Читать книгу Cuando domina la injusticia - Группа авторов - Страница 5
ОглавлениеIntroducción
El espectro de la corrupción nuevamente ronda —y con mucha fuerza— entre los complicados laberintos de la sociedad latinoamericana. En realidad, nunca nos dejó. Siempre está presente, aunque a veces se asoma con menos vergüenza que en otras. La historia nos muestra que muta y cobra un poder inusual dependiendo de las coyunturas históricas y contextuales de un país, un gobierno o una estructura económica.
La corrupción es, sobre todas las cosas, un problema ético muy característico de nuestras sociedades capitalistas y neoliberales contemporáneas, donde “todo tiene un precio” y, además, existe el pleno “derecho” (otorgado por los procesos mercantiles y financieros, los cuales muchas veces se mueven con una descarada “autonomía moral”) de hacer todo lo que esté al alcance de las manos para beneficio personal. La corrupción representa un conjunto de prácticas y cosmovisiones que nos hemos acostumbrado a ver con total normalidad en el día a día. ¡Casi como algo pintoresco!
El problema adquiere ribetes más visibles cuando el escándalo roza lo público a partir de la figura de algún político de renombre o gobierno de turno. Parece ser que, así como se naturalizan estas prácticas en la cotidianeidad de la ciudadanía, cuando una persona o gobierno llega al poder se siente con la completa libertad de aceptar sobornos, desviar fondos e inflar presupuestos como un engranaje más de la maquinaria burocrática política.
¿Y qué decir de las iglesias? Bueno, ahí el panorama se complica más. No precisamente porque no exista corrupción —¡todo lo contrario!—, sino debido a que somos incapaces de discernir que muchas prácticas institucionales, modos de administración y hasta diversos discursos teológicos la sostienen y la promueven en diversos niveles. Más aún, la carencia de una crítica profunda en nuestros púlpitos y aulas a las prácticas económicas, tanto de las iglesias como de la membresía en general, facilita la naturalización y el arraigamiento de dinámicas de injusticia y una falta de crítica profética frente a estas prácticas, en las que están comprometidos creyentes, líderes y pastores.
De aquí se desprenden muchas preguntas: ¿cómo definimos la corrupción en tanto dimensión ética que abarca todos los aspectos de la vida social?, ¿por qué ciertas prácticas de corrupción, como las que suceden en el ámbito político, tienen mayor visibilidad que otras, como las del empresariado y los organismos financieros, con sus costumbres usureras y su recurrente evasión impositiva?, ¿qué lleva a la naturalización de ciertas dinámicas corruptas?, ¿qué relación hay entre la corrupción y el poder?, ¿por qué es un tema poco abordado en nuestras iglesias?, ¿acaso no existen discursos teológicos y prácticas eclesiales que legitiman dinámicas corruptas en las iglesias y también en la cotidianeidad de los creyentes, tanto en las mujeres como en los varones?
Éstas son algunas de las preguntas que dieron lugar a la Consulta “La corrupción mata. Perspectivas bíblicas, contextuales y éticas”, organizada por la Fraternidad Teológica Latinoamericana (ftl) en la ciudad de Lima, Perú, entre el 23 y 25 de junio de 2016. Dicho encuentro tuvo por objetivo reunir a miembros de la ftl de toda América Latina en un espacio de diálogo y reflexión, con un enfoque prioritariamente bíblico-teológico, pero con abordajes interdisciplinarios entre economía y políticas públicas.
Este libro compila sólo algunos de los trabajos presentados en la Consulta. Su estructura intenta dar cuenta de los principales abordajes que la configuraron. En la primera sección, encontramos los trabajos de Fernando Bullón (Perú/Costa Rica) y Carlos Martínez (México), los cuales representan una valiosa introducción, no sólo sobre las definiciones y cuestiones estadísticas, sino también acerca de los procesos contextuales e históricos que dan cuenta del fenómeno de la corrupción en América Latina.
La segunda sección compila tres trabajos bíblico-exegéticos. Ruth Alvarado (Perú) presenta un estudio del libro de Amós, en el que trabaja la crítica profética a la corrupción del poder. Lindy Scott (Estados Unidos) desarrolla un estudio de los evangelios sinópticos y de Hechos de los Apóstoles, donde observa las alusiones a las relaciones políticas entre Jesús, Juan el Bautista y Pablo, y estudia varios aspectos que hoy deberían caracterizar las relaciones entre la iglesia y los líderes políticos. Juan José Barreda (Perú/Argentina) analiza Apocalipsis 18, en lo referido a la convocatoria a salir del sistema romano corrupto desde el lugar de las víctimas. Por último, el texto de Jorge Barros (Brasil) comparte el material de uno de los talleres realizados en la Consulta, y desarrolla el tema de la equidad y las relaciones humanas de justicia.
La tercera parte del libro se centra fundamentalmente en el análisis del fenómeno de la corrupción en el ámbito público y político. El trabajo de Víctor Arroyo (Perú) desarrolla el tema de la corrupción y las políticas públicas, con un cierre en el que sugiere algunas pautas éticas para salir del estado endémico de la corrupción. Los siguientes dos capítulos comparten estudios de caso y análisis de experiencias actuales de resistencia e incidencia pública donde hubo un especial protagonismo de espacios cristianos evangélicos. Se trata de los trabajos de Vilma “Nina” Balmaceda (Perú/Estados Unidos) y Rolando Pérez (Perú). Estos tres estudios visibilizan las iniciativas, muchas veces silenciosas o silenciadas, de organizaciones cristianas que vienen trabajando desde hace años en mediación social, en trabajo de justicia en favor de los sectores más vulnerables de nuestras sociedades.
Por último, se propone una lectura desde la teología pública. Nicolás Panotto (Argentina) aborda las diversas formas de cómo se percibe y define la corrupción a partir de la pluralidad de elementos que entran en juego en los procesos socioculturales. David Mesquiati (Brasil) trata el tema de la corrupción como aquella que también está en la propia iglesia y su forma de comprender su rol sociopolítico.
Como podemos ver, la temática de la corrupción no sólo se trata de un elemento aislado o de una práctica que concierne a unos pocos. Alcanza las fibras más sensibles de las dinámicas económicas, políticas y éticas de nuestros procesos sociales. Ello se debe a que su punto de partida da lugar a visiones particulares sobre las jerarquías sociales, los sentidos de comunidad, la responsabilidad frente a los más desfavorecidos, la dimensión ética del uso de capitales financieros, las dinámicas de poder político, entre muchos otros elementos que podríamos mencionar y que son parte de nuestra cotidianeidad.
En vista de la dimensión ético-cultural de la corrupción, como iglesias y cristianos tenemos una responsabilidad fundamental en la promoción de una ética económica que tenga como punto de partida los valores del reino de Dios, una justicia que exponga la maldad de la opresión y que denuncie proféticamente el pecado de los que detentan el poder. Es una propuesta que “comienza por casa”, es decir, que promueve una mayordomía personal, familiar, comunitaria y eclesial, donde la justicia y la igualdad reinen como valores elementales, antes que la acumulación desmedida como supuesta “bendición”.
Deseamos que este libro sea un aporte a la reflexión crítica sobre la problemática de la corrupción desde perspectivas y experiencias del pueblo evangélico y otros espacios de servicio a Dios y, ¿por qué no?, también deseamos que sea de motivación para involucrarnos en el actuar salvífico de Dios en nuestras sociedades. Agradecemos a la Fraternidad Teológica Latinoamericana, en particular al Secretario de Publicaciones, Edesio Sánchez Cetina, por la confianza de delegarnos la coordinación de este libro. También queremos reconocer la buena disposición de los once autores para dedicarle tiempo, en un primer momento, a la presentación pública de sus artículos en la Consulta mencionada, para, más tarde, revisarlos en diálogo con las retroalimentaciones recibidas y, finalmente, transcribirlos y compartirlos en este libro.
Juan José Barreda Toscano
Nicolás Panotto
Editores