Читать книгу Vademécum de protocolo y ceremonial deportivo - Jorge J. Fernández Vázquez - Страница 7
ОглавлениеINTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Las reglas y costumbres protocolarias sirven para normalizar las relaciones entre instituciones y gobiernos, y también entre todas las personas. Tienen como objetivo principal fomentar el civismo en el trato entre seres humanos.
Según los archivos, el primer manual de etiqueta data aproximadamente de 2.000 años antes que la propia Biblia. Su autor fue un ministro del faraón egipcio Isesi, llamado Ptahotep, que daba consejos como el siguiente:
Procura que tu pensamiento sea profundo y tu lengua parca en el hablar. Guarda silencio porque es un don del que han de venirte muchos bienes.
Fueron los egipcios en el año 3000 a. C. los que desarrollaron el primer protocolo y ceremonial de Estado, e introdujeron no sólo los símbolos del poder, sino también la propia estructura jerárquica y la normativa que regulaba las relaciones entre los sujetos que integraban su sociedad.
El primer protocolo deportivo fue creado por los griegos en el año 776 a. C.
El primer protocolo militar lo crearon e introdujeron los griegos durante el mandato de Alejandro Magno en el año 330 a. C., y fue imitado en gran parte por los romanos.
Constantino, emperador romano, fue el creador del protocolo católico. Durante el imperio de Carolingio en Boloña (en la actualidad Italia) aparece el protocolo académico, y de allí es de donde proviene el tradicional y archiconocido himno Gaudeamus igitur.
El protocolo diplomático surgió durante el gobierno papal de Julio II, hacia el año 1600, lo que acarreó la precedencia entre las diferentes potencias, y el respeto y consideración debida a los embajadores.
Por otro lado, tenemos el protocolo social, instaurado por Luis XII de Francia, quien patrocinó la creación del tenedor y las normas del buen gourmet, e hizo mucho hincapié en el buen vestir.
Los servicios de protocolo ya existían en la Edad Media y se encargaban no sólo del contenido, sino también de la conducta en las negociaciones y relaciones con otros países.
En Hispanoamérica, un venezolano (Manuel Antonio Carreño), alumno de don Andrés Bello, publicó en Caracas en el año 1853 su famoso Manual de urbanidad y buenas maneras, que es la obra más famosa de este género. A partir de este libro se sentaron las reglas para mejorar la convivencia en la cultura hispanoamericana.
NOTAS DEL AUTOR
La organización protocolaria de un evento, y en este caso de una competición, es un complicado proceso de coordinación y dirección de personas y actividades para lograr el éxito en la organización del acontecimiento, y a su vez constituye un complicado entramado que en muchos casos da lugar a fracasos organizativos por no tener un «protocolo definido».
El protocolo se basa en un conjunto de normas, costumbres y tradiciones mediante las cuales se organiza cualquier acto, evento público o privado. Tiene diferentes definiciones y todas son acertadas, por eso es una «ciencia». Algunas de sus diversas definiciones, aunque no todas, son las siguientes:
•El arte de comportarse en público.
•La etiqueta de vestir.
•Saludar correctamente.
•Es la regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre (diccionario). Se produce en los actos en los que se puede dar alguna acción o circunstancia ceremonial.
El protocolo como ciencia, aunque no sea una ciencia exacta (según la definición de José Pablo Arévalo en su obra La Ciencia del Protocolo), «Se trata de una combinación de ciencia, táctica y arte, además de experiencia», es un conjunto de normas concebidas con determinadas técnicas según las cuales se organizan los actos públicos o privados promovidos por instituciones y empresas, como instrumento en las relaciones de cortesía y civismo compartidas por todos.
En el protocolo deportivo se conjugan una serie de normas establecidas con las que se trata de armonizar y lograr que convivan de manera acorde, de modo que complazcan a todo el mundo (autoridades públicas, privadas, deportivas, no deportivas, nacionales e internacionales, etc.), y que lleguen a consensos de comportamientos y actuaciones en beneficio del evento y de todos.
También podemos definir protocolo como el conjunto de normas y disposiciones legales vigentes que, junto con los usos, costumbres y tradiciones de los pueblos, rige la celebración de los actos oficiales.
No debemos olvidar que en el nuevo milenio el protocolo es y será una herramienta obligada en la sociedad y sobre todo en la organización de eventos de toda índole, y no obviemos que a su vez el responsable de protocolo (jefe, director, etc.) deberá ser un líder capaz de dirigir, organizar, decidir y mandar, tarea individual que se enriquece con el diálogo.
El responsable del protocolo (líder) marca diferencias al recordar a los demás qué es lo importante; debe ser un profesional de equipo (trabajo en equipo) y conocer el medio en el que se va a desarrollar el evento o actividad.
La vida se desarrolla en un constante cambio, al que no escapa el mundo de la dirección y organización de empresas e instituciones, muchas veces tan aceleradas que el protocolo debe adaptarse a ellas y concatenar el pasado, presente y futuro para estar siempre a la vanguardia como factor importante y esencial en toda organización, empresa, organismo o institución, ya sea pública o privada.
El protocolo como tal también tiene un gran número de significados que pueden tener diferentes acepciones:
•Ceremonia •Etiqueta •Solemnidad •Formalidad •Ritual •Rito •Regla | •Reglamento •Formalismo •Fasto •Ceremonial •Parafernalia •Aparato |