Читать книгу La edad de la indecencia - Gabriel Di Leone - Страница 9

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oh, hemingway, tu tigre ha dado

que hablar

Más que nieve / lectores escritores

o aprendices degollados de un zarpazo.

Tú sabes,

hay que negarse a escribir para cierta gente

en

cambio sí de cosas inmediatamente

incomprensibles,

así de aquel amigo

que me gustaría estuviera verlo

desear conversar un post coito con la

de Liniers,

recordar o intentarlo /su pulso con la

20, el reel

realista trabajoso de corvina

o

disfrutar del mismísimo olvido

:fiesta,

tú dijeras

nada de palabras como

fascismo, destierro,

biexiliados,

como quiera se

llamen

los vueltos que no

lograron quedarse,

algo falla en tu escritura

:este tipo

-aunque tal vez

haya perdido

el arte de conversar

no beba ron

ni aguante

una caminata de veras-

este tipo

merece entreleer que ya no quedan peces en

el Golfo de México / para los pescadores

artesanales

y más: que México no

es dueña de golfo alguno y nada

tiene él que hacer

en esa ciudad temblona

hundiéndose

bajo dosel de smog

:un día tendrá un ataque

de poesía o de algo y

saldrá a cazar sobre

aquel techo negro

hasta morir de

gangrena o fastidio

:nadie

se explicará

qué hacía un hincha de

Peñarol

a tal altura.

(tus

campanas, oh, Hemingway

han,

La edad de la indecencia

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