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Reconocimientos

Este libro no hubiera sido posible sin la gracia y la fidelidad de Dios. La guía, las oraciones y la solicitud de muchos me permitieron ver el fruto de esta dedicación.

Agradezco a Dios por la comisión tutora en el Fuller Theological Seminary, que me guio en este esfuerzo. La disposición a dialogar conmigo mientras luchaba con cada tema, fue una fuente especial de estímulo. Edgar J. Elliston me ayudó más de una vez en situaciones difíciles. Su crítica detallada y su apoyo solícito fueron una gran fuente de afirmación. Disfruté de momentos de profunda reflexión con Charles Van Engen. Su diálogo reflexivo sobre mi trabajo fue muy estimulante. También estoy agradecido a Paul E. Pierson por su cuidado y estímulo pastoral, así como por compartir conmigo las lecciones de sus años de experiencia, además de sus ricos aportes sobre la misión y los movimientos.

Estoy en deuda con otras dos personas con quienes tuve el privilegio de trabajar mientras investigaba. Me refiero a Samuel T. Kamaleson, exvicepresidente general de Visión Mundial, quien fue un pastor para mí durante mi estadía en Estados Unidos, y Charles Kraft, de quien estoy especialmente agradecido por su interés en mí, incluso antes de iniciar mi investigación. Sumo a ello el sostén de sus oraciones a lo largo de los años en el Fuller Seminary.

La preocupación de Viggo Sogaard por mi bienestar desencadenó todo el proceso de investigación en Fuller. También estoy en deuda con Nancy Thomas, bibliotecaria de la Fuller’s School, de Visión Mundial, quien pacientemente leyó mi tesis y me guio hasta las últimas etapas.

Aparte de todos ellos, hubo muchos cuya amistad y aportes convirtieron este proceso de reflexión en un tiempo muy rico: Dean Hirsch, presidente; Watt Santatiwat, vicepresidente de la región asiática; la fallecida Joan Levett, entonces vicepresidente de ministerio y sociedad de apoyo; y Bryant Myers, vicepresidente de ministerio (todos de Visión Mundial). Aparte del apoyo financiero, su interés en este trabajo fue muy animador. Estoy especialmente agradecido a Dean Hirsch y Joan Levett por el amoroso apoyo que nos prodigaron a mi familia y a mí mientras transitábamos el camino que teníamos por delante. Estoy en deuda con Visión Mundial India por permitirme el tiempo y el espacio para realizar esta investigación. Estoy en deuda con mis colegas, quienes me tuvieron paciencia mientras me guiaban a través de sus propias experiencias.

También agradezco a otros amigos que nos apoyaron como una gran familia durante mi estadía en Fuller: Jim Brown, Ian Thornton, John Steward, Steve Commins, John Key, John Robb, Frank Cookingham y Geroge Marhad. Agradezco, también, a la Fundación First Fruit y a Visión Mundial por su apoyo financiero.

No podría haber hecho gran cosa sin el apoyo de mi querida familia. Agradezco a Dios por mis padres, quienes ya se fueron de esta vida a estar con el Señor. En vida, mi madre me sostuvo con sus constantes oraciones y su amor. También agradezco a mi familia extendida: mis hermanos y hermanas con sus familias, quienes me apoyaron y animaron durante el tiempo que duró la investigación. Finalmente, estoy agradecido a Dios por mi esposa y mis hijos. Mi esposa y amiga, Vidhu, fue mi compañera y mi crítica amorosa. Fue parte muy importante y editó esta investigación. Nuestros hijos, Jayanth y Vikram oraron por mí y me dieron el tiempo que les correspondía legítimamente a ellos para que pudiera realizar este estudio. Mi familia me apoyó durante los numerosos momentos de impotencia personal que fueron parte de esta investigación.

Asimismo, vaya mi agradecimiento especial a Edna Valdez de Publicaciones Visión Mundial, así como a Rebecca Russell y Joan Laflamme, quienes revisaron laboriosamente este manuscrito y se esforzaron mucho en convertir este material académico en algo ameno. Para estas mujeres, mi sincero agradecimiento por su paciencia a lo largo de todo el proceso.

Es mi sincera esperanza que este libro sea una bendición para quien lo lea.

Jayakumar Christian

El Dios de los desposeídos

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