Читать книгу El único e incomparable Bob - Katherine Applegate - Страница 35
ОглавлениеMimado
Sé que Nutwit tiene razón.
Me he convertido en un animal de costumbres, mimado, después de aquella época en que yo era responsable de mi futuro y tomaba mis propias decisiones. Durante mucho tiempo fui Bob, el fiero, el astuto, el callejero.
Como callejero, vivía de las sobras en el centro comercial mientras Snickers cenaba croquetas de fina selección, vestida con sus sofisticadas prendas. Caramba, cómo me encantaba ese algodón de azúcar que se había quedado pegado al suelo. Los inesperados OVNI. Los trozos de salchicha de hot dog cubiertos de cátsup y esparcidos debajo de las gradas como, no sé, dedos gordos o algo así.
Iván se ofrecía a compartir su comida de gorila conmigo, y Stella y Ruby siempre estaban listas para pasarme una zanahoria o una manzana. Pero me negaba. Necesitaba estar en forma, ser resistente, mantenerme fiel a mi naturaleza salvaje.
De acuerdo, tal vez de vez en cuando comí un plátano del desayuno de Iván.
Pero luego las cosas cambiaron. Me volví civilizado. Doméstico. Una mascota.
No me malinterpretes. Definitivamente tiene sus ventajas. Julia, que es toda una artista, pintó mi nombre en un tazón de comida. Me dio esta manta tan maravillosamente suave. En ella podrías hacer el baile de cama por siempre hasta que puedas acurrucarte.
Amo esa manta. Pero simplemente no puedo dormir sin Noesquetepilla, el viejo gorila de peluche de Iván.
Por supuesto, justo cuando ya tenía marcados mi manta y Noesquetepilla con la cantidad correcta de Eau de Bob, la mamá de Julia hace lo impensable. Los arroja en la lavadora y elimina hasta el último rastro de… mí.
Hay otras indignidades que tolero.
La caminata diaria con una cuerda de tira y afloja, después de haber salido sin correa durante toda mi vida.
Los intentos de entrenarme. Como si eso fuera a pasar alguna vez.
Los besos y los arrumacos.
Bueno, los arrumacos están bien, supongo.
Pero no entiendo los besos, en verdad. Si quieres besar a tu perro, ¿por qué no le das una gran lamida en la cara y terminas con eso?
Como sea. ¿Y qué si me he vuelto un poco mimado? ¿Un poco doméstico?
Hay una diferencia entre ser doméstico y ser un cobarde.