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Оглавление28 de enero - Autoestima
La esencia de nuestra existencia
“Porque en él vivimos, nos movemos y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: ‘Porque linaje suyo somos’ ”
(Hechos 17:28).
Las palabras “en él vivimos, nos movemos y somos” contienen un profundo significado filosófico pues encierran todas las dimensiones de la existencia. El primer verbo, vivir (tzao) se refiere a las funciones fisiológicas, al ámbito físico que los humanos compartimos con los mamíferos superiores. El segundo, moverse (kineo) contiene el principio del movimiento, pero también abarca las experiencias emotivas: amor, odio, temor, gozo, tristeza, celos, desconfianza, serenidad, cólera, compasión, etcétera. El tercer verbo, ser (eimí) encierra los atributos más elevados y distintivos del ser completo y solo presente en la especie humana, incluyendo el intelecto y la voluntad.
El versículo nos ofrece una idea de la totalidad de la presencia de Dios en el hombre. Dios es la esencia de nuestra existencia. No solo nos creó, sino que está íntimamente ligado a nuestro diario existir e integrado de lleno en todas nuestras funciones. Pablo está dando un discurso a los intelectuales de Atenas. Utiliza un tono filosófico para alcanzar al público del Areópago. Incluso cita a un poeta griego: Arato (310-240 a.C.), quien nació en Solos (Cilicia), lugar cercano a Tarso, la ciudad de Pablo. Trescientos años atrás Arato había escrito un poema llamado Phenomena, probablemente memorizado por Saulo en su juventud. Allí habla del dios Zeus y dice que “somos linaje o descendencia de él [Zeus]”. Pablo intenta presentar el evangelio utilizando la lengua y la cultura de sus oyentes.
Pero esto no significa que les conceda la razón en su forma de practicar la religión. En contra de sus ídolos materiales, Pablo presenta a un Dios creador de todas las cosas; en vez de templos y altares por todas partes, Pablo les enseña de un Dios omnipresente; en lugar de un dios “no conocido”, como rezaba uno de los altares de la ciudad, Pablo presenta un Dios conocido y accesible. Pablo revela al Dios que creó el mundo y el universo, que “da a todos vida, aliento y todas las cosas” (vers. 25). Un Dios que abraza todos los aspectos de nuestra existencia.
Se dice que un maestro preguntó a un niño:
—¿Por qué hay un solo Dios?
A lo que el niño respondió:
—Porque Dios está en todas partes y no queda sitio para otro.
Piensa que vives, sientes y actúas gracias a él. Sin su presencia en tu vida, perecerías. ¡Qué inmenso privilegio saber que Dios nos ama tanto que mantiene nuestra vida por completo a pesar de nuestros errores!