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La destreza motriz (DM)

Tal como se ha visto, la destreza motriz responde a cualquier movimiento en el que exista manipulación de un objeto, y se caracteriza por ser realizado sin oposición. El hecho de que no haya oposición hace que no exista la necesidad de decidir nada, más allá de lo propiamente necesario para ejecutarlo de manera correcta. La diferencia entre cada una de las destrezas reside en la finalidad que persiga el contacto, convirtiéndose dicha finalidad en el argumento principal para definirlo y diferenciarlo.

A partir de la existencia de otros criterios, se puede seguir adentrando y concretando más sobre la DM. Así, si se considera como nuevo criterio el número de segmentos corporales que participan en el movimiento, podemos establecer una nueva clasificación en movimientos globales y segmentarios. Atendiendo a este criterio, los movimientos globales hacen referencia a aquellos en que participan prácticamente la totalidad de los segmentos corporales; por el contrario, los movimientos segmentarios son aquellos en que tan solo participa una parte o superficie corporal.

De esta afirmación se concluye que las destrezas motrices globales son aquellos movimientos en que interviene exclusivamente el factor de ejecución (factores coordinativos), en los que hay manipulación de un instrumento con una finalidad concreta y en los que está implicada la participación de todo el cuerpo. Por ejemplo: lanzar, golpear… (habitualmente en bipedestación o en desplazamiento).

Por otra parte, las destrezas motrices segmentarias son aquellos movimientos en que interviene exclusivamente el factor de ejecución (factores coordinativos), en los que hay manipulación de un instrumento y se manifiesta una finalidad concreta y en los que participa exclusivamente un segmento corporal. Por ejemplo: lanzar, golpear… (habitualmente sentado, de manera que se consigue aislar el movimiento del segmento implicado).

Por último, se ha utilizado el criterio de la especialidad deportiva, permitiendo de este modo concretar mucho sobre cuáles son los movimientos o acciones propias de cada especialidad deportiva.

Las DMG específicas (DMGE) son aquellos movimientos en que interviene exclusivamente el factor de ejecución (factores coordinativos), en los que hay manipulación de un instrumento con una finalidad concreta, está implicada la participación de todo el cuerpo y son propios de una disciplina deportiva o de cualquier otro ámbito. Cuando se trate de la especialidad deportiva del fútbol se la reconoce como DMGE del fútbol. Por ejemplo: pase, recepción, conducción, robo, etc.

En el momento que cualquiera de estas destrezas se manifieste con una oposición (participación de los mecanismos de percepción y decisión), pasaremos a hablar de acciones técnicas. Ello implica la necesidad de considerar las destrezas motrices y las acciones técnicas como movimientos que se ejecutan en situaciones motrices distintas.

Tal como se ha mencionado al inicio de la introducción, en muchas ocasiones se ha utilizado el concepto de habilidad para hacer referencia a la «calidad del movimiento», alejándose del significado que se le ha dado en esta propuesta, en la que se ha otorgado al término habilidad un significado que abarca un conjunto de movimientos con características concretas, conocidos como habilidades motrices. Por este motivo, si ya no puede atribuirse a la calidad de un movimiento el término de habilidad, es necesario encontrar otra denominación. La propuesta es utilizar como sustantivo para referirse a la calidad los términos de grado o nivel.

El nivel conseguido en la ejecución del movimiento es la calidad de movimiento que manifiesta cada individuo. Cuanto más se aproxima el resultado a la tarea deseada, más nivel de destreza se alcanza. Este concepto es individual y está relacionado con la eficacia: a un mayor nivel de destreza motriz, mayor eficacia. En definitiva, cuando un jugador realiza una acción con eficacia, no puede hablarse de un jugador habilidoso sino del nivel alcanzado en la ejecución de dicha destreza.

La destreza motriz (DM) se presenta en situaciones en las que solo existe una relación del jugador con el balón y, en todo caso, con un jugador colaborador. No existe adversario que condicione al jugador con balón, ni su ejecución. Solo se manifiestan los aspectos coordinativos. Son situaciones que prácticamente no se dan en la competición, pero sí en los entrenamientos. Además, se les asigna el calificativo de aisladas, (tal como se explica más adelante), porque no existe ninguna relación con situaciones de juego de respuestas simples o complejas.

Se entiende por jugador colaborador el participante en la actividad, con o sin balón, que representa un soporte necesario para desarrollar con facilidad la ejecución, cuyo fin es ayudar al compañero para que pueda realizar la tarea. No hay ninguna intencionalidad de interrumpir el objetivo del jugador principal. En definitiva, no influye en la eficacia de la acción por realizar.

Tipos de destrezas motrices globales

Las destrezas motrices globales surgen a partir de premisas y fines distintos de cada una ellas. De este análisis se destacan estas acciones:

Lanzamiento. Acción que consiste en enviar un objeto que necesariamente debía estar agarrado, mediante un determinado impulso y con una orientación que le permita llegar a un destino prefijado.

Golpeo. Acción de entrar en contacto con un objeto con cualquier parte del cuerpo o implemento, acelerando o desacelerando el objeto, a la vez que permita darle una orientación.

Transporte. Acción que consiste en agarrar un objeto o una persona y llevarlo de un lugar a otro del espacio.

Parada. Acción que consiste en atrapar un objeto que se encontraba en movimiento, reduciendo su velocidad a cero.

Recogida. Acción que consiste en tomar un objeto que necesariamente debía estar parado.

Dejada. Acción que consiste en soltar un objeto que se tenía agarrado sin darle ningún tipo de impulso y que está únicamente ligada a la acción de la gravedad.

Empuje. Acción de aplicar una fuerza necesariamente por la parte posterior de una masa y acelerarla sin soltarla.

Arrastre. Acción de aplicar una fuerza necesariamente por la parte anterior de una masa aprehendida y acelerarla sin soltarla.

Estas definiciones adquieren una gran importancia dado que de ellas se desprenden las distintas acciones técnicas propias del fútbol. Solo este hecho condicionará de forma absoluta la propuesta en la terminología de las acciones técnicas.

Destrezas motrices globales aplicadas al fútbol

Del conjunto de las destrezas que se desarrollan en las distintas especialidades deportivas, se puede concretar que en el fútbol se presentan las siguientes:

Lanzamiento. (1) Acción del portero cuando coge el balón con las manos y lo envía a un espacio o a un jugador. (2) Acción para iniciar el juego cuando el balón sale por la línea de banda.

Golpeo. Todos los contactos que puede hacer el jugador con el balón.

Transporte. Acción del portero cuando se desplaza con el balón en las manos dentro del área de penal.

Parada. Acción del portero cuando reduce la velocidad del balón a cero y lo coge con las manos. El portero y los jugadores cuando reducen con el pie la velocidad del balón a cero, y lo mantienen en el suelo.

Recogida. Acción del portero cuando coge el balón del suelo con las manos, una vez que el balón se encuentra parado.

Si se prescinde del jugador portero, en el fútbol el resto de los jugadores manifiestan prácticamente la DMG del golpeo, lo cual indica que no es correcto hablar de lanzamientos para referirse a los distintos contactos que tiene el jugador con el balón. Como puede verse, es algo muy sencillo de demostrar; sin embargo, la continua e inadecuada utilización de estos términos hace prever que será difícil reemplazarlos. Ello no exime de la obligación moral de intentarlo.

Otros conceptos

Golpeo e impacto. En esta propuesta, el término golpeo se emplea para referirse al contacto que provoca de forma voluntaria un jugador al balón, mientras que se habla de impacto para referirse al contacto que recibe un objeto por parte de un jugador, en la mayoría de las ocasiones de manera fortuita y nunca como emisor, sino como receptor. De este modo pueden considerarse los impactos en el fútbol como acciones involuntarias.

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