Читать книгу Los nueve libros de la Historia - Heródoto - Страница 87
LXXXIV
ОглавлениеLa toma de Sardes sucedió de esta manera: A los catorce días de sitio mandó Ciro anunciar a todo el ejército, por medio de unos soldados de caballería, que el que escalase las murallas sería generosamente premiado. Tras el fracaso de unos cuantos, los demás desistieron, salvo un mardo de nación llamado Hiriades, que trepó por un lugar de la ciudadela muy escarpado que por considerarse inexpugnable carecía de guardia. Meles, antiguo rey de Sardes, no había hecho pasar por aquella parte al Leon, hijo que tuvo de una concubina, por más que los adivinos de Telmesa le hubiesen vaticinado que con tal de que Leon rodease la muralla, Sardes jamás sería conquistada. Meles en efecto le condujo por toda la muralla, menos por la parte que mira al monte Tmolo, que se creía inatacable. Pero durante el asedio, Hiriades el mardo vio que un soldado lidio bajaba por allí a recoger un perro que se le había caído y volvía a subir, y al día se atrevió a asaltar la ciudadela por allí, siendo el primero en alcanzar la muralla. Otros muchos persas le siguieron y asi tomaron la ciudad y empezaron a saquearla