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Una rastrillada son los surcos paralelos y tortuosos que han dejado los aborígenes en las constantes idas y venidas en el campo, suelen ser profundos y constituyen un verdadero camino ancho y sólido”, escribe Lucio V. Mansilla en Una Excursión a los Indios Ranqueles.

Mansilla asegura que desde Leubucó, estación central, salen caminos, para las tolderías de Ramón, Baigorrita y Calfucura, en salinas grandes; para la cordillera y para las tribus araucanas”.

El mismo rumbo que seguían las rastrilladas fue utilizado luego por carretas y diligencias. Chasques, soldados, gauchos de todas layas, comerciantes, troperos, exploradores, naturalistas e inmigrantes llegaban a las postas a descansar, proveerse, mudar caballos y conversar. Y con los huellas se entreveraban vidas e historias.

Hundidos en la raíz de la tierra se fueron asomando los caminos como rastro de todas las ausencias, como promesa de cualquier reencuentro. Después de la llamada conquista del desierto dos huellas de acero reemplazaron esas sendas sin domar y las poblaciones fueron encendiéndose como luces en la noche.

Las rastrilladas en el sur de Córdoba

Las rastrilladas que existieron en el sur de la provincia de Córdoba formaron parte de un entramado que abarcaba toda el área pampeana (ver Fig. 3). En general siguieron un curso N-S, en dirección a los grandes cacicatos ranqueles que tuvieron su epicentro en la actual provincia de La Pampa.

Como se mencionó con anterioridad, existieron rastrilladas de primer orden, como la del Cuero, del Sauce, de las Tunas y de Trenel, y otras secundarias que conectaron distintos puntos estratégicos de la geografía pampeana.

Rastrillada del Cuero

La rastrillada del Cuero se llamaba así porque su recorrido pasaba por el paraje del Cuero, caracterizado por una laguna y montes, morada de nativos, en especial ranqueles, desde mucho tiempo atrás. Esta rastrillada tenía una extensión aproximada de 300 km, entre Río Cuarto y el Médano Colorado, atravesando terrenos que hoy ocupan tres provincias argentinas: departamentos Río Cuarto y General Roca (Córdoba), Rancul (La Pampa) y Gobernador Dupuy (San Luis). En el Médano Colorado empalmaba con la rastrillada de las Pulgas, que unía Villa Mercedes con Leuvucó.

Rastrillada del Sauce

La rastrillada del Sauce era una importante vía de comunicación que vinculaba el Fuerte del Sauce (luego La Carlota) con las Tres Lagunas, cuerpos de agua situados cerca del actual pueblo de Italó. Seguía un curso general SSO, y tenía una extensión aproximada de 190 km. En el paraje citado de Tres Lagunas, la rastrillada del Sauce se unía con la rastrillada de las Tunas, formando la rastrillada de Trenel, que se dirigía hacia la Pampa central.

Las primeras noticias acerca de esta rastrillada surgen tras una incursión punitiva llevada a cabo por las fuerzas españolas en 1776.

Rastrillada de las Tunas

Los principales lugares por donde pasaba la rastrillada de las Tunas, eran los siguientes:

Bajos Negros es una laguna situada 8,5 km al NO de General Baldissera. También recibe este nombre una extensa cañada, que incluye a la mencionada laguna, y que se prolonga por muchos kilómetros en dirección N-S.

Chañaritos era un paraje formado por una laguna, en cuyas orillas crecían chañares, ubicado en proximidades de la intersección de la Rastrillada de las Tunas con el Camino del Medio. Esta laguna es alargada en dirección NE-SO, siendo atravesada por la ruta provincial N.º 11, encontrándose a 4 km al O de Isla Verde.

Las Tunas era un sitio de gran importancia, constituido por una gran laguna y dos fortificaciones militares en distintos momentos históricos. Lleva este nombre por la presencia en las adyacencias de la laguna de unas cactáceas conocidas vulgarmente como "tunas". De allí deriva la denominación de este camino.

La frontera sur de Córdoba, que durante más de un siglo se mantuvo sobre el río Cuarto, fue escenario de todo tipo de relaciones interétnicas, desde cruentos combates hasta intercambios comerciales, entre otros aspectos. Como toda frontera de este tipo, era un ámbito dinámico, permeable, con circulación de personas y bienes en uno y otro sentido. Las rastrilladas eran los caminos que los indígenas habían creado con el continuo deambular por las Pampas.

La frontera cordobesa del sur formaba parte de una red de caminos, que abarcaba toda el área pampeana. Las rastrilladas principales tenían un marcado rumbo N-S, y se dirigían desde el río Cuarto hacia "tierra adentro", especialmente al Mamüll Mapu. Tres grandes vías de comunicación indígena surcaron el sur cordobés: la del Cuero, del Sauce y de las Tunas.

Figura 3: Mapa de rastrilladas indígenas en la zona central de Argentina

La historia de mi pueblo

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