Читать книгу Cultivando conocimiento - Liliana Garzón Forero - Страница 36
Justificación
ОглавлениеEn primera medida, es necesario hablar de la zona crítica, ya que es el modelo de investigación de este semillero; fue definida por Fisher como “la piel del planeta” (2012), donde roca, suelo, agua, aire y organismos interactúan entre sí para poder realizar una regulación del medio ambiente, donde estos elementos son primordiales para la vida. Banwart la define como la que “soporta todas las actividades humanas y soporta la presión que ejerce el cambio poblacional de la humanidad” (2012). En general, la zona crítica desarrolla sus estudios de manera conjunta, al integrar los componentes biótico, abiótico y social para realizar un análisis global de un determinado problema, y no de manera separada como suele hacerse (Critical Zone Obsevatories, 2012). El inconveniente de toxicidad, con el que cuenta la sede Utopía de la Universidad de La Salle, involucra el agua, representada en el riego y el consumo; el suelo, a través de los espacios usados para el desarrollo de diferentes cultivos; también tiene cabida allí el entorno e, incluso, el mismo hombre, lo cual quiere decir que este es un caso que se puede estudiar integralmente siguiendo los principios de la zona crítica.
Al saber que las sustancias tóxicas representan un riesgo inminente para la salud de un ecosistema, en especial para la salud de los seres humanos (Payán y Monsalvo, 2009), es necesaria la determinación de los posibles niveles de toxicidad tanto en agua como en suelo intervenido de Utopía para comprobar que realmente ambos medios tienen algún índice toxicológico que puede ser la fuente de afecciones ambientales como consecuencia del uso indebido de sustancias químicas.
El método Biofix es una alternativa para el monitoreo de los niveles de contaminación en el ambiente, que emplea la bacteria Vibrio fischeri para la determinación de la toxicidad en el agua y el suelo, entre otros, a través de la luminiscencia emitida por estas cuando entran en contacto con una muestra problema (Pica y Trujillo, 2008). En Colombia, esta técnica no es muy conocida y el único estudio registrado va dirigido hacia la toxicidad en efluentes y afluentes de plantas de tratamiento de agua potable por parte de la Pontificia Universidad Javeriana (Bohórquez et al., 2012), lo cual pone en evidencia la innovación que se daría al usar esta técnica para la determinación de la toxicidad en el suelo y el agua, no solo en la región de la Orinoquía, donde se encuentra ubicado el proyecto de la Universidad, sino en todo el país. De ser efectiva la presencia de algún grado de toxicidad en el medio, estos resultados conllevarían una mitigación del impacto ambiental generado actualmente por medio de la implementación de nuevos métodos agrícolas y tratamientos de las fuentes de agua que llegan a Utopía por parte de toda la comunidad educativa.