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LA ATENCIÓN PREFERENTE A LOS ASUNTOS SOCIALES

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En la segunda mitad del siglo XIX se incubó uno de los atributos más característicos de la Iglesia chilena: la atención hacia las cuestiones sociales. El servicio de la caridad al prójimo estuvo en manos de eclesiásticos particulares, de miembros de familias católicas de altos ingresos, de organismos o personas del sector civil y de la autoridad eclesiástica de manera preferente. Además, se sumaron los esfuerzos de las comunidades religiosas nuevas, que resultaron decisivas no solo por el trabajo pastoral sino por el aporte cultural eclesiástico y social europeo.

Las Conferencias de San Vicente de Paul, surgidas por iniciativa de Federico Ozanam en 1833, tuvieron como objetivo no solo la atención asistencial a los pobres, sino también la formación social de los católicos. Estas conferencias constituyeron la primera organización territorial chilena de ayuda social, y generaron una sociabilidad católica moderna, que, en el sentir de Sol Serrano, fue la base de los partidos políticos católicos del siglo XX1003. El presbítero Joaquín Larraín Gandarillas, quien conoció las conferencias en su viaje a París en 1851, las introdujo en el país1004.

El presbítero Blas Cañas Calvo, por su parte, promovió el ingreso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; fundó la Congregación Casa de María para la educación de huérfanas, y fundó el Patrocinio San José para la protección de los huérfanos.

El abogado y político Abdón Cifuentes tuvo una definida visión acerca del papel que la Iglesia debía desempeñar en la educación y en los asuntos sociales. Muy joven ingresó a las Conferencias de San Vicente de Paul, y su cercanía al episcopado le permitió viajar junto a los obispos al Concilio Vaticano I, con quienes recorrió Europa interiorizándose en las cuestiones sociales. En el curso de 1878 viajó por el país, junto al presbítero Ramón Ángel Jara, promoviendo los Círculos de Obreros, a imitación de los que estaba fundando Adolfo Kolping.

De esta época son, asimismo, las obras del Cottolengo y las escuelas profesionales de Don Bosco.

Aunque fueron extremadamente complejas las situaciones que vivió la Iglesia en el periodo examinado, es indudable que merced a la dirección vigorosa del arzobispo Valdivieso fue capaz de hacer frente a la modernidad, a la que difícilmente podía aceptar, por las consecuencias que razonablemente le suponía para la sociedad. Pero el estatuto jurídico en que estaba inserta la Iglesia chilena le impidió, como se pudo ver más adelante, modificar los objetivos de un Estado en acelerado proceso de laicización.

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908Luis Ayala Benítez, La Iglesia y la Independencia política de Centro América: El caso del Estado de San Salvador (1808-1883), en Tesi Gregorina 9, Pontificia Universidad Gregoriana, Roma, 2007. El autor abordar la inestabilidad política de Centro América y las repercusiones en la Iglesia, como fue el caso de la decisión de la autoridad civil de San Salvador de erigir un obispado y elegir al primer obispo padre José Matías Delgado.

909Es notable la participación del arzobispo Rafael Valentín Valdivieso, único prelado latinoamericano que formó parte de la Comisión General del Concilio Vaticano I.

910Pío VII, Encíclica Etsi longisimo terrarum (Aunque inmensas tierras), 30 de enero de 1816, y León XII, Encíclica Etsi iam diu (Aunque nos persuadamos), 24 de septiembre de 1824. Ambos documentos pueden entenderse bien en el contexto de la restauración y de los vínculos jurídicos canónicos que enmarcaban las relaciones diplomáticas entre Roma y la corona española.

911Gregorio XVI profundizó su política misionera con varios documentos, que se constituyeron en orientación y normativa futura: el Breve Multa praeclara (21 de abril de 1838), sobre el patronato de Portugal en la India, que indicó que el patronato no era un obstáculo para la Santa Sede en la provisión de pastores, pues ella tomaba todas las decisiones necesarias para la salvación del pueblo cristiano; el Breve In Supremo (3 de diciembre de 1839), que condenó la esclavitud y la trata de negros, y la Instrucción Neminen profecto (12 de noviembre de 1845), en la cual recordaba que la expansión del cristianismo se fundó en la multiplicación de las iglesias y en la creación de clero local (indígena).

912Se usa el texto latino de la Constitución Sollicitudo Ecclesiarum transcrito del original del Archivo Congregación de Negocios Eclesiásticos Extraordinarios, Santa Sede, Archivo Colombia, 1832-1835, dossier 299, folio 51r-52v., en Apéndices Documentos, Álvaro López V., Gregorio XVI y la Reorganización de la Iglesia hispanoamericana, Tesis Gregoriana, Serie Storia Ecclesiastica, Roma, 2004.

913El ministerio ejercido hacia China comprendió el desmembramiento de la diócesis de Pekín, estableciendo vicariatos; impulsó un nuevo desarrollo de la iglesia en Estados Unidos de Norte América creando una estructura de circunscripciones y nuevas diócesis; reorganizó la iglesia en India, Oceanía y Filipinas. Los documentos pontificios relativos a América Latina y Filipinas han sido ordenados por Francisco Hernáez, Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de A. Latina y Filipinas, II, Bruselas, 1879.

914Oeuvres de M. Le Comte de Montalembert, ocho volúmenes, París 1860-1861.

915Sobre el Pío IX, Roger Aubert, Il Pontificado di Pio IX, Torino 19702; G. Martina, Pio IX (1851-1866); los volúmenes de G. Martina se publicaron en 1974, 1986 y 1990. Una síntesis extremadamente concisa de Roger Aubert, “La ofensiva de los Gobiernos liberales fuera de los países de habla alemana”, en Manual de Historia de la Iglesia (dirigida por Hubert Jedin), VII, Barcelona, 1978, pp. 904-930.

916El nombramiento de Vicuña como vicario apostólico no estuvo ajeno a problemas. Desde el decreto de destierro del obispo residencial Rodríguez Zorrilla se habían sucedido varios vicarios capitulares. Los cambios de vicarios se generaron por diferencias políticas entre la iglesia y el gobierno, originadas en la eventual aceptación de los candidatos por una de las partes. Estas dificultades alcanzaron incluso al nombramiento de Vicuña, quien, designado vicario apostólico por León XII en diciembre de 1828, solo en marzo de 1830 fue recibido solemnemente por el cabildo eclesiástico.

917Sobre la Misión Muzi, Giuseppe Salusti, Storia delle Missioni del Chile o Storia delle Missioni Apostoliche dello Stato del Chile, Roma 1827. Cfr. Carlos Oviedo Cavada, La Misión Irarrázaval en Roma (1847-1850), Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago,1962. El capítulo I del estudio de Oviedo Cavada aborda críticamente la misión Muzi.

918El texto en Fernando Retamal Fuentes, Chilensia Pontificia. Monumenta Ecclesiae Chilensia, I-I, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1998, pp. 273-283.

919O’Higgins, con el acuerdo del Senado, envió a Roma, en octubre de 1821, a Cienfuegos. En el artículo 16 de las instrucciones que llevó, se indica que “consiga de Su Santidad que las iglesias de Coquimbo, Talca, Chiloé, Osorno y Valdivia sean erigidas en catedrales, y la de Santiago, capital o corte del estado de Chile, en metropolitana”, cfr. La Provincia Eclesiástica Chilena: erección de sus obispados y división de parroquias, Herder, Friburgo, 1895, pp. 48-49.

920Informe de Manuel Vicuña a Diego Portales sobre creación de obispado de La Serena, 28 de octubre de 1836, en ANH, MI, Documentos Eclesiásticos 1818-1839, vol. 49.

921Misael Camus I., “Frecuencia y estilo de la visita pastoral en Chile. Periodo Hispánico”, en AHICH, 12, 1994, pp. 11-38.

922Misael Camus I., “La Iglesia en Chile: 1800-1840. Las herramientas de la Reforma Pastoral de Trento, que permiten enfrentar la crisis de 1810”, en Revue d’histoire Ecclésiastique, 2012, Louvain, 2012, 29 págs.

923Lista de clérigos del Obispado de Santiago (sin fecha), periodo episcopal de Rodríguez Zorrilla (1815-1832), en ANH, MI, vol. 22, fs. 152-154r. La fecha no puede ser más allá de 1824, año del exilio definitivo del obispo. El término cura empleado en el documento se refiere a los curas que trabajaban en el Instituto Nacional y a los curas particulares, es decir, a los secularizados de las órdenes religiosas. Rodríguez Zorrilla murió en Madrid, en 1832, y sus restos fueron repatriados a Chile en 1852.

924id., fs. 179a.r, y fs. 233

925id., fs. 237-238; fs. 249; fs. 250

926id., fs. 208

927Correspondencia entre Cienfuegos y el Gobierno (Santiago, 13 de octubre de 1824), en ANH, MI, vol. 22, fs. 277, 278-280. Es importante subrayar, siguiendo a Carlos Oviedo Cavada, voz Cienfuegos, en Los Obispos de Chile, 1561-1978, Editorial Salesiana, Santiago, 1996, pp. 66-67, que el nombramiento de gobernador eclesiástico no es canónicamente correcto.

928Los antecedentes están registrados en La Provincia Eclesiástica, cit., pp. 238-239.

929ANH, MI, vol. 22, fs. 284a-286r

930ídem., fs. 299.

931ídem., fs. 318.

932ídem., fs. 329.

933ídem., fs. 305.

934Carlos Oviedo Cavada, voz Elizondo y Prado, en Los Obispos, cit., pp.112-113. En 1840 fue elegido obispo de Concepción. Cfr. Luis F. Prieto del Río, voz Elizondo Diego, en Diccionario del Clero Secular de Chile, Santiago, 1922, pp. 203-204.

935ANH, MI, vol. 22, fs. 487-488. Sobre la creación de la nueva parroquia en Freirina, fs. 427.

936ídem., fs. 450.

937ídem., fs. 445.

938Oviedo Cavada, voz Vicuña Larraín, en Los Obispos, cit., pp. 240-241.

939La documentación que se ha utilizado en este estudio se encuentran en el ANH, MI, Documentos Eclesiásticos 1817-1872, vol. 36; Prelados Eclesiásticos 1817-1832, vol. 37; Id., Documentos Eclesiásticos (Santiago y Concepción) 1818-1839, vol. 49. Sobre la visita pastoral de Manuel Vicuña, María I. Concha Contreras, La sede episcopal de Santiago de Chile a mediados del siglo XIX: Aspectos de la vida cristiana a través de las visitas pastorales, Ediciones Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 2006. Para facilitar la lectura y el posterior examen de los documentos se indicará el número de esta cita y el volumen correspondiente.

940Nota 743, vol. 49, documentos sin foliar.

941Carta del obispo Vicuña al Pontífice para dar cumplimiento al precepto de la visita ad limina, 13 de noviembre de 1831, en ASV, Fondo Congregación del Concilio, caja 411. Sobre la visita ad limina desde las iglesias latinoamericanas, Misael Camus I., “La visita ad limina desde las iglesias de América Latina entre 1585-1800”, en Hispania Sacra, XLVI, 1994, Madrid, 1994, pp. 159-189; el mismo, “La praxis de visita ad limina de las Iglesias latinoamericanas en el siglo XIX”, en Hispania Sacra, XLIX, 1997, Madrid, 1997, pp. 569-584.

942ASV, Congregación del Concilio, en Fondo Relaciones diocesanas de las Iglesias de Chile (Visita ad limina): Santiago, caja 411; Concepción, caja 248; La Serena, caja 742, y Ancud, caja 190. Existen copias en los archivos episcopales de las diócesis chilenas. Los textos están en latín. En las citas se usará el término informe diocesano en vez de relaciones.

943El elenco de estas fuentes es el siguiente: Arzobispado de Santiago: Obispo Manuel Vicuña Larraín. Documento único consistente en misiva al Pontífice, que solicita prórroga para enviar el informe diocesano, datada el 13 noviembre de 1831. Arzobispo Rafael Valentín Valdivieso Zañartu. Relación, datada el 24 junio de 1859. Arzobispo Valdivieso. Relación, datada el 2 agosto de 1869.

Arzobispado de Concepción: Obispo José Hipólito Salas Toro. Relación, datada el 10 agosto de 1864. Obispo Salas. Relación, datada el 1 octubre de 1876.

Obispado de La Serena: Obispo Justo Donoso Vivanco. Relación, datada el 25 febrero de 1861. Obispo José Manuel Orrego Pizarro. Relación, datada el 30 septiembre 1880.

Obispado de San Carlos de Ancud: Obispo Juan Francisco de Paula Solar Mery. Relación, datada el año 1866. Obispo Francisco de Paula Solar. Relación, datada el 6 de mayo de 1877.

944En los archivos eclesiásticos de Santiago, de La Serena y de Concepción se encuentran numerosísimas fuentes sobre la visita pastoral o canónica de los obispos. También en diversos fondos del Archivo Nacional Histórico, en especial en aquellos destinados a las relaciones Iglesia-Estado, se conservan informes de los obispos, en los cuales detallan la visita pastoral, especificando particularidades de todo género.

945Misael Camus I., “Estado de la Iglesia de La Serena a través de la Visita Pastoral del Obispo Justo Donoso 1854-1856”, en AHICh, 8, 1991, Santiago, 1991, pp. 87-106; Id. “La Iglesia de Santiago a través de la Visita Pastoral de 1887: nuevas expresiones pastorales”, en AHICh, 18, 2000, pp. 89-106.

946Carmen Luz Ramírez Fernández, “Algunos Aspectos de la catequesis del siglo XIX en Chile”, en AHICh, 15, 1997, pp. 79-100. La autora demuestra la vigencia y permanencia del catecismo sinodal de la Iglesia de Santiago, establecido por el Sínodo de 1763, durante el siglo XIX y parte del siglo XX.

947Misael Camus I., “El Seminario de La Serena 1848-1995”, en AHICh, 13, 1995, Santiago, 1996, 30 págs.

948Raimundo Arancibia Salcedo, “El Seminario de Santiago 1584-1984”, en AHICh, 2, 1983, pp. 9-36.

949Algunas de estas colecciones y obras se conservan en el Seminario de La Serena.

950Carta del Nuncio Apostólico S. Nicotra al obispo Carlos Silva Cotapos (1918), Archivo del Arzobispado de La Serena, leg. 12b, documento único.

951Carlos Silva Cotapos, Historia Eclesiástica de Chile, Imprenta de San José, Santiago, 1925, pp. 250-251, y Fidel Araneda Bravo, Historia de la Iglesia en Chile, Santiago, 1986, p. 455, ofrecen escasos detalles sobre el ingresos de 20 franciscanos en 1837, que revitalizaron las misiones de Valdivia y Chiloé.

952Misiones de Propaganda 1836 -1847, en ANH, MI, vol. 169a. Este volumen contiene información de altísimo valor sobre la puesta en marcha de nuevas políticas sobre misiones ad gentes. Hay otros volúmenes que se citarán oportunamente.

953Informe de Cienfuegos al Gobierno, 1830, en ANH, MI, vol. 25, fs. 156.

954Facultades a Fr. Victorino Navarrete, en ANH. MI, vol. 22, f. 145a.r.

955Misiones de Propaganda 1836-1847, en ANH, MI, vol. 169a, doc. 1- 18. El conjunto documental incluye el listado de los misioneros que llegaron a Chile.

956BLDG, 1847, sobre la memoria anual, p. 172; sobre idioma araucano, p. 173, y sobre escuelas, pp. 171-177.

957Fr. Manuel Unzurrunzaga al Ministro de Estado en el Departamento de Justicia y Culto, Valdivia, 20 de marzo de 1840, en ANH, MI, vol. 169a, doc. 52.

958Misiones de Propaganda 1836-1847, en ANH, MI, vol. 169a, doc. 76, 85, 87, 88 y 93.

959Informe anual de 1862, del prefecto de misiones franciscanas, fray Dionisio Pardini, en ANH, MI, vol. 251, fs. 10-11.

960Informe de Fray Victorino Palavicino al Gobierno, Chillán, 15 de mayo de 1862, ANH, MI, vol. 251, fs. 27-33.

961Informe Anual de fray Dionisio Pardini al Gobierno, Nacimiento, 1 de abril de 1865, ANH, MI, vol. 251, fs. 59-61 y fs. 81-84.

962Informes del Vice Prefecto Fr. Estanislao María Leonetti al Gobierno, 1 de abril de 1867 y 12 de abril 12 de 1869, en ANH, MI, vol. 251, fs. 113-115 y fs. 134-137, respectivamente.

963Informes del Prefecto Fr. Ignacio de Poggibonti, Santiago, mayo de 1864 y agosto de 1865, en ANH, MI, vol. 251, fs. 90-92; informes del Prefecto Fr. Jeremías Paglieta, ambos enviados desde Santiago en 25 de agosto de 1867, 23 de mayo de 1868 y 18 de julio de 1869, en ANH, MI, vol. 251,fs.116-119; fs. 125-127 y 139-142 respectivamente.

964Informe del Prefecto Fr. Jeremías de Paglieta al Gobierno, 13 de julio de 1871, en ANH, MI, vol. 251, fs. 218.

965Informe del Vice Prefecto Alberto de Cortona al Gobierno, 12 de mayo de 1872, en ANH, MI, vol. 251, fs. 232.

966Informe ad limina del arzobispo Valdivieso, en ASV Fondo Relaciones Diocesanas, caja 411.

967Sobre este tema, Carlos Oviedo Cavada, Sínodos y Concilios Chilenos 1584 (?)-1961, en Historia, 3, 1964, pp. 41-61.

968Fernando Retamal Fuentes, El Primer Sínodo chileno de la época republicana: Ancud 1851, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1983. El autor, además de transcribir el texto completo del sínodo, precisa los detalles de la convocación y celebración del sínodo.

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