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Capítulo 2

La posición básica

CONCEPTO

A la hora de realizar una acción defensiva es tan importante el gesto a efectuar como la predisposición corporal para llevarlo a cabo. La predisposición corporal que adopta el portero para la realización de una acción defensiva es lo que podemos denominar “posición básica”.

OBJETIVO

Estar en disposición óptima para garantizar la correcta ejecución de cualquier tipo de acción técnico-táctica defensiva con la máxima eficacia.

CONSIDERACIONES

Antes de realizar un determinado gesto o acción para intervenir de manera eficaz en cualquier situación del juego, el portero ha de adoptar una posición corporal coordinada para dar respuesta a esa situación inmediata.

Dicha posición debe cumplir las siguientes características:

• Cuerpo orientado hacia el balón.

• Cabeza erguida en dirección al desarrollo del juego.

• Seguimiento del balón con la mirada en su aproximación.

• Piernas abiertas aproximadamente la anchura de los hombros, formando una base de sustentación estable.

• Los apoyos de los pies en el suelo deben ser paralelos, en la misma línea y mirando en la misma dirección.

• Rodillas ligeramente flexionadas.

• Pies sobre las punteras; los talones no deben tocar el suelo.

• Tronco semiflexionado y ligeramente hacia delante, situando el centro de gravedad por delante del eje corporal.

• Brazos con los codos ligeramente flexionados y separados del cuerpo.

• Equilibrio de la tensión corporal.


El portero, a la hora de adoptar la denominada posición básica, debe tener en cuenta una variable fundamental para la correcta ejecución del gesto técnico: la distancia a la que se encuentra el contrario con el balón.

Teniendo en cuenta dicha distancia, ha de modificar varios aspectos fundamentales de su posición corporal, como son:

• Las rodillas, más o menos flexionadas.

• Las palmas de las manos, mirando hacia las caderas o hacia el frente.

• El apoyo sobre las puntas de los pies, más o menos acentuado.

• El grado de tensión corporal.

Variables de la posición básica respecto a la distancia del contrario con el balón


La posición de las rodillas

En situaciones cercanas, la posición flexionada de las rodillas del portero será más acentuada con el fin de bajar el centro de gravedad de su cuerpo, siendo la flexión de sus rodillas menor a medida que la distancia a la que se encuentra el contrario con el balón sea mayor.

Cuando el contrario se encuentre en posiciones cercanas o de uno contra uno, las posibilidades de que el balón se aproxime al portero mediante trayectorias próximas al suelo serán muy elevadas y el tiempo que tendrá éste para estirarse hacia el suelo será menor. Por lo tanto, debe adoptar una posición más flexionada de sus rodillas, bajando el centro de gravedad de su cuerpo de manera que le permita adoptar una posición corporal más adecuada con el objetivo de afrontar dicha acción con garantías y llegar al suelo lo más rápidamente posible en el caso de que tuviera que efectuar una estirada.

De la misma manera, en distancias medias o largas, teniendo en cuenta que el balón en su recorrido hacia la portería tiene el tiempo suficiente para coger altura, no debe adoptar una posición corporal tan flexionada, habiendo de situar su centro de gravedad a una altura más compensada o equilibrada.

La posición de las manos y los brazos

El portero situará las palmas de las manos mirando hacia las caderas o ligeramente hacia atrás cuando el contrario se encuentre en posiciones lejanas, e irá girándolas, colocando las palmas hacia delante, a medida que la distancia a la que se encuentre el contrario con el balón disminuya.

En situaciones de uno contra uno y en disparos muy cercanos, el portero no tendrá tiempo suficiente para situar las dos manos en posición correcta para blocar el balón, debiendo efectuar un desvío, normalmente con una mano. Por esta razón, en tales situaciones colocará las palmas de las manos mirando hacia el móvil, de manera que pueda efectuar el gesto técnico de desvío lo más rápidamente posible.

Igualmente, cuando el contrario se encuentre en distancias medias o largas que le permitan acomodar las manos correctamente para efectuar el blocaje del balón, situará las palmas de las manos en su posición natural, mirando hacia las caderas o ligeramente hacia atrás.

La posición de las puntas de los pies

El contacto de las puntas de los pies en el suelo será más acentuado cuando el contrario se encuentre en posiciones cercanas, pasando a ser menos acentuado a medida que la posición del contrario con el balón sea más alejada. En situaciones cercanas, la entrada en acción del portero será inminente, por lo que su apoyo en el suelo debe ser sobre las puntas de los pies, mejorando la velocidad de reacción de su entrada en acción.

El equilibrio de la tensión corporal

La posición corporal se encontrará en un estado de tensión mayor cuanto más cercana sea la posición del contrario con el balón, pues su entrada en acción será inminente. Asimismo, la posición corporal se debe encontrar en un estado de tensión menor cuando la distancia a la que se encuentre el contrario con el balón sea mayor.


El aumento de la tensión corporal previa a la entrada en acción mejorará la velocidad de reacción del portero, por lo que éste debe adaptar el grado de tensión corporal de acuerdo con sus posibilidades de entrada en acción, siendo éstas mayores cuanto más cerca se encuentre el contrario con el balón.

Los “errores más frecuentes” en la ejecución técnica de la posición básica son:

• No adaptar el grado de flexión de las rodillas a la distancia a la que se encuentra el adversario con el balón.

• No adaptar la posición de las manos y brazos a la distancia a la que se encuentra el contrario con el balón.

• Estar apoyado con los talones tocando el suelo y no adaptar el apoyo de las puntas de los pies en el suelo a la distancia a la que se encuentra el adversario con el balón.

• No adaptar el grado de tensión corporal a la distancia a la que se encuentra el contrario con el balón.

• No situar el apoyo de los pies en el suelo de forma paralela, sobre la misma línea y mirando en la misma dirección.

• Efectuar el apoyo de los pies en el suelo con una anchura muy superior o inferior a la abertura de los hombros.

• Posicionarse erguido, sin flexionar el tronco hacia delante.

POSICIÓN ESTÁTICA DE REDUCCIÓN DE ESPACIOS

El portero en situaciones muy cercanas podrá utilizar también una variante de la posición básica que cabría denominar “posición estática de reducción de espacios”.

Consideraciones

Se podrá hacer uso de esta variante técnica de la posición básica fundamentalmente en las siguientes situaciones:

• En situaciones producidas en el uno contra uno en las cuales el portero se aproxime al máximo al atacante, tapando la trayectoria del balón y cerrando su ángulo de tiro.

• En situaciones de disparo cercano y escorado.

En este tipo de posicionamiento, el portero adoptará una posición lo más agachada posible, manteniendo su centro de gravedad lo más cerca posible del terreno de juego de manera que su cuerpo proporcione una mayor superficie de oposición al balón.

La utilización de esta posición tendrá mayores posibilidades de éxito en situaciones en las cuales el atacante se aproxime desde una posición escorada a la portería, en la cual prácticamente no tendrá el espacio suficiente para realizar un regate y no le quedará otra opción que efectuar un disparo para superar la posición del portero. Normalmente se dará en situaciones en las que el contrario se aproxime con el balón desde zonas laterales a la portería con un ángulo de tiro no superior a 45º.

Gráfico de situación óptima para la utilización de la posición estática de reducción de espacios


Para la correcta ejecución del gesto técnico, el portero adelantará ligeramente una pierna flexionando la rodilla con el objetivo de bajar el centro de gravedad de su cuerpo. La otra pierna estará más retrasada y apoyada en el suelo sobre las puntas de los dedos.

Para cerrar el hueco que se forma entre las dos piernas, acercará la rodilla de la pierna más retrasada hacia la pierna más adelantada, ayudándose de un giro del talón hacia el exterior, situándola flexionada, muy próxima al terreno de juego y cerrando el hueco que se forma entre las dos piernas.

Por norma general, adelantará ligeramente la pierna contraria a la pierna de conducción del balón o de disparo del contrario.

Si el adversario conduce el balón o va a efectuar el disparo con la pierna derecha, el portero, situándose frente a él, debe adelantar ligeramente su pierna izquierda a la vez que flexiona su rodilla, cargando todo el peso de su cuerpo sobre ella y cerrando el hueco que se forma entre las dos piernas con la rodilla derecha, y viceversa. El apoyo del pie más adelantado lo efectuará con los dedos mirando hacia la diagonal, nunca hacia el frente.

No obstante, en situaciones en las cuales el contrario no posea excesivo ángulo y se encuentre en una posición muy escorada respecto a la portería, el portero podrá adoptar la posición básica de reducción de espacios cargando todo el peso de su cuerpo en dirección al palo largo, independientemente de la pierna con la cual el adversario conduzca el balón o vaya a efectuar el disparo. Esto sucederá en mayor medida en situaciones en las cuales la aproximación del contrario se produzca desde zonas laterales a la portería con un ángulo de tiro no superior a 25º.

Gráfico de situación óptima para la utilización de la posición estática de reducción de espacios cargando el peso corporal en dirección al palo largo


Los brazos, a su vez, estarán estirados y próximos al terreno de juego, con las palmas de las manos mirando al balón.

Esta variante técnica de posicionamiento tiene la ventaja de que se consigue una superficie de oposición mayor al balón, además de reducir las posibilidades de que el móvil supere la posición del portero pasando entre sus piernas.

Por el contrario, al tratarse de una posición tan flexionada y agachada, el portero apenas tendrá capacidad de reacción ante un posible regate del adversario, por lo que no es aconsejable su utilización en situaciones frontales y alejadas a la portería en las cuales el contrario tiene mayor posibilidad de emplear dicho recurso para superar su posición.


Los “errores más frecuentes” en la ejecución técnica de la posición estática de reducción de espacios son:

• Utilizarla cuando el contrario avanza con el balón desde una posición centrada a la portería y tiene el espacio suficiente hasta la línea de meta para rebasar la posición del portero mediante un re-gate.

• Equivocar la pierna sobre la cual cargar el peso corporal para bajar el centro de gravedad.

• Arrodillarse de manera frontal con las dos rodillas apoyadas en el terreno de juego.

• Retirar la cabeza hacia un lado en el momento del golpeo, perdiendo de vista el balón.

• Situarse semiarrodillado cargando el peso del cuerpo sobre la pierna más adelantada con los dedos de los pies mirando al frente.

• No cerrar el hueco que se forma entre las dos piernas con la rodilla más próxima al terreno de juego.

Manual técnico del portero de fútbol

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