Читать книгу Transformate en el dueño de tus finanzas - Franco Ezequiel Torres - Страница 5

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INTRODUCCIÓN

¡Vivimos dormidos!, llegó la hora de despertar y tomar conciencia de que si tu trabajo, autoempleo o emprendimiento es tu única fuente de ingresos, estás a un solo paso de la pobreza financiera.

Por más alto que creas que son tus ingresos, si solo provienen de una fuente, tienes dos opciones:

1. Comenzar a invertir y diversificar tus fuentes de ingresos para evitar la bancarrota.

2. (Si crees en los santos) ponles todas las velitas que puedas y rézale todas las noches a esa fuente de ingresos para que nunca te falte.

El consejo del sistema

“Ve a la escuela, gradúate y así conseguirás un buen empleo, forma una hermosa familia y trabaja hasta tu edad de retiro”.

Este consejo seguro te resulta conocido, ya que se repite por generación en generación, de familia a familia en cualquier parte del mundo. Pero… Lo que en realidad te quieren decir es lo siguiente:

“Ve a la escuela, saca buenas calificaciones, así eres aceptado por la universidad, sacrifica tus mejores años estudiando una carrera y así luego, cuando ya hayas gastado 18 años (o más) en tus estudios, estarás muy bien formado para ser un buen empleado dependiente. Luego consigue una pareja y ten hijos por favor, así de esta manera tú tendrás la mente lo suficientemente ocupada/agotada como para darte cuenta de la prisión en que vives. Trabaja duro en tu empleo y tu recompensa será un salario a fin de mes que ni siquiera te pertenece porque el salario hoy está, pero mañana no sabemos”. Posdata: no te olvides de ser agradecido con esas limosnas porque por lo menos tienes trabajo.

Este consejo es el significado de éxito que cabe en la cabeza de una persona pobre. ¿Obtener un título? Con un poco de disciplina, si honestamente te apasiona lo que vas a estudiar, sin dudas vas a alcanzar ese objetivo, pero ese no puede ser tu propósito de vida. ¿Conseguir un empleo? ¿Formar una familia? Estas cosas son muy fáciles de conseguir. Si no tiene ningún problema de salud puntual, cualquier persona promedio es capaz de conseguirlo. Tus sueños no pueden ser promedios, solo tenemos una oportunidad en esta vida para perseguir sueños promedios. Mi significado de éxito es trascender, lograr crear algo, aprovechar el efímero tiempo en la vida para dejar una marca en el mundo, convertir realmente tu vida en una fuente de inspiración para que muchas personas se beneficien de eso y logren desarrollar su mejor versión. Para poder lograr eso, no puedes ser una persona promedio, tienes que ser alguien extraordinario.

Si simplemente aceptas el consejo que te da una persona promedio sobre el éxito y si lo cumples a rajatabla, estarás construyendo tu propia prisión. Trabajarás por más de 40 años pagando los más altos impuestos, dependiendo de una sola fuente de ingresos y tu única esperanza para salir de esa cárcel será la jubilación. Lamento informarte que, cuando ese momento llegue, te darás cuenta de que tus energías están agotadas, tus ingresos son miserables, comenzarás a tener más tiempo libre, por lo que ahora sí podrás pensar, despertar y darte cuenta de que fuiste engañado, que realmente ese consejo que aceptaste sin cuestionar en tu inocente adolescencia hizo que no pudieras explotar al máximo tus capacidades. Viviste engañado y sin poder disfrutar al máximo de todas las hermosas aventuras y experiencias que tiene este mundo para que logres explorarlo. Cuando llegues a jubilado, con una lágrima en los ojos, pensarás en todo el tiempo perdido, te preguntarás: ¿en qué gasté mi vida? Porque sin lugar a dudas trabajaste durísimo, pero sin construir absolutamente nada porque hay una gran diferencia entre trabajar duro y trabajar duro con un sentido. En ese preciso momento en el que dispongas de más tiempo para filosofar contigo mismo, te darás cuenta de que regalaste todo tu esfuerzo y los mejores años de tu vida a cambio de una limosna estatal llamada jubilación. No puedes hacer nada al respecto porque no existe segunda oportunidad. Como dice el filósofo Michel de Montaigne, “nos enseñan a vivir cuando la vida ya ha pasado”.

No estoy en contra de formar una familia o de obtener un título universitario, pero soy un convencido de que vinimos a este mundo con un propósito mucho más importante que solo trabajar, pagar impuestos, formar una familia y gastar 5/6 días de la semana para otros y así poder tener “libertad” un solo día de la semana para nosotros (el famoso y tan anhelado franco). Sin lugar a dudas ese es el peor negocio que puedes hacer con tu vida, cambiar 6 días de tu semana, ¿a cambio de qué? ¿Qué estamos obteniendo como resultado? Yo vivía atrapado en ese sistema, pero por perseverancia y curiosidad pude salir, por lo que no puedo quedarme callado y ver cómo millones de personas viven dormidas y atrapadas en ese infierno. Esa es mi principal motivación en invertir mi tiempo en hacer este libro. Somos libres y además los únicos seres vivos del planeta que hasta cierto punto podemos darle un sentido a nuestra vida.

Imaginemos un día normal de una persona promedio. Arrancaría su día más cansado de lo que estaba la noche anterior con un horrible despertador que lo obliga a salir de la cama entre las 6:00 y 7:00 a. m. para ir a un trabajo el cual realmente no disfruta ni le apasiona, pero sus ingresos dependen de él. Ahí comienza una negociación interna para ver si vale la pena despertarse a desayunar o utilizar esos 25 minutos para dormir un poquito más y generalmente opta por la segunda opción y en consecuencia termina desayunando cualquier basura durante la mañana. Esa persona se dirige hacia su trabajo imaginando la increíble siesta que se dormiría al regresar a su casa cuando logre salir del trabajo. Lamentablemente al salir de su trabajo lo espera un interminable tráfico de regreso hasta que por fin, luego de una agotadora jornada, regresa a su casa. Come lo primero que encuentra, ya que se encuentra agotado para cocinar algo saludable, y luego da un salto a la cama para descansar unas horitas. Al levantarse de su siesta llega la hora de unos mates o un café mientras piensa cómo poder cumplir con las cuentas impagas. Luego realiza unos cuantos quehaceres del hogar, hasta que se hace la hora de la cena mientras se intoxica con el noticiero. Luego se dirige a la cama para ver televisión/Netflix hasta quedar dormido. Y así repetir ese día sucesivamente 6 veces hasta que llegue su día libre y poder celebrarlo emborrachándose con sus amigos. Y así repetir esa semana hasta la edad de su jubilación.

Este ejemplo es tan real que duele y hasta incluso nos hace formular inconscientemente la bendita pregunta: ¿qué estamos construyendo? Una persona que vive una vida así o parecida carece de la motivación para cuidar lo que realmente importa que es nuestra salud tanto física como mental y disfrutar de nuestra familia. La persona promedio no cuida su alimentación, no entrena su cuerpo, no entrena su mente con educación, no persigue un objetivo claro y vive atrapado en una vida miserable, ¿a cambio de qué? ¿Por qué una persona es capaz de adoptar esos hábitos destructivos? ¿Por qué una persona repite esa secuencia de días hasta la edad de su jubilación? No logro entender esas actitudes porque a cambio no obtienen ninguna recompensa, ni siquiera poseen el dinero suficiente para tomar un avión hacia el país más limítrofe y poder disfrutar de una aventura. Quizás parezca exagerado el ejemplo, pero es real, muchas personas viven atrapadas en esta burbuja y no se lo merecen. El objetivo de este libro es brindar herramientas y conocimiento a todas las personas que quisieran de una vez comenzar a ser las dueñas de su vida. Inicie este libro con la afirmación: ¡vivimos dormidos! Pero tranquilos, llego la hora del despertar.

Tengo una teoría muy íntima y personal que siempre da vuelta inevitablemente en mi cabeza. Puede sonar a conspiración o locuras mías simplemente, pero cada vez la creo más posible y es la siguiente. En el sistema educativo no nos enseñan nada de educación financiera para mantenernos esclavos y dependientes al dinero trabajando duro por él, y tampoco nos enseñan nada de educación sexual. ¿Será para que caigamos en la trampa de tener hijos a edades tempranas, mantenernos mentalmente muy agotados y así aumentar el número de probabilidades de que permanezcamos dormidos sin cuestionar nada hasta nuestro retiro? No estoy en contra de formar una familia ni de tener hijos, repito, simplemente mi mente está configurada para cuestionar absolutamente todo y esto es simplemente una observación personal, conclusiones que se afianzan cada vez más en mi mente cuando veo que a los meses de nacer un nuevo bebé los padres se separan, ya que en realidad no se amaban y ahora se encuentran completamente amarrados. También cuando veo que mi mamá, hermanos, tíos, familiares y amigos que siguieron el tradicional consejo de ir al colegio, conseguir un empleo, y muchos de ellos con un título universitario, se encuentran literalmente sufriendo por la llegada de un nuevo mes y que ingrese urgentemente su nuevo cheque de salario.

Cuando una persona no sabe absolutamente nada sobre finanzas, termina vendiendo su tiempo a muy bajo precio a quienes sí saben sobre finanzas, para poder obtener un salario.

Tener educación financiera cada vez se vuelve más indispensable en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados destruyendo los trabajos físicos, reemplazándolos por trabajos de inteligencia.

Jack Ma, fundador de Alibaba y uno de los hombres más ricos de la tierra, cree que los robots destruirán en la siguiente década más de 800 millones de empleos. Si tienes la suerte (o mala suerte) de no perder tu trabajo en la siguiente década, si hay algo de lo que no podrás salvarte es de la ley económica de oferta y demanda. Los salarios seguirán bajando, ya que cada vez habrá más gente buscando menos empleos.

La educación financiera debe ir acompañada de una mentalidad filosófica que cuestione todo lo que ve y escucha en un mundo lleno de falacias sobre el dinero. En este mundo todas las personas creen poseer la verdad y con sus mejores intenciones intentan ayudarte. Tus padres y personas cercanas cuando te dan el consejo de “gradúate y consigue un buen empleo”, sin dudas están diciéndolo con la mejor intención, creyendo que te están ayudando, y es ahí cuando más debes refugiarte en tu mente rica y filosófica para distinguir entre un buen consejo o un mal consejo.

Si no aprendes a cuestionar lo que ves, lees o escuchas puedes pagar muy caro el precio. Al igual que el jubilado que siguió al pie de la letra los consejos y le robaron los mejores años de su vida.

A lo largo de todo este libro voy a tratar de dar lo mejor de mí, transmitir mi experiencia y conocimientos, pero quiero pedirte, querido lector, que no lo tomes como una verdad absoluta, tómate el tiempo cada vez que lo necesites de detener la lectura y cuestionar con tu mente filosófica lo leído. No quiero que las personas piensen como yo, simplemente quiero que piensen.

El objetivo principal de este libro es desarrollar tu mente crítica, y el segundo objetivo es brindarte las herramientas para que puedas salir de la prisión a la que te han sometido y también, si eres emprendedor o dueño de negocio pequeño, para que puedas llevar tu negocio a tu próximo nivel.

Wallace Wattles, en su libro La ciencia de hacerse rico, explica la existencia de una ley natural que rige en el planeta Tierra que nos dice que a iguales causas se producen los mismos efectos. Por lo que, trasladado al mundo de las finanzas, si una persona adopta los mismos hábitos que tuvieron y tienen las personas a las que les va bien financieramente hablando (siempre hablando de una riqueza legítima) sin lugar a dudas van a obtener los mismos resultados.

Transformate en el dueño de tus finanzas

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