Читать книгу Sexo en la biblia - Juan Antonio Monroy - Страница 6
ОглавлениеIntroducción
La Biblia es el libro que ha marcado el devenir de la humanidad. Sus enseñanzas siguen en vigor miles de años después de haber sido promulgadas. No existe tema humano que escape a su doctrina. Entre estos temas está el sexo. Todos los aspectos de la sexualidad, todas sus variantes, están presentes en sus páginas. Hoy día, cuando el sexo es el pan diario, cuando periódicos, revistas, televisiones, radios, internet y otros medios de comunicación nos bombardean constantemente con noticias protagonizadas por acciones sexuales, no está demás conocer lo que la Biblia inspirada nos dice al respecto. Hay más sexo en la Biblia de lo que generalmente se piensa.
Encarando el tema desde sus orígenes, ya en el Edén encontramos las perspectivas divinas en torno al sexo. Algunos comentaristas del Génesis han sugerido que el acto sexual de Adán y Eva fue el pecado original que motivó la expulsión del paraíso. Esta interpretación ha tenido efectos nefastos a lo largo de siglos. Comentaristas católicos de todos los tiempos llegaron a considerar el sexo como una práctica sucia, “desaprobada por Dios y causante de todos los males de la humanidad”.
La teoría sexual del pecado original ha estado basada en dos elementos: la intervención de la serpiente, asociada en pueblos primitivos con el órgano viril, y la reacción de Adán y Eva cuando contemplaron su desnudez. Quien más contribuyó a esta errónea interpretación fue San Agustín, uno de los llamados padres de la Iglesia. Nació en Tagate el año 354 y murió en Hipona, ciudades situadas en el Norte de África, el 430. Está considerado como el “padre de la Iglesia” que más escribió sobre la Biblia. Agustín insistía en que el deseo sexual animó a Adán a aceptar la propuesta de Eva. De su teoría surgió la idea de relacionar el sexo con el pecado original. La interpretación de Agustín fue propagada por la Iglesia católica a lo largo de mil años y sigue teniendo influencia en varios sectores del catolicismo hasta el día de hoy.
Antes de redactar las páginas de “Sexo en la Biblia” volví a leer, otra vez, una a una, las páginas de los 66 libros que figuran en la Escritura Sagrada. No fue una lectura espiritual, como en otras ocasiones. Fue lectura crítica, lectura de investigación. Aun así mantengo la impresión de haber dejado sin registrar algunos temas referentes al sexo.
He utilizado algunas obras de consulta, no muchas. El contenido de este libro es original, resultado de una exploración propia en las páginas de la Biblia.
La cantidad de textos bíblicos que figuran en el libro se debe a que he tenido en cuenta evitar comentarios con ideas propias y dejar que hable la Palabra divina.
Finalmente toca decir que algunos capítulos, que aquí aparecen por orden alfabético, son más extensos que otros. Se debe a la importancia de cada uno de los temas.