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Introducción

La presencia de España en América estuvo marcada por la ocupación de territorio a través de la fundación de ciudades que fueron la base de la dominación política, militar y económica. Las urbes fueron un oasis en medio de vastos y peligrosos territorios y, para comunicarlas, se debió crear un largo camino que facilitara el comercio y la circulación de personas. Así comenzó a funcionar, desde fines del s. XVI, el Camino Real al Perú, este denominado así por ser el Perú, con Lima, su capital, el punto de partida del derrotero.

El camino al Perú atravesaba el sudeste de Perú, de norte a sur la actual Bolivia, antes denominada Alto Perú y el noroeste argentino (Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago), Córdoba, Santa Fe, y terminaba en la ciudad de Buenos Aires que, fundada en 1580, tuvo un gran desarrollo en los s. XVII y XVIII hasta convertirse en la capital del territorio desprendido del virreinato del Perú: el virreinato del Río de la Plata.

Dentro de las ciudades del Río de la Plata, San Miguel de Tucumán era una urbe importante, ya que estaba ubicada en el paso obligado del camino que unía el océano Pacífico con el Atlántico. Además, San Miguel estuvo fuertemente vinculada a la provisión de productos manufacturados (carretas, cueros curtidos, etc.), cría de bueyes y mulas y el servicio de transporte de mercancías que circulaban por el Camino Real al Perú, principalmente hacia el centro minero de Potosí, pero también a las demás ciudades del virreinato.

El Camino Real, en su gran recorrido, tenía paradas para el descanso, aprovisionamiento y alimentación de viajeros y animales. En estas paradas había una población dedicada al aprovisionamiento de animales de tiro y artesanos para la reparación de carretas y diligencias que atravesaban el camino.

En el s. XVIII se organizó el correo estatal para mejorar la comunicación privada y oficial, con postas a cargo de empleados estatales llamados “maestros de postas”. Estos tenían funciones reguladas por el Estado, recibían un sueldo y eran, generalmente, los propietarios del lugar donde se establecían las postas.

Las postas, ubicadas a la vera de Camino Real, fueron el único medio de comunicación en todo un sistema que abarcaba casi todo el territorio dominado por España, permitía la conexión entre el interior del territorio con Buenos Aires que en el s. XVIII ya era un centro económico y político.

El Camino Real y sus postas fue utilizado por los ejércitos en la guerra de Independencia, para el traslado de los oficiales y la tropa, y también prestaron el servicio de suministrar comida, aprovisionar y asistir a los soldados.

La administración de correos sirvió, con sus carruajes oficiales, para el traslado de jefes y generales que pasaron por las postas de nuestra provincia tucumana.

El Camino Real y sus postas favorecieron la comunicación entre las distintas partes de la región rioplatense y permitieron la gestación y desarrollo de núcleos urbanos dentro de nuestro territorio, argentino y tucumano.

Hacia 1852 se reorganizó el Correo Nacional, según lo dispuesto por el director de la Confederación Argentina, estableciéndose un sistema de mensajerías con diligencias y mensajerías administradas por empresas privadas. Este sistema funcionó hasta la llegada del ferrocarril en la década de 1870, comunicando San Miguel de Tucumán con las distintas regiones del país, en forma regular todas las semanas del mes.

En el último tercio del s. XIX, el Camino Real fue reemplazado por la ruta de las vías férreas, que permitiría el transporte de personas y mercancías de forma más rápida y económica. Este nuevo medio de comunicación fue verdaderamente revolucionario, ya que dejó atrás la historia gestada desde la época de dominación española. Como legado, quedaron los poblados establecidos en las inmediaciones al Camino Real y sus postas, reemplazadas por estaciones de ferrocarril que, en muchos casos, se emplazaron cercanas a las antiguas postas del correo.

Posteriormente, ya en el s. XX, surgieron las rutas asfaltadas, por las cuales circularían los automóviles. Estas vías, en muchos casos, se ubicaron en las cercanías y, a veces, paralelamente al antiguo Camino Real que sirvió de base histórica vertebradora del sistema de comunicación de los transportes nacionales de nuestros días.

El Camino Real al Perú en la Jurisdicción de San Miguel de Tucumán

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