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CAPÍTULO I

Recorrido de la investigación y actualización biográfica

Andrea Oliva

En todo trabajo de investigación, en la búsqueda de información se abre un abanico de temas y posibilidades que se despliegan con otras fuentes para seguir indagando.

Así fue que estudiando las modalidades de la intervención profe­sional del Trabajo Social tuve que reconstruir sus orígenes a partir de identificar el espacio ocupacional en Argentina.

Con ese objetivo indagar en la conformación de organismos esta­tales, es inconfundible su relación con la emergencia de la clase tra­bajadora y, por lo tanto, de la llamada cuestión social argentina.

El papel de Emilio Coni es clave en la modalidad de financiamien­to público, proveyendo además un nutrido registro de informaciones en sus numerosas publicaciones. Es a partir de sus textos que Gabriela de L. de Coni aparece en el trayecto de la investigación, indagando en las fuentes de principios de siglo XX, las instituciones e intervenciones anteriores a la creación de la primer carrera de Visitadoras Sociales de Higiene, que se produce en 1924 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Ese trabajo correspondió a la tesis de doctorado finalizada en 2005.

Luego, intentando completar información antes de su publica­ción, me comunico por primera vez con Graciela Tejero Coni, que como feminista, historiadora y pariente de Gabriela me alienta en la publicación del texto, dando su apoyo y comenzando desde en­tonces un intercambio.

En 2007 se edita Trabajo Social y Lucha de Clases. Análisis de las mo­dalidades de intervención en Argentina, en cuyo texto se incluyen algu­nas referencias biográficas y citas de Gabriela. En ese momento de la exposición de la investigación, en un marco temático más amplio me detuve en mostrar las finalidades de sus visitas, algunas de sus propues­tas y el papel que había cumplido en defensa de la clase trabajadora.

Luego, comenzó una búsqueda de información durante años, pero siempre en medio de urgencias para tratar sobre la actualidad del Trabajo Social, las actividades gremiales y otros proyectos, fue que­dando relegado, aunque desde la docencia el tema estaba presente.

Es cuando la vida empieza a mostrarnos las posibilidades ciertas del final, que nos detenemos en aquello que fuimos dejando pendiente.

De modo que a fines del 2011 retomo el tema, procurando ampliar información publicada me comunico por correo electrónico con varias autoras, respondiendo a mis mensajes Paulina Movsichoff y Donna Guy refiriendo que no cuentan con otra información; Hellen Rappaport me envía la información publicada en su enciclopedia sobre mujeres, en USA y Susana Bartolomé que me brinda todas las referencias biblio­gráficas que ella había identificado donde se mencionaba a Gabriela.

En ese momento escribo un pequeño artículo coincidiendo con los 105 años de su fallecimiento, publicando en enero de 2012 Gabriela Laperrière y su Trabajo Social. Con este trabajo noté el gran déficit de información, los vacíos en su historia y los datos que se repiten entre fuentes que luego se comprobarán erróneas.

En 2013, gracias a los datos aportados por Alejandro Belkin ubico los manuscritos en el Archivo General de la Nación, logro acceder a la compilación que realiza Emilio Coni publicada en el Boletín del Museo Social Argentino en 1918, comenzando una nueva etapa con la colabo­ración de Graciela Tejero Coni y su madre que participa con sus recuer­dos de familia así como de la transcripción de los escritos hallados.

En octubre de 2014 realizo el primer viaje a Burdeos, allí comien­zo la búsqueda en los archivos municipales y departamentales. Me acerco a la Maison des Femmes, indago en los periódicos locales y la Bibliothèque de Burdeos sin resultados sobre Gabriela de Laperrière con un reconocimiento como figura pública. Cabe destacar que en los archivos municipales a pesar del esmero de secretarias y empleados por ubicar información de Gabriela no encontramos referencias a su obra literaria ni referencias socio-políticas.

En París, en el Museé Social indagando sus boletines institucio­nales se ubican muchas de sus referencias teóricas, mientras que en la Bibliothèque Nationale de France encuentro el ejemplar del texto In Memorian Gabriela de L. de Coni, y otras referencias nos conducen a una tal Mme Menjou, que en ese momento no había certeza que se tratara de la misma persona.

Al regresar en abril de 2015 a Burdeos, prestan su colaboración desde el Journal Sud Ouest, Remi Monnier y Anne-Sophie Marchetto.

En la Maison des Femmes, nos reencontramos con el grupo de mujeres que se ponen a disposición, representadas por Lydie Demas y Audrey Laroche.

Por fin su acta de nacimiento aparece pero en otra ciudad, gra­cias a la colaboración de empleados esta vez de los Archivos Departamentales de Gironde, en particular de Cyril Olivier, que en­cuentra lo que ninguna fuente mencionaba, su acta de nacimiento en Pezens, así como su registro de matrimonio con Henri Menjou.

A partir de esos nuevos datos, ubico publicaciones de Henri Menjou tanto en Burdeos como en París, encontrando en una de ellas un ar­tículo de Gabrielle Menjou.

La información sobre el nacimiento de su hijo, el vínculo con Emilio Coni y la presencia en Buenos Aires de su madre y hermano fue el resul­tado de la búsqueda de Graciela Tejero Coni con el equipo que colabo­ra desde el Museo de la Mujer, principalmente junto a Daiana Loreley Galli. De esa búsqueda se logra ubicar la partida de defunción, el acta de bautismo del hijo, el registro censal de la madre y hermano, así como actas de bautismo de nietos que Gabriela no llegó a conocer.

El rescate de sus publicaciones fue un trabajo conjunto que tuvo dis­tintas etapas, por mi parte se inicia en Tandil en las Bibliotecas de la UNICEN y biblioteca Rivadavia que cuentan con varios textos de Emilio Coni. Luego fuimos recuperando en el Archivo General de la Nación los manuscritos de sus informes; mientras que sus artículos y obra li­teraria al encontrarse más dispersos llevó a indagar en la biblioteca de la Liga Argentina contra la Tuberculosis, Biblioteca Nacional, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Universidad del Museo Social, Biblioteca Nacional de Uruguay, archivos de legis­latura de la ciudad de Buenos Aires, Biblioteca Nacional de Maestros, Partido Socialista, biblioteca Juan B. Justo, así como la contribución de los archivos personales de Graciela Tejero Coni y la colaboración de Rocío González y Florencia Martínez en la recopilación de información.

Sabemos que aún esta tarea está incompleta, lo que requiere continuar recuperando tanto en Argentina como en Francia su obra literaria, legisla­tiva, sociológica, periodística así como sus intervenciones socio-políticas.

Gabriela fue una mujer que incursiona en varios ámbitos, su biogra­fía no puede ser reducida solo a alguno de ellos. En tal sentido, este tra­bajo brinda un panorama general, sabiendo que no abarcamos todas las esferas de una vida cuyas contribuciones merecen ser profundizadas.

A lo largo del acopio de fuentes fuimos encontrando las publi­caciones bajo los nombres de “Mme Menjou”; “Gabrielle Menjou”; “Miriam”; “Mme Emilio Coni”; “Gabriela Coni”; “Gabriela de L. de Coni” y “Gabriela Laperrière de Coni, no descartando que aún se en­cuentren obras con otros nombres o en forma anónima.

Aquí presentamos avances, destinando este capítulo introducto­rio a brindar una síntesis biográfica con los datos que contamos has­ta el momento, siendo retomadas a lo largo del texto algunas facetas en los distintos capítulos.

Nos hemos encontrado en forma recurrente con datos disímiles entre textos, artículos o notas al pie que aluden a la información bio­gráfica de Gabriela. Estas informaciones han llevado a errores de re­petición involuntarios que procuramos a partir de esta publicación comenzar a subsanar.

El punto de coincidencia de todas las fuentes es el lugar y fecha de su fallecimiento, ocurrido efectivamente en Buenos Aires el 8 de enero de 1907. Según el acta de defunción, es su hermano quien se presenta ante el Registro Civil a informar la muerte de Gabriela.

Sobre sus datos filiatorios se ha referido reiteradamente que nació en Burdeos, Francia. En su mayoría se afirma en 1866, mientras que algunas fuentes colocan 1862. Por otra parte sin hacer mención a los nombres de sus padres, se dice que su familia era de origen noble.

En algunas fuentes se dice que era una joven viuda cuando conoció a Emilio Ramón Coni con quien contrajo matrimonio. Aquí aparecen dos fechas, unos dicen que fue en 1884 cuando se conocen y se casan, con afirmaciones que se contradicen dando por cierto que ocurrió tanto en París como en Buenos Aires. Mientras que otros mencionan que su ca­samiento se produce en 1899. Esto aún queda por comprobarse, lo cierto es que no existe un acta de matrimonio con Emilio Coni en el Registro Civil de Buenos Aires en ninguna fecha del transcurso de su vida.

Desentrañando alguno de esos misterios vamos comprendiendo posibles motivos de la diversidad de información y/o su ocultamiento.

Comenzando a despejar alguno de esos datos nos propusimos com­probar el lugar de nacimiento y su nombre completo.

Hemos corroborado que su nacimiento tuvo lugar en un pue­blo de Carcassonne del Departamento de Aude al sur de Francia.

Con el nombre de Gabrielle Margherite Manjeonnant de Laperrière fue registrada en Pezens el 7 de marzo de 1861, que en ese momento contaba con poco más de 1000 habitantes.

Su madre Marie Margherite Angele Hebrard Lêtage había nacido en Saint Yrieix en 1840 y su padre Louis Ernest Manjeonant de Laperrière nacido en Burdeos en 1835. Cabe aclarar que de acuerdo a distin­tos documentos de su padre se modifican algunas letras del apellido Manjeonnant, figurando también como Menjonnan.

En relación a su apellido Laperrière antepuesto por “de” correspon­de a la tradición para los apellidos de origen noble11. Por otra parte, es la misma Gabriela que en su novela Vers l´oeuvre douce refiere al pasa­do familiar “de Laperrière”, ofreciendo algunos datos de sus ancestros.

Su infancia no parece haberse desarrollado en alguno de los cas­tillos que pertenecieron a la familia. En la época del nacimiento de Gabriela, su padre era empleado del ferrocarril en la Compagnie des chemins de fer du Midi que tenía una línea de Burdeos hacia el Mediterráneo que cruzaba el sur de Francia pasando por Pezens.

Sobre su madre sabemos que el mismo año del nacimiento de Gabriela en 1861, con 21 años de edad tramita un pasaporte domici­liada en Burdeos con destino Bilbao.

En Mayo de 1862 el padre de Gabriela realiza el trámite del pasaporte registrando España, como destino del viaje. Unos años más tarde en 1866 su padre declara ser ex comerciante, al gestionar su pasaporte para viajar a Vera Cruz, México a los 31 años. Y luego no tenemos otros datos sobre él.

De la infancia de Gabriela surgen relatos de su obra literaria que contiene información autobiográfica, según su propia afirmación. De allí se desprende su escolarización realizada en Burdeos en una ins­titución católica.

Tampoco había claridad sobre la utilización de “Mme Menjou” en algunas publicaciones.

De acuerdo a la información proporcionada por los Archives dépar­tementales de la Gironde podemos afirmar que con 18 años de edad, el 15 de enero de 1880, se casó en Burdeos con Henri André Menjou que tenía 27 años.

Según el acta de matrimonio su padre había fallecido, siendo su madre la que autoriza el casamiento. Ambas vivían en Burdeos en ese momen­to en la antigua ruta Nº3 a Toulouse, actualmente Cours de l´Argonne.

Su marido, había nacido en Burdeos el 11 de abril de 1852, siendo sus padres Bernard Menjou y Marie Buisson, domiciliados en 16, Rue Ausone en Burdeos.

Henri fue editor en su juventud de La Gazette de l´Atelier, que su primer número corresponde a 1 de enero de 1870. Era una revista de informa­ciones para jóvenes obreros. El domicilio de la oficina de esa publicación se encontraba en la misma dirección Nº 16 de la Rue Ausone en Burdeos.

Al momento del matrimonio, tanto Gabriela como Henri, figuran sin profesión, y es posible que hayan residido en París por un tiempo antes de trasladarse a Argentina, ya que sus pasaportes no fueron tra­mitados en Burdeos.

La relación de Gabriela con Emilio Coni, según testimonios familiares se inicia en 1884. Sin otras fuentes para comprobarlo, lo cierto es que co­incide con actividades de Emilio en París dado que había sido designado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires para instalar una oficina de noticias destinada a la atracción de capitales y migrantes. En ese año Emilio trabajó durante varios meses en la Rue Monceau de París, ponien­do en funcionamiento las oficinas que se encargaron de organizar varias publicaciones en francés, así como realizar notas que se difundieron en diversos periódicos. En cualquiera de esas actividades pudo haber par­ticipado Gabriela, así como también Henri Menjou.

Emilio Coni, era médico recibido en la Universidad de Buenos Aires. Había nacido el 4 de marzo de 1855 en la provincia de Corrientes en Argentina, hijo de Pablo Coni -que había estableci­do la primera imprenta en esa provincia-y Fanny Fonteneau ambos franceses. Realiza varios viajes a Francia, destacándose que residió en su infancia en Saint Malo entre los 5 y 7 años de edad lo que le permitió desde entonces apropiarse de ambos idiomas. Luego su fa­milia regresa a Argentina y reestablece en Buenos Aires la imprenta Coni a partir de 1863, manteniendo vínculos con los distintos go­biernos, realizando las publicaciones oficiales y editando además importantes obras literarias y científicas de la época.

En febrero de 1886 nace Emilio Ángel, el único hijo de Gabriela que es registrado con su esposo Menjou, ambos residiendo en calle Perú 350 en el centro de la ciudad de Buenos Aires, muy cerca de la sede de la Imprenta Coni e hijos. Según acta de bautismo su padrino fue Emilio Ramón Coni, quien luego asumiría la paternidad.

Se evidencia actividad, en común, de Henri y Gabriela en Buenos Aires entre las décadas de 1880 y 1890 en traducciones del español al francés.

Henri traduce publicaciones oficiales como los Informes del pre­sidente del Crédito Público Nacional de 1887 de Pedro Agote sobre la deuda pública: bancos, acuñación de moneda, presupuestos y leyes de impuestos de la nación y provincias.

En 1887 también se muestra el vínculo con Emilio Coni en una pu­blicación en París: Progres de l´hygiene dans la République Argentine. En el prefacio realiza un agradecimiento particular a M. Menjou por colaborar con su ardua tarea12 .

Gabriela, Henri y Emilio aparecen vinculados a un círculo de mé­dicos, abogados, escritores, funcionarios y políticos que se desplazan con actividades y publicaciones tanto en París como Buenos Aires.

En 1889 se formó en Buenos Aires un Comité Popular de residentes franceses que organizaron actos y publicaciones con motivo de cum­plirse 100 años de la Revolución. Gabriela participó de los actos, Henri Menjou formó parte del comité y luego publica el texto Le centenai­re de 1789 dans la Republique Argentine. En esa compilación de artí­culos en la sección “Les publications extraordinaires” se transcriben dos artículos del Journal ilustré du centenaire de la Revolution (edita­do por el comité popular) siendo uno de ellos firmado por Gabrielle Menjou bajo el título de “France”.

En 1890 se publica en París la obra Painé y la dinastía de los zorros, de Estanislao Zeballos, con la traducción al francés de Mme. Menjou.

Al año siguiente Emilio edita una traducción al francés de su tra­bajo presentado en Londres en el Congreso Internacional de Higiene y Demografía: Les progrès de l`higiene dans la Republique Argentine, publicado por la Librairie médicale de O. Berthier en París, 1891

De acuerdo a los relatos de Emilio Coni, es a partir de 1892 que encontramos mención a su esposa y su hijo, en el momento en que decide residir en la misma casa donde funcionaba la Asistencia Pública en la ciudad de Buenos Aires, organismo del cual había sido designado Director en el mes de abril.

Siendo un período fundacional de la actividad con financiamiento público se crea la Asistencia y Patronato de la Infancia, dependiente de la Asistencia Pública. Allí colabora Gabriela, que bajo el pseudó­nimo de “Miriam” publica cuentos entre 1892 y 1893 en los anales de la institución. En poco más de un año con el desarrollo de intensas actividades, finaliza su participación a raíz de discrepancias políti­cas y Emilio renuncia al cargo de director de la Asistencia Pública.

Entre mayo de 1893 y fines de 1895 residen en París, siendo Emilio corresponsal del diario La Prensa, al cual envía numerosas notas so­bre los avances de la medicina, que luego recopila bajo el título de Apuntes científicos en 1896. En ese período su hijo, Emilio Ángel asis­te a la escuela en París, casi repitiendo su propia historia, transcu­rre 2 años de su infancia en Francia.

En relación a Henri Menjou, encontramos que estuvo designado en los Anales del Departamento Nacional de Higiene, figurando como traductor por lo menos hasta 1894. Con anterioridad, en 1891 Emilio Coni había sido designado encargado de esa publicación13.

De acuerdo a un decreto del 14 de agosto de 1894, firmado por Sáenz Peña y Manuel Quintana, Enrique Menjou (sic) solicita una licencia, la cual se concede por seis meses sin percibir sueldo.

En diciembre de 1895, están de regreso en Argentina según las me­morias de Emilio por el clima frío de París que era perjudicial para la salud de Gabriela.

A poco de su regreso, Emilio sufre un accidente cerebro vascular, lo que le impide realizar actividades durante algunos meses. Sin embar­go, es convocado para realizar un estudio para el gobierno de Mendoza. Gabriela, colaboró para que esa tarea pudiera desarrollarse, dado que Emilio estuvo con una semi hemiplejia que no le permitía escribir. En ese proyecto de saneamiento de Mendoza participa también el herma­no de Gabriela, George de Laperrière que era arquitecto. Ese trabajo fue ejemplar para la época, abordando múltiples obras de salud pública e infraestructura urbana. Luego el gobierno de la provincia de Corrientes encarga un estudio similar, que Emilio presenta rigurosamente, pero las obras no son llevadas a cabo. En ese periodo (1896/1897), posible­mente Gabriela conoce la región del litoral y río Paraná que luego será muy bien descripto en su novela Fleur de l´air.

En 1896 Henri Menjou publica en Buenos Aires Une conspiration de Français contre les autorités suprêmes des Provinces Unies de la République Argentine et du Chili en 1818, siendo esa la última fecha que tenemos registro de Henri.

Dado que en reiteradas oportunidades se ha referido a que Gabriela era viuda, hemos ofrecido los datos que muestran que al momento de formar pareja con Emilio -y varios años después- su primer esposo aún estaba con vida.

Es a partir de 1900, que Gabriela utiliza el nombre de “Mme. Emilio Coni” al publicar una novela política en francés con el títu­lo de Fleur de l´air (roman argentin) editado en París. En su próxima novela Vers l´oeuvre douce de 1903 publicada también en París su au­tora aquí prefiere el nombre de “Gabrielle Coni”.

Las dos publicaciones se realizan durante viajes que realizan a París con motivo de asistir a congresos de medicina, higiene y demo­grafía. Asimismo participan de la exposición universal y coincidieron un tiempo en París con el padre, la madre y dos hermanas de Emilio.

El año 1901 será clave, iniciándose en enero el Congreso Médico Latino-americano donde Gabriela comienza su actividad pública dan­do una conferencia en Santiago de Chile con el objetivo de oponerse a la guerra entre Argentina y Chile, impulsando la creación de la Liga Americana de Mujeres por la Paz y el Progreso.

En abril pronuncia su Conferencia por la Paz en Buenos Aires, pu­blicada en folletos así como por el Monitor de la Educación, depen­diente del Ministerio de Educación.

En mayo con la creación de la Liga Argentina contra la Tuberculosis, comienza una etapa en la participación en campañas preventivas y de denuncia de las condiciones de trabajo.

El 24 de agosto de 1901, deja de estar a la sombra de los cargos de Emilio, al ser designada por el intendente de Buenos Aires como la pri­mera inspectora de trabajo de mujeres y niños. Dicta conferencias para la Liga Argentina contra la Tuberculosis. En noviembre finaliza la pri­mera parte de la investigación sobre condiciones de trabajo donde hay recomendaciones y propuestas para la legislación laboral. Este cargo inicia una actividad que a partir de 1907 -luego de su fallecimiento-se convertirá en tarea del Departamento Nacional de Trabajo.

En ese mismo año escribe la nota “El barrio Las Ranas”, firma­da en febrero de 1901, luego es publicada en La Prensa y en la revista de la Liga Argentina contra la Tuberculosis. Las repercusiones de esa nota llevan al fotógrafo Harry Olds a retratar la casa construida con latas de querosene y las montañas de basuras que con maestría des­cribía Gabriela.

A partir de lecturas sobre legislación europea y retomando las pro­puestas vertidas en el trabajo realizado en 1892 sobre Asistencia y Patronato de la Infancia-en particular el apartado elaborado por José Penna-y principalmente luego de varios meses de recorrer decenas de talleres y fábricas, en mayo 1902, presenta al municipio de Buenos Aires el proyecto de ley del trabajo de las mujeres y los niños en las fábricas.

La revista de la Liga Argentina contra la Tuberculosis entre 1901 y 1902 publica notas atinentes a la labor de Gabriela en el municipio y la propuesta de legislación. Asimismo, en su apartado “variedades” se publica el cuento/fábula En Palermo.

A lo largo de ese año el diario La Prensa publica varias de sus no­tas: Lección de Historia y Lógica; La quema de basuras; Dos iniciativas femeninas. Casas de familia y niñas guardianas de salas cuna; Velando por la salud de las obreras en las fábricas de bolsas; el niño obrero, su instrucción; Higiene industrial. Informe sobre manufactura de tabaco; y cinco notas sobre la mujer en las fábricas donde trata temas como las multas, capataces y encargados, limitación y duración del traba­jo, la posición alternada y salas cuna industriales.

Presenciando directamente las situaciones de miseria de la clase trabajadora comienza una tarea más decididamente militante, afi­liándose al Partido Socialista Obrero y participando luego de la fun­dación del Centro Socialista Femenino.

En 1903, el 7 de febrero se crea la Unión gremial femenina, como un ámbito específico del Centro Socialista Femenino desde donde Gabriela actúa en conflictos laborales en la organización de las obre­ras. En las notas periodísticas de la época su nombre aparece en las no­ticias sobre distintas huelgas de mujeres. Realiza publicaciones en La Vanguardia, conferencias y actividades de organización de las obreras.

En el diario La Nación publica una carta abierta al Ministro Joaquín

V. González, a quien acusa de demorar la presentación del proyecto de ley laboral. Esta nota será años más tarde reproducida en publica­ciones de Emilio reconociendo su trabajo pionero en materia de le­gislación laboral.

En 1904, el 4 de julio se incorpora al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo.

En el VI Congreso del PS expresa sus desacuerdos con la línea parla­mentarista encabezada por J. B. Justo. En ese año participa en la lucha de las obreras de alpargatas, que se extiende hasta comienzos de 1905.

Además se la menciona en el periódico La Protesta, compartien­do tribuna con Virginia Bolten en una asamblea de empleados de la Unión Telefónica. Realiza varias actividades en la campaña electo­ral en la zona de La Boca, donde es electo el primer diputado socia­lista de América Latina, Alfredo Palacios, quien pronto deja de hacer mención a su colaboración y a sus propuestas que fueron convertidas en ley luego de su fallecimiento. Aquí su producción queda ocultada tras el reconocimiento de Palacios, como es el caso de la primera ley de reglamentación del trabajo de mujeres y niños en 1907 y años más tarde la ley de licencia por maternidad en 1936.

En el año 1905, luego del levantamiento radical de febrero, Gabriela participa de intensos debates en el marco del estado de sitio, la perse­cución sobre las organizaciones obreras que produjo clausura de lo­cales y dirigentes encarcelados. Varios miembros del Comité Central del partido rehúyen a posicionarse a favor de una resistencia de los trabajadores. Da batalla en ese debate, quedando en minoría y la po­sición del partido se afianza en la línea parlamentarista. Presenta la renuncia al Comité Central y continúa dentro del partido desde la co­rriente sindicalista que se expresa en el periódico La acción socialista, donde publica varias notas. Los enfrentamientos internos son cada vez más agudos, distanciándose las posiciones políticas.

En el VII Congreso del Partido Socialista, que se lleva a cabo en Junín en abril de 1906, es expulsada junto a otros camaradas y crean la Agrupación Socialista Sindicalista como expresión de la corriente sindicalista revolucionaria.

A este embate no logra sobreponerse, no encontrando las fuerzas para enfrentar a quienes consideraba sus compañeros ni a la tuber­culosis que la acechaba hace tiempo. Unos meses después fallece, el 8 de enero de 1907 en Buenos Aires. Sus restos fueron inhumados en el cementerio del oeste (hoy Chacarita).

El curso que siguió su obra la podemos ubicar con Emilio Coni, que ese mismo año publica In Memorian, Gabriela de L. de Coni, donde reúnen notas de periódicos que muestran reconocimiento a la labor de Gabriela al momento de su fallecimiento. Asimismo, se realiza la publicación de algunos de sus cuentos en un folleto de 1907 de la im­prenta Coni.

Sobre su obra literaria y biográfica encontramos de Antonio Pagés Larraya un texto específico dedicado a sus novelas bajo el título de “Gabriela de Coni y sus ficciones precursoras” (1965). Mientras que Fermín Estrella Gutiérrez (1979) intenta una recuperación de datos biográficos a partir principalmente de los testimonios y fuentes apor­tadas por los Coni, padre e hijo. Pasarán varias décadas hasta encon­trar a especialistas en literatura intentando recuperar parte de su obra, como el artículo sobre las crónicas del barrio de las ranas de Margarita Pierini (2009) y la publicación de Paulina Movsichoff (2010).

En cuanto a sus propuestas de cocinas obreras, salas cuna y le­gislación laboral, durante la década de 1910 encontramos varias pu­blicaciones de Emilio Coni (1918), Alejandro Unsain (1914), Eduardo Bullrich (1919) y Carolina Muzzilli que afirman su actividad pionera.

Luego se van dispersando unas pocas referencias sobre la temá­tica en las décadas sucesivas hasta los años ´80 cuando los artículos de María del Carmen Feijoo (1982) la colocan en escena. Luego diver­sas publicaciones del Centro Editor de América Latina realizan re­ferencias a su actividad, aunque nunca siendo objeto central de un texto. Así hallamos su nombre en las biografías de Alicia Moreau de Justo de Mirta Henault (1983); de Carolina Muzzilli realizada por José Armando Cosentino (1984), en las producciones de Héctor Recalde so­bre la higiene y el trabajo (1988); en los estudios de Matilde Mercado sobre la primera ley laboral (1988), entre otros. En las décadas siguien­tes, serán más frecuentes las referencias en diversos textos y artículos de quienes se han dedicado a estudiar el feminismo, el trabajo y las organizaciones de mujeres, así como, el Partido Socialista y los sin­dicatos durante ese período.

A partir del material reunido organizamos el presente texto po­niendo como meta para su edición el 7 de marzo de 2016, con motivo de conmemorarse 155º aniversario del nacimiento de Gabriela, fe­cha en la cual se realiza la apertura de la muestra en su homenaje en el Museo de la Mujer de Buenos Aires.

11 Agradecemos la colaboración de Sophie Friederich en las búsquedas de información en París.

12 El texto dice: En fin nous remercierons toutes les personnes qui ont bin voulu nous favoriser de leur précieuse collaboration, notamment M. Menjou qui nous a particulierement secondeé dans notre táche ar­due (Coni, 1887:X).

13 Bajo la presidencia del Departamento Nacional de Higiene a cargo del Dr. Udaondo, se había encargado a Emilio Coni y Pedro Arata los “Anales del Departamento Nacional de Higiene” que en 1892 se fusionan con los Anales de la Asistencia Pública, momento en que Emilio Coni fue director. Curiosa fusión lograda por Coni, trabajando con dos dependencias que estaban en per­manente conflicto.

Gabriela de Laperrière de Coni

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