tantos como fachadas tenga el edificio.
3 Un número, a determinar por el proyectista, de secciones.
4 La cantidad de planos de detalle que sea conveniente en cada caso para facilitar la comprensión de la obra.
Nota
De lo que se trata es de que, con el manejo de cualquiera de los planos que conforman el proyecto, se perciba sin la más mínima duda la obra que comprende, tal y como su autor la haya ideado.
Debemos partir del supuesto de que no es difícil leer e interpretar correctamente un plano. Será suficiente con proponérselo, poner interés en la operación y poseer un mínimo sentido común. De hecho, suele ser suficiente con un breve aprendizaje, que han de pasar todos los profesionales de este campo.
Lo fundamental en un plano es la exposición clara de todas las medidas relativas a cuantos elementos intervienen en su composición, refiriéndose tanto a los elementos particularmente como al conjunto en el que se integran. Únicamente, el conocimiento de todas las medidas es lo que puede hacer viable la conversión de un proyecto establecido en la documentación gráfica que lo compone, en una obra natural y auténtica. Hay que recordar que un plano es la representación dibujada, a tamaño proporcional, del proyecto de una obra por realizar, o un documento que refleja una obra ya realizada.
Un plano debidamente acotado no ofrece el menor problema en cuanto a la comprensión de las medidas expuestas gráficamente. Las líneas de cota y las cifras de cota, aquellas indicando la extensión de un elemento y de todas y cada una de sus partes, y estas últimas señalando su valor real, son suficientes datos. La dificultad en la interpretación de las medidas comenzará en el mismo momento en que el plano se hace mudo.
Sin embargo, es posible leer estas cotas valiéndonos únicamente del dibujo que se nos muestra en el plano, ya que este no solo representa la forma y disposición exacta de las plantas, fachadas, etc., sino también las dimensiones reales totales y parciales de los elementos representados.
Esto quiere decir que los distintos paramentos que componen una edificación se dibujan de acuerdo al espesor y longitud real que tienen o tendrán.
Como es lógico, si el tamaño de los planos fuese el mismo que el de los edificios que representan sería casi imposible su delineación y su manejo posterior. Es por esto que los planos se reflejan respetando fielmente las medidas reales pero, proporcionalmente, un determinado de número de veces más pequeñas.
Por lo tanto, sabiendo la escala gráfica de un plano y una cota real del elemento representado en el mismo, podemos obtener todas y cada una de las medidas que necesitemos del mismo mediante medición directa en el documento gráfico con escalimetro, regla, escalas graficas, etc., y una serie de fáciles operaciones matemáticas que nos traspasen la medida realizada directamente a la medida real.
En construcción, es habitual el empleo de distintos tipos de escalas:
1 Escala natural. Quiere decir que las dimensiones representadas son naturales, es decir, 1 a 1. Este tipo de escala se emplea en elementos de escasas dimensiones.
2 Escala de ampliación. En ocasiones, es conveniente representar un elemento aumentando las dimensiones del mismo debido a su pequeño tamaño.
3 Escala de reducción. Son las más empleadas en construcción. En este tipo de escalas, la dimensión real se reduce un cierto número de veces. Las reducciones que pueden hacerse pueden ser infinitas, por lo que se recurre siempre a normalizar su uso con el empleo de escalas normalizadas.