Читать книгу Que alguien salve a Medellín - Julián Camilo Giraldo Naranjo - Страница 8

Presentación

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Medellín es una ciudad fragmentada. Atrás quedaron muchas de sus prácticas tradicionales, sus calles y espacios públicos ya no son el reflejo del supuesto “empuje paisa” que se construyó como parte del mito de “ser antioqueño”. Los cambios de las últimas dos décadas relacionados con la estructura urbana, las dinámicas de producción, las relaciones públicas y privadas, las políticas de emprendimiento e innovación, etc., se ajustan a una tipología de ciudad despolitizada que se edifica bajo un “discurso social” aparentemente protector de los derechos de sus ciudadanos, pero que, en realidad, depende de las reglas del mercado.

El crecimiento demográfico, los cambios en su vocación económica con la recepción, maduración y crisis del modelo industrial, la entrada de la violencia, el narcotráfico y el proyecto contrainsurgente son algunos de los fenómenos históricos por los que pasó Medellín durante el siglo XX. Hoy, Medellín se ha convertido en un territorio centrado en la economía de servicios, que cambia parte de su apariencia para exponerse como “innovadora”, “emprendedora”, que “trabaja por el desarrollo de su gente”, que tiene la capacidad de sobreponerse a las dificultades y salir “adelante”; pero, asimismo, esconde para el exterior muchas de sus complejas realidades internas.

La lucha popular dentro de la ciudad para que todos sus habitantes sean verdaderos sujetos de derechos, ha necesitado del trabajo colaborativo de las comunidades, organizaciones no gubernamentales (ONG), movimientos cívicos y otras expresiones organizativas sociales; esto, ante la imposibilidad (o, mejor, negativa) histórica del Estado de ser garante de los derechos de todos. En igual sentido, el proceso mismo de construcción social de la ciudad ha sido el fruto de dinámicas de colaboración, conflicto y resistencia entre migrantes, poblaciones de diferentes estratos socioeconómicos, expresiones organizativas de diverso tipo, actores estatales, empresarios, etc., lo que ha mostrado que, ante todo, la capital de Antioquia es una ciudad en disputa, cuyos agentes (usando la terminología de Bourdieu, 2000) emprenden una lucha simbólica por posicionar sus propios sentidos sobre ella. La ciudad para invertir, la ciudad de la innovación y el emprendimiento, la ciudad símbolo del progreso paisa, la ciudad desigual, la ciudad de la periferia pobre y desigual, la ciudad violenta, la ciudad soñada en la que se pueden construir vínculos: son estos solo algunos de los discursos que se enfrentan en la difícil tarea de dotar de contenido a la categoría “ciudad de Medellín”.

Este libro contiene una reflexión derivada de una investigación realizada por el autor desde los primeros meses del 2016 y hasta mediados del 2018. Dicha investigación tenía un objetivo acotado, centrado en los posibles efectos adversos de la implementación de uno de los proyectos bandera de la administración municipal de Aníbal Gaviria (2012-2015): el Cinturón Verde Metropolitano-Jardín Circunvalar, en la comuna 8 Villa Hermosa. Para este análisis se tomaron como base los aportes de tres organizaciones sociales que tienen su rango de acción en la periferia de la mencionada localidad.1

No obstante, el proceso mismo de la investigación (como es común en las investigaciones de corte cualitativo) le enseñó al autor otros caminos, otras inquietudes, que lo llevaron a comprender el problema abordado durante un periodo específico (2012-2015) y en un territorio delimitado como el fruto de una serie de acontecimientos, conflictos y resistencias que hunden sus raíces en un acumulado de hechos y decisiones del pasado que marcaron la elección por la constante modernización de la ciudad y las reacciones a unos cambios que se relacionan con procesos hegemónicos y contrahegemónicos de globalización, con las reconfiguraciones de las espacialidades capitalistas, el reacomodo de un nuevo patrón de acumulación a la suerte de la hegemonía del modelo de desarrollo neoliberal, entre otros procesos, con el fin de fortalecer estructuralmente a Medellín como una ciudad competitiva, que se oferta como cualquier otra mercancía dentro de un mercado mundial de destinos.

Todos estos cambios han llevado a que las cuestiones urbanas se gestionen a la luz de las pautas marcadas por el modelo de desarrollo neoliberal y la influencia de modelos foráneos globalizados. Dentro de las transformaciones posteriores a la crisis del modelo industrial en Medellín, se encuentran: el impulso de políticas de autosatisfacción de derechos individuales por medio del mercado, beneficios a inversionistas extranjeros, desarrollo de complejos empresariales, comerciales, residenciales para las élites, creación de unas condiciones particulares de periferia por parte del Estado basadas en la tensión entre la represión y su “ausencia” o, mejor, “política de no presencia”, construcción de nuevos atractivos de ciudad dirigidos a públicos extranjeros, cambios en las formas de relación entre gobernantes y gobernados (las cuales se centran más en el manejo de las relaciones públicas y el marketing del gobernante presentado como comunicaciones institucionales), entre otros. En este contexto surge y se capitaliza la idea de la construcción de una ciudad emprendedora e innovadora.

Teniendo en cuenta estos presupuestos, y aunque este texto emana de algunas de las reflexiones, hallazgos y provocaciones de la investigación mencionada, se ofrece aquí una reflexión crítica en la que se relacionan el proceso de transformación de Medellín y ciertos hitos históricos que tributaron para que en el imaginario del antioqueño tradicional se impusiera la ideología del “emprendedor” tanto como un “valor inherente” a la cultura paisa como un discurso empleado para fortalecer cierto ideal del ser antioqueño como alguien trabajador, acumulador de riquezas y a la vanguardia del resto de la nación.

Para lograr esta finalidad se tocarán temas relacionados con el desarrollo de la ciudad, el discurso de la innovación y algunas decisiones históricas que marcaron la opción por el progreso, cotejado todo con cifras actuales, extraídas de fuentes secundarias, sobre la pobreza, la desigualdad y otras problemáticas que demuestran que, lejos de ser los más “emprendedores”, son numerosas las necesidades básicas insatisfechas del grueso de la población de Medellín.

Dicho de forma más concreta: en este texto se ahonda en las circunstancias históricas, necesidades y condiciones de posibilidad que llevaron a que el discurso del emprendimiento, la innovación y la transformación urbana fuera aprovechado con fines políticos y presentado como la alternativa para “superar cierto estado de desorden” ocasionado por las conflictividades urbanas, la pobreza, la desigualdad, el crecimiento demográfico, etc., sobre todo desde la llegada al poder de Sergio Fajardo (2004) y hasta el final de la alcaldía de Aníbal Gaviria (2012-2015), gobierno hasta el cual llega este análisis.

En este último periodo, el mandatario local utilizó la máxima “la ciudad más innovadora del mundo” como medio para seguir difundiendo la idea de una urbe que dejaba su pasado violento y se convertía en un “hogar para la vida”, en una “nueva Medellín”, capaz de competir dentro de un mercado mundial de ciudades. En esta obra se revisará el proceso de cambio de esta capital: de una pequeña villa a una ciudad industrial y, de esta, a una ciudad neoliberal.

En el marco de este último modelo de ciudad se hará un análisis de los vínculos que construyeron funcionarios del Estado, actores privados y otras alianzas que, parafraseando a Franco (2006), se podrían definir como parte de una coalición política y económica dominante, gracias a la cual el modelo de “transformación de Medellín” se impuso en el imaginario colectivo sobre ciertas realidades cruentas que padece una parte importante de la población.

Las críticas al modelo de la Medellín “innovadora” y “emprendedora” no han sido pocas; han sido, eso sí, menos visibles por las voces de quienes provienen, sujetos subalternos no públicos que compiten con la plataforma que fue creada para que la supuesta transformación positiva de la ciudad fuera difundida y se convirtiera en hegemónica. Esto evidencia las falencias del modelo y su condición de selectivo hacia los privilegiados.

Empero, esta tensión llevó al autor a cuestionarse si es posible pensar en una innovación que tenga por objeto mejorar las condiciones de vida de los más pobres y no la acumulación de capital. Sobre el particular, se ofrece una reflexión en el último aparte del texto a la luz de un proceso popular realizado en la comuna 8, que tuvo como facilitadora a la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna. En este proceso, los niños de este espacio local, a través de una serie de documentales cortos realizados según una metodología participativa (en la que, tan importante como los productos finales presentados, fue imperativo el proceso de producción colectiva), respondieron, esencialmente, a dos preguntas: “cuál es la ciudad que soñaban” y “en qué consiste un concepto de innovación que emerge desde las laderas”.

Este caso de estudio representa uno de tantos existentes en Medellín, en particular, y en las ciudades latinoamericanas y de la periferia del capitalismo global, en general, sobre alternativas al desarrollo neoliberal, luchas pequeñas pero significativas, que tratan de contar (a través del empleo de herramientas, como las tecnologías de la información y la comunicación, y a través de estrategias narrativas) otras historias de ciudad en las que se ha querido remasterizar conceptos como “emprendimiento”, “innovación”, “desarrollo”, “progreso”, “libre mercado”, incluso “derecho”, los “derechos”, conceptos cuyos significados y formas prácticas de aplicación han dejado la sensación de que son construcciones excluyentes de empresarios, ciertos sectores académicos, burócratas, entre otros agentes con importantes acumulados de poder.

La presentación del caso de estudio del último capítulo muestra cómo desde el enfoque sobre lo cotidiano y las resistencias populares se generan fracturas a los modelos hegemónicos de promoción de la ciudad, sus referentes y los usos tendenciosos de categorías como “la ciudad emprendedora” o la “ciudad más innovadora del mundo”; en cambio, se resaltan ejercicios innovadores propios de los sujetos subalternos desde una racionalidad opuesta, en la que no prevalecen los criterios del mercado como medidas ponderables de eficiencia, sino el aporte a la construcción de comunidad desde los conceptos que para ellos son significativos, como la construcción de memoria histórica, el territorio habitado, los derechos necesarios para vivir dignamente en la ciudad, el barrio autoconstruido, los amigos, entre otros.

Frente a lo epistemológico, este trabajo partió de un enfoque crítico, que cuestionó la naturalización de las brechas sociales, las desigualdades y la injusticia espacial, privilegiando, en todo caso, una lectura social y popular de la ciudad, en contraposición a posturas que la reducen a una dimensión exclusivamente mercantil o relacionada con la idea de “progreso”. En igual medida, optó por abarcar el problema de estudio desde una concepción interdisciplinaria, en el entendido de que la información disponible, los ejercicios analíticos y las teorías existentes siempre serán limitadas para tratar de explicar los fenómenos subyacentes al cambiante mundo social (King, Keohane & Verba, 2000, p. 17).

Así, el punto de partida epistemológico de este trabajo asume no solo como provocadora, sino ante todo necesaria, la propuesta de Wallerstein (2006) de realizar un ejercicio de apertura y diálogo entre ciencias sociales; esto, como un elemento clave para la elaboración de un análisis que tiene como marco de referencia la relación centro-periferia de una de las ciudades de la periferia del capitalismo global. Asimismo, este trabajo se ve fuertemente influenciado por la perspectiva del “giro en la mirada” de la investigación social en el sentido planteado por Uribe (2012, p. 11), lo que simboliza el resurgimiento de investigaciones cualitativas que retornan al sujeto, sus contextos y sus particularidades.

Este libro consta de una primera parte que explica la metodología empleada, tres capítulos y un apartado final destinado a las conclusiones. En el capítulo I se presentan algunas cifras y datos contextuales que ubican al lector en el marco concreto de la investigación y reflejan los insumos teóricos básicos que se tomaron para la comprensión del problema abordado. En el capítulo II, se analiza el proceso de transformación urbana de Medellín, cotejado con la construcción histórica de una supuesta subjetividad paisa “innovadora” y “emprendedora”, fundamentada en la ideología del “empresario emprendedor” como referente moral para el resto de coterráneos.

Para finalizar, en el capítulo III se presentan la discusión y los hallazgos del ya mencionado proceso popular de construcción colectiva realizado en la periferia de la ciudad, en la comuna 8, donde los niños, a través de un trabajo colectivo y empleando la tecnología, generaron una ruptura con las concepciones hegemónicas sobre emprendimiento e innovación en Medellín y presentaron, a partir de sus propias vivencias, necesidades, sueños, realidades, luchas, un concepto escéptico sobre el clásico “emprendedor paisa” y trasmitieron una idea de innovación construida “desde abajo”.

Que alguien salve a Medellín

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