Читать книгу Los discursos sobre las funciones de la educación física escolar. Continuidades, discontinuidades y retos - José Devís Devís - Страница 7
ОглавлениеExcma. y Mgfca. Sra. Rectora de la Universitat de València
Excmas. e Ilmas. autoridades,
Colegas, amigas y amigos de la Universitat de València,
INTRODUCCIÓN
Es para mí un honor pronunciar la lección magistral de la apertura del curso 2018-2019 de la Universitat de València en el singular espacio del Paraninfo de esta institución a la que aprecio, valoro y en la cual he desarrollado mi trayectoria universitaria. Por ello le estoy muy agradecido al equipo decanal anterior de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte que me propuso para esta labor. Además, es un privilegio y una oportunidad referirme a los discursos teóricos sobre las funciones de la educación física escolar en este entorno académico. Si bien es un tema clásico, adecuado para este tipo de actos, no por ello deja de ser una cuestión importante y de actualidad. La educación física es hoy, todavía, la única asignatura del currículum escolar que se ocupa del movimiento corporal, una característica antropológica básica del ser humano, que puede contribuir al bienestar de todas las personas, a construir identidades y a llevar una vida plena.
Una vez dicho esto, voy a iniciar la lección con un ejercicio de imaginación que recoge mi colega David Kirk en su libro Physical education futures1 cuando dice:
Imaginémonos dentro de 20 años que todos los programas de educación física están en un valle de desesperación… que la mayoría han sido eliminados de las escuelas porque suspenden en las pruebas de acreditación y el alumnado no aprende nada en la educación física… Ahora imaginémonos dentro de 20 años que la educación física es el centro de la escuela. Cada niño y cada niña recibe diariamente una clase de calidad impartida por profesorado especialista y la actividad física es de una importancia capital tanto para el alumnado como para el profesorado y las familias… Cualquiera de los dos futuros es posible.2
Este ejercicio de imaginación nos interpela directamente como profesionales de la educación física y deja patente que el futuro depende, en gran medida, de lo que hagamos ahora. No podemos eludir la responsabilidad que tenemos, no solo de hacer bien nuestro trabajo sino de que dicho trabajo se realice lo mejor posible. De acuerdo con Adela Cortina,3 no es suficiente con tener la intención de hacerlo bien, sino que la actividad profesional bien hecha acontezca efectivamente. En el caso de nuestra actividad universitaria, hacer bien nuestro trabajo también consiste en ofrecer buenas razones o justificaciones de la educación física y analizar la evolución de las funciones sociales y educativas que van renegociándose entre el profesorado, otros agentes y la sociedad en su conjunto a lo largo de su devenir histórico.
Actualmente, la educación física es una asignatura del sistema educativo que hemos heredado de generaciones anteriores, por eso puede dar la impresión que siempre formó parte del currículum escolar y no necesita justificación alguna. Sin embargo, esta construcción social llamada «educación física» no siempre existió ni formó parte del sistema educativo como la conocemos hoy en día. Su proceso de institucionalización ha resultado ser largo y ha estado y está sujeto a fluctuaciones derivadas de los cambiantes contextos sociales e históricos en los que se ha desarrollado. La educación física, las prácticas físicas pertinentes a la profesión y las justificaciones sobre sus valores sociales y educativos, es decir, sus funciones, no son exactamente el final de un progreso gradual de acumulación de ideas, prácticas y saberes. Más bien se trata del resultado de continuidades y discontinuidades entre el pasado y el presente, como les presentaré a lo largo de esta lección. Por lo tanto, las justificaciones siguen siendo fundamentales, ya que sus argumentos y explicaciones dan sentido a la enseñanza, pretenden influir o cambiar algún comportamiento, creencia o conocimiento y, en última instancia, buscan mejorar la práctica docente en cada momento histórico. Además, juegan un inevitable papel orientador y evaluador porque se emiten sobre el supuesto de lo que se considera valioso o no, positivo o negativo, y permiten la deliberación ante posibles opciones.
Desde sus inicios, la educación física ha ido identificando las prácticas y los problemas sociales pertinentes a la profesión, alrededor de los cuales se han conformado las metas o misiones que la caracterizan como servicio social. Pero para evitar convertirla en una «verdad autoevidente» y que acabe sometida al albur de los discursos justificativos socialmente dominantes, sigue siendo necesario argumentar sobre el sentido de su existencia. Es más, si no pudieran justificarse las asignaturas del currículum escolar, sería inmoral seguir impartiéndolas en la escuela. Por ello sería deseable que todas las asignaturas lo hicieran con cierta frecuencia.
Finalmente, las justificaciones también sirven para actualizar y ajustar las misiones y objetivos profesionales a los cambios sociales y las necesidades derivadas de dichos cambios. Eso exige que, desde el profesorado, la formación del profesorado y también la ciudadanía en su conjunto, estemos atentos a los cambios, las justificaciones y las nuevas prácticas sociales que confieran sentido y legitimidad social a la educación física escolar.