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2. Fundamentos

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A continuación se va a proceder a explicar el contexto histórico del desarrollo del salvamento acuático, tanto desde el punto de vista internacional como de su evolución en España.

2.1. Historia

Se puede decir que la historia del salvamento acuático es relativamente joven, aunque sus orígenes se remontan a los de la humanidad y están muy ligados a los primeros intentos de nado por parte del ser humano.

Nadar constituía una gran baza para mejorar su nutrición aportando nuevos alimentos. Pero este esfuerzo también conllevaba un riesgo y muchas personas perdían sus vidas pescando. De este hecho surge la necesidad de empezar a realizar los primeros salvamentos acuáticos.


Nota

El hombre comenzó a nadar como medio para obtener alimentos, elementos santuarios (perlas, conchas, tesoros, etc.) y también por la propia curiosidad de descubrir los entornos acuáticos.

Unos de los primeros antecedentes se remontan al año 168 a. C., cuando el rey de Macedonia lanzó al mar los tesoros de su palacio después de su derrota en Pidna durante las guerras entre griegos y romanos. Su recuperación tuvo lugar gracias a un equipo de rescatadores organizados que participaron en la inmersión. El emperador romano Augusto en el año 63 a. C. también creo un grupo dentro de la preparación militar de los romanos, los llamados “urinatores” o “salvadores“, los cuales formaban el cuerpo de buzos especializados en operaciones acuáticas.

En América la historia del salvamento comenzó aproximadamente por el año 1785 que es cuando se crea la fundación “Massachussets Society”. Estos socorristas eran de carácter voluntario.

A medida que transcurre el tiempo esta labor se va reconociendo, y pasa de ser una actividad realizada generalmente de forma voluntaria a tener carácter profesional. Los primeros socorristas profesionales aparecen alrededor del S. XIX en París, denominándose “Salvadores del Sena”, formando un grupo experimentado y cualificado dentro de la lucha contra ahogamientos.

En el año 1878 se crea el I Congreso Internacional de Salvamento promovido por Raymond Pitet, uno de los mayores contribuyentes del progreso del salvamento acuático, tanto en la rama deportiva como en la humanitaria. A su vez, también fue fundador de la Federación Francesa de Salvamento (1889), y del Instituto de Salvamento del Mediterráneo e impulsor de la Federación Internacionale de Sauvetage, creada en 1910 y compuesta por todas las federaciones nacionales. Su sede se situó en París. Gracias a todas estas importantes aportaciones el mundo del deporte del salvamento acuático sufrió una rápida progresión y además se establecieron las primeras pautas de actuación en cuanto al reglaje de dicho deporte.


Nota

A través de sus diferentes logros comienza con las primeras relaciones internacionales en los diferentes organismos competentes con la intención de tener personal cualificado en el medio acuático, pero a su vez también se van poniendo las bases del deporte del salvamento acuático deportivo.

En EE.UU la Secretaría del Tesoro crea un departamento llamado United States Lifesaving Service (Servicio de Salvamento de los EEUU).

En cuanto al material deportivo y de rescate es en 1897 cuando se fabrica el primer flotador salvavidas por el capitán Harry Sheffield para el club de salvamento de África del Sur. El primero que se creó era bastante pesado, por lo que pronto sufrió modificaciones que irían mejorando su utilidad.

Otro de los materiales que surgió para realizar salvamentos fue la tabla de surf que se introdujo en las playas de California alrededor de 1913. Esta tabla resultó ser muy pequeña para realizar los rescates, así que se tuvo que inventar otra de mayores dimensiones para poder realizar los salvamentos. A esta tabla se denominó “tabla de salvamento”.

Algunas de las playas de Norteamérica, concretamente de las ciudades de California como Long Beach y Huntington Beach, contrataron socorristas profesionales dedicados a este cometido. En 1915 se crea en EE.UU. la organización de “La Guardia Costera”.

En las playas de Los Ángeles se consiguió establecer otra entidad de carácter similar denominada Vigilantes de la Playa en el año 1925. Su fundador fue Myron Cox.


Australia 1934. Demostración de salvamento en la playa


Sabía que...

Myron Cox acuñó una conocida frase en el mundo del socorrismo: PREVENIR UN RESCATE EN LUGAR DE HACERLO.

En 1939 el Comité Olímpico Nacional Italiano (C.O.N.I) incorpora a la Federación Italiana de Natación el S.I.S., convirtiéndolo en su sección de salvamento.

En 1949 se fabrica y se acepta el prototipo de maniquí que se utiliza para los ensayos de salvamento que, bajo ligeras modificaciones, ha llegado hasta nuestros días.

Tras la II Guerra Mundial se produce un parón en el desarrollo normal y la divulgación del salvamento acuático deportivo, el cual resurge durante la celebración del Congreso Mundial celebrado en Cannes (Francia) en el año 1951.

En la actualidad es la Internacional Life Saving (ILS), con sede en Lovaina (Bélgica), el organismo que aglutina todas las federaciones y organizaciones de los distintos países, siendo más de 80 las naciones afiliadas a la ILS.

Historia del socorrismo en España

España es un país costero que cuenta con 7883 km de litoral, incluyendo el Mar Menor, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.

A esta extensión hay que añadir los lagos artificiales o embalses y las numerosas piscinas públicas y privadas existentes, así como los parques acuáticos. Por tanto hay un elevado número de zonas que están potencialmente predispuestas a un accidente por inmersión.

En España siempre se han producido accidentes que se han saldado, en el mayor de los casos, con la muerte de una o varias personas debido al desconocimiento existente de las técnicas de natación elementales o bien, a la falta de profesionales del salvamento.

A finales del siglo XIX, el número de víctimas era preocupante, y en 1880, bajo el patrocinio de la Reina María Cristina, se creó la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos, cuyo ámbito de actuación se desarrollaba en las costas de la Península, islas adyacentes y provincias de ultramar.

La sociedad fue declarada de “utilidad pública” el 12 de Enero de 1887, y desarrolló una magnífica labor que se prolongó hasta 1940, año a partir del cual y debido a limitaciones presupuestarias, sus posibilidades se fueron debilitando.

En 1955 se crea la Comisión Nacional de Salvamento y Socorrismo, cuyos fundadores serían D. Ignacio Martel Viniegra, Marqués de San Fernando, D. José Maján Gálvez y D. Justo Durán. Surgió a modo de ensayo, pero debido a un éxito creciente su campo de acción se extendió hacia aguas interiores, ya fueran naturales o artificiales.

En 1958 esta comisión fue declarada oficial, dependiendo de la Federación Española de Natación. La integraban especialistas de la disciplina, de la Cruz Roja, e incluso del buceo.

Finalmente, en 1961 se crea la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, siendo esta reconocida por el Consejo Superior de Deportes.


Nota

Este organismo dirige y promociona el deporte del salvamento acuático en España.

La federación tiene dos grandes objetivos:

1 Objetivo humanitario: también es de carácter profesional y se desarrolla a través de la formación, reciclaje y titulación de técnicos en salvamento acuático, encargados de la vigilancia control y actuación en los lugares destinados al baño público (piscina, parques acuáticos, mar, embalses, etc.).

2 Objetivo deportivo: promociona y divulga el salvamento acuático deportivo tanto a nivel nacional como internacional.

En 1963, se celebra en Barcelona el Primer Campeonato de España de Tetrathlón de Salvamento Acuático, con deportistas titulados en salvamento y socorrismo. Desde entonces los campeonatos en España se han venido celebrando año tras año.

Desde que se creó la Federación Española de Salvamento y Socorrismo han pasado numerosas personas por su presidencia, a todas ellas, así como a las federaciones territoriales, los clubs y los propios nadadores, se les debe reconocer su labor en la progresión del salvamento acuático.


Actividades

1. Elaborar un eje cronológico de la historia del salvamento.

2.2. Datos estadísticos de interés

El número de muertes por causas accidentales se ha reducido en España en las últimas décadas. En 1980 el número de fallecidos por accidentes, agresiones y suicidios fue del el 5,34% del total de defunciones (89.344). En el año 2007 supuso solo el 4,13% de todos los fallecidos.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística/OMS


Sabía que...

Los suicidios, con 3.263 casos, representaron la segunda causa de muerte por causas externas en España en el año 2007.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística/OMS

En la siguiente estadística se ve la comparación de España con los demás países del mundo así como con la propia Unión Europea. Los datos son referentes a la tasa de mortalidad: número de fallecidos por millón de habitantes.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística/OMS

Los accidentes por ahogamiento en España ocupan la sexta posición del ranking de muertes accidentales, representando el 3% del total. En ellos se integran los que se producen en el mar, ríos, embalses, piscinas, o cualquier otro medio acuático.


Sabía que...

Llama la atención que en el 2007 se produjeron 482 fallecidos por ahogamiento de los que un 83,4% eran varones. La tasa de mortalidad fue de 10,5.

En la siguiente gráfica se pueden ver reflejados los datos anteriormente comentados, a los que se añaden las muertes producidas por obstrucción de las vías respiratorias.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística/OMS


Nota

Gracias a la implantación de socorristas en las diferentes instalaciones acuáticas (piscinas, playas, parques acuáticos, etc.) se ha reducido en el número de accidentes y de fallecidos.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística/OMS

Todas las economías y regiones del mundo sufren mortalidad por ahogamiento, sin embargo, es en los países de ingresos bajos y medios donde se concentra el 96% del total de las muertes por ahogamiento.

Otros datos estadísticos que llaman la atención son los referentes a la edad, siendo esta uno de los principales factores de riesgo, por lo que los menores de cinco años suelen presentar los mayores índices de mortalidad por ahogamiento del mundo, con la única excepción de Canadá y Nueva Zelanda, donde la tasa más alta se da en los varones adultos.

2.3. Tipos de salvamento según el entorno

El salvamento acuático básico se puede aplicar a diferentes tipos de entorno, los más conocidos son los que se tratan a continuación:

1 El salvamento acuático en piscinas.

2 El salvamento acuático en parques acuáticos.

3 El salvamento acuático en espacios naturales.

El salvamento acuático en piscinas

El salvamento acuático dentro de una piscina no suele ser excesivamente complicado en condiciones normales. Ello no quiere decir que el socorrista pueda relajarse, ya que este tipo de accidentes siempre se deben de prevenir.

En general las piscinas se caracterizan por:

1 Distancias relativamente cortas.

2 Disponibilidad de materiales de rescate.

3 Posibilidad de ayuda.

4 Normativa para su utilización que evita, en muchos casos, el riesgo de accidentes.

El socorrismo acuático en parques acuáticos

Los parques acuáticos son un reclamo para los niños y niñas y unos de los principales focos de diversión dentro de la época de verano. Esta demanda ha provocado el empleo para muchos socorristas dentro de estos parques ya que su extensión suele ser amplia así como sus instalaciones, contando con piscinas de olas, diversa variedad de toboganes, piscinas infantiles dedicadas a juegos, etc.

En estas instalaciones se suele tener personal y material suficiente para cubrir cualquier tipo de riesgo en caso de que sea preciso. Además se realizan rotaciones para evitar el cansancio y la pérdida de atención.


Importante

Los accidentes que se producen en los parques acuáticos suelen ser los mismos que ocurren en las piscinas, y en la mayoría de los casos por incumplimiento de las normas por parte de los usuarios.

El socorrismo acuático en espacios naturales

La diferencia de estos espacios respecto a los otros es el número de usuarios que disfrutan de ellos, ya que no está cuantificado ni limitado. Dentro de las piscinas o de los parques acuáticos existe un determinado aforo, pero dentro de las playas no hay una normativa que regule estos espacios. A su vez, también existen personas que velan por la seguridad de los bañistas, pero tanto las distancias a cubrir como el espacio en sí son mayores y cuesta más trabajo prevenir los accidentes.

2.4. Objetivos del salvamento acuático

Los objetivos del salvamento acuático son muy similares a los del socorrismo terrestre.

Como objetivos generales se destacan los siguientes:

1 Asegurar el mantenimiento de la vida (control de las constantes vitales).

2 No agravar el estado general de la víctima o las lesiones que pueda tener.

3 Asegurar su traslado a un centro sanitario.

Como objetivos específicos se mencionan:

1 Prevenir accidentes o situaciones de riesgo.

2 Utilizar de manera respetuosa y responsable el uso de los primeros auxilios.

3 Conocer los aspectos jurídicos relacionados.

2.5. Posibilidades y límites de mejora

El objetivo de un socorrista acuático es proteger y salvar la vida de una persona, sin embargo, dicho objetivo puede estar limitado por diversos factores:

1 Limitaciones personales: la actuación de un socorrista va a estar muy delimitada por el marco de conocimientos y de aptitudes que posea. Es muy importante conocer lo que realmente se debe hacer, y aún es más importante abstenerse de hacer lo que no se sabe o lo que no se debe. Por lo tanto sus conocimientos serán esenciales para su buen hacer.

2 Limitaciones circunstanciales: vienen determinadas por el grado de riesgo que supone cada actuación. Son aquellas humanamente realizables. El socorrista acuático asume un cierto nivel de riesgos en su actuación. Estos riesgos se minimizan adoptando medidas de autoprotección. Cuanto más preparado esté un socorrista más recursos tendrá y podrá afrontar mejor sus acciones.

3 Limitaciones materiales: el socorrista trabajará habitualmente con escasos recursos materiales o con material improvisado, pero que utilizado convenientemente le ayudará a mejorar su seguridad y eficacia.Consejo: el socorrista siempre ha de preocuparse de tener el material en un lugar accesible y bien cuidado. El correcto estado de este y la rapidez en su localización pueden influir a la hora de salvar una vida.

Prevención de accidentes en instalaciones acuáticas. AFDP0109

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