Читать книгу Poesía - José García Nieto - Страница 52
ОглавлениеNo le digas a nadie que me hastía la rosa;
cuando llega a los labios su verdad, me subleva
que el pétalo no tenga tu seda primitiva
o que esté en una torre distinta a tu cintura.
No le digas a nadie que júbilos y páginas
y dolores del tiempo para mi piel, resbalan
sin dejar una lágrima o un mundo diminuto
donde se encierre toda tu ausencia indeclinable.
Pero vendrás un día cuando todos los libros
te esperen a la puerta de su primer capítulo
para que tú les digas: «Abrid; ya soy llegada».
Y entonces aves, mundos, silencios y adjetivos
llenarán a la rosa de esencias y evidencias
por ti y en ti, a tu lado, maravillosamente.