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MIMO II

EL AMO DE PUTAS

ARGUMENTO

Bátaro, dueño de un burdel en Cos, ha presentado una querella contra Tales, uno de sus clientes, propietario de un barco, quien, al parecer, ha actuado de modo violento en su casa de señoritas.

PERSONAJES

BÁTARO , meteco que vive en Cos.

ESCRIBANO, personaje secundario.


BÁTARO. — ¡Miembros del jurado! Por supuesto que no vais a meteros a juzgar nuestro origen ni nuestra reputación, ni si el barco que tiene el Tales ése vale cinco talentos y yo en cambio no tengo ni para pan, ni si por eso deberá salirse con la suya tras haber atropellado [5] a Bátaro; no faltaría más; 〈tendría que llorar lágrimas amargas aunque fuera ciudadano de Cos... conque... mucho más así〉 1 .

Él es un meteco de la ciudad; lo mismo que yo. Y vivimos no como querríamos, sino según los bandazos que nos da el azar. Él tiene como patrón a [10] Menes; yo, en cambio, a Aristofonte 2 . Menes ha obtenido triunfos en pugilato. Aristofonte todavía hoy es capaz de estrangular a cualquiera. Y si esto que digo no es verdad, señores, que cuando se haya puesto el sol salga con el capote que tiene y, así, sabréis qué [15] clase de patrono tengo por escudo.

Tal vez os diga él: «Acabo de llegar de Ace 3 con un cargamento de trigo y he puesto fin al hambre espantosa». ¡Ah! Pero yo traigo a las prostitutas de Tiro. Y al pueblo eso, ¿qué? E igual que yo no las doy [20] gratis, tampoco él regala el trigo.

Pero si resulta que, porque él va en barco o porque tiene un capote que vale tres minas del Ática, mientras yo vivo en tierra firme arrastrando una vulgar zamarra y unos calzones podridos, si por ese motivo se va a llevar por la fuerza a una de mis chicas y, además, [25] de noche 4 , entonces se ha ido al garete la seguridad de la ciudad, señores, y Tales va a cargarse eso de lo que tanto presumís: la independencia 5 . Él, él a quien bien cuadraba, sabiendo quién es y de qué barro ha [30] sido engendrado, pasarse la vida como yo, temblando ante el más insignificante de los ciudadanos. ¡Ah! Pero los que son las tejas de la ciudad y resuellan de satisfacción por su linaje, de manera bien distinta de éste miran las leyes con respeto.

A mí, que soy extranjero, ningún ciudadano me [35] ha molido a palos ni ha venido a mi puerta por la noche, ni con antorchas ha prendido fuego a mi casa, ni se ha marchado llevándose a la fuerza a ninguna de mis putas.

(Con más indignación .) En cambio, el frigio ése, ahora Tales 6 , sí, pero antes, señores del jurado, Artimmes, ha llevado a cabo todas esas acciones sin respetar [40] ley ni jefe ni magistrado alguno.

(Al escribano .) Así que... ¡venga, escribano! Coge y lee en voz alta la ley referente a malos tratos 7 . Y tú, amigo, ponle el tapón al agujero de la clepsidra hasta que haya acabado de leer, no sea que, como dice [45] el refrán, nos embarguen hasta el culo y las mantas 8 .

ESCRIBANO. — «Si una persona libre da malos tratos a una esclava y se la lleva a rastras, pague el doble del importe de la pena.»

BÁTARO. — Eso escribió Querondas 9 , señores del jurado, y no Bátaro porque quisiera perseguir a Tales. Si alguien rompe a golpes una puerta —dice el texto—, [50] que pague una mina, y si se lía a puñetazos, otra mina, y si quema la casa o salta la tapia del corral, la ley ha fijado una multa de mil dracmas, y si se ha causado algún daño, pagar el doble. (Exagerando la nota .) [55] Querondas sí que vivía en una ciudad, Tales; tú, en cambio, no sabes ni lo que es una ciudad ni cómo se gobierna. Hoy vives en Bricindera 10 ; ayer, sin embargo, en Abdera, y mañana, si alguien te paga el viaje, te irás en barco a Fasélide.

[60] Yo, señores del jurado, al objeto de no moleros alargando mi discurso saliéndome del tema, os lo diré en dos palabras. Me ha pasado con Tales lo mismo que al ratón atrapado en la pez 11 : me ha dado puñetazos; ha quedado hecha trizas la puerta de mi casa, por la [65] que pago de renta un tercio de lo que vale 12 , y el dintel, chamuscado. (Dirigiéndose a Mírtale, una de las chicas de su burdel .) Ven, tú, Mírtale; date a ver a todos; no te dé vergüenza. Piensa que estás viendo a tus padres o a tus hermanos en estos que están juzgando. Observad, señores del jurado, sus pelos arrancados; [70] (irónico ) fijaos con qué suavidad se los ha arrancado de arriba abajo y de abajo arriba el angelito éste, cuando se la llevó a rastras y la violó. ¡Oh vejez! Debería él estarte agradecido porque habría vomitado la sangre, tal y como le pasó en Samos a Filipo el de Brenco 13 .

(Dirigiéndose a su rival .) ¿Qué? ¿Te ríes? Soy un rufián y no lo niego; me llamo Bátaro, mi abuelo era [75] Sisímbrade 14 y mi padre Sisimbrisco, y todos tenían casa de putas. Y en cuestión de fuerza, hubiera estrangulado a un león, si ese león hubiera podido haber sido Tales. En fin, seguramente estás enamorado de Mírtale; no es para asustarse. Pues yo, de mi pan. Te cambio el [80] uno por lo otro. Y, además, por Zeus, si alguna de las que tengo dentro te hace tilín, le tapas a Batarito la mano con lo que vale, te la llevas y la achuchas 15 a tu aire.

Una cosa falta todavía, miembros del jurado, ya que lo que aquí se ha dicho era defendiéndome de él —vosotros, como no hay testigos, dad vuestro veredicto [85] con criterios de justicia—. Sólo en caso de que acuda presuroso a los esclavos para obtener testimonio bajo tortura, me ofrezco yo personalmente. Venga, Tales, cógeme y átame al palo del tormento. ¡Ah! Una cosa pido tan sólo, que se ponga en el centro el importe [90] correspondiente a la indemnización. Desde luego si Minos 16 hubiera juzgado este caso con su balanza, no le habría dado una solución mejor.

Por último, señores, no creáis que vais a dar vuestro voto a Bátaro, el amo de putas, sino a todos los extranjeros que viven en esta ciudad. (Cambiando de tono .) Ahora, mostrad cuál es el poderío de Cos y de [95] Mérope 17 , qué fama tuvieron tésalo y Heracles, cómo llegó aquí, desde Trica 18 , Asclepio y por qué razón fue aquí donde Feba parió a Leto. Teniendo en cuenta todo [100] esto, pilotad la nave de la justicia con criterio recto, porque el frigio, si le sacudís ahora, os va a resultar mejor, si es que no miente el viejo proverbio.


1 Los versos 6 al 8 presentan problemas, debido al estado de mutilación en que se encuentran. Las restituciones de Knox y Headlam nos resultan las más aceptables.

2 El patrón al que se refiere Bátaro, tanto suyo como de Tales, es el ciudadano de Cos que debe responder por el acusado o por el demandante en un pleito en el que los litigantes son metecos. El hecho de no ser ciudadanos lleva implícita la prohibición de presentarse ante el tribunal a no ser acompañado de un patrón (prostátes) .

3 Ace era una ciudad de Fenicia, centro comercial de suma importancia, en especial a partir de las conquistas de Alejandro; Tiro, también ciudad fenicia fue, igualmente, un centro comercial de la mayor importancia; su historia y fama se remontan al tercer milenio a. C.

4 Estas palabras las pronuncia Bátaro con gran ironía. ¿Cómo puede escandalizarse y esgrimir como agravante la «nocturnidad» quien regenta un burdel, que... normalmente trabaja por la noche?

5 En la época en que se escribe este mimo, Cos era ciudad aliada de Egipto con carácter independiente; su autonomía era algo sagrado para los habitantes de la isla.

6 Alude Bátaro a un cambio de nombre. Tales se llamaba antes Artimmes. ¿Por qué el cambio de nombre? Sin duda, para encubrir en lo posible su bajo linaje frigio; Artimas es el nombre de un sátrapa persa (JENOFONTE, Anábasis VII 8, 25).

7 La díkē aikeías era la acusación que se formulaba por agravio físico sin provocación; de ahí, nuestra traducción por ley referente a malos tratos.

8 El tono rimbombante y de pomposa oratoria que va empleando Bátaro sufre un duro y rudo golpe con la mención de un refrán sumamete ordinario, y no fácil de explicar. No nos convence la aclaración de Cunningham.

9 El tal Querondas fue un legislador que ejercitó su actividad en ciudades de la Magna Grecia. No se tienen noticias de que ejerciera en Cos. Tal vez Bátaro use el nombre, en cierto modo, por antonomasia.

10 Bricindera era una ciudad, puerto de mar en la isla de Rodas. Abdera, patria entre otros de Protágoras y Demócrito, era una ciudad importante de Tracia; sus habitantes tenían fama de vagos. Fasélida era una ciudad en la costa de Licia; sus habitantes pasaban por ser los más desdichados de aquella zona.

11 «El ratón atrapado en la pez»; esta expresión aparece en TEÓCRITO , XIV 51; la expresión parece ser el título-resumen de un relato popular, según el cual un ratón es atrapado en un cepo de pez y muere después. Bátaro cree sufrir en las redes de Tales lo mismo que el ratón del cuento puesto en el cepo.

12 Trítēn misthón , ha sido traducido de varias formas; quién piensa que se trata de una moneda —Reinach, por ejemplo, una trité —; quién —Cunningham— ve, en la expresión, que Bátaro paga un tercio del total del importe que satisface en concepto de alquiler de su casa; quién —Headlam— opina que se refiere a un tercio de los ingresos de Bátaro.

13 Quién sea este Filipo el de Brenco es también algo sumamente oscuro. Autores, como Dannielson y Crusius, han pensado que Bregkos es una variante de Brigkos , el nombre de un pez. Pero, ¿por qué darle a un boxeador —que eso es, según podemos conjeturar por la alusión a Samos, lo que era el tal Filipo— el nombre de un pez? Cunningham, vista la libertad de Herodas en el manejo de los nombres propios y patronímicos, toma Bregkos como un genitivo. Así se trataría de Filipo el hijo de Brenco. En cualquier caso, el pasaje queda sin una aclaración convincente.

14 Sisímbrade y Sisimbrisco derivan de sisýmbrion , nombre griego de un tipo de menta. Recordemos, del mimo anterior, la vinculación de las heteras a los nombres relacionados con plantas y flores. Tal vez estos nombres hagan alusión a un posible afeminamiento del abuelo y el padre de Bátaro, tres generaciones para una misma profesión.

15 Está claro que thlē tiene un matiz erótico evidente.

16 Minos, que fue un excelente legislador en vida, pasa por que se dedicaba, en el Hades, a juzgar pleitos entre los muertos.

17 A los habitantes originarios de Cos se les llamaba Méropes, no se sabe por qué. Con esto se asoció a un rey, Mérope, y a su hija Cos, que al parecer fueron los epónimos.

18 Trica, ciudad Tesalia, fue considerada durante mucho tiempo el punto más antiguo del culto de Asclepio.

Mimiambos. Fragmentos mímicos. Sufrimientos de amor

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