Читать книгу No desamparada - Jennifer Michelle Greenberg - Страница 13
ОглавлениеEl vidrio quebrado le salpicó la parte trasera de las piernas. Miró hacia abajo esperando ver sangre, pero no había nada. Su madre había ido a comprar comida y ella estaba a cargo de prepararle el almuerzo a su papá, y este no estaba contento con lo mucho que se estaba demorando.
No dijo nada. Si hablaba, podría enojarlo aún más.
Arrojó otro plato tras ella, quebrando así parte del piso de linóleo. Los fragmentos de vidrio tintinearon por la cocina y rebotaron en los gabinetes, las patas de las sillas y las murallas.
Siguió callada, pero el cuerpo le tiritaba de miedo, miedo que rápidamente se estaba convirtiendo en indignación.
Sintió que un tenedor pasó volando a un costado de su cabeza, dio contra los gabinetes y cayó al suelo con estruendo. Después vino un cuchillo, que hizo que el corazón se le alborotara y dejó una marca en la madera a centímetros de su rostro.
No pudo soportarlo más. Era su hija, pensó. Si él podía ser aterrador, también podía serlo ella. Se dio vuelta y lo enfrentó.
«¡No te tengo miedo!», le gritó. «¡Siéntate y cállate, o llamo a la policía!».
Sintió que la indignación de su padre disminuyó levemente. Se veía casi sorprendido, pensó ella, pero esa expresión pronto mutó en lo que, le parecía, podía ser resentimiento. Él se sentó a la mesa; ella terminó de prepararle el almuerzo.