Читать книгу Patrias alternativas - Jordi Pomés Vives (Eds.) - Страница 13
6. CONCLUSIONES
ОглавлениеComo hemos podido ver a lo largo de estas páginas, a pesar del retorno de un absolutismo duro y represivo, el liberalismo tuvo firmes defensoras entre el sexo femenino. Ya fuera por la urgencia o por el devenir de los acontecimientos, la lucha contra Fernando VII ni se dejó únicamente en manos masculinas ni fue desatendida.
Muchas mujeres fueron perseguidas y condenadas por su relación con el liberalismo o por su pasado afrancesado, una afinidad que en muchas ocasiones vino marcada por una convicción ideológica firme y en otras fue fruto de vínculos familiares. No obstante, y al margen de la motivación que situara a muchas de ellas en el bando liberal, el absolutismo no dudó en castigarlas y condenarlas de la misma manera que sucediera con sus compañeros varones. Este hecho ya demuestra por sí solo que los realistas, pese a mantener un discurso abiertamente conservador donde el papel de la mujer era irrelevante en cuestiones públicas, eran conscientes de su capacidad para abogar por la causa liberal y del peligro que suponía obviar las consecuencias de sus acciones. De lo contrario resulta imposible explicar hechos como la vigilancia a la que sometían a las exiliadas, los juicios de purificación o las condenas judiciales de aquellas mujeres próximas a círculos liberales.
Ahora bien, esta disonancia en el discurso más conservador se inscribía en un marco ideológico que amparaba esa visión más tradicional de la mujer y pretendía desmerecer la aportación femenina a la causa liberal. A la hora de justificar la acción de estas mujeres se insistió en que su comportamiento era consecuencia, no de una actitud consciente y racional en defensa del proyecto liberal, sino de un verdadero amor a la causa o a sus seres queridos en peligro.103 Por todo ello, en ocasiones, no resulta fácil confirmar si algunas de las mujeres que padecieron prisión, juicios de purificación, vejación pública e incluso la muerte lo hicieron como defensoras explícitas del ideario liberal o como consecuencia de su relación particular con personalidades de ese ámbito.
En cualquier caso, ya fuera por motivos familiares o por un compromiso activo con la causa, la conducta de dichas mujeres resultó casi siempre desinteresada, pues de sus iniciativas no derivó, salvo casos muy excepcionales, reconocimiento alguno.
Notas
1 Miguel Artola, Los afrancesados, Madrid, Alianza Editorial, 1989, págs. 262-263.
2 Juan B. Vilar, La España del exilio, Madrid, Síntesis, 2006, pág. 124.
3 Juan Francisco Fuentes y Pilar Garí, Amazonas de la libertad. Mujeres liberales contra Fernando VII, Madrid, Marcial, Pons, 2013; Juan L. Bachero, «La represión en el absolutismo: entre la ley y la arbitrariedad», en Marieta Cantos y Alberto Ramos (eds.), La represión absolutista y el exilio, Cádiz, Universidad de Cádiz, 2015, pág. 78, y Christiana Brennecke, Von Cádiz nach London. Spanischer Liberalismus in Spannungsfeldvonnationalerselbstbestimmung, Internationalität und exil (1820-1833), Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 2010.
4 Archivo Histórico Nacional (en adelante, AHN), Consejos, leg. 12.276, Superintendencia General de Policía del Reyno, «Estado que manifiesta el número de personas de ambos sexos que en los índices inversos remitidos por los Intendentes del Ramo resultan con las notas de más o menos adictas al abolido sistema constitucional», 31/1/1826. En dicho documento se incluye el registro de 9.243 mujeres, pertenecientes en su mayoría a las clases medias y altas, sospechosas de «liberalismo» o de conspiración contra el rey (reproducido por completo en Juan F. Fuentes, «Geografía del liberalismo español en la Década Ominosa: Emigración política y exilio interior», en Armando Alberola y Elisabel Larriba (eds.), Élites y revolución en España. Homenaje al profesor Gérard Dufour, Alicante, Universidad de Alicante, 2010, págs. 309-331).
5 Paloma de Villota, «Violencia y represión contra la mujer bajo Fernando VII», en Actas de las IV Jornadas de Investigación interdisciplinaria: Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres, siglos XVI a XX, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 1994, págs. 195-220.
6 Maurice Agulhon, Marianne au combat. L’imagerie et la symbolique républicaines de 1789 à 1880, París, Flammarion, 1979.
7 Carole Berkin, Revolutionary Mothers. Women in the Struggle for America’s Independence, Nueva York, Alfred A. Knopf, 2005. Mary B. Norton, Liberty’s Daughters. The Revolutionary Experience of American Women, 1750-1800, Ithaca-Londres, Cornell University Press, 1996.
8 Jacques Guilhaumou y Martine Lapied, «Women’s Political Action during the French Revolution», en Christine Fauré (ed.), Political and Historical Encyclopedia of Women, Nueva York-Londres, Routle, 2003, págs. 71-87.
9 Karen Hageman, «Female Patriots: Women, War and the Nation in the Period of the Prussian-German Anti-Napoleonic Wars», Gender and History, 16 (2004), págs. 397-427, y «Heroic virgins and Bellicose Amazons: Armed Women, the Gender Order and the German Public during and after the Anti-Napoleonic Wars», European History Quarterly, 37(4), 2007, págs. 507-527.
10 Eleni Angelomatis, «Women in the War of Greek Independence», en Mark Mazower (ed.), Networks of Power in Modern Greece. Essays in Honour of John Campbell, Londres, Hurst and Company, 2008, págs. 45-68.
11 Enric Ucelay Da Cal, «Agustina, la dama del cañón: el topos de la heroína fálica y el invento del patriotismo», en Irene Castells, Gloria Espigado y María Cruz Romeo (coords.), Heroínas y patriotas. Mujeres de 1808, Madrid, Cátedra, 2009, págs. 193-268.
12 Charles J. Esdaile, Women in the Peninsular War, Oklahoma, University of Oklahoma Press, 2014.
13 José Álvarez Junco, «La invención de la Guerra de la Independencia», Studia Historica-Historia Contemporánea, XII, 1994, págs. 84-107, y Christian Demange, El Dos de Mayo. Mito y Fiesta Nacional (1808-1958), Madrid, Marcial Pons Historia, 2004.
14 M. Antonia Fernández Jiménez, La mujer en la guerra, España 1808-1814. La nación en armas, Madrid, SECC-Ministerio de Defensa, 2008.
15 Marieta Cantos, «Las mujeres en la prensa entre la Ilustración y el Romanticismo», en Marieta Cantos Casenave, Fernando Durán López y Alberto Romero Ferrer (eds.), La guerra de pluma. Estudios sobre la prensa de Cádiz en el tiempo de las Cortes (1810-1814), tomo III, parte quinta: «Sociedad y consumo: estructuras de la opinión pública», Cádiz, Universidad de Cádiz, 2008, págs. 161-336; Marieta Cantos y Beatriz Sánchez Hita, «Escritoras y periodistas ante la Constitución de Cádiz de 1812 (1808-1823)», Historia constitucional, 10, 2009, págs. 137-179; Marieta Cantos, «Las mujeres y la libertad de imprenta en tiempos de las Cortes de Cádiz», en Elisabel Larriba y Fernando Durán López (coords.), El nacimiento de la libertad de imprenta: antecedentes, promulgación y consecuencias del Decreto de 1810, Madrid, Sílex, 2012, págs. 345-362.
16 Trabajos como los de Susan Kirkpatrick: Las románticas. Escritoras y subjetividad en España, 1835-1850, Madrid Cátedra, 1991, y «La construcción de la subjetividad romántica femenina», en M.ª José de la Pascua, y Gloria Espigado (eds.), Europeas y españolas entre la Ilustración y el Romanticismo (1750-1850), Cádiz, Universidad de Cádiz, 2003, págs. 81-99, o Mónica Bolufer, Mujeres e Ilustración. La construcción de la feminidad en la España del siglo XVIII, Valencia, Alfons el Magnànim, 1998, y «Lo íntimo, lo doméstico y lo público: representaciones sociales y estilos de vida en la España Ilustrada», Studia Historica. Historia Moderna, 19, 1998, págs. 85-116; han demostrado lo impropio de afirmaciones que, basándose únicamente en el referente inglés y francés, ofrecían una definición muy sesgada de la Ilustración y el Romanticismo en España. No considerar auténticos ni a la Ilustración ni al Romanticismo españoles por no seguir las pautas inglesas o francesas suponía ignorar el carácter propio de la historia y cultura española, incluso cuando se trata de participar en la dinámica general de los movimientos europeos.
17 Paloma Fernández Quintanilla, «Los salones de las Damas ilustradas madrileñas en el siglo XVIII», Tiempo de Historia, 52, 1979, págs. 44-53; y La mujer ilustrada en la España del siglo XVIII, Madrid, MEC, 1981.
18 Ramón Solís, El Cádiz de las Cortes, Barcelona, Plaza y Janés, 1978.
19 Gloria Espigado, «Las mujeres en el nuevo marco político», en Isabel Morant (dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina, III, Madrid, Cátedra, 2008, págs. 44-45.
20 Elena Fernández, Las mujeres en los inicios de la revolución liberal española (1808-1823) [tesis doctoral], Universidad Autónoma de Barcelona, 2007.
21 M.ª Cruz Romeo, «Juana María de la Vega, condesa de Espoz y Mina (1805-1872) por amor al esposo, por amor a la patria», en Isabel Burdiel y Manuel Pérez Ledesma (coords.), Liberales, agitadores y conspiradores: biografías heterodoxas del siglo XIX, Madrid, Espasa Calpe, 2000, págs. 209-238.
22 Archives Nationales, sede de París (en adelante, ANSP), serie F/7 (Espagnols refugiés), cartón 12.095.
23 Juana de Vega (condesa de Espoz y Mina), Memorias, Madrid, Tebas, 1977, págs. 25-26.
24 De hecho, la familia no regresaría hasta el triunfo del pronunciamiento de Rafael de Riego, para volver a marcharse en 1823, no solo como consecuencia de la militancia liberal del padre, sino por el hecho de que, por entonces, su hija Juana ya había contraído matrimonio por poderes con el general liberal Francisco Espoz y Mina. En 1824 fallece Josefa Martínez Losada y, un año más tarde, el resto de la familia consigue reunirse con Francisco Espoz y Mina en Londres. Permanecieron fuera de España diez años, casi siempre en Inglaterra, aunque con largas estancias en Francia para promover intentos de restauración de la Constitución de Cádiz de 1812. Finalmente, tras la muerte de su esposo en 1833 regresará a La Coruña en 1837, y llegará a ser aya y camarera mayor de la reina Isabel II entre 1841 y 1843.
25 Huirán a Francia y no regresarán a España hasta 1820 para volver a marcharse, esta vez a Inglaterra, en 1823.
26 Juana de Vega (condesa de Espoz y Mina), Apuntes para la Historia del tiempo en que ocupó los destinos de aya de S. M. y A., Madrid, Hijos de M. G. Hernández, 1910, pág. 310.
27 ANSP, F/7, cartón 12.044.
28 Claude Morange, Una conspiración fallida y una constitución no nata (1819), Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 2006.
29 ANSP, F/7, cartón 12.034.
30 ANSP, F/7, cartón 12.097.
31 AHN, Consejos, leg. 11.991.
32 Alfredo González Hermoso, Le Robespierre Español, París, Annales Littéraires de l’Université de Besançon, 1991.
33 Ibidem, págs. 1.260-1.279.
34 Sánchez Hita, Beatriz, «María del Carmen Silva, la Robespierre española: una heroína y periodista en la guerra de la Independencia», en Castells, Espigado y Romeo, Heroínas y patriotas, págs. 399-426.
35 AHN, Consejos, leg. 11.991, pág. 347.
36 El Español Constitucional, VI, 1819, pág. 390.
37 En respuesta a las exigencias de España sobre los exiliados que estaban en los departamentos limítrofes con la frontera, el Gobierno francés había agrupado en el depósito de la isla de Oleron a los que se consideraba más peligrosos, y, a principios de 1816, allí encontramos al matrimonio registrado (ANSP, F/7, cartón 11.996).
38 El Español Constitucional, X, 1819, pág. 183
39 The British Library (en adelante, BL), manuscrito 38.272.
40 ANSP, F/7, cartón 12.059.
41 ANSP, F/7, cartón 12.056.
42 La condición de afrancesadas correspondería a aquellas españolas cuya implicación en favor de la causa bonapartista fue activa, aunque no se tratase necesariamente de participación política. En el caso de los varones, Artola, en Los afrancesados, los describe a partir de tres tipologías: la primera, formada por funcionarios y pequeños propietarios que acataron las leyes y cumplieron las órdenes sin discutir la legalidad de las mismas, debido a dos razones: el miedo a la represión y la necesidad de sobrevivir; la segunda, en la que encontraríamos a la élite intelectual influenciada por la Ilustración y ansiosa de reformas sociales y políticas y que tenían la esperanza de que José I modernizaría el país a todos los niveles, y un tercer grupo, conformado por oportunistas que se unieron a los franceses buscando fórmulas de enriquecimiento.
43 Elisa Martín-Valdepeñas, «Ilustración, jacobinismo y afrancesamiento: Ana Rodríguez de Carasa (1763-1816)», Cuadernos de Estudios del siglo XVIII, 18, 2008, págs. 33-80.
44 Gloria A. Franco Rubio, «Teresa Montalvo O’Farrill: una salonière criolla en la sociedad española finisecular», en José Martínez Millán et al. (coords.), La Corte de los Borbones: Crisis del modelo cortesano, Madrid, Polifemo, 2013, vol. II, págs. 1.259-1.280.
45 Condesa de Merlin, Memorias y recuerdos de la Señora Condesa de Merlin, publicados por ella misma, La Habana, Imp. de Antonio María Dávila, 1853, vol. I, págs. 62-63 y 237.
46 Elisa Martín-Valdepeñas, «La condesa de Merlin: una criolla en la guerra de Independencia», en Fernando Durán López (ed.), Hacia 1812 desde el siglo ilustrado: actas del V Congreso Internacional de la Sociedad Española de Estudios del siglo XVIII, 2013, págs. 1125-1140.
47 Gaceta de Madrid, 81, 4-6-1814, págs. 613-614.
48 ANSP, F/7 cartón 12.101.
49 Ibidem, cartón 12.087.
50 Ibidem, cartón 12.076.
51 Ibidem, cartón 2.784.
52 Vecina de Tuy y viuda de Jerónimo Freire, muerto en el ataque a Puente Sampayo en el otoño de 1809, solicita la reposición de la pensión que percibía como viuda de guerra (AHN, Consejos, leg. 12.221, pensiones 1835).
53 Véase Elisa Martín-Valdepeñas en «Mis señoras traidoras»: las afrancesadas, una historia olvidada», Revista HMiC, 2010, pág. 96.
54 Respectivamente, Víctor Peralta, Epítome cronológico o Idea general del Perú, Madrid, Fundación Mapfre, 2005, págs. 28-31; AHN, Consejos, legs. 5.521 y 12.221. Josefa y María Teresa de Acedo Rico y Olozábal habían visto cómo su pensión quedaba detenida en 1816; tras eso pleitearon y buscaron apoderados para conseguir la documentación que demostrase la lealtad de su padre; el resultado fue el restablecimiento de su pensión.
55 AHN, Estado, leg. 3.090.
56 Ibidem.
57 AHN, Estado, leg. 3.126.
58 Jordi Roca, «Emilia Duguermeur de Lacy: Un liderazgo femenino en el primer liberalismo español», en Castells, Espigado y Romeo, Heroínas y Patriotas, págs. 371-398.
59 Carmen Lacy, Apéndice a la causa del General Lacy, Burgos, Imp. de D. Ramón de Villanueva, 1821.
60 El Conservador, 6/7/1820, pág. 4
61 «La Exposición con que la viuda e hijo del general Lacy presentaron al Congreso de las Cortes 200 ejemplares de las exequias celebradas a su cadáver por la junta patriótica de Barcelona», El Constitucional: o sea Crónica Científica, Literaria y Política, 20, 10/10/1820.
62 Hermana del conde de Toreno, en 1811 se casó con Juan Díaz Porlier, el Marquesito, ejecutado en octubre de 1815 tras el fracaso de su pronunciamiento de septiembre en La Coruña.
63 Luisa Sáez de Viniegra, Vida del General D. José María Torrijos y Uriarte. Escrita y publicada por su viuda Doña Luisa Sáenz de Viniegra de Torrijos, Madrid, Imp. de Manuel Minuesa, 1860.
64 Juan F. Fuentes, «La conspiración de las viudas. Mujeres liberales contra Fernando VII», Claves de razón práctica, 217, 2011, pág. 62.
65 Ibidem, pág. 287.
66 Alberto Gil Novales, Las sociedades patrióticas (1820-1823), Madrid, Tecnos, vol. II, 1975, pág. 901.
67 La viuda de Torrijos en sus memorias recordaría las penurias sufridas por los refugiados que queriendo salir de España se concentraban hacinados por centenares en Gibraltar (Vida del General…, págs. 380-381).
68 Alberto Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833) de los orígenes del liberalismo a la reacción absolutista, Madrid, Fundación Mapfre, vol. II, 2010, pág. 2.218.
69 AHN, Consejos, leg. 12.221.
70 Morange, Una conspiración fallida, págs. 41-42.
71 José Luis Comellas, Los primeros pronunciamientos en España, Madrid, CSIC, 1958, pág. 274.
72 Nacida en Jaén en 1780, sería dama de la reina María Luisa de 1816 a 1823, secretaria de la Junta de Damas de la Sociedad Económica de Madrid desde 1818 a 1820 y del curador de la Inclusa y el colegio de la Paz de 1821 a 1822.
73 ANSP, F/7, cartones 12.035 y 12.037.
74 Modesto Lafuente, Historia general de España, Barcelona, Montaner y Simón, 1885, vol. V, pág. 450.
75 AHN, Estado, leg. 3.109.
76 AHN, Estado, leg. 3.132.
77 Gaceta de Madrid, 98, 22-7-1823.
78 AHN, Estado, leg. 3.132, exp. 6.
79 AHN, Consejos, leg. 12.221.
80 AHN, Estado, leg. 3.090.
81 AHN, Consejos, legs. 3.652-3.653 y 9.366-9.367.
82 Gaceta de Madrid, núm. 140, 30-10-1824.
83 AHN, Consejos, leg. 12.348.
84 Vega, Memorias, págs. 126-127.
85 ANSP, F/7, cartón 12.089.
86 Referencia al título del conocido dibujo de Francisco de Goya en el que se representa a una mujer encadenada, Madrid, Museo Nacional del Prado, D 4074 (fecha incierta, entre 1803 y 1824).
87 Irene Castells Oliván, La utopía insurreccional del liberalismo, Barcelona, Crítica, 1989, págs. 221-223.
88 AHN, Consejos, leg. 12.348.
89 AHN, Consejos, leg. 12.202.
90 AHN, Consejos, leg. 12.210.
91 AHN, Estado, leg. 3.109.
92 AHN, Consejos, leg. 12.230.
93 AHN, Estado, leg. 3.076.
94 The Literary Gazette and journal of belles letters, arts and sciences, núm. 646, pág. 380.
95 ANSP, F/7, cartón 12.065.
96 Germán Ramírez Aledón, «El exilio liberal valenciano (1823-1830)», en Actes del 2on Congrés Recerques. Enfrontaments civils: postguerres i reconstruccions, Lleida, Universitat de Lleida-Recerques, 2002, págs. 609-610.
97 ANSP, F/7, cartón 12.038.
98 ANSP, F/7, carton 12.044.
99 ANSP, F/7, cartón 12.076.
100 ANSP, F/7, cartón 12.093.
101 AHN, Estado, leg. 3.076.
102 ANSP, F/7, cartón 12.095.
103 Como afirmaba Susan Kirkpatrick (Las románticas), la posición del sujeto femenino en relación con la elaboración romántica de un lenguaje de la subjetividad a inicios del siglo XIX se mostró muy contradictoria, ya que, por un lado, parecía fomentarse una revalorización del sentimiento y de la individualidad que les permitía su incorporación tanto a lo artístico como a lo político, pero, por otro, las mujeres encontraron muy difícil asumir los modos y actitudes vitales de la individualidad romántica, que eran lo opuesto al ideal femenino abnegado y complaciente propios de la ideología de la domesticidad tradicional.