Читать книгу Economía, salud y envejecimiento - Leonardo Hernández - Страница 6
ОглавлениеPRESENTACIÓN
En estos años que llevamos de gobierno, junto a mi marido, el presidente Sebastián Piñera, he tenido el honor de trabajar y acercarme a las personas mayores de nuestro país. Estas experiencias me han hecho plantearme algunas preguntas, ¿Qué estamos haciendo por las personas mayores para ayudarles a que vivan una vida autónoma e independiente? ¿Qué estamos haciendo como sociedad para que podamos vivir esta cada vez más larga etapa de nuestra vida con alegría y bienestar?
Me hago estas preguntas, teniendo muy en cuenta que en nuestro país nos encontramos en una etapa avanzada del proceso de envejecimiento poblacional. Después de Canadá, somos el segundo país de América con la mayor esperanza de vida, es decir, la más alta de Latinoamérica.
En Chile, hoy viven más de 3 millones de personas mayores de 60 años, y para los próximos años se espera que este número solo siga aumentando. Para el 2025, las personas mayores de 60 años serán un 20% de la población, superando por primera vez, a partir de 2025, al grupo de menores de 15 años. Y se proyecta que para el 2050 una de cuatro personas será mayor de 60 años, representando el 25% de la población total.
Por lo tanto, cada vez seremos más personas mayores. Y esto nos trae un tremendo desafío, que comienza por cambiar la visión negativa que se tiene respecto a la vejez, generando la necesidad urgente de instalar un cambio cultural, un cambio de paradigma de cómo vemos el envejecimiento y a las personas mayores en nuestro país. Para ello debemos trabajar en integrarlos y relevarlos, y generar las condiciones necesarias para vivir la vejez y el envejecimiento como un proceso que no tiene relación con el deterioro, sino con el surgimiento de nuevas posibilidades de desarrollo, integración y autonomía.
Es así como este libro pretende contribuir al conocimiento y a los desafíos que trae consigo este envejecimiento poblacional y su impacto en el sistema de salud del país, particularmente en la mayor demanda por servicios y su consecuente alza en los costos de atención.
A lo largo de los distintos capítulos se documenta este hecho y se avanza en proponer soluciones para este desafío, que involucra tanto a entidades públicas como privadas, así como un mayor compromiso del mundo académico –el cual ha ido in crescendo en los últimos años– tanto en la investigación, el desarrollo de conocimiento y la formación de profesionales.De hecho, desde el campo de la geriatría se ha demostrado que es posible obtener buenos resultados si se actúa prontamente implementando una cobertura en todos los niveles asistenciales y con profesionales capacitados para ello.
De igual forma, a través de este trabajo se propone sumar al ámbito de la salud en el cambio de paradigma que requiere la vejez. El desafío en este proceso está dado en pasar de una visión “curativa” –donde el foco está en la atención y cuidados de personas dependientes y enfermas– hacia un trabajo orientado en lo preventivo, buscando con ello retrasar la fragilidad y dependencia funcional, propendiendo a una vida sana en todas sus formas, desde la alimentación, actividad física, actividades sociales y laborales y la salud mental.
Finalmente, el documento ilustra el proceso de envejecimiento poblacional en Chile y el mundo, así como los costos de salud crecientes asociados. La evidencia internacional presentada da cuenta de los ahorros potenciales que un cambio de enfoque conllevaría, mientras que la evidencia nacional existente sobre los beneficios psico-sociales de algunos programas ya implementados, demuestra que ver a las personas mayores desde esta nueva óptica sí permite mejorar su calidad de vida.
Porque, si queremos lograr un cambio en la visión que se tiene respecto de las personas mayores, necesitamos del esfuerzo y empuje de todos los actores de nuestra sociedad.
Por nuestra parte, en octubre del año 2018 lanzamos, junto al Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), el Programa Adulto Mejor, que busca impulsar iniciativas concretas que acerquen a las personas a las instituciones y servicios de nuestro país, a adaptar nuestras ciudades a unas más amigables, fomentando una vida más saludable, respetuosa e integradora de las personas mayores, ayudando con ello a mejorarles su calidad de vida.
Para lograr un envejecimiento positivo es necesario y fundamental partir por tener una mirada positiva respecto a la vejez y al envejecimiento; es por esto que el llamado hoy es a que nos unamos en esta difícil pero linda labor y trabajemos juntos por todas las personas mayores de nuestro país.
Cecilia Morel