Читать книгу Aprender de los grandes cambios vitales - Josefa Pérez Blasco - Страница 5

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PRÓLOGO

Somos seres cambiantes insertos en un mundo asimismo cambiante. Desde que nacemos hasta que morimos, no dejamos de enfrentarnos a cambios que a veces son esperados, en tanto que el contexto cultural o el programa genético los impone, y a veces inesperados, accidentales y debidos al azar; cambios anhelados o temidos cuyo impacto a largo plazo desconocemos de antemano. Ganando y perdiendo, tomando y dejando, aferrándonos al pasado o deslizándonos con el devenir, vamos diseñando el curso de nuestra vida describiendo un itinerario único cuya individualidad se manifiesta y acentúa con los años.

Aunque no hace falta gran sabiduría para apreciar que el universo está en mutación permanente, pocos aprendizajes se nos resisten tanto como aceptar que todo cuanto se nos brinda es transitorio. Que jamás nos bañamos en el mismo río de la vida, que nada es, que todo fluye, aunque en ciertos momentos nada parezca fluir y nos sintamos estancados o nadando a contracorriente intentando sobrevivir entre sus rápidos.

A pesar de que continuamente estamos respondiendo a las variables demandas del entorno, hay cambios especialmente difíciles, amenazantes, incluso devastadores, que retan nuestra habitual forma de replicar al mundo en ese permanente diálogo que es nuestro desarrollo.

Todo curso vital incluye etapas de relativa estabilidad y períodos que pueden considerarse como umbrales que las separan de forma más o menos abrupta. En esas fronteras sin posibilidad de retorno, nos sentimos de paso hacia un destino indefinido, sin saber a ciencia cierta cómo avanzar.

Cuando perdemos o abandonamos condiciones de vida conocidas, lo que incluye rutinas, vínculos, creencias sobre la realidad o proyectos de futuro, nos adentramos en una zona llena de incertidumbre donde nos vemos confrontados a tareas cruciales para nuestra existencia: aceptar las pérdidas, darles un sentido, integrar la experiencia vivida, resistir la ambigüedad de lo indefinido y reconstruir una nueva trama con el mundo.

La forma que adoptan los grandes cambios vitales varía enormemente de una persona a otra. Así, un mismo evento puede desencadenar una grave crisis en una persona y en otra suponer un desafío mucho menor. Pero, quizá, lo más remarcable sea que en ambos casos existe tanto la posibilidad de avanzar, de incrementar la competencia y la madurez personal como de todo lo contrario, de involucionar, de enfermar, de abandonar.

La popular idea de que las crisis albergan tanto el peligro como la oportunidad difiere de la que durante largo tiempo ha imperado en las ciencias de la salud, tradicionalmente inclinadas a lo patológico. Una visión más positiva está imponiéndose con fuerza erigida sobre un ingente apoyo empírico: el ser humano tiene recursos no solo para resistir la adversidad sin enfermar, sino para enriquecerse gracias a los esfuerzos de afrontarla.

El libro que se presenta parte de estas premisas generales y de una concepción del desarrollo que pone el énfasis en la ineludible responsabilidad del adulto en la construcción de su evolución personal. Consta de siete capítulos.

En el primer capítulo se introducen los conceptos básicos que van a aparecer a lo largo del texto, intentando dar respuestas a cuestiones como: ¿qué reacciones cabe esperar cuando enfrentamos los grandes cambios vitales? ¿Qué importancia tienen en nuestra historia personal? ¿Qué diferencia y qué asemeja los sucesos vitales, las transiciones, las crisis, los traumas y el duelo?

En el segundo capítulo, se exponen los dos enfoques desde los que la psicología y la psiquiatría han estudiado los grandes cambios vitales: el más tradicional, denominado patogénico, centrado en la vulnerabilidad humana frente a los efectos dañinos del estrés, y el más actual, que recibe el nombre de salutogénico, orientado a la comprensión de la fortaleza humana frente a los desafíos de la vida y del potencial para el crecimiento que encierra hacerles frente.

El tercer capítulo tiene como finalidad responder a preguntas como: ¿por qué unas personas responden enfermando ante cambios que a otras las llevan a madurar y mejorar? ¿De qué depende que un cambio se viva más o menos críticamente? ¿Qué variables dan cuenta de las diferencias que observamos ante los mismos sucesos?

Si, como se defiende desde el enfoque salutogénico, las personas tenemos recursos para afrontar la adversidad aprendiendo y mejorando, si es posible desarrollarse saludablemente a pesar de o contando con los infortunios de la vida, cabe preguntarse: «¿Qué se entiende por desarrollo saludable?». La respuesta a esta cuestión, fundamental para guiar la intervención y establecer los criterios que permitan evaluar su resultado, es la temática que se aborda en el capítulo cuarto.

Los tres siguientes capítulos están dedicados a la intervención; en ellos se acomete una cuestión general: «¿Qué puede hacer la psicología para ayudar a que los grandes cambios vitales sean manejados con el menor sufrimiento y las máximas ganancias posibles para el desarrollo personal?». En el capítulo quinto, se presentan los orígenes y los planteamientos básicos de la intervención en crisis y de la ayuda en emergencias. En el sexto, se exponen las directrices generales de actuación en el asesoramiento individual, y se enfatizan las que, desde un enfoque positivo, se dirigen no tanto a evitar la patología como a incrementar el desarrollo saludable. Por último, en el séptimo capítulo, se presenta una panorámica general de la intervención en grupo, en la que se señalan sus ventajas e inconvenientes frente a la individual, y se refieren ejemplos de iniciativas que se han demostrado eficaces en este ámbito.

Este es un libro para estudiantes del desarrollo humano, estén matriculados en la Universidad o no. Está escrito con el fin prioritario de que sirva de material de consulta de diferentes asignaturas de la licenciatura y el grado de Psicología, del itinerario de la Nau Gran, y de posgrados y másteres de Psicología de la Salud y Psicogerontología. Mi propósito es que sea también de utilidad para quienes se dedican a prestar ayuda profesional o voluntaria a personas que atraviesan circunstancias vitales adversas y, de forma más general, para cualquier lector interesado en la comprensión y reflexión sobre los momentos críticos del desarrollo y el conocimiento de las respuestas que desde la psicología se proponen, para aprovechar el propio potencial con vistas a impulsar la madurez personal y una evolución saludable. Aprender de los grandes cambios vitales es esencial para cualquier ser humano; para los psicólogos es imprescindible.

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

Esta segunda edición incluye un capítulo dedicado a la práctica del mindfulness. Durante los cinco años que han pasado desde que se publicó la primera, el estudio, la investigación y la práctica de mindfulness me han llevado al convencimiento de su enorme poder para fomentar un desarrollo saludable. Y lo creo por experiencia personal directa y porque veo día a día sus efectos en quines la práctican.

En los últimos cursos, he impartido talleres teórico-prácticos de mindfulness en la Universidad, tanto para estudiantes de grado y licenciatura como para estudiantes de la Nau Gran (programa para mayores de 55 años), y he dirigido grupos de mindfulness para personas en duelo en la Asociación Viktor Frankl. También, con otros compañeros, hemos iniciado una línea de investigación en mindfulness con diversos colectivos, algunos de cuyos resultados han sido presentados en congresos internacionales y otros están en trámites para ser publicados en revistas científicas.

Hasta la fecha, no ha habido un solo grupo –ya fuera de personas en duelo, cuidadores de enfermos crónicos, madres primerizas, personas enfrentadas a sucesos como la jubilación, el nido vacío y otras pérdidas y circunstancias asociadas a la mediana y tercera edad o, simplemente, estudiantes universitarios más o menos estresados en unas circunstancias tan poco alentadoras como las actuales– que al finalizar el taller de dos meses no haya experimentado beneficios y haya preguntado: «Y ahora, ¿qué? ¿Dónde podemos seguir con esto?».

Hay muchas y muy buenas publicaciones divulgativas de mindfulness en español, pero, al preparar la segunda edición de este libro, no quería dejar pasar la oportunidad de incluir un capítulo dedicado a la que creo que es la herramienta más poderosa para afrontar los grandes cambios de la vida: la conciencia plena.

Aprender de los grandes cambios vitales

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