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ОглавлениеPRESENTACIÓN Dr. Arturo Justes
Toda persona da como supuesta la unión entre el cuerpo y la mente. Sin embargo, no suele caer en la cuenta de que nuestro cuerpo exterioriza nuestro estado mental. Suele ignorar que nuestro desarrollo intelectual se realiza sobre una base física, de sensaciones corporales. Si fallan estas informaciones, perderemos la capacidad del desarrollo mental. Nuestro organismo ha desarrollado esta secuencia, y cuando nuestro estado mental está perturbado, precisa reorganizarse desde la base, desde la sensación corporal.
Todo el mundo puede percibir que estar nervioso o angustiado provoca una taquicardia, una sudoración, etc. Nuestro cuerpo se manifiesta para que podamos darnos cuenta. La solución no es tan sencilla como decir: «no debo estar nervioso, no debo estar angus-tiado». El primer paso es sentir, sentir a través de nuestro cuerpo. Nuestras necesidades en la sociedad han «intelectualizado» nuestras sensaciones, dejando nuestro cuerpo como un fardo que hay que soportar, o como soporte que es preciso cultivar para atraer la atención. El cuerpo ha ido perdiendo su papel. En el cuerpo hay una serie de automatismos primarios y reflejos que se pueden fundamentar en la postura y en la respiración.
El individuo tampoco siente su estado mental. La preocupación qué haré luego, cómo puedo conseguir… Ni siquiera vive su estado actual. De ahí la necesidad de comprender primero, y desarrollar después, la capacidad de concentración.
El Zen es un camino. Como tal no tiene en cuenta la raza, la religión, la edad, la cultura, etc. Sirve en cuanto unificador personal, armonizador; enseña a tomar consciencia del mundo. Aporta el no dejar atrás una vivencia necesaria para la vida. En consecuencia mejora la salud, entendida como una homeostasis (equilibrio) corporal y mental.
En mi consulta diaria se tratan numerosas dolencias que afectan al aparato locomotor. Son dolores de espalda, de hombro, una tensión en el cuello, no poder adoptar tal postura, levantarse dolorido, etc.
La tecnología diagnóstica visual es asombrosa; nos sirve para confirmar una hernia de disco, para diagnosticar un tumor, etc. El problema es que la mayor parte de las personas tienen un problema de funcionamiento, no tienen daño en su estructura, y ello no se puede diagnosticar con radiografías, escaner, resonancia, análisis, etc. Sin embargo, hay una clara relación entre la postura de una persona y sus padecimientos, en su bloqueo respiratorio con sus síntomas, en su tensión nerviosa y agotamiento-acortamiento muscular. Se puede actuar médicamente en estos desarreglos de funcionamiento, pero es fundamental combatir las causas que los mantienen. El Zen aporta un camino para vencer los factores que mantienen estos desarreglos funcionales. ésta es la vía que encontraremos y comprenderemos al leer esta obra.
He leído este libro.
Debo reflexionar.
Éste es el magnífico legado que mi buen amigo Santos Nalda ha plasmado para todas las personas abiertas al conocimiento, el que yo he sentido.
Una obra sencilla, amena, pero al mismo tiempo tremendamente profunda.
Desde el punto de vista médico, puedo indicar que la incidencia de los problemas por dolores de espalda se han multiplicado en los últimos años. Las causas afectan fundamentalmente a la postura, influida por la respiración. La respiración depende en gran parte del estado de ánimo. El estado de ánimo depende del entorno y del propio estado de consciencia.
¿Qué relación puede tener esto con el Zazen?
La respuesta la encontrarán los lectores en las próximas páginas.
Si comprendemos la profundidad de las pequeñas cosas que vivimos, y encontramos unos minutos diarios para conseguir un estado de consciencia diferente, nuestra visión de la vida habrá mejorado, así como nuestra conducta.
Arturo Justes Doctor en Medicina. Especialista en rehabilitación Medicina Manual.