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3. Actividad profesional y respeto al patrimonio y al medio ambiente

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Como ya se ha dicho en anteriores ocasiones, el sector eléctrico debe tener como objetivo fundamental garantizar un abastecimiento seguro y regular de energía al conjunto de los ciudadanos y a las diversas actividades productivas en las mejores condiciones económicas posibles.

Sin embargo, estos objetivos deben complementarse con otro principio: la integración de la dimensión medioambiental en todas las orientaciones y decisiones en materia energética.

Ello es así ya que la energía eléctrica tiene una incidencia ambiental en todas sus fases: generación, transporte, distribución y consumo.


Importante

La incidencia medioambiental es una afectación multipolar y se manifiesta en aspectos como impactos atmosféricos, impactos sobre aguas y suelos, generación de residuos, emisiones sonoras o impacto sobre el territorio y, potencialmente, sobre la biodiversidad o la seguridad de personas o bienes.

Además de ello, en razón de esa tardanza de las decisiones en materia de infraestructuras energéticas, sus efectos no pueden ser, en muchos casos, fácilmente corregidos a corto plazo y el coste de corrección de los mismos puede ser muy elevado.

Por ello, los impactos ambientales del sector eléctrico son cada vez mayores y más complejos, teniendo además plazos de impacto sensiblemente diferenciados en el tiempo. Estos pueden resumirse en los siguientes apartados:

1 Impactos atmosféricos.

2 Impactos sobre las aguas.

3 Impacto sobre los suelos.

4 Impacto en materia de residuos.

5 Impacto visual.

6 Emisión de ondas electromagnéticas.

La garantía de la sostenibilidad ambiental se desarrolla preferentemente a través de una numerosa, creciente y exigente legislación en la materia, la mayor parte de ella iniciada a nivel de la Unión Europea, y que lógicamente interacciona con las decisiones en materia energética.

El objetivo central de la política energética es garantizar el suministro regular de energía a precios lo más competitivos posibles, de acuerdo con la ineludible protección del medioambiente. Para ello se establecen una serie de criterios:

1 Potenciar al máximo el uso racional de la energía, bajo el principio de que la única energía que no contamina es aquélla que no se consume.

2 Potenciar la utilización de fuentes energéticas de tipo renovable que, en general, tienen un menor impacto ambiental.

3 Dar una mayor prioridad a aquellas energías fósiles, como es el caso del gas natural, con una menor emisión de CO2 por toneladas de producto utilizada. Además de ello, el gas natural permite su utilización en la generación eléctrica por ciclos combinados con un aumento notorio de la eficiencia y una reducción adicional de las emisiones de CO2.

4 Aplicar y hacer cumplir estrictamente la legislación en materia de emisiones, de calidad de los productos petrolíferos y del resto de la legislación medioambiental comunitaria. Es preciso actuar de manera muy estricta en todo lo referente a las declaraciones de impacto ambiental, para las nuevas infraestructuras, especialmente, con mayor rigor para aquéllas donde la sensibilidad social así lo recomiende, y la aplicación rigurosa de la legislación sobre prevención y control integrado de la contaminación.

Operaciones de tendido y tensado de conductores en redes eléctricas aéreas y subterráneas. ELEE0108

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