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2.1. Fase de caza-recolección. Uso sin transformación del entorno
ОглавлениеEn esta etapa, la de mayor duración con mucha diferencia de la existencia humana, el ser humano era nómada, cazador y recolector, empleando su fuerza muscular y todo su tiempo en la satisfacción de sus necesidades alimentarias. Durante mucho tiempo la única fuente de energía fue la solar, en forma de alimentos.
En un principio, para la obtención de comida el ser humano solo empleaba su propio cuerpo, por lo que su capacidad de cosechar estaba muy limitada por mecanismos físicos, tales como velocidad de desplazamiento para capturar una presa o posibilidad de trepar para obtener frutos. Por ello, su acción sobre el medio no fue más notable que la de cualquier otro mamífero.
Sabía que...
Este tipo de hombre era denominado Hombre de Neandertal. Surgió hace unos 230.000 años y se alimentaba de grandes animales como los mamuts.
Con el paso del tiempo empezó a utilizar herramientas (inicialmente muy sencillas, como palos y piedras, pero progresivamente más complejas y eficaces) con lo que su capacidad cosechadora se incrementó notablemente, ocupando nichos ecológicos que inicialmente correspondían a otras especies. Por otra parte el dominio del fuego, que usaba para calentarse, cocinar y defenderse de otros animales, constituyó una auténtica revolución en su historia y supuso la utilización de recursos energéticos como la madera.
En tales condiciones la población humana se mantenía en un equilibrio dónde el aumento implicaba una disminución de los alimentos disponibles, lo que se traducía en un mayor número de muertes por desnutrición. Se calcula que al final de este periodo, los seres humanos repartidos por el mundo apenas superarían los 5 millones de individuos, y su influencia sobre el ambiente era apenas superior a la de cualquier otra especie.
Durante esta etapa el impacto causado era muy bajo: el ser humano se comportaba como un depredador más, pues aunque se le achaca la desaparición de ciertas especies animales (bisontes, búfalos, mamuts, etc.), fue el cambio climático el principal responsable de dichas desapariciones y la acción del hombre solo aceleró sus efectos.