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CAPÍTULO IV

Clasificación de la actividad física y de los deportes más comunes

Caritat Bagur CalafatRicard Serra Grima

RESUMEN • RESUMEN • RESUMEN • RESUMEN

Los deportes en el marco de la actividad física general cumplen el doble objetivo de ocupación del tiempo libre y promoción de la salud, en especial la de tipo cardiovascular.

La indicación de practicar un deporte no se limita al ámbito de las personas aparentemente sanas. La presencia de una cardiopatía orgánica o adquirida no es una contraindicación para el deporte, incluido el de competición. Al realizar una indicación se debe conocer cuál es la repercusión cardiovascular y si se trata de una disciplina de alto o bajo impacto desde el punto de vista osteoarticular. La valoración clínica y funcional es básica para establecer las recomendaciones de practicar un deporte en concreto y su intensidad.

La clasificación de los deportes más comunes en función de la respuesta cardiovascular que desencadenan es difícil de establecer debido a los factores que intervienen en torno a cada uno de ellos. Pese a todo, su separación en niveles de alta y moderada repercusión cardiovascular y por el tipo de trabajo muscular desarrollado permite la recomendación con criterios más objetivos. Los deportes más comunes que tienen amplia difusión, como baloncesto, artes marciales, tenis y voleibol, tienen particularidades que se comentan por separado. El atletismo, la natación o el ciclismo tienen en común ser de práctica individual, de predominio dinámico y de amplias indicaciones en la población general.

Palabras clave: Corazón. Deportes. Trabajo dinámico. Trabajo isométrico.

INTRODUCCIÓN

Las personas aparentemente sanas o afectadas por alguna limitación de carácter orgánico realizan una actividad física o deportiva en la que participan el trabajo de tipo dinámico o isométrico o una combinación de ambos más o menos equilibrada. Son muy pocas las actividades en las que el trabajo es dinámico o isométrico en su totalidad, de ahí que al hacer referencia a la mayoría se debe señalar cuál de ellos desempeña una función dominante en una actividad.

La respuesta cardiovascular al esfuerzo agudo y a largo plazo es distinta en los tres tipos ya reseñados. Con el fin de realizar una prescripción de ejercicio con bases fisiológicas y adaptada a las características individuales, se debe analizar el comportamiento de los parámetros hemodinámicos más directamente implicados en la adaptación al esfuerzo según el tipo de trabajo efectuado.

Trabajo dinámico

Produce movilización de grandes grupos musculares con cambios en la longitud de la fibra muscular y pequeño incremento de la tensión. Actividades con predominio dinámico son el caminar a paso vigoroso, carrera continua (jogging), nadar o ciclismo en carretera. Este tipo de trabajo requiere demandas energéticas importantes e incremento del O2máx a expensas del volumen sistólico y la FC que progresan de forma lineal con el esfuerzo, hasta el máximo nivel en que se produce la estabilización de ambas constantes.1 El incremento del gasto cardíaco (GC) hasta cinco veces el valor de reposo se produce sin modificaciones significativas de la presión capilar pulmonar. La TAS aumenta en una proporción entre 7 y 10 mmHg por MET de gasto energético o trabajo realizado. La TAD no se modifica o sólo aumenta ligeramente. El resultado es el incremento de la TA media (figura 4.1). La TAS y la TAD son más elevadas en el ejercicio físico realizado con las extremidades superiores que con las inferiores.

La respuesta cardiovascular a largo plazo se caracteriza por la presentación de signos de sobrecarga de volumen. El volumen telediastólico aumenta y el grosor de la pared ventricular izquierda, valorado por ecocardiograma, muestra una significativa hipertrofia.2,3 En nuestra experiencia sobre un grupo de 1.000 deportistas de diversas especialidades se ha observado un grosor de la pared superior o igual a 10 mm (en la población normal rara vez llega a los 10 mm) en la mayoría de deportistas de especialidades cuyo trabajo es de predominio dinámico (datos no publicados). La TA tiende a ser más baja y ello se debe en parte a la disminución de la actividad simpática.4


Figura 4.1. Comportamiento de la tensión arterial durante el trabajo dinámico.

Trabajo isométrico

En el músculo periférico provoca cambios en la tensión de la fibra muscular sin modificación significativa de su longitud. En actividades de predominio isométrico se produce contracción muscular sostenida contra una resistencia fija. El ejemplo más característico es el levantamiento de pesos. Sobre el sistema cardiovascular se producen cambios bruscos que afectan especialmente a la TAS y la TAD (figura 4.2). Entre el 40 y el 60% de la máxima contracción voluntaria realizada en un dinamómetro, el flujo sanguíneo se reduce. Por encima de este punto el flujo sanguíneo se mantiene por la respuesta de un marcador de presión que sirve para ajustar la presión de perfusión en relación con el aumento de la presión intramuscular.5,6

A diferencia de lo que ocurre en el trabajo dinámico, el aumento de la TA no es lineal y su valoración es difícil de conseguir por métodos no invasivos. En un esfuerzo físico intenso que implique grandes grupos musculares se puede alcanzar valores de TA de 350/250 mmHg, pero es un fenómeno poco frecuente.7, 8 El incremento de TA se produce por la suma de una potente respuesta presora, compresión mecánica de los vasos y maniobra de Valsalva.


Figura 4.2. Comportamiento de la tensión arterial durante el trabajo isométrico (contracción isométrica progresiva mediante manómetro.

Al aumentar la TA y la presión intratorácica con la maniobra de Valsalva, se transmite sobre el líquido cefalorraquídeo, que a la vez, incrementa la presión en la misma proporción al tórax y abdomen. Este efecto podría disminuir la presión en la circulación cerebral y reducir el riesgo de accidentes vasculares en casos extremos.9

En comparación con el incremento importante de la TA que se produce en este tipo de trabajo, la FC experimenta un aumento más discreto al igual que ocurre con el volumen sistólico. En consecuencia, el GC cambia poco. A largo plazo los efectos que se producen sobre la estructura cardíaca son menos acusados que en el trabajo dinámico en cuanto a grosor de la pared ventricular-diámetro de VI.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

La respuesta de la FC y de la TA es distinta para el trabajo dinámico-aeróbico, isométrico-anaeróbico en el esfuerzo agudo.

LIMITACIONES EN LA CLASIFICACIÓN DE LOS DEPORTES SEGÚN SU REPERCUSIÓN CARDIOVASCULAR

El deporte de competición implica el enfrentamiento directo entre dos o más personas o equipos con el objetivo de obtener un mejor rendimiento que el adversario. Al pretender, por encima de todo, alcanzar el máximo rendimiento, la repercusión orgánica de la práctica deportiva de carácter competitivo será muy alta en la mayoría de casos.

Establecer una clasificación de diversas disciplinas deportivas en función de su repercusión orgánica es un problema más de función que de definición. El carácter competitivo permite valorar a largo plazo, de una forma más concreta, la repercusión cardiovascular de la mayoría de ellas debido a una planificación estricta del proceso de entrenamiento. En la competición fácilmente se pierde la noción de las propias limitaciones y se sobrepasan, en general, las normas establecidas en la prescripción objetiva del programa de ejercicio. Este hecho es uno de los factores que condiciona el riesgo de la actividad competitiva que, aunque remoto, existe en personas predispuestas.

Al establecer una clasificación se ha de considerar que en ningún deporte se trabaja una cualidad física de forma aislada. El predominio de una u otra repercute sobre el organismo de forma distinta tanto en el esfuerzo agudo como a largo plazo. En la prescripción de ejercicio físico se valorarán estos aspectos con todo detalle para no provocar efectos indeseables. Así, por ejemplo, el remo sería un tipo de deporte no aconsejable, en principio, para pacientes con HTA. Al existir la posibilidad de graduar en un remoergómetro la resistencia, ésta se reducía a cargas que probablemente no estén contraindicadas en estos pacientes. Así que, como se ha dicho anteriormente, la importancia no la tiene un deporte determinado, sino cómo se aplica éste y con qué intensidad.

Un análisis pormenorizado de cada uno de los deportes sobrepasaría los objetivos de este capítulo. Se han seleccionado por lo extendida que esté su práctica en nuestro medio y por algunas cualidades específicas. El baloncesto es un deporte colectivo, predominantemente aeróbico y de oposición directa entre los contendientes. El voleibol, asimismo colectivo, es predominantemente anaeróbico y no hay oposición directa entre los contendientes. El tenis es un deporte individual (los partidos de dobles no modifican sensiblemente los caracteres del deporte individual), de tipo aeróbico y de oposición indirecta. El karate, en el grupo antes mencionado, es de tipo individual anaeróbico y de oposición directa.

El ciclismo, la natación y el atletismo son deportes de tipo individual de predominio dinámico y aeróbico o anaeróbico según la distancia a recorrer en las pruebas; no hay un adversario directo y en las tres disciplinas el cronómetro es el objetivo a superar. La característica más relevante que tienen en común es la tendencia a convertirse en deportes de tiempo libre y de promoción de la salud por la facilidad de regular su intensidad. En la tabla 4.1 se muestra una clasificación de los deportes más conocidos y practicados en función de la repercusión cardiovascular. Es una modificación de la realizada por Mitchell y col. en la XXVI Conferencia de Bethesda.10

El cambio que se ha producido en los últimos años al dar a la palabra deporte una interpretación más amplia se debe al numeroso grupo de practicantes que se van incorporando progresivamente a la actividad física de carácter no competitivo. En la clasificación de deportes de la tabla 4.1 figuran aquellos cuya práctica competitiva queda dentro del marco federativo con alguna excepción. Algunos de estos deportes son válidos como actividad física general por ser de impacto cardiovascular poco acusado. Estos mismos deportes en el ámbito competitivo pueden llegar a ser de elevado impacto. La natación en plan competitivo tiene alta repercusión cardiovascular pero, si se practica como actividad física de mantenimiento, su repercusión sólo llega a ser moderada y permite ampliar sus indicaciones dentro de los programas de ejercicio físico.

En general puede decirse que en el ámbito competitivo son pocos los deportes con baja repercusión cardiovascular. El deporte de competición en la población adulta ha sido muy cuestionado, aunque hay que señalar que esta cualidad favorece la adhesión a los programas de entrenamiento. Deberían valorarse las ventajas y los inconvenientes en cada caso antes de no recomendarlo sin disponer de argumentos objetivos.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

No existen deportes con requerimientos de un solo tipo de trabajo. En la mayoría predomina el trabajo dinámico o el trabajo isométrico.


ANÁLISIS DEL TIPO DE TRABAJO PREDOMINANTE EN ALGUNOS DE LOS DEPORTES COMPETITIVOS MÁS PRACTICADOS

Baloncesto11,12,13,14

Se trata de un deporte de equipo y, por tanto, de interacción. Durante su práctica se suceden las situaciones de oposición y cooperación con los adversarios y compañeros respectivamente. Se considera una disciplina deportiva acíclica en la que las acciones de los jugadores estarán constantemente adaptadas y modificadas en función de las situaciones variables del juego. El esfuerzo requerido a los jugadores se considera de forma general como de tipo mixto. Para afinar aún más en la determinación del esfuerzo que realiza el jugador se parte de la observación directa del deporte. Así se definirá cuál es el papel de las diferentes cualidades físicas en la determinación del rendimiento obtenido en el juego.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. Teniendo en cuenta sólo la duración total de un partido de baloncesto (40 min de juego real, divididos en dos partes de 20 min), sería lógico hablar simplemente de una necesidad de resistencia aeróbica. Se ha de pensar, sin embargo, que en el baloncesto se alternan períodos de actividad muy intensa (trabajo anaeróbico) con otros de semirreposo muy breves. Así, según Generelo y Zaragoza,15 el juego del baloncesto requiere tanto esfuerzos de media como de alta intensidad, combinados con pausas que no permiten la recuperación completa. Por tanto, el jugador necesita desarrollar tanto la resistencia aeróbica como la anaeróbica. En este sentido, cabría diferenciar todavía, según los esfuerzos que requiere la práctica del baloncesto dependiendo de los lugares de juego específico, ya que los pivots realizan un trabajo de más corta duración (capacidad anaeróbica aláctica) respecto a los bases y aleros (potencia y capacidad anaeróbica láctica).

La fuerza. La fuerza desarrollada por el jugador de baloncesto es, generalmente, de tipo dinámico, aunque, en la medida en que su posición de juego es más cercana a la canasta, es necesario recurrir a la fuerza “estática” o isométrica (bloquear, ganar la posición, etc.). De la observación directa del juego se desprende que la fuerza desarrollada por el jugador de baloncesto es la fuerza rápida, que determina el rendimiento en el juego. Ésta será desarrollada sobre una base de fuerza-resistencia. Cabe señalar, por último, que el nivel de fuerza exigido a los jugadores de baloncesto es desigual y está en función de la posición de juego, siendo a los pivots a quienes más se les exige en este sentido, ya que son los que realizan un mayor número de saltos y por su lucha debajo de la canasta.

La velocidad. La velocidad es una de las cualidades físicas más importantes del baloncesto actual. Inciden de forma decisiva en el juego tanto la velocidad gestual como la de desplazamiento, en la que serán determinantes la velocidad con que se captan los estímulos provenientes del exterior, así como la elaboración de una respuesta y su ejecución.

La coordinación. Como se ha mencionado con anterioridad, el baloncesto queda incluido dentro de los llamados deportes de interacción. Se necesita, por tanto, un buen nivel de coordinación que permita que el jugador se adapte constantemente a la situación cambiante de juego, así como para que sus gestos sean lo más eficaces posible y se desarrollen con un gasto energético mínimo.

La flexibilidad. Se trata de una cualidad muy importante para el baloncesto, como lo será también para otros deportes, al favorecer el desarrollo de la práctica deportiva y prever posibles sobrecargas. “La falta de desarrollo de la flexibilidad es un factor limitador de la máxima velocidad de ejecución, del aprendizaje de las técnicas y de la economía, ya que aumenta el gasto energético y por eso facilita la fatiga”16. Por eso se considera importante la flexibilidad para la práctica de cualquier disciplina deportiva.

Repercusión o impacto musculoesquelético

De forma general se puede considerar el baloncesto como un deporte de alto impacto musculoesquelético. Esto queda demostrado por una serie de circunstancias que lo justifican:

– Ser un deporte de interacción en el que hay un contacto directo con el adversario (que en determinadas situaciones se penalize con falta), hecho que supone un peligro de padecer contusiones de gravedad muy diversa.

– Se trata también de un deporte en el que se producen multitud de acciones muy explosivas y con oposición en un espacio de juego muy reducido (dentro de la línea de 6,25 y zona de 3 s). Esto aumenta el riesgo de traumatismos, como puede ser la frecuente afectación ligamentosa del tobillo después de saltar y caer sobre el pie de un oponente.

– Algunas acciones técnicas pueden suponer un riesgo, sobretodo a nivel articular en personas no preparadas para este tipo de trabajo. Un ejemplo de estas acciones técnicas son los cambios de ritmo y dirección (en los que padece especialmente la articulación de la rodilla) y los tiros en suspensión.

Las articulaciones que sufren mayor riesgo de lesión con la práctica del baloncesto son principalmente las de rodillas y tobillos, y en segundo término las de los dedos de las manos, especialmente en las personas no habituadas al contacto con el balón.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

El predominio de una u otra cualidad física difiere sensiblemente según sea la posición en juego. La repercusión musculoesquelética se puede considerar importante.

Voleibol17,18

El voleibol es uno de los deportes de equipo que últimamente ha experimentado un auge en cuanto a número de practicantes. Se trata de un deporte de oposición en el que ésta, sin embargo, no es di-recta: cada equipo juega en su propio campo a cada lado de la red. En su práctica se suceden acciones de gran rapidez y precisión, hecho que lleva a pensar que las cualidades físicas que principalmente condicionan su rendimiento son la fuerza explosiva, la velocidad y la coordinación.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. Un buen nivel de resistencia aeróbica permite una realización técnica y física durante el tiempo que dure la actividad (la duración de un partido puede llegar a ser 2,5 h o más), manteniendo al máximo la fuerza y la velocidad, cualidades éstas últimas que determinan el rendimiento en voleibol. Se puede considerar la resistencia aeróbica como una cualidad física facilitadora, dado que ayuda indirectamente a mejorar el rendimiento en el juego. En el voleibol la actividad no es continua. Se basa en acciones de máxima intensidad de una duración entre corta (muchas veces el punto se resuelve en una sola jugada) y media (varios ataques y defensas continuados) que responden a un trabajo de resistencia anaeróbica aláctica y láctica respectivamente. Ello lleva a una situación de acidosis en la que será muy importante el aprovechamiento de las pausas para la recuperación.

La fuerza. El voleibol está basado en un trabajo muscular fundamentalmente dinámico. Se trata de acciones de fuerza explosiva en la que los músculos principalmente implicados son los extensores de extremidades inferiores y superiores. Estos músculos tienen que vencer una resistencia mínima, el peso del propio cuerpo y el balón respectivamente, en la ejecución de las acciones técnicas de salto y remate. Estas acciones explosivas, especialmente los saltos, no se dan de forma aislada, sino que habrán de repetirse una y otra vez a lo largo del partido. Por ello es también importante el nivel de fuerza-resistencia con el fin de poder repetir estas acciones con ciertas garantías de que la fatiga no incida negativamente en el gesto técnico.

La velocidad. La velocidad, en el caso del voleibol, es decisiva para llevar a cabo con eficiencia las acciones de juego. Se trata de un deporte acíclico en el que será determinante la velocidad gestual en acciones como: poner las manos en el bloqueo, armar el brazo para el remate y rematar, saltar para bloquear o rematar, etc. Asimismo es decisiva la velocidad en los desplazamientos cortos en diversas trayectorias, ya que éstos están deter-minados por los recorridos del balón, que suelen ser cortos y muy rápidos.

La flexibilidad. Será importante el trabajo de la flexibilidad, principalmente a nivel de los músculos antagonistas, ya que si éstos son poco elásticos actuarán prematuramente ejerciendo una acción frenadora en la contracción final de los agonistas, limitando así la amplitud del movimiento. Esto es de interés a nivel de la cintura escapular por la acción balística del brazo en el gesto del remate, en ella la amplitud del movimiento da mayor eficacia a la acción. Independientemente a esta puntualización, el trabajo de flexibilidad será esencial como medida preventiva de posibles lesiones, especialmente musculares.

La coordinación. La coordinación es una cualidad física que adquiere un especial protagonismo en la práctica del voleibol. Esto es así, ya que, al ser un deporte de interacción, las acciones individuales tienen que estar adaptándose constantemente a las de los compañeros y adversarios. Al mismo tiempo, el jugador ha de estar siempre pendiente de que el balón no entre en contacto con el suelo. La actuación del jugador estará condicionada por todos estos elementos a los que se sumará una dificultad coordinativa como es la gran velocidad a la que transcurren las acciones de juego y la necesidad de precisión en las mismas.

Repercusión o impacto musculoesquelético

Se trata de un deporte en el que predominan las acciones explosivas en las que, por tanto, se hace una solicitación brusca e intensa de las estructuras musculoesqueléticas principalmente implicadas en las acciones técnicas. De ello se deriva que no sea rara la aparición de lesiones por sobrecarga o por microtraumatismos de repetición en organismos no suficientemente preparados y en las articulaciones que soportan gran parte del trabajo del voleibol, como es el caso de las rodillas y los hombros.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

La práctica del voleibol está condicionada por la precisión en las acciones técnicas. Se trata de un deporte con un impacto musculoesquelético importante.

Tenis19,20,21

El tenis es un deporte ampliamente practicado no sólo por quienes se dedican a él de forma competitiva, sino también por un amplio grupo de población que ha escogido el deporte de la raqueta como su actividad física de “fin de semana”. Merece, pues, hacer mención de la implicación de las diferentes cualidades físicas en el juego con el fin de que sus practicantes puedan prepararse para jugar con las mayores garantías y puedan compensar una práctica en cierto modo unilateral.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. La extensa duración que puede llegar a tener un partido de tenis implica un papel protagonista de la resistencia aeróbica como cualidad física que permitirá al jugador afrontar con garantía la duración del partido y recuperarse lo más rápido posible en las frecuentes interrupciones que sufre el juego. Esto repercutirá en un mantenimiento de la intensidad del esfuerzo a lo largo del partido y, por tanto, en un mayor rendimiento en pista. Por otro lado, no se trata de un trabajo continuado, sino de acciones de alta intensidad (de una duración corta a media) separadas por breves pausas. Es un trabajo de tipo fundamentalmente anaeróbico el que determinará el éxito en los momentos puntuales de juego, aunque en el cómputo final será determinante el nivel de resistencia aeróbica.

La fuerza. La fuerza exigida por el tenis a nivel de tren superior, y especialmente del lado dominante, determina la efectividad en una gran mayoría de las acciones técnicas. En éstas, la resistencia a vencer es mínima y el objetivo perseguido es la máxima velocidad de ejecución. Se trata de un trabajo de fuerza explosiva con el que se busca un golpeo fuerte que imprima velocidad a la pelota. A lo largo de un partido es necesario repetir estas acciones una y otra vez sin que la pérdida de efectividad sea sensible. Será, por tanto, esencial un buen nivel de fuerza en los músculos implicados. El trabajo de fuerza del tren superior supone un elemento diferenciador de otras disciplinas deportivas y por ello destacado en este apartado, hecho que no significa que sea menos importante el desarrollo de la fuerza explosiva a nivel del tren inferior para los desplazamientos cortos y saltos.

La velocidad. La velocidad gestual es determinante para el rendimiento en el juego (junto al nivel de potencia mencionado en el apartado anterior) del brazo dominante, así como la velocidad en los desplazamientos cortos en los que tienen protagonismo las aceleraciones y cambios de dirección constantes.

La flexibilidad. El trabajo de flexibilidad beneficiará al tenista dándole una amplitud de movimientos que repercutirá positivamente en las acciones técnicas como puede ser el caso del saque. Asimismo, permitirá al jugador llegar a posiciones forzadas y que esto no suponga un peligro de lesión muscular; por ejemplo, estirarse lateralmente para llegar a una volea baja.

La coordinación. En el tenis, independientemente de un trabajo de coordinación dinámica general, es fundamental el desarrollo de la coordinación oculomanual. El tenista, en función de la trayectoria y fuerza con que se aproxima la pelota, debe ajustar el tono y la velocidad en que deben intervenir los músculos agonistas y antagonistas, así como situarse en la posición y el momento adecuados para impactar con la pelota. A través de esto se persigue una economía, naturalidad, adaptación y todo lo necesario para que el gesto resulte espontáneo y de máximo rendimiento mecánico.

Repercusión o impacto musculoesquelético

La práctica asidua y no compensada del tenis puede repercutir sobre la columna vertebral en el sentido de producir una sobrecarga muscular unilateral de la musculatura paravertebral. Esto puede llevar con el tiempo a la aparición de una escoliosis “postural”, es decir, no estructurada y provocada por hipertono y retracción muscular paravertebral del lado dominante y un hipotono del lado contrario.

Aun siguiendo una técnica perfecta, el tenis sobrecarga la articulación del codo y los tendones que se insertan en el epicóndilo (epicondilitis o “codo de tenista”), tanto más si dicha técnica es defectuosa.

Al tratarse de un trabajo unilateral del tren superior, la práctica única y exclusiva del tenis puede llevar a una descompensación muscular en aquél, aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de plantear la necesidad de un trabajo compensatorio.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

Deporte de predominio aeróbico. Existe un papel protagonista de la coordinación oculomanual. Se lleva a cabo un trabajo asimétrico a nivel del tren superior.

El karate22,23

Las artes marciales se van convirtiendo, con el tiempo, en una práctica muy extendida dentro de la población occidental. Merece, pues, hacer mención de estas disciplinas y analizar con cierto detalle alguna de ellas. Se ha escogido el karate como especialidad de estudio al ser una de las disciplinas individuales que cuenta con más fichas federativas en nuestro país.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. La competición de karate está compuesta por dos especialidades competitivas: las katas y el kumite (combate). La duración de ambas es muy corta (entre 1 min 30 s y 2-3 min), hecho que será significativo en el análisis de la vía energética que actúa de forma principal en la competición de karate. La escasa duración en el tiempo de las dos especialidades competitivas del karate indica que el tipo de resistencia que determina el rendimiento en competición es la anaeróbica láctica. Se trata de la ejecución de acciones muy rápidas, es decir, de alta intensidad durante un tiempo relativamente corto. El deportista que quiera dedicarse al karate de competición deberá enfocar su entrenamiento de resistencia a mejorar su tolerancia al lactato.

La fuerza. El trabajo muscular en la práctica del karate es fundamentalmente de tipo dinámico. Son frecuentes las contracciones concéntricas de tipo explosivo a nivel de las extremidades superiores (“puñetazos”) e inferiores, especialmente de sus músculos elevadores (“patadas”). Es también importante el trabajo excéntrico para el mantenimiento de las posiciones de flexión, que se podría considerar como la posición básica de karate, en la que se busca equilibrio y estabilidad. No obstante, en las acciones del karateka se dan, a su vez, momentos de predominancia isométrica, sobre todo en la katas. Las katas son posiciones y formas plásticas que ocasionalmente se alternan con movimientos explosivos para cambiar dichas posiciones y formas. Se pasa de una posición estática (contracción isométrica) a otra dinámica con la mayor velocidad de contracción posible).

La velocidad. Es una cualidad fundamental y básica para el karateka, ya que en su mayoría se trata de acciones explosivas en las que la fuerza ha de pasar de cero al 100% en el momento del “impacto”. La velocidad, por tanto, es un elemento esencial para la obtención de la fuerza, pero siempre tiene que estar bien controlada. Se trata de un desarrollo de la velocidad gestual, más que de una velocidad de desplazamiento, que en karate es muy corto y no incide tan directamente en el resultado obtenido.

La coordinación. Al igual que en tantas otras disciplinas deportivas, la coordinación tendrá un papel importante a la hora de facilitar una buena ejecución técnica y de que el gasto energético en la misma sea mínimo. Es deseable conocer los músculos que deben intervenir en cada una de las técnicas. Cuando los músculos son utilizados de forma específica se puede esperar una efectividad mayor. En el mismo sentido, cuanto menor sea el número de músculos empleados sin necesidad, menor será el gasto superfluo de energía. Los músculos que trabajen por completo y con armonía, es decir, coordinadamente, producirán una técnicas más fuertes y efectivas.

La flexibilidad. Se considera el karate como una de las disciplinas deportivas en las que la flexibilidad, independientemente de ser una cualidad física facilitadora y que contribuye a disminuir el riesgo de lesión, es un elemento importante en la obtención del rendimiento. Se trata de un trabajo de flexibilidad activa en el que es esencial la relajación y elongación de la musculatura antagonista delante de la contracción explosiva de la musculatura agonista para obtener una elevada amplitud del movimiento, como es la que exigen las patadas en karate.

Repercusión o impacto musculoesquelético

Al tratarse de una disciplina en la que hay movimientos explosivos y de gran amplitud, el riesgo de afectación muscular, especial-mente en personas no preparadas, es más alto que en otras especia-lidades. En el kumite, al haber una oposición directa entre dos contrincantes, la posibilidad de que se produzcan contusiones no es rara, aunque el reglamento prohíbe el contacto directo con el blanco que se persigue. Se trata de que las dos personas que se enfrentan hagan una demostración técnica controlando todos sus ataques tanto directos (tsuki) como indirectos (uchi), pero aun así el índice de “accidentes” se puede considerar alto.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

En karate, “los tres factores principales son el uso correcto de la fuerza, la rapidez o la lentitud en la ejecución de las técnicas y la flexibilidad del cuerpo”.22

EL ATLETISMO, LA NATACIÓN Y EL CICLISMO

El análisis de estas tres disciplinas deportivas se incluye en el mismo apartado al tener una serie de características en común:

• Son disciplinas individuales en las que la oposición del contrincante, en el caso de existir, es indirecta.

• Dentro de cada una de estas disciplinas existe una amplia gama de pruebas que van desde una duración corta (carreras de velocidad) hasta larga o muy larga (carreras de fondo o “resistencia ultralarga”).

• Fuera del ámbito competitivo, son especialidades en las que es relativamente fácil el control de las variables intensidad y volumen. Son, por tanto, susceptibles de ser tomadas como propuesta de actividad física para programas de fitness y fomento de la salud.

• Aunque sirva a modo de anécdota, estas tres disciplinas forman parte de una misma especialidad competitiva, el triatlón, que va adquiriendo relevancia en los últimos tiempos.

El atletismo24,25

Dentro del programa de competiciones de atletismo se incluyen gran variedad de disciplinas que dotan al que se ha venido a llamar “deporte rey” de un amplio abanico de posibilidades en cuanto al desarrollo de las diferentes cualidades físicas. Se considera, por tanto, el atletismo como uno de los deportes más completos en el sentido de que en las diferentes pruebas de salto, lanzamiento y carrera tienen la oportunidad de llegar a su máxima expresión todas y cada una de las cualidades físicas con sus correspondientes subcategorías. Así los atletas pueden encontrar dentro de la gama de competiciones atléticas la que se adapte mejor a sus características personales.

Dentro de este apartado será analizado el papel de las diferentes cualidades físicas en las competiciones de carrera. Esto es así porque se considera que son las que cuentan con un mayor número de practicantes y facilidad en la extensión de su práctica a la población en general.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. El papel protagonista de la resistencia en la determinación del rendimiento estará directamente relacionado con la distancia a recorrer en la prueba y, por tanto, con la duración de la misma. En las pruebas cortas, de velocidad (60 y 100 m), la vía principal de obtención de energía es la anaeróbica aláctica. En pruebas más largas (400 y 800 m) el rendimiento depende más directamente de la vía anaeróbica láctica. En las de larga duración va adquiriendo protagonismo la vía aeróbica de obtención de energía en la medida en que aumenta la distancia a recorrer. Las diferentes pruebas competitivas se pueden agrupar en las siguientes subcategorías:

• Velocidad: 60 - 100 - “400” m.

• Medio fondo: –corto: 800 - 1.500 m. prolongado: 3.000 - 5.000 - 10.000 m.

• Fondo: 1/2 maratón y maratón.

El entrenamiento de la resistencia permite al atleta soportar mejor la fatiga gracias a una adaptación progresiva. Este aspecto se hace más evidente en las pruebas de medio fondo y fondo, aunque no se ha de despreciar la oposición a la fatiga, derivada principalmente del acúmulo de lactato en las pruebas de velocidad.

La fuerza. Se define la fuerza como la capacidad del hombre a través de la cual éste es capaz de mover una masa (que en el caso de la carrera es el propio cuerpo). Es, por tanto, importante que el corredor desarrolle su fuerza, especialmente a nivel del tren inferior, para facilitar su traslación mediante el aumento de la longitud de la zancada. Ello no significa que deba descuidarse la realización de un trabajo compensado a nivel del tronco y el tren superior. Las diferentes formas de actividad muscular suelen subdividirse en conceptos intermedios. De entre ellos cabe distinguir la fuerza-velocidad, esencial para los corredores especializados en pruebas cortas, ya que les permitirá realizar zancadas amplias y con una gran frecuencia de movimiento. Por otro lado para los corredores de fondo es más interesante la fuerza-resistencia del músculo o grupo muscular durante la repetida contracción de éstos.

La velocidad. Resulta innecesario remarcar el papel esencial de esta cualidad en las pruebas cortas, en las que condiciona directamente el rendimiento. Es interesante señalar que la velocidad es cada vez más importante en el fondista para mejorar no sólo la fuerza terminal, sino también el ritmo de carrera.

La coordinación. Es importante para el corredor la realización de ejercicios de coordinación, especialmente a través de un trabajo de técnica de carrera. La diferencia entre un atleta coordinado y con una buena técnica y otro que carece de ello está en que el primero tendrá una carrera económica y efectiva y el segundo realizará movimientos desacompasados, que llegan a ser movimientos parásitos, consumen energía inútilmente y hasta pueden restar efectividad a la carrera.

La flexibilidad. Como en tantas otras disciplinas deportivas, la flexibilidad es una cualidad a desarrollar en el sentido de que condiciona el rendimiento deportivo, aunque no lo determine directamente. Un buen nivel de flexibilidad dará lugar a movimientos amplios, músculos elásticos que transportan más fácilmente la energía para su contracción y, por tanto, una mejor capacidad mecánica. Si no se desarrolla la flexibilidad y se repiten sistemáticamente ciertos movimientos del aparato muscular, éste tiende a estereotiparlos, produciendo un acortamiento y reducción de la elasticidad de los músculos que intervienen en dichos movimientos. Así el corredor cuya actividad se reduce a la carrera al final acorta la zancada y disminuye su capacidad de traslación.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

La cualidad más importante en su programa de ejercicio físico es la resistencia. El entrenamiento de la flexibilidad, coordinación y fuerza contribuye a mejorar el nivel de fitness. El impacto osteoarticular de la carrera es alto.

Repercusión musculoesquelética

Las lesiones traumáticas de tipo agudo son infrecuentes en corredores, ya que los accidentes son mínimos. Las lesiones específicas son las crónicas, también llamadas “por sobrecarga”. Estas lesiones son causadas por microtraumatismos de repetición; son, por tanto, de origen mecánico y están directamente relacionadas con la morfología del corredor (la desalineación de los ejes corporales facilita la aparición de sobrecargas), con el entrenamiento realizado y con las características del calzado. Estas lesiones se localizan de forma casi exclusiva en el tren inferior; sirva como muestra de ellas los siguientes ejemplos: tendinitis aquílea, fascitis plantar, fracturas por estrés, etc.

La natación26,27,28

En el programa competitivo de natación se incluyen pruebas correspondientes a los cuatro estilos: crol, espalda, braza y mariposa, con una distancia variable que va desde los 50 a los 1.500 m. Este hecho hace que según la duración de la carrera varíe el papel protagonista de unas y otras cualidades físicas.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. Es interesante para el nadador, especialmente en su etapa de iniciación, establecer una base aeróbica que acelere la recuperación del trabajo y favorezca directamente su rendimiento si compite en distancias largas. La resistencia aeróbica da al nadador la capacidad para:

• Nadar más rápido en las pruebas largas.

• Disminuir el ritmo de acumulación de lactato.

• Retrasar la aparición de la fatiga en el transcurso de la prueba.

• Recuperarse más rápidamente después de los esfuerzos.

La resistencia anaeróbica láctica será determinante en pruebas cortas (100 y 200 m). Estos nadadores tendrán que entrenar su tolerancia al lactato para que el rendimiento se pueda prolongar en velocidades más elevadas. En la prueba de 50 m los cúmulos de lactato no son tan significativos y por tanto existe un papel predominante de la resistencia anaeróbica aláctica.


Figura 4.3 Fuentes energéticas utilizadas en diferentes pruebas de natación (Comité Olímpico Español. 1990. Natación).

La fuerza. En el entrenamiento de la fuerza, el nadador busca mejorar la fuerza-resistencia de los músculos que le ayudan a propulsarse en los diferentes estilos, ya que éstos deben responder a trabajo repetido y cíclico. En las pruebas cortas, dado que la duración del trabajo es menor, éste puede ser más intenso y, por tanto, será más importante el desarrollo de la fuerza-velocidad. En cualquier caso, con el entrenamiento de la fuerza el nadador no busca aumentos excesivos de la masa muscular, con el consiguiente aumento de la superficie corporal, ya que esto supondría un aumento de la resistencia al avance del nadador, contrarrestando la ventaja que representaría para su rendimiento las ganancias en fuerza. Será de interés también para el nada-dor el desarrollo de la fuerza explosiva del tren inferior para sacar mejor partido de las salidas e impulsos después de los virajes. Es de destacar la importancia del nivel de fuerza del tren superior, ya que en los diferentes estilos la brazada tiene un papel esencial en la propulsión. Esto supone un hecho diferenciador de las otras dos disciplinas incluidas en este apartado en las que el elemento esencial es el nivel de fuerza del tren inferior.

La velocidad. Es determinante para el rendimiento en las pruebas cortas (50 y 100 m). Asimismo es de interés, aunque en menor medida, para quienes se dedican a distancias más largas con el fin de tener finales de carrera intensos y mejorar la velocidad de crucero.

La coordinación. Es básico para el nadador conseguir una mecánica de brazada eficiente, lo que le permitirá llevar un tren deter-minado con un menor número de brazadas y/o con menor esfuerzo en cada una de ellas. Esto disminuye las necesidades totales de energía y comporta un nado más eficiente. Para que la brazada sea “económica”, ésta tiene que ser técnicamente correcta, aplicando en ciertos momentos más fuerza propulsiva, en otros casos evitando puntos muertos en la aplicación de la fuerza y en otros compensando fuerzas internas.

La flexibilidad. Es importante que el nadador tenga una buena flexibilidad ya que le va a facilitar la realización técnica, permite una mecánica más propulsiva en la brazada, se producen menos brusquedades en la alineación lateral y horizontal disminuyendo la resistencia que se ofrece al agua, hace menor el coste energético al reducir la resistencia interna a los movimientos y optimizar la utilización de las masas musculares y, por último, previene la aparición de lesiones crónicas en el nadador. Un buen nivel de flexibilidad es imprescindible principalmente en dos articulaciones: hombro y tobillo. La necesidad de una mayor amplitud del movimiento de éstas será en un plano u otro dependiendo del estilo en que compita el nadador.

Repercusión musculoesquelética

La natación es una disciplina deportiva que, al desarrollarse en el medio acuático en situación de levedad, supone una escasa repercusión articular. El índice de lesiones ligadas a la práctica de la natación es mínimo. Si éstas hacen su aparición suelen ser por sobrecarga en articulaciones no habituadas a solicitaciones intensas y repetidas (como es el caso del hombro) o en aquellas en las que la técnica del estilo altera el funcionamiento mecánico de la articulación (como es el caso de la rodilla en el estilo de braza). Son lesiones crónicas que suelen aparecer como consecuencia de la práctica intensa de la natación.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

Se trata de un deporte de bajo impacto osteoarticular, lo que lo convierte en referencia dentro de la prescripción de ejercicio físico.

El ciclismo29,30

Se trata de una disciplina cíclica, en la que se van repitiendo sucesivamente los mismos movimientos a nivel del tren inferior. Biomecánicamente el trabajo realizado es muy semejante en las diferentes pruebas. Sin embargo, las numerosas especialidades y las distintas pruebas ciclistas existentes, tan dispares entre sí, permiten extenderse en un amplio abanico de esfuerzos que van desde la velocidad al fondo pasando por la velocidad-resistencia y el medio fondo.

Asimismo, las pruebas de ciclismo transcurren en diferentes entornos, siendo distintas las características del ciclismo en pista a las del ciclismo en carretera o de montaña y ciclocrós. Es estas últimas concurren muchos factores, independientemente de la preparación del deportista, como son la orografía, el clima, etc., que influyen en el rendimiento final del ciclista.

Intervención de las diferentes cualidades físicas

La resistencia. Como se ha mencionado en el apartado anterior, las competiciones ciclistas ofrecen un amplio abanico de posibilidades en cuanto a distancia a recorrer y duración. De este modo en las carreras cortas, de velocidad, el trabajo será predominantemente anaeróbico aláctico. En la medida en que aumente la distancia a cubrir el predominio pasa a ser anaeróbico láctico y en distancias más largas, aeróbico. La importancia de la resistencia aeróbica, de la adaptación cardiovascular al esfuerzo y de las adaptaciones destinadas a lograr un mayor consumo de oxígeno es mayor cuanto más larga sea la distancia a recorrer.

La fuerza. La fuerza en el deporte se define como la capacidad del organismo para vencer una resistencia. La resistencia en el ciclismo viene dada por una serie de factores, como son vencer (a): la resistencia del estado de reposo en la salida, (b) la resistencia del viento de cara en la competición de carretera, (c) la “atracción de la tierra” en las pendientes y (d) las fuerzas de tracción y del mecanismo de transmisión. Un buen nivel de fuerza es indispensable en todas las disciplinas del ciclismo. Sin embargo, dependiendo de éstas será más decisivo el desarrollo de un tipo de fuerza u otro:

– No es muy importante la aportación de la fuerza máxima, ya que no se da una sola contracción a intensidad máxima, sino que éstas son repetidas.

– La fuerza-velocidad o explosiva es esencial en disciplinas como 200, 500 y 1.000 m, y en otras especialidades para las llegadas a meta.

– La fuerza-resistencia es la cualidad más destacable, ya que normalmente se trata de la realización de trabajos de fuerza de larga duración.

La velocidad. Es la expresión del esfuerzo máximo que permite recorrer la mayor distancia posible en una unidad de tiempo. Este esfuerzo máximo se puede mantener durante muy poco tiempo (6-7 s), por lo que será determinante en pruebas cortas y en las demás disciplinas para las llegadas a meta y para contribuir al aumento del ritmo de pedaleo durante la carrera.

La coordinación. En el ciclista es de especial interés la coordinación inter e intramuscular de los grupos musculares del tren inferior que intervienen en el pedaleo con el fin de que éste sea el más económico posible. La importancia de este tipo de coordinación es mayor, si cabe, en las pruebas de velocidad, ya que tiene que haber una rápida alternancia entre contracción y relajación muscular, y en las de fondo, en las que la fatiga supone un elemento de dificultad para dicha coordinación.

La flexibilidad. El arco de movimiento en las acciones del ciclista no es excesivamente amplio, por lo que se puede afirmar que la flexibilidad no es una cualidad que determine directamente el rendimiento en ciclismo. Sin embargo, sí es importante para el mantenimiento de una musculatura elástica que transporte más fácilmente la energía para su contracción y que se relaje con facilidad en la continua alternancia entre contracción y relajación.

Repercusión musculoesquelética

La práctica del ciclismo no conlleva traumatismos importantes para las articulaciones que intervienen en el pedaleo. Sí puede causar lesiones crónicas por microtraumatismos de repetición especialmente en la articulación de la rodilla, muchas veces como consecuencia de la aplicación de un desarrollo demasiado fuerte. No es raro encontrar en pruebas de muy larga duración a ciclistas con problemas musculares como consecuencia de la fatiga, como es el caso de los calambres musculares.

Por último, hay que mencionar la posible existencia de lesiones agudas derivadas de caídas que, afortunadamente, no son muy frecuentes, pero que en algunas ocasiones revisten cierta gravedad.

• PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE • PUNTO CLAVE •

Disciplina cíclica con predominio de trabajo del tren inferior. Punto de referencia en programas para la mejora de la adaptación cardiovascular al esfuerzo.

AUTOEVALUACIÓN • AUTOEVALUACIÓN • AUTOEVALUACIÓN

1¿Definir los tipos de trabajo físico más importantes que intervienen en la mayoría de los deportes.
2¿Cuál es el comportamiento de la TAD en el trabajo isométrico en una persona sana?
3¿Qué función tiene la maniobra de Valsalva sobre la TA durante la contracción isométrica?
4¿De los deportes especialmente analizados en este capítulo, indicar en cuál de ellos el tipo de trabajo desarrollado es de predominio aeróbico.
5¿Cuáles son las disciplinas deportivas que se adaptan mejor a los programas de promoción y mantenimiento de la salud?
6¿Señalar disciplinas deportivas de moderada a alta repercusión cardiovascular: tres cuyo trabajo sea predominantemente dinámico y otras tres en las que el trabajo sea predominantemente isométrico.
7¿Citar dos de los factores implicados en el consumo de oxígeno durante el ejercicio.
8¿La respuesta cardiovascular a largo plazo del trabajo dinámico se caracteriza por cambios en la estructura cardíaca. ¿Cuáles son los más evidentes?
9¿Cuál es el incremento de la TAS durante el trabajo dinámico en relación con el gasto energético?
10¿Cuál de los deportes analizados supone un impacto osteoarticular menor para la persona practicante?
11¿Qué implica el desarrollo de la flexibilidad en la mayoría de los deportes expuestos?

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Prescripción de ejercico físico para la salud

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